Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 6

Capítulo 3: El Reino De Shirone

El Reino de Shirone era un país pequeño pero viejo con una historia de doscientos años. Esto era notable porque todos los países humanos excepto el Reino Asura y el País Santo de Millis habían sido aniquilados en la guerra hace cuatrocientos años.

La parte sur del Continente Central había estado llena de conflictos hasta que el Reino del Rey Dragón tomó el control de toda la región hace unos trescientos años. Incluso ahora, la tierra al norte de aquí era una extensa región de discordia. El Reino de Shirone estaba cerca de la Zona de Conflicto. Dada su precaria ubicación, ¿cómo había soportado este reino durante doscientos años? La respuesta estaba en la alianza que formó con el Reino del Rey Dragón justo después de su fundación, una alianza sólo de nombre. Al igual que los otros dos países que tuvimos que cruzar para llegar aquí, el Reino de Shirone era básicamente un estado vasallo del Reino del Rey Dragón.

Dicho esto, tenía muy poco interés en la política nacional. Lo único que me importaba era el hecho de que Roxy estaba en este país. Me preguntaba si mi joven-espera, no. No era realmente joven, ¿verdad? De todos modos, me preguntaba si mi adorable y torpe maestra seguía siendo una maga de la corte aquí. Había dicho que el príncipe le estaba dando problemas, pero estaba seguro de que podía manejarlo.

Había pasado tanto tiempo. Quería verla. Quería verla y decirle que estaba bien. Quería contarle cómo visité su ciudad natal. Quería que me mostrara la magia del Rey que había dicho que podía usar ahora. Mi corazón palpitaba con anticipación mientras nos dirigíamos hacia la capital.

A lo largo de la carretera había campos de arroz desarticulados y ganado de pastoreo. También había parcelas inactivas y pastos llenos de plantas que parecían tréboles. No estaba muy versado en prácticas agrícolas, pero la gente de este mundo parecía estar pensando en cómo cultivar sus cosechas.

Aunque supuestamente era un estado vasallo del Reino del Rey Dragón, el Reino de Shirone no tenía la vibración de una colonia, a diferencia de los dos países por los que habíamos pasado antes. Tal vez fue porque estaba muy lejos, o porque se usaba como amortiguador entre la Zona de Conflicto y otros países. En cualquier caso, tal fue el paisaje que nos acompañó al llegar a la capital, Latakia.

***

En este mundo, la mayoría de las grandes ciudades estaban rodeadas de murallas protectoras, incluyendo Roa y Millishion. Incluso las ciudades más grandes del Reino Kikka y el Reino Sanakia tenían murallas a su alrededor. Lo mismo ocurría con la capital del Reino de Shirone, que tenía un muro robusto e impresionante en su perímetro.

En retrospectiva, era lo mismo en el Continente Demoníaco. De hecho, debido a que el continente tenía una concentración tan alta de poderosos monstruos, sus defensas eran más completas. No había una ciudad que pudiera igualar las enormes murallas naturales que rodeaban la ciudad de Rikarisu. Cada ciudad del continente utilizaba las habilidades especiales de las tribus que vivían cerca para erigir fuertes murallas para protegerse. Incluso los pequeños asentamientos llevaban a cabo diariamente el exterminio de bestias en las afueras de la aldea. En comparación, las murallas del continente central parecían como si sólo fueran de exhibición.

Atravesamos esas murallas y nos dirigimos a la ciudad, donde aparcamos nuestro carruaje en un establo. Había muchos laberintos en los alrededores de la ciudad, así que había muchos aventureros de aspecto duro, muchos de los cuales se dedicaban principalmente al buceo en calabozos. Esa había sido la vida de Paul y Ghislaine en el pasado, e incluso Roxy lo había hecho durante un tiempo. Estaba bastante seguro de que era Paul quien había dicho que los buceadores de mazmorra eran increíblemente hábiles.

Había muchos laberintos esparcidos por todo Shirone, y se podía ganar una cantidad ridícula de dinero sólo explorando sus niveles más altos. Probablemente había un puñado de aventureros de rango S entre los buceadores del calabozo que buscaban el botín más lucrativo, y nos mezclamos con esa multitud mientras viajábamos por la carretera principal y seleccionamos una posada al azar para alojarnos. Como de costumbre, era una hecha a medida para los aventureros de rango D. Incluso las posadas de bajo rango en esta ciudad eran un poco caras, tal vez porque había muchos aventureros de alto rango alrededor.

Comparado con los alojamientos de rango D en el Continente Demoníaco, la calidad de los alojamientos del Continente Central no era mala en absoluto. En realidad era bastante bueno que hubiéramos estado bien con habitaciones destinadas a aventureros de menor rango, pero teníamos suficiente dinero para no preocuparnos por eso. Todo lo contrario. De hecho, podríamos haber permitido un alojamiento aún mejor si hubiéramos querido.

Me gustaría quedarme en una habitación mejor, pensé en algún momento, pero aunque teníamos la moneda extra, me pareció un desperdicio. Tal vez yo era realmente un tacaño.

“¡Muy bien! Ahora que hemos llegado al Reino de Shirone, hagamos nuestra reunión de estrategia”, anuncié a los dos que estaban delante de mí. Sus aplausos apáticos me dijeron que ya se habían acostumbrado a este montaje.

“Ahora, ¿con qué deberíamos empezar?”

“Vamos a conocer a tu profesora, ¿verdad?”

La pregunta de Eris me recordó lo que el Dios-Hombre había dicho.

“Su nombre es Aisha Greyrat. Actualmente, está detenida en el Reino de Shirone. Estará allí cuando los eventos de su visión ocurran, y la conocerá y la salvará. No debes permitir que tu nombre sea conocido. Llamate el Maestro de la Perrera de Dead End y pregúntale por los detalles de su situación. Luego envía una carta a tu conocida en el Palacio Real de Shirone. Si lo haces, tanto Lilia como Aisha se salvarán de ese palacio.” Algo parecido.

Si confiaba en su consejo en su totalidad, entonces sólo tenía que caminar por el callejón que vi en la visión para desencadenar ese evento. Pensé que probablemente debería llevar a Eris y Ruijerd también. Después de todo, el Dios-Hombre no dijo nada acerca de ir solo esta vez.

Seguí pensando. Si creía en el Dios Hombre, entonces Lilia y Aisha estaban detenidas en el Palacio Real de Shirone. Pero en mi visión, me encontré con Aisha afuera. Eso significaba que de alguna manera se las había arreglado para escapar del palacio. Recordé la mirada de los dos hombres que vinieron tras ella en mi sueño. Había visto su atuendo numerosas veces en la ciudad; era un atuendo normal de soldado.

En otras palabras, Aisha sería perseguida y luego capturada por los soldados de palacio. Ahí era cuando yo entraba. Si tomaba el enfoque más obvio para salvarla, me arriesgaría a hacer un enemigo del palacio, que tenía que ser la razón por la que el Dios-Hombre había dicho que no se usara mi nombre. Sería mejor si yo también escondiera mi cara.

Mientras los caballeros estaban ocupados rastreando mi falsa identidad, podía enviar una carta a mi conocida en el palacio (Roxy) y pedirle ayuda. Si ella era una maga de la corte, entonces sus palabras deberían tener algún poder. Ya le debía mucho. No quería aparecer descalzo y con la suela sucia en la puerta de su casa, como un niño vagabundo, aunque le lavaría los pies con gusto si nuestras posiciones fueran al revés.

Este era el Dios-Hombre del que hablábamos, sin embargo. Era posible que estuviera tramando algo. Si le cuento demasiado, me arruinará la diversión, había dicho. En otras palabras, esperaba que pasara algo interesante, y probablemente no había nada que pudiera hacer para evitarlo.

Sin embargo, también dijo: “Espero que confíes en mí la próxima vez”. Con suerte, incluso si me esperaban sorpresas desagradables, no se trataría de una lesión grave o de la muerte de alguien cercano a mí.

Pero todo esto fue asumiendo que confiaba en el idiota. Esta vez podría estar tratando de engañarme, sin importarle lo que pasara después. Aún así, no tenía sentido oponer una resistencia innecesaria que podría empeorar todo de forma catastrófica. No me gustaba sentir que estaba jugando en sus manos otra vez, pero parecía que no tenía otra opción que escuchar.

Mis principales objetivos eran ahora buscar a Aisha, falsificar mi nombre y enviar una carta a Roxy. Dicho esto, ¿cómo iba a convencer a mis compañeros? La carta no era un problema, pero aún así necesitaba una buena razón para buscar en los callejones mientras usaba un nombre falso. Desde que salimos de Millishion, se aseguraron de que uno de ellos estuviera siempre a mi lado, incluso en nuestros días libres. Aparentemente, seguían preocupados por lo deprimido que me había puesto después de mi encuentro con Paul.

Me sentí mal por haberlos preocupado, pero había una alta probabilidad de que termináramos enfrentándonos a algunos soldados en nuestra búsqueda de Aisha. Ni Eris ni Ruijerd eran buenos actores. No importaba a quién llevara, parecía probable que hicieran algo que volviera a mordernos en el trasero. El Karma tenía una forma de hacer eso.

Ahora bien… ¿qué hacer?

Hm… bueno, es como dicen, mejor actuar ahora y preocuparse después, razoné conmigo mismo.

“En realidad, me gustaría que ocultáramos nuestros nombres mientras estamos aquí.”

“¿Vamos a fingir otra vez? ¿Por qué?”

“Umm…” Aunque tuviera que mantenerme callado sobre el Dios-Hombre, no había razón para ocultar el resto de la historia.

“En realidad, escuché de una fuente que miembros de mi familia han sido llevados cautivos en algún lugar de este país.”

“¿En serio?” preguntó Eris.

“Oh”, gruñó Ruijerd.

Ninguno de los dos preguntó de quién o dónde conseguí esta información, aunque uno u otro siempre había estado conmigo cuando recogía la información. Pero era mejor para mí si no presionaban el tema.

“¡Oh, ya entiendo!” exclamó Eris.

“¡Estarán en alerta si escuchan el nombre Greyrat, entonces!”

“Así es.”

“Entonces, ¿quién es la familia?”

“Lilia y Aisha. Nuestra antigua criada y mi hermanita”. En realidad, ahora que lo pienso,

¿cómo se supone que debo llamar a Lilia? No era realmente mi madrastra.

“¿Tu hermana pequeña? ¿Te refieres a la que estaba tan orgullosa de sí misma, a la que conocimos en Millishion?”

“Tengo uno más”.

“Uh-huh…” Eris parecía indiferente mientras fruncía los labios.

¿Así que Norn parecía estar orgullosa de sí misma? No pensé eso en absoluto, pero Eris claramente tenía una impresión diferente. Me preguntaba de qué lado estaría si Eris la golpeaba…

Eris resopló triunfalmente.

“Bueno, si eso es lo que está pasando, ¡no hay quejas aquí! Impresionante, Rudeus. Realmente lo pensaste bien.” Eso dijo, pero en realidad sólo me estaba  dejando  llevar  por  el  Dios-Hombre.

“Así  que  esconderemos  nuestros  nombres. ¿Deberíamos usar nombres falsos?”

“Sí, y sería mejor ir con algo común”, razoné.

“¿Cómo es eso?”

“Se supone que es mejor si los nombres falsos no son memorables”.

“¿Cuáles son los nombres famosos que hay por aquí?” Eris se preguntaba en voz alta.

“Mientras viajábamos, escuché mucho nombres como Shyna y Reidar”, ofreció Rudeus.

Shyna, Caballero del Dios de la Muerte, era un caballero femenino que aparecía frecuentemente en la Epopeya del Dios del Norte. Era uno de los tres caballeros del Dios del Norte, y solía ser una de las compañeras del Dios. No importaba cuán brutal fuera la batalla, ella siempre regresaba a casa, casi como si fuera imposible de matar. La historia era probablemente ficticia, pero todavía había muchos que llamaban a su hijo Shyna con la esperanza de que el nombre pudiera evitar que murieran en algún extraño accidente.

Reidar era el nombre de un Dios del Agua. Era un genio para contrarrestar los ataques, podía congelar el océano y caminar sobre él, y fue el héroe que venció al Rey Dragón del Mar. El nombre de ese hombre legendario se transmitió a través de las generaciones. Cada nuevo jefe del Estilo del Dios del Agua lo heredaría: los hombres se llamarían Reidar mientras que las mujeres se llamarían Reida. Era un nombre bastante común por aquí.

Los dos estaban pensando mucho en los nombres falsos que usarían. Yo estaba agradecido por eso. Ahora yo también tenía que pensar seriamente en el mío.

“Rudeus, ¿qué vas a hacer?”

“Bueno, veamos. En este caso, sería mejor que supieran de inmediato que es un nombre falso”.

“¿Cómo es eso?”

“No saben nuestros nombres ni nuestras caras. Podría confundirlos si les damos un nombre falso y llamativo para que se vayan”, dije, citando una línea de un anime súper viejo que había visto hace mucho tiempo. Para ser totalmente honesto, no importaba realmente mientras los nombres fueran falsos.

“Entonces deberíamos elegir un nombre guay”.

Un nombre genial, ¿eh? “Muy bien, entonces. Me llamaré a mí mismo el Caballero de la Luna Sombría”.

“¿¡Caballero de la Luna Sombría!?” Las mejillas de Eris se sonrojaron y sus ojos brillaron.

Era un personaje de Kamen Rider que amaba los haikus y llevaba lo que parecía un uniforme de mujer de almuerzo de mal gusto. Si alguien así apareciera frente a Eris, probablemente le daría una paliza.

“¡Haré lo mismo! Espera, pero no podemos ser la misma, um…”

¿Realmente le gustó tanto? En ese caso, podría seguir con el tema del caballero.

“Bien entonces. Eris, puedes ser la Espada de la Luna Sombría y Ruijerd puede ser la Lanza de la Luna Sombría. Entonces todos coincidimos.”

“¡Muy bien, coincidimos! ¡Usemos esos!”

Pensé que Ruijerd podría avergonzarse de tal nombre, pero no parecía muy molesto. Paul había dicho que Aqua Heartia era un nombre genial. Aparentemente, el concepto de “nerds” no existía en este mundo.

“Pero no pareces un caballero en absoluto, Rudeus”, murmuró Eris, después de que pensara que lo habíamos arreglado.

No un caballero, ¿eh? ¿Tal vez debería llamarme Mago Malvado o General Omega en su lugar? Por otra parte, no tenía ni idea de si acabaría usando el nombre. Si no funcionaba, siempre podría usar “Maestro de la Perrera” en su lugar.

“Bien. Hemos decidido nuestros nombres falsos, entonces.”

“¿Qué hacemos ahora?”

“Por ahora, enviaré una carta a Roxy al palacio real. Pasaremos nuestro tiempo reuniendo información hasta que obtenga una respuesta”, declaré.

***

Fui al mercado al día siguiente, compré algo de papelería y un sobre, y empecé a escribir mi carta a Roxy. Empecé con saludos de temporada, pregunté por su bienestar, y luego le informé que, aunque me habían teletransportado, estaba a salvo. Le dije que ahora estaba en la capital de Shirone y que quería conocerla. Con la esperanza de despertar su preocupación y ansiedad, mencioné casualmente que todos los habitantes de Buena Village habían desaparecido y que ninguno de ellos había sido encontrado a pesar de la búsqueda en curso. Luego abordé el tema de nuestra criada, Lilia, y terminé enfatizando por última vez (porque esto era importante) lo preocupado que estaba por mi familia. También estructuré la carta de manera que la primera letra de cada línea, si se leyera verticalmente, diría “AYÚDENME”. Con todo lo que había incluido en mi carta, estaba seguro de que Roxy entendería lo que estaba insinuando.

La sellé con cera en la que estampé una impresión del colgante de Roxy. Consideré brevemente enviarlo con un nombre falso, pero estaría en problemas si lo tirara pensando, “¿Quién diablos es esto?” Así que lo firmé, tu amado alumno Rudeus Greyrat, que sólo quiere cuidarte.

Honestamente, Roxy probablemente reconocería mi letra incluso si usara un nombre falso, pero también era como si se descuidara cuando se trataba de algo importante. No sabría si la carta le llegaría hasta que la tuviera en sus manos. La Roxy de Schrödinger. Me imaginé a Roxy sentada en una caja que decía “por favor, recógeme”. Aww. Por el amor de Dios (Roxy), se supone que tienes que dar la vuelta a la caja y esconderte dentro de ella.

De todas formas. Aparte de eso, no hay nada malo en asegurarse de que ella lea el contenido dejando mi nombre real en el sobre.

“Muy bien, voy a enviar esta carta”.

“Bien”.

“¡Está bien, ten cuidado!”

Los dos me saludaron, Eris con una sonrisa radiante en su cara. Qué decepción. Estaba tan seguro de que uno de ellos querría seguirme.

“¿Eh? ¿Qué van a hacer ustedes dos?”

“Planeo preguntar por la ciudad sobre tu hermana”, dijo Eris.

Así es, había dicho que buscaríamos información. La información era poder, después de todo, y nunca hizo daño tratar de reunir lo que pudiéramos. En realidad me sentí un poco avergonzado por lo flojo que me había vuelto, tratando de pasar al siguiente paso sin hacer eso primero.

“Muy bien, entonces. Me aseguraré de buscar información también, una vez que termine de enviar esta carta.” Con eso, dejé a los dos atrás.

Fui al Gremio de Aventureros para enviar la carta. Tenía la intención de empezar a buscar información después, pero a los pocos minutos me di cuenta de que me seguían. Al principio pensé que era Ruijerd quien me estaba siguiendo, probablemente pensando que podría tener problemas si me dejaban a mi aire. Sin embargo, eso no tenía sentido después de lo que había sucedido en los últimos meses. Se habría unido a mí en lugar de seguirme en secreto. Además, su habilidad para seguir a la gente era insuperable. Si realmente fuera él quien me siguiera, no había forma de que me diera cuenta.

Me imaginé que no era Eris, tampoco. Ella era terrible para seguir a la gente. La habría notado en el momento en que salí de la posada, y prefería quedarse en silencio detrás de mí en lugar de esconderse en las sombras, de todos modos.

Entonces, ¿quién era? ¿Había alguien en este país que me guardara rencor…? No se me ocurre nadie. Además, acababa de llegar ayer. Era probable que causara problemas en el futuro, pero aún no había molestado a nadie.

¿Estaba esto conectado con algo que hice en el Continente Demoníaco? ¿Realmente alguien me seguiría hasta aquí para vengarse? No es probable. Pero tal vez fue un sobreviviente del grupo de contrabando de Puerto Zant que me vio por casualidad. Tal vez planeaban aprovechar la oportunidad para acabar conmigo.

No, la explicación más probable es que no tenían ninguna conexión conmigo.

Cuando doblé la esquina, vi una pequeña figura que se escondía entre las sombras. Era un niño. Tal vez uno de los niños del vecindario había decidido fingir que yo era un mal tipo y me seguía. O tal vez era un huérfano que planeaba robarme la cartera. Si me escondía en algún lugar, podrían entrar en pánico y perseguirme, y yo podría saltar y asustarlos.

No, espera. Este mundo tenía razas como los hobbits, que sólo parecían pequeños. No podía bajar la guardia.

Decidí que les daría un respiro. Con eso en mente, giré a la derecha en dos intersecciones y luego entré en un callejón ligeramente estrecho.

“¿Hm…?”

Tuve la repentina sensación de que algo estaba mal, una sensación como si algo se elevara desde el fondo de mi garganta.

Dejándolo a un lado, usé magia para crear un muro de tierra. Un muro de tres metros se levantó, sellando el callejón detrás de mí. Escuché pasos rápidos del otro lado mientras mi acosador corría hacia el muro, seguido por el sonido de algo que lo golpeaba débilmente.

Me había adentrado bastante en los sinuosos callejones para perder a ese niño. Ahora, ¿qué camino de regreso a la carretera principal? Me sentí un poco como un niño perdido. A diferencia del trazado en cuadrícula de Millishion, ni siquiera las calles principales de esta ciudad eran rectas. Incluso alguien con un buen sentido de la orientación, como yo, empezaba a perderse.

Supuse que si llegaba el momento, siempre podría usar la magia para subirme a un tejado.

Espera. Este callejón era como el de la visión que el Dios Hombre me dio.

“¡Ah!”

Me di cuenta de cuál había sido la extraña sensación de hace un momento. Era un déjà vu.

Girando sobre mi talón, corrí de nuevo por el callejón sinuoso. Me di la vuelta en un cruce en T, pero me las arreglé para volver sobre mis pasos hasta el muro de tierra que había creado.

“¡No, agáchate!” Escuché a una chica gritar.

“¡Devuélvelo!”

Puse mi mano contra la estructura sólida y canalizé mi maná en ella. Usando magia terrestre, debilité la composición del muro mientras que simultáneamente usaba magia de viento para disparar una onda expansiva. Con un estruendo, todo se desmoronó y se cayó.

Ante mí estaba la visión que el Dios-Hombre me había mostrado. Un soldado agarró bruscamente la mano de una chica solitaria, mientras otro sostenía un papel que le había quitado, haciéndolo pedazos.

“¡Eso es para mi padre! ¡No lo rompas!” gritó la chica.

En medio del eco de sus protestas, los soldados me miraron confundidos.

“¿Quién demonios eres…?”

La chica tenía una cara que se parecía a la de Lilia, con el cabello castaño de Paul recogido en una cola de caballo. Llevaba un traje de criada holgado. Su cara, que normalmente habría sido despreocupada y alegre, estaba retorcida por las lágrimas y los mocos.

Los soldados la miraban con miradas obscenas en sus rostros. Espera, no. Eso no está bien. Parecía que se compadecían de ella. ¿Estaban haciendo esto por deber, y no porque quisieran?

“¿Quiénes son ustedes? ¡Diga su nombre!”

“Yo soy de esa chica…” Casi dije “hermano”, pero me detuve. Se suponía que no debía revelar mi verdadero nombre.

“Uh… soy el Caballero de la Luna Sombría!”

“¿Qué parte de ti es un caballero? Obviamente eres un mago”.

“Ugh…”

¡Maldita sea! La próxima vez, definitivamente iba con el Mago Malvado en su lugar!

“Escucha, chico. Es bueno que quieras jugar al héroe, pero somos soldados de palacio. Esta niña se perdió, así que vinimos a escoltarla a casa.”

Claramente me consideraban nada más que un niño travieso. Estaba seguro de que estaban mintiendo sobre sus intenciones, pero había una mirada preocupada en la cara del otro soldado cuando miraba a Aisha, que seguía sollozando. Lo que sea que estuviera pasando en el palacio para que Lilia y Aisha fueran detenidas, no significaba necesariamente que los soldados de la base fueran también malos. ¿Quizás debería intentar hablar con ellos?

“Pero ustedes rompieron la carta que ella tenía en sus manos”.

“Ahh… eso es, bueno, ¿cómo explicarlo? Los adultos tienen sus razones.” Uh-huh. Los adultos tenían muchas razones.

“¡Ah!”

Aisha encontró una abertura y golpeó la mano del soldado. Se escondió detrás de mí y se aferró a mi cintura, su cara cubierta de lágrimas y mocos.

“P-por favor, ‘alvame!”

Mirando su expresión indefensa y su frenética conducta, de repente no me importó si me hacía enemigos de este reino o no.

“¡Doseguhs dook muhledder y dore iddub!”

No tenía ni idea de lo que decía entre sollozos, pero me di cuenta de que estaba desesperada. Bien… Pongamos fin a esto. Yo era un adulto en el interior. No podía seguir con la farsa de un niño jugando a ser un héroe.

Sin avisar, levanté la mano y silenciosamente envié un cañón de piedra volando hacia los solidarios.

“¡Mnh!” El hombre al que apuntaba sacó al instante su espada e interceptó el cañón.

¡Whoa! ¡Esa fue una gran velocidad de reacción! Estilo Dios del Agua, ¿eh? Eso iba a hacer las cosas difíciles. Pero el Cañón de Piedra no era el único hechizo que conocía. Mientras tuviera algo de distancia, esto sería fácil.

Aunque eres la primera persona que evita mi cañón de piedra, pensé.

“¿¡Un mago que puede usar la magia sin encantamientos!?”

“Entonces… ¿podría ser él?”

“¡Pide refuerzos!”

“¡Oka-aaah!”

Creé un pozo bajo los pies del soldado que estaba a punto de intentar huir. ¡Whoosh! Al mismo tiempo, disparé cañones de piedra en rápida sucesión para desviar la atención del otro soldado. Mientras hacía eso, le dije a Aisha, “Vamos a correr. ¿Puedes hacerlo?”

“Ngh, wah… sí…” Ella asintió, incluso a través de sus sollozos.

Muy bien, muy bien. Todo lo que tenía que hacer era dejarla inconsciente, y podríamos escapar.

¡Tweeeeee! 

Tan pronto como lo pensé, un ruido agudo como el grito de un pájaro resonó a mi alrededor. Venía del agujero que había abierto. ¡Un silbido! ¡El otro soldado estaba haciendo sonar un silbato de alarma!

Momentos después, de todos lados, de cerca y de lejos, otros silbatos se unieron al coro.

¡¡Tweee, tweeeeeet!! 

Cada uno sonaba ligeramente diferente, probablemente para permitir a la gente identificar su ubicación exacta. Cuando mi oponente vio que había dejado de lanzarle cañones de piedra, gritó: “¡Hemos creado un bloqueo alrededor de esta zona! Más soldados estarán aquí en un momento. ¡Dejen de luchar inútilmente y entreguen a la chica! ¡No te haremos daño!”

Esta zona estaba a punto de ser invadida. Sin embargo, todavía tenía una carta bajo la manga. “¡Aisha! ¡Agárrate fuerte!”

“¿¡Eh!?”

“¡No te sueltes, pase lo que pase!”

A pesar de su confusión, Aisha me rodeó con sus brazos en la cintura y me apretó. Agarré su camisa con mi mano izquierda y canalizé el maná hacia mi derecha. Entonces, conjuré una lanza de tierra con una punta aplanada a mis pies y la usé como una catapulta para lanzarnos al cielo.

“¿¡Qu-qué!?”

“¡Aaaaaaah!”

¡Ah, ha, ha! ¡Hasta luego, perdedores!

 Por cierto, me rompí las dos piernas cuando aterrizamos. Definitivamente no iba a volver a hacerlo.