Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 6

Capítulo 4: No Hay Ningún Dios

Parte 1

Aisha lloró durante bastante tiempo después de que escapáramos, grandes sollozos que sacudieron todo su cuerpo. Incluso se había orinado. Comprendí cómo se sentía. Si un par de hombres asustados me hubieran agarrado del brazo y me hubieran amenazado, probablemente yo también estaría temblando.

Aunque no lo suficiente como para orinarme.

Esos dos soldados eran probablemente más caballerosos que la mayoría, pero tuvo que haber sido una experiencia aterradora para un niño de cinco o seis años. Las diferencias de edad se sentían más pronunciadas cuanto más jóvenes eran, los niños de secundaria podían ser tan intimidantes como los adultos para los niños de primaria. Y los soldados en realidad habían sido adultos.

Al menos, quería creer que era la razón por la que estaba llorando y no el crujido de mis dos piernas que se rompieron cuando aterrizamos. Rápidamente usé magia curativa para curarlas, pero eso definitivamente dolió.

***

Actualmente, estaba evitando mencionar su pequeño accidente mientras lavaba silenciosamente su ropa interior. Estábamos de vuelta en la posada. Eris y Ruijerd se habían ido cuando regresamos, y habían dicho que saldrían a buscar información, así que probablemente no volverían hasta la noche.

Hace unos momentos, Aisha se había quitado su pequeño y holgado traje de criada. Una vez que se quitó su ropa interior completamente empapada, la limpié con una toalla húmeda y le di una de las camisas que normalmente uso.

Ahora me quedaba un cubo de madera, un poco de jabón y las bragas de una joven. Mi antiguo yo se habría excitado increíblemente por esta situación y el artículo en mi mano. Quiero decir, sólo piénselo. En la cama había una joven que lloraba, vestida sólo con mi camiseta holgada. Cualquier pervertido que se encontrara en tal situación se excitaría, ¿verdad?

Oh, ¿por qué no le di ropa interior fresca para que se la pusiera? Es obvio que no tenía nada para ella. Me habían instruido que nunca tocara las bragas de Eris, después de todo, y no importaba lo urgente que fuera la situación, no podía romper lo que era una de las reglas cardinales de Dead End. El solo pensamiento era aterrador.

De todos modos, volviendo a la historia.

Mi corazón estaba tan tranquilo como la superficie inmóvil de un lago. Olvídate de estar excitado, no había ni siquiera una onda en el agua. Estaba tan pulido e inmóvil como un espejo. Lo único que me preocupaba eran los interminables llantos de Aisha. ¿Me había convertido en una especie de hombre santo mientras no prestaba atención? ¿O estaba tan aterrorizado de despertar la ira de Eris que mi monstruo de bolsillo era ahora incapaz de participar en la batalla? Estás bien ahí abajo, ¿verdad, amiguito?

 Esos pensamientos problemáticos me preocupaban mientras lavaba y secaba las bragas de lino de Aisha y el uniforme de la criada, que parecían estar hechos de materiales de alta calidad. Se los entregué a Aisha, que finalmente había dejado de llorar en algún momento, y felizmente se cambió a ellos.

Ahora que lo pienso, nunca me habían interesado los pechos de Zenith, tampoco. No me había preocupado mucho por el sexo o la edad en mi anterior encarnación, pero aparentemente la familia de mi actual cuerpo estaba fuera de los límites en esta. La vida era algo muy misterioso.

***

“¡Mi nombre es Aisha Greyrat! ¡Muchas gracias!” Vestida con su uniforme de criada, Aisha se inclinó ante mí. Su cola de caballo se balanceaba con el movimiento.

Las colas de caballo eran realmente increíbles. Eris ocasionalmente la ponía en una, pero la suya la hacía parecer una chica de un club deportivo. Aisha, por otro lado, se parecía más a una muñeca increíblemente adorable. Sus ojos estaban inyectados de sangre, sin embargo, tal vez más como una muñeca maldita?

“¡Señor Caballero, si no me hubiera salvado, me habrían arrastrado de regreso allí!”

Cuando me llamó “Señor Caballero”, recordé que me había presentado como el Caballero de la Luna Sombría. Un zarcillo de sudor goteaba por mi espalda. Tal vez me había dejado llevar demasiado en mi conversación con Eris. Cuando pensé en cómo ese nombre podría ser utilizado para burlarse de mí dentro de diez años, me arrepentí de usarlo.

“Realmente, muchas gracias”. Se inclinó profundamente de nuevo. ¿Cuántos años tenía, unos seis? Era muy educada para ser tan joven.

“Desde que me has salvado, sólo tengo una petición egoísta que hacerte”.

“Seguro”.

“Por favor, dame papel y lápiz para que pueda escribir una carta. También, por favor, ¡dígame dónde está el Gremio de Aventureros! Aprecio su ayuda.” Una vez que terminó de hablar, Aisha inclinó su cabeza de nuevo.

Al menos sabía decir “por favor” cuando pedía ayuda. Era una niña inteligente. Ah, es cierto. Paul mencionó algo acerca de que Lilia le dio a Aisha una educación muy rigurosa, ¿no es así?

“¿Eso es todo lo que necesitas? ¿Tienes algo de dinero?”

“¡No tengo dinero!”

“¿No te enseñaron que necesitas dinero para enviar cartas y comprar bolígrafo y papel?” Era crítico enseñar a los niños la importancia del dinero desde una edad temprana. Dudaba que Lilia se saltara algo tan importante, incluso si había cosas que no se debían enseñar a los niños hasta que fueran mayores.

“Mi madre me enseñó que si una chica como yo mira a alguien con una mirada suplicante en mis ojos y dice, ‘Quiero enviar una carta a mi padre’, entonces no tendré que gastar dinero.”

Aha-Lilia, sinvergüenza. ¿Estabas enseñando a tu hija a usar su feminidad como un arma? Cuando me di cuenta de eso, los manierismos de Aisha comenzaron a sentirse muy escenificados. No, en serio, ¿qué le estaba enseñando Lilia?

“¡He intentado contactar con mi padre durante mucho tiempo, pero la gente del castillo me dice que no y no me dejan enviar ninguna carta!”

a había oído que Lilia estaba detenida. Ahora sabía que no la dejaban ni a ella ni a Aisha enviar cartas. Tal vez las cosas eran bastante serias aquí. Cuando el Dios-Hombre me dijo que tenía que “salvarlos”, sospeché que era una situación en la que Paul estaba siendo cornudo.

“¿Hay alguien más a quien puedas pedir ayuda además de tu padre?”

“¡No hay!”

“Por ejemplo, alguien que tu madre conoce, como una chica un poco mayor que tú y con el cabello azul… O, tal vez… ¿un hermano tuyo que debería estar por ahí en algún lugar?” Pregunté, completamente indiferente.

Aisha frunció el ceño. Tenía una mirada de consternación en su cara, pero ¿por qué?

“Tengo un hermano, pero…”

“¿Pero?”

“No puedo pedirle ayuda.”

¿¡Por qué diablos no!? Te acaba de salvar hace un momento, ¿no?

 “¿Le importa si le pregunto cuál es su razón?”

“¡Razón! ¡Claro! Mi madre me habló de mi hermano con gran detalle.”

“Bien”.

Aisha continuó.

“¡Pero no podía creer nada de eso! ¿Como ser capaz de usar la magia de nivel intermedio a los tres años y convertirse en un mago de agua de nivel real a los cinco? Y luego, además de todo eso, ¿convertirse en tutor de la hija del señor feudal de la región? ¡No hay nada creíble en eso! ¡Definitivamente está mintiendo!”

Bueno, no podría culparla por pensar eso.

“Pero tal vez si lo conoces, verás que en realidad es un buen hermano mayor…”

“¡No es probable!”

“¿Por qué no?”

“Mi madre tenía esta pequeña caja que atesoraba, en su casa. Siempre me dijo que no la tocara, así que le pregunté por qué. Aparentemente, tenía algo muy importante para mi hermano dentro de ella.”

Una cajita… Ahora que lo pienso, sentí que había escuchado algo similar de Paul antes.

Aisha continuó.

“Una vez, cuando mi madre no estaba cerca, eché un vistazo. ¿¡Qué crees que era lo que había dentro!?”

“No lo sé, ¿qué?”

“Bragas”.

Bragas de chica. Según mis cálculos, las bragas de una chica bastante joven, en eso. Por el momento, pensé que tal vez mi hermano mayor era en realidad una hermana, pero habrían sido demasiado grandes para él. Así que sólo había una persona a la que podían pertenecer, y era a la tutora de mi hermano. Sólo tenía cuatro o cinco años y ya estaba guardando las bragas de una chica mayor para el futuro”.

¿Cálculos? Espere, espere un segundo aquí. Esta niña era demasiado lista para su edad.

¿Qué diablos? Sólo tenía cinco o seis años, ¿verdad?

“¿Quizás sólo estás calculando mal?” Yo lo sugerí.

“No. Reuní más información de mi madre. Parece que mi hermano espiaba a esa chica mientras se bañaba, y también observaba cómo se ponían mis padres. Mi madre intentaba encubrirlo, pero yo sabía que no había ningún error, ¡mi hermano es un pervertido!”

¡Un pervertido! ¡Un pervertido! ¡Un pervertido! No hay error, mi hermano es un pervertido!

Y, sólo por diversión, una vez más: ¡Un pervertido! 

¡Bueno, basta! Pensé que… ¡Mi capacidad mental ya está en cero! 

“O-oh, vale, así que tu hermano es un pervertido. Eso es muy duro, ha ha ha…” Yo me lo busqué, pero en realidad, estaba en shock. Nunca imaginé que algo como esto… Maldición. Ahora lo entendía. Por eso el Dios Hombre me había dicho que no usara mi verdadero nombre.

“Por cierto, Señor Caballero, ¿cuál es su verdadero nombre?”

“Es un secreto. En las calles me llaman el Maestro de la Perrera de Dead End”, respondí, manteniendo una mirada fría y serena en mi cara. Probablemente era mejor por ahora si no revelaba que era su hermano mayor.

“¡Ooh! Señor Maestro de la Perrera, ¿verdad? ¡Qué guay! Supongo que puedes usar la magia de invocación y esas cosas, ¿verdad?”

“No”, dije.

“Todo lo que puedo hacer es ejercer control sobre dos perros muy feroces”.

“¡Es increíble!” Aisha tenía un brillo en los ojos mientras me miraba, casi como una cachorrita.

Una cachorrita que estaba siendo engañada, eso es. Eso hizo que me doliera un poco el corazón, pero si le revelaba que era su hermano mayor, podría no estar dispuesta a escucharme. Todo lo que tenía que hacer era ocultar mi verdadera identidad hasta que pudiera rescatar a Lilia. Una vez que lo hiciera, mejoraría enormemente su percepción de mí.

“¡De acuerdo, voy a rescatar a tu madre!”

“¿Eh?” Me miró fijamente con los ojos abiertos cuando hice esa declaración.

“P-pero…”

“¡Por favor, déjamelo a mí!”

Y así fue como Aisha y yo nos conocimos. Ella tuvo la peor impresión de mí, pero no tan mala como la de Norn, considerando que había golpeado a nuestro padre delante de sus ojos. Ahora mismo, pensaba que yo era un pervertido por aferrarme a las bragas de Roxy, pero al final llegó a entender que a veces la gente necesitaba algo a lo que aferrarse.

Aparte de eso, ¿por qué equipararía el hecho de guardar las bragas con ser un pervertido? Aún no tenía edad suficiente para relacionar la ropa interior con el deseo sexual. Ni siquiera tenía edad para entender lo que era la excitación sexual. Si alguien le estaba enseñando cosas raras a mi hermana pequeña, no quedaría impune.

“A propósito, Sr. Maestro de Perreras”.

“¿Sí?”

“¿¡Cómo es que sabes mi nombre!?”

Dejaremos fuera la parte en la que busqué una excusa hasta que finalmente vi su nombre bordado en el borde de su ropa.

***

Aisha me dijo lo que había pasado en los últimos dos años. Luchó con los detalles, resultando en una pobre explicación, pero entendí lo esencial de lo que estaba diciendo.

Parecía que ella y Lilia habían sido teletransportadas al Palacio Real del Reino de Shirone.

Su repentina aparición fue sospechosa, y ambas fueron arrestadas. Lilia había intentado explicarlo, pero los poderosos decidieron mantenerlas confinadas en el palacio. Aisha no entendía por qué, o qué pasaría después, pero sabía que por alguna razón no le permitirían enviar una carta.

Aparentemente, no le habían hecho nada malo a Lilia, o al menos nada que dejara marcas visibles. ¿Quién sabía lo que podría estar pasando por la noche mientras Aisha no se diera cuenta? Lilia se estaba haciendo mayor en años, así que esperemos que la posibilidad de que la gente se desviara para violarla fuera baja.

Era extraño que aún estuvieran detenidas dos años y medio después de ser teletransportadas aquí. ¿Lilia realmente no había corregido el malentendido en todo ese tiempo? Tenía que haber otros factores de los que no era consciente.

En medio de todo esto, Aisha intentaba enviar una carta a Paul pidiendo ayuda. Se había perdido, y pensó que si seguía a un aventurero, eventualmente llegaría al gremio. Aparentemente, ese aventurero era yo.

Aisha no había mencionado a Roxy. ¿Realmente no estaba tratando de ayudar a Lilia? No… era posible que las cosas estuvieran tan mal porque Roxy estaba ayudando desde las sombras. En cualquier caso, todo lo que podía hacer ahora era esperar la respuesta de Roxy. El Dios-Hombre me había dicho que le enviara una carta. Ahora que lo había hecho, el resto de las piezas del rompecabezas deberían encajar en su sitio.

“Oh, así que has venido desde el continente demoníaco, ¿eh?” Aisha estaba ansiosa por escuchar más sobre mí.

“Sí. También me vi envuelto en el incidente del desplazamiento en Fittoa.”

***

“¿Y qué hacías antes de eso?”

“Yo era un tutor en una casa. Enseñaba magia a la hija de un noble”.

“Oh, ¿en serio? ¿Dónde?”

“Roa”, dije.

“¡Ese es el mismo lugar que mi hermano! ¡Ustedes dos podrían haberse cruzado en algún momento!”

“S-sí. La posibilidad es tan diminuta como un grano de sal, pero está ahí”.

Aparte de eso, parecía que Aisha había aprendido mucho de Lilia. Sentido común general, etiqueta, sabiduría que la ayudaría en su vida diaria, cómo ser una sirvienta, etc. Me pareció sospechoso que ella pudiera entender todo eso a su edad, pero al menos lo sabía lo suficiente como para poder explicármelo. Su capacidad de hablar también era avanzada para su edad. Tal vez sólo pretendía actuar como un adulto, pero seguía siendo una persona inteligente. En serio.

Desde que era joven, tenía la habilidad de absorber lo que le enseñaban como una esponja. Me preguntaba cómo sería cuando creciera. ¿Podría realmente mantener mi dignidad como hermano mayor?

“Si le enseñabas a la hija de un noble, tal vez su familia estaba en contacto con el empleador de mi hermano. ¿Has oído algo?”

“N-no”, tartamudeé.

“Me temo que no tengo conocimiento de él.”

“Oh, está bien. Esperaba escuchar sus impresiones sobre mi hermano”.

“Uhhhhh, lo único que escuché fue que la joven señorita de la casa del señor feudal era muy violenta  e  imposible  de  manejar.”  Aunque  estaba  tentado  de  dejar  caer  algo  más  de información, Aisha finalmente iba a descubrir que yo era su hermano. No quería que se diera cuenta de que había hablado deliberadamente de mí mismo mientras fingía ser otra persona.

Me preguntó varias cosas sobre el continente demoníaco, y le respondí en detalle. Me preocupaba no saber de qué hablar con una niña tan joven, pero Aisha era tan inteligente que nunca se nos acababan los temas. Extrañamente, me encontré disfrutando genuinamente de lo que básicamente fue mi primera conversación real con mi hermana pequeña.

***

Unas horas más tarde, quizás exhausta, Aisha se durmió. Eris y Ruijerd regresaron después de que el sol se había puesto, luciendo cansados. Aparentemente, habían ido hasta los barrios bajos para recoger información, y habían pasado muchas cosas, incluyendo una pelea.

¿Se habían peleado una vez más? Se veían apenados, pero esto no era nada nuevo, y no iba a pedir detalles. Todos se equivocaron a veces, incluso yo. Mientras nos cuidáramos las espaldas, estaba bien.

Les conté cómo conocí a Aisha, cómo Lilia estaba encerrada en el castillo, y cómo muchas cosas de la situación parecían muy sospechosas. Mientras lo hacía, les dije que también le ocultaba mi nombre. Les inculqué la importancia de mantener mi verdadera identidad en secreto.

“¿Por qué estás siendo tan evasivo sobre esto?” Eris preguntó.

“Aparentemente alguien le ha dado información errónea sobre mí. Quiero mostrarle mi lado bueno para poder corregir su percepción de mí”.

“Hmm. Bueno, creo que eres genial tal y como eres.”

“Eris…” Traté de darle una sonrisa que leyera las gracias por decir cosas tan dulces sobre mí, pero cuando lo hice, Eris dio un paso atrás.

“Ugh… ¿por qué tienes esa sonrisa espeluznante en la cara cuando te felicito!?” Aparentemente, mi aspecto de distintivo era espeluznante. Eso fue un poco impactante.

Que alguien me dé una nueva cara…

“De todos modos, si eso es lo que está pasando, ¡entonces vamos a atacar el castillo!” exclamó Eris, totalmente lista y dispuesta a lanzarse.

“Ha pasado un tiempo desde que asalté un castillo”. Incluso Ruijerd estaba agarrando su lanza como si estuviera dispuesto a ir.

Me apresuré a calmar sus motores.

“No, no. Esperemos una respuesta a mi carta, por ahora.”

Eris miró sin entusiasmo mis palabras. Como de costumbre, ella sólo quería volverse loca. Ciertamente habría sido más sencillo prescindir de la sutileza y lanzar un ataque al castillo, pero eso podría meter a Roxy en problemas, y quería poder mirarla a los ojos cuando nos conociéramos. Primero, necesitábamos saber exactamente lo que estaba pasando. Definitivamente no era sólo porque quería ver a Roxy, sólo para que lo sepas.

Con eso, el día llegó a su fin.