Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 6

Capítulo 2: Arroz

Al día siguiente amaneció.

Mientras desayunábamos en un pub, anuncié: “Vamos a pasar por el Reino de Shirone”.

Ruijerd y Eris inclinaron sus cabezas pero aún así asintieron.

“Bien. Bien.”

“Entendido”.

Ninguno de ellos preguntó por qué o con qué propósito. De hecho, lo agradezco. Ya había decidido que evitaría hablar del Dios-Hombre tanto como fuera posible, pero aún me preocupaba cómo explicar mis acciones sin mencionarlo.

Ruijerd probablemente tenía sus propias teorías después de verme anoche. Probablemente ya se había dado cuenta de que yo escondía algo, aunque era muy posible que pensara que yo escondía algún tipo de enfermedad. No es del todo incorrecto, dado que el Dios-Hombre era como un portador de la plaga.

“Shirone-te refieres a ese lugar donde está tu maestra, ¿verdad?”

Como Eris lo dijo, la imagen de cierta chica joven vino a la mente: Roxy Migurdia. Eso era correcto. Se suponía que estaba en Shirone. El Dios-Hombre había dicho que enviara una carta a mi conocida. Debía ser para que yo suplicara a Roxy que me ayudara.

“Así es. Alguien a quien respeto mucho. Mi… profesora”. Casi había dicho la palabra “maestra”, pero me salvé a tiempo. Ahora que lo pienso, Roxy me prohibió llamarla mi maestra. Aunque “maestra” era exactamente el término que había usado para decir a todos lo maravillosa que era últimamente… Oh, bueno.

“Deberíamos pasar por aquí y reunirnos con ella. Podrían ayudarnos de alguna manera”.

Eris asintió con la cabeza en señal de satisfacción.

Alguien tan increíble como Roxy seguramente nos sería de gran ayuda. Estaba segura de ello. Sin embargo, ella también era maga en el palacio real, y tenía que estar ocupada. No quería molestarla demasiado, ya había hecho mucho por mí.

Independientemente del incidente del desplazamiento o de la búsqueda de mi familia, todavía quería verla. También quería darle las gracias por su Diccionario Demoníaco. Si no me hubiera dado ese libro, podría estar en el continente demoníaco ahora mismo. Me arrepentí de haberlo perdido en el incidente. Merecía ser copiado y vendido en todo el mundo.

“Quiero ver a tu profesora”, dijo Eris.

“Hm. Estoy interesado en conocerla, también.”

Tanto Eris como Ruijerd parecían intrigados, probablemente porque invocaba el nombre de Roxy con elogios de vez en cuando. Estaba tan orgulloso de llamarla mi maestra, y la mencionaba en todos los lugares a los que iba. Eso era un hecho.

“Muy bien, entonces. Cuando lleguemos al Reino de Shirone, te presentaré”. Cuando hice esa promesa, los tres nos pusimos en marcha.

***

Primero, procedimos por la autopista que nos llevó directamente a través de Wyvern, la capital del Reino del Rey Dragón. Desde allí, la ruta giró alrededor de las Montañas del Rey Dragón y se separó. Un camino se extendía directamente hacia el norte, y otro se dirigía hacia el oeste. Elegimos la ruta norte que llevaba a Shirone.

Terminamos inesperadamente pasando siete días enteros en la capital de Wyvern. Nuestro plan inicial era partir a los tres días, pero hubo un problema con nuestro carruaje y las reparaciones tardaron un poco. Podría haber hecho los ajustes yo mismo si el carruaje hubiera sido de piedra o acero, pero no había nada que la magia pudiera hacer para arreglar algo hecho de madera.

Pagamos extra para acelerar las reparaciones. Aún tardaron siete días en completarse, pero no había razón para apresurarse. En la visión que el Dios-Hombre me mostró, Aisha estaba rodeada por dos hombres. Estaba preocupada, pero el dios había dicho que estaría allí cuando sucediera. En ese caso, tal vez nuestros problemas de transporte fueron obra del destino. Si el destino estaba involucrado, entonces no importaba lo rápido que me apresurara a Shirone, no me encontraría con ella antes de que fuera el momento.

Tenía que estar lo más tranquilo posible. Con eso en mente, me abrí camino por Wyvern.

El Reino del Rey Dragón era el tercer país más grande del mundo, y el más grande en la parte sur del Continente Central, con cuatro estados vasallos bajo él. Una vez, este país fue uno de los muchos del sur. Eso cambió después de atacar las Montañas del Rey Dragón en el noroeste y matar a su gobernante, Kajakt el Monarca del Rey Dragón. Esto dio a sus conquistadores acceso a una enorme veta de minerales, aumentando instantáneamente los recursos y el poder de su país. También fue el origen de cuarenta y ocho espadas mágicas que ahora estaban dispersas por el mundo, así como uno de los lugares mencionados en una línea de la Epopeya del Dios del Norte.

A pesar de este pasado histórico, el país no parecía poner demasiado énfasis en la tradición. En su lugar, se sentía como América, como una mezcla de diferentes elementos. Había muchas herrerías y salas de entrenamiento de espada, y los estilos eran diversos, pero la mayoría de las técnicas que vi pertenecían al Estilo del Dios del Norte o al Estilo del Dios del Agua. Intenté asomarme a una de las salas de entrenamiento, pero la mayoría de las personas a las que se les enseñaba eran niños. Incluso los maestros de esas salas eran en su mayoría sólo espadachines de nivel avanzado, así que Eris les echó un vistazo y dijo, con un resoplido de risa, “No son nada especial”. Incluso Ruijerd expresó su desaprobación.

En cualquier caso, decidí reunir información sobre personas desaparecidas. Encontré a uno de los subordinados de Paul en el Gremio de Aventureros que me dijo que no había información en este país. No iba a ser fácil encontrar a alguien que aún estuviera desaparecido después de todo este tiempo.

Después de eso, hice mi habitual investigación de mercado. Aquí se vendían productos especiales del continente de Millis y del continente central. Fue entre la gran variedad de comida que se vendía en el mercado que hice un descubrimiento: el arroz. Su color era un poco amarillo, pero definitivamente era arroz.

Por supuesto, ya sabía que había arroz en este país. Había comido arroz blanco cuando estuve en Puerto Este. Tenía muchas ganas de comer la cocina de este país, pero desafortunadamente las únicas cosas que sus bares servían eran sopas fáciles de preparar, paella y gachas de arroz. Un poco diferente de lo que yo estaba buscando. Quería comer arroz blanco puro.

En el momento en que vi el arroz a la venta, una descarga eléctrica me atravesó. Si no podía comprar arroz blanco cocido, entonces sólo tenía que hacerlo yo mismo. Compré el arroz al instante.

Unas horas más tarde, estaba en el jardín de la posada, preparando mi comida. Tenía 4,5 gramos de arroz, utensilios de cocina cuidadosamente preparados con magia de la tierra, una estufa al aire libre, una receta que el dueño de un bar me enseñó, huevos y sal. Sostuve la receta en una mano mientras lavaba el arroz y encendía el fuego en la estufa. El calor del fuego era la clave para cocinar el arroz correctamente.

“¿Qué estás haciendo?”

Tenía mi cara de jugador mientras Eris se acercaba.

“Un experimento”, dije.

“¿Hmm?” Resopló con desinterés y empezó a mover los brazos. A juzgar por la forma en que me robaba las miradas, en realidad era más curiosa de lo que dejaba ver.

Le di la vuelta al reloj de arena que me había prestado el dueño del bar y encendí el fuego. El dueño del bar dijo que el truco para cocinar el arroz era subir lentamente el calor, así que seguí su consejo. Después de dar tres vueltas al reloj de arena, bajé la temperatura. Luego lo volteé dos veces más. Finalmente, apagué las llamas y lo volteé otras dos veces.

“Está hecho”, dije.

“¿En serio?” Eris dejó de mover los brazos y se agachó a mi lado. Su olor se dirigió hacia mí, pero mi hambre era más fuerte que mi deseo sexual.

Ella miró la olla con anticipación. Yo también me sentí muy emocionado cuando levanté la tapa. La ola de calor llevó el olor del arroz recién cocinado hasta mi nariz.

“Huele muy bien. Buen trabajo, Rudeus.”

“No, necesito probarlo primero”, dije, pellizcando un poco de arroz entre mis dedos y me lo meto en la boca.

“Hmm… le daría un cuarenta y cinco de cien.”

No era ni de lejos tan bueno como los dos tipos de arroz japonés que destacaban en mi memoria: Koshihikari y Sasanishiki. Aunque lo comparara con todos los tipos modernos de arroz japonés, ni siquiera sería de categoría C. Estaba seco, tenía una especie de amargura, y todavía era de color ligeramente amarillo. Mis pobres métodos de cocina fueron en parte responsables, pero los ingredientes en sí mismos también eran inferiores, quizás porque el arroz no era un alimento básico en este país. Ni siquiera se le podría llamar arroz blanco.

En realidad, debería haberle dado sólo treinta puntos, lo que habría sido un fracaso. Pero probar el arroz me provocó tanta nostalgia que no pude. Con un poco de condimento, podría ganar quince puntos más. Ah, soy muy amable, reflexioné en mi interior.

“Comimos esto antes, ¿verdad? ¿Qué clase de experimento era este?”

“Esto es sólo el comienzo”.

Amontoné el arroz en un cuenco de tierra que había hecho. Luego tomé un huevo revuelto crudo, al que le eché magia de desintoxicación por si acaso, y creé un agujero en el medio del arroz antes de verter la mezcla. Esparcí sal por toda la parte superior, tomé los palillos que también había hecho con mi magia, y junté ambas manos.

“Aquí vamos”.

“¿Eh? Pero, Rudeus, ese huevo está… crudo…”

Abrí bien la boca y le di un gran mordisco al arroz, ahora de color amarillo brillante. Hmm… olía cuestionable. La sal que le había añadido no parecía hacer nada.

Ahora que lo estaba probando, noté que el sabor del huevo también era diferente. Estaba muy lejos de los frescos que se venden en Japón para el consumo en crudo. Probablemente debería volver a desintoxicarme después para estar seguro. Además, definitivamente necesitaba salsa de soja, sin la cual el sabor crudo era demasiado evidente.

Me preguntaba si la salsa de soja existía en este mundo también. Si no, entonces tal vez podría encontrar algún tipo de sustituto.

“¿Sabe bien?”

Ya que Eris me lo pidió, usé mi magia de Tierra para hacer otro tazón. Le puse un poco de arroz, añadí un poco de sal y se lo ofrecí. También le pasé una cuchara que yo había hecho, esto sería para principiantes, sin palillos.

“Oye… ¿esto es realmente todo lo que hay?”

¡Gulp!

Asentí en silencio. Aunque no estaba orgulloso de ello, hubo un momento en mi vida anterior en el que subsistía sólo con arroz para las comidas y bolas de arroz para los bocadillos.

“Hmm…” Eris masticó lentamente, mezcló las emociones en su cara. Sus gustos seguían siendo los de una niña. Una vez que rompí un huevo sobre él, ella dijo,

“Esto es mejor que antes”, y llenó sus mejillas con arroz mientras se lo comía todo.

El huevo crudo mezclado con arroz fue realmente la mejor comida de todos los tiempos y también perfectamente equilibrado. Mientras decíamos eso, terminamos nuestra comida, engullendo el último arroz crujiente y quemado del fondo.

Ruijerd fue el único que no pudo compartir la comida, pero no se quejó. Es un verdadero adulto, pensé. Aún así, me sentí un poco culpable. La próxima vez, me aseguraría de que recibiera una parte.

***

Salimos del Reino del Rey Dragón y tomamos la autopista hacia el norte. Había dos países más entre nosotros y el Reino de Shirone: el Reino Sanakia y el Reino Kikka. Ambos eran estados vasallos del Reino del Rey Dragón.

El cultivo de arroz estaba en auge en el Reino Sanakia. Su clima debía ser perfecto para él, porque la carretera estaba bordeada de arrozales. Había muchos ríos en el área, así que la topografía era probablemente similar a la de Japón y Asia Oriental. El arroz era el mismo que comía en el Reino del Rey Dragón, lo que significa que probablemente se exportaba desde aquí. Decidí llamarlo arroz Sanakia.

En las posadas en las que parábamos, nuestras comidas consistían principalmente en mariscos y arroz. Aprendí a comer con moderación desde que llegué a este mundo, pero el atractivo del arroz era demasiado irresistible, y comía hasta que mi estómago se llenaba hasta reventar.

Eris me miraba con los ojos muy abiertos durante las comidas. Quizás le interesaba que yo, normalmente tan quisquilloso con la comida, la hubiera metido últimamente con la pala.

“¿Qué es lo que pasa?” Finalmente pregunté.

“Pensé que eras del tipo que no comía mucho, Rudeus.”

Nunca había sido un comilón en mi vida anterior, donde siempre acudía en busca de otra ayuda mientras aún hubiera comida en la mesa. La única razón por la que había practicado la moderación desde que renací fue porque la comida de este mundo no se adaptaba a mi paladar. Dejando a un lado la carne dura que era el alimento básico de la mayoría de nuestras comidas en el Continente Demoníaco, incluso las comidas con mucho pan del Reino de Asura me resultaban un poco carentes. La cocina de Zenith no era mala, pero no pude evitar mi anhelo por el arroz.

Ahh, sí. El arroz es tan maravilloso, pensé.

La comida no era la única cosa en la que pasaba el tiempo. También me pasé por el Gremio de Aventureros. No es de extrañar, dado que este era el continente central, invocar el nombre de “Dead End” no provocó la menor conmoción. Sólo porque alguien fuera famoso en América, por ejemplo, no significaba que su popularidad se extendiera a Japón. O que hubiera muchos niños que supieran de Superman, pero que no supieran quién era el Capitán América.

Eran aventureros, así que probablemente habían oído el nombre de Dead End antes. Pero nadie armó mucho alboroto. Incluso si sabían lo que eran los Superd, el rasgo más reconocible de los Superd era su color de cabello. Así como una chica de un equipo de atletismo no era realmente una chica de un equipo de atletismo para un otaku japonés moderno a menos que tuviera una cola de caballo negra, Ruijerd no era realmente un Superd sin el cabello verde.

Dicho esto, los aventureros de la categoría A parecían ser más observadores que el resto.

“Hola, chicos. Nunca los había visto antes. Eres de clase A, ¿verdad? ¿Acabas de formar un grupo recientemente?” El hombre que se acercó a nosotros tenía un aura similar a la de Nokopara. Teniendo en cuenta cómo había ido, no estaba muy interesado en ser amistoso con él.

“Empezamos hace dos años”, respondí.

“Ooh, eso no es algo que se escuche por aquí. Dead End, ¿eh? Ese es el nombre de algún demonio del continente demoníaco, ¿verdad?”

“Sí. Y hemos viajado desde el continente demoníaco para llegar aquí.”

“Heh heh, lo vi venir. Y déjame adivinar, ¿ese tipo de ahí es el demonio?”

“Sí”, dije, “pero ¿podrías por favor abstenerte de llamarlo así?”

“¿Por qué? Es de lo que intentan hacerse pasar, ¿verdad?” Se rió como si le tomáramos el pelo, pero yo mantuve una expresión seria en mi cara. Eris parecía ligeramente perturbada, y Ruijerd parecía incómodo.

El hombre empezó a sudar frío cuando vio nuestras reacciones.

“Espera, ¿hablas en serio?”

“Si no me crees, ¿quieres que te muestre la gema de su frente?”

“No. No, ¡está bien! Es sólo que no creía que fuera el verdadero. Supongo que los Superd realmente existen, entonces…”

El hecho de haber alcanzado el rango A en el Continente Demoníaco dio más credibilidad a nuestras afirmaciones de que Ruijerd es un Superd. A pesar del duro trato que los demonios enfrentaban en el continente central, la gente no parecía tan aterrorizada de los Superd aquí, tal vez porque la amenaza de ellos era tan extraña. Después de todo, las personas que afirmaban que los osos pardos eran inofensivos eran generalmente personas que nunca antes habían encontrado uno en las montañas.

El nombre Dead End había perdido la mayor parte de su valor, pero sería más fácil restaurar la reputación de Ruijerd cuando la gente no estuviera aterrorizada de él. Dicho esto, todavía no había ideado un buen plan para eso. La figura de Ruijerd que yo había hecho tampoco sería buena mientras estuviéramos en el dominio de la fe de Millis.

Mientras yo estaba preocupado con esos pensamientos, Eris miró al hombre que nos había hablado.

“Eris, por favor no empieces una pelea”, dije.

“Sí, ya lo sé.”

“Bien, bien”.

Últimamente, había dejado de pelear con los otros aventureros. Su comportamiento se había vuelto más duro este último año. Ya no tenía el aspecto de una novata. Una sola mirada era suficiente para decirle a una persona que era peligrosa, así que ¿por qué se molestaría en acercarse?

Por su parte, Eris también había llegado a entender el estilo de humor de los aventureros. Incluso si alguien le decía algo ofensivo, ahora estaba lo suficientemente tranquila como para darse cuenta de que lo había escuchado antes. Respondía a su broma con una respuesta apropiada, la otra persona se reía, y luego le sonreía. Realmente se había convertido en una aventurera.

Dicho esto, siempre estaba dispuesta a jugar si alguien quería pelear con ella. Algunas personas, la mayoría de ellas de rango C y jóvenes, se acercaban a ella deliberadamente después de ver que era de rango A a pesar de su juventud. Se acercaban y decían algo como, “Apuesto a que tú tampoco tienes ninguna habilidad. Acabas de hacer que esos tipos de tu grupo te lleven todo el camino, ¿verdad?”

Esto invariablemente resultó en un golpe de gracia. De alguna manera, idiotas como este parecían estar en casi todos los gremios de aventureros a los que fuimos.

En cuanto a mí, yo sólo respondía de forma espontánea, “¡Eso es! El maestro de nuestro grupo es tan increíble, que estamos viviendo estupendamente!” No tenía orgullo. Además, era cierto que habíamos confiado mucho en Ruijerd para ascender a un rango tan alto. A Eris no parecía gustarle mi actitud, pero no había forma de que pudiéramos llegar tan lejos por nosotros mismos. Vamos a mostrar al menos un poco de modestia, pensé.

El cultivo de una flor que se asemejaba a la mostaza de campo estaba muy extendido en el Reino Kikka. Desde la autopista, vimos interminables campos de flores blancas en flor. Definitivamente una industria floreciente, pero también una en la que el reino se había visto obligado a invertir por el Reino del Rey Dragón. Los abundantes arrozales del Reino Sanakia también habían sido plantados por orden del Reino. Ser un estado vasallo era difícil.

El arroz era un alimento básico en la cocina de este país, también. Al probarlo, me di cuenta de que cuanto más al norte se iba, mejor era la calidad del arroz. Tal vez el día en que experimentaría el amor al primer mordisco con el arroz en este mundo no estaba lejos. Desafortunadamente, la parte norte del continente central estaba dividida en un grupo de pequeños países involucrados en continuos conflictos menores. No había forma de que pudieran cultivar un arroz delicioso en esas circunstancias. Una verdadera lástima.

Había un plato llamado Nanahoshiyaki que fue popular desde el Reino del Rey Dragón hasta el Reino Kikka. Era carne cubierta de harina de arroz y harina de trigo, y frita en aceite a alta temperatura. En otras palabras, pollo frito karaage-japonés. Aparentemente, el plato fue desarrollado en el Reino Asura y ganó gran popularidad allí antes de hacer todo el camino hasta aquí. Se requería una gran cantidad de aceite de cocina para hacerlo, pero como un país vecino producía grandes cantidades del plato, había muchas oportunidades de comerlo en esta región.

Desafortunadamente, este “pollo frito” tampoco sabía tan bien. La carne utilizada era principalmente de oveja, cerdo o caballo. No había una temperatura fija para la fritura, así que a veces el plato salía duro y otras veces salía pegajoso. Tampoco estaba bien condimentado, aunque se podía usar sal, hierbas secas o la salsa que era única en la zona para cambiar el sabor. La comida que habíamos comido en Puerto Este de repente no parecía tan mala en comparación. Todo lo contrario, de hecho.

Siendo un poco goloso, entendí que los cocineros de este país se esforzaban al máximo. Sin embargo, lo que entregaban no era lo que yo anhelaba. La falta de salsa de soja era imposible de pasar por alto. Si sólo tuviera salsa de soja, ajo y jengibre como condimento, podría hacer algo salado y dulce.

“Últimamente, tienes esa mirada problemática en tu cara cada vez que comemos, Rudeus.”

“Es  exigente  con  el  sabor”,  dijo  Ruijerd.

“Probablemente  tiene  algunas  opiniones  al respecto.”

“Creo que es bastante bueno”, respondió Eris.

Nos sentamos alrededor de una mesa, los dos tragando su comida. No eran nada quisquillosos. No había venido hasta aquí para ser un crítico gastronómico y juzgar cada comida, pero no podía dejar de pensar en lo mucho mejor que sería con un poco de salsa de soja.

“Pero la textura de la comida es increíble. Es crujiente, y cuando la muerdes, el jugo te llena la boca”.

“Sí, es bueno”, Ruijerd estuvo de acuerdo.

Ambos pidieron segundos y limpiaron sus tazones en un abrir y cerrar de ojos. Qué afortunados fueron. Podían encontrar este tipo de comida deliciosa porque era la primera vez que la comían. Yo, sabiendo que había algo mejor ahí fuera, no podía estar contento.

No podía evitar mis ansias de arroz blanco y pollo frito con salsa de soja, o de sopa de tofu y miso con algas. Mi insaciable búsqueda de buena comida continuó junto con mi búsqueda de personas desaparecidas, que, por supuesto, no dio ninguna información.

Así fue como las cosas fueron durante cuatro meses. Luego, finalmente, llegamos al Reino de Shirone.