Shin no nakama janai to Yuusha

Volumen 2

Capitulo 1: No Tengo Tiempo Para Ser Aventurero

Parte 3

A la mañana siguiente, Rit y yo dejamos una nota en la puerta de la tienda con las palabras Cerrado por el día escritas en ella.

“¡Muy bien, vamos a nadar!” Declaró Rit.

“¡Sí!” Dije de acuerdo.

“¿Trajiste la hielera?”

“¡Sí!”

“¡¿Qué hay ahí dentro?!”

“Un poco de carne y verduras. ¡Vino y cerveza también!”

Un pensamiento perdido surgió en mi mente, y me pregunté si todos esos bichos raros con los que me encontré el otro día terminaron encontrando a alguien dispuesto a complacerlos.

Hagan lo mejor que puedan, muchachos. Voy a darlo todo por cocinar esta comida y nadar en el río.

Rit y yo alquilamos algunos dragones de montar y nos dirigimos por la carretera uno al lado del otro.

Había pasado un tiempo desde que monté en una criatura así. Los dracos eran la especie de dragón más común en el continente.

Los Wyverns también eran un tipo de draco: dragones de cola venenosa. Lo que diferenciaba a estas cosas escamosas de otras especies dracónicas era el número de patas. Los dragones tenían cuatro patas y un par de alas. Los dracos también lucían un par de alas, pero solo tenían dos patas. En términos de inteligencia, eran similares a las bestias normales, por lo que muchos fueron entrenados para ser montados.

Los dracos de montar eran el resultado de la cría selectiva. Se eligieron aquellos con alas más pequeñas, menos poderosas y piernas más capaces. Las escamas brillantes de color marrón oscuro de los monstruos parecidos a lagartos eran suaves y cálidas.

Sus párpados se habían desarrollado para proteger sus ojos  de cualquier sol, viento o nieve, asegurando que las criaturas de pies rápidos pudieran mantener el ritmo en casi cualquier clima inclemente.

La única desventaja era que les costaba dinero alimentarlos. Los dracos de montar eran carnívoros y comían tres veces más que los caballos.

Cada ciudad grande tenía una tienda de alquiler dirigida por el gobierno. Todo lo que se requería para alquilar uno era una prueba de que eras local y un depósito de cien pagos. Sin embargo, podría reclamar ese pago inicial, menos la tarifa de alquiler de tres cuartos de pago por día.

“¡Montar dracos es lo mejor!” Rit gritó.

La razón para salir de su camino y elegir dracos cuando los caballos eran mucho más baratos era disfrutar de la sensación del viento en la cara. Con alas tan débiles, las criaturas eran incapaces de volar, pero las extremidades todavía atrapaban el viento y les daban a las cosas una especie de andar saltando.

Era una sensación agradable que era difícil de conseguir con otras monturas, por lo que había más de unas pocas personas que alquilaban un dragón de montar solo por el bien de esa experiencia.

Eso no quiere decir que fueran la primera opción de todos. A algunos les encantaba ese poderoso galope de un caballo, y había otros que no podían tener suficiente de montar lagartijas y de su capacidad para correr por el suelo, las paredes y los techos. Los viajes montados eran un pasatiempo importante entre los ricos.

Una fuerte brisa pasó rápidamente y nuestros dracos saltaron en el aire.

“¡¡¡Yahoooooooooooo!!!” Rit gritó, y no pude evitar unirme a su alegría.

Cuando nuestras monturas bajaban la cabeza y extendían sus alas brillantes, podían saltar más de nueve metros en el aire. Tampoco hubo apenas impacto cuando aterrizaron. Estos dos dracos tenían bendiciones de Guerrero, por lo que aunque sus niveles eran bajos porque tenían pocas oportunidades de luchar, sus estadísticas físicas aún estaban en el extremo superior, lo que hacía que sus saltos fueran aún más emocionantes.

“¡Perdón por pedir algo egoísta como esto!” Rit gritó.

“¡No te preocupes por eso! Ha pasado un tiempo desde que monté un draco, ¡pero vale la pena el precio por lo refrescante que es! ¡Esto es genial!”

Nuestro destino, un arroyo cerca del pie de las montañas, estaba a una hora de distancia. Los dracos rugieron, encantados de poder realmente soltarse mientras los espoleamos. No podríamos mantener este ritmo todo el tiempo, pero fue divertido disfrutarlo mientras pudimos.

***

Por casualidad miré hacia arriba justo a tiempo para ver a un par de pegasos extendiendo sus alas y galopando cómodamente por el cielo.

“Una pareja, ¿eh? Supongo que ya es hora de su temporada de apareamiento”.

Los caballos alados daban vueltas íntimamente entre sí, el gran conjunto de alas blancas de cada uno se extendía de par en par. Se sabía que los pegasos eran monstruos amables.

Cazarlos estaba prohibido en la mayoría de los lugares. Si bien no eran tan poderosos como los osos búho, los pegasos tenían la fuerza en las piernas para matar a la criatura promedio con una sola patada, por lo que se habían construido un hogar en muchos lugares de Avalon.

Sin embargo, supuestamente, su número estaba disminuyendo en el continente oscuro debido a la caza excesiva.

“¡Lamento haberte hecho esperar! ¡Vamos a nadar!”

Rit llevaba un bikini halter que se ataba detrás del cuello en lugar de sobre los hombros. Su gran busto normalmente estaba escondido debajo de su ropa, pero ahora rebotaba con cada paso. Estaba un poco perdido sobre dónde descansar mis ojos. Moverse detrás de Rit también resultó peligroso. Tenía una vista clara  de su espalda y sus músculos bien tonificados. Mis ojos se movieron hacia abajo para…

De repente, Rit se dio la vuelta para mirarme cuando estaba en medio de verla.

“Hee-hee”, se rio de todo corazón mientras se tapaba la boca. Quizás se había dado cuenta de hacia dónde se había dirigido mi mirada.

Decidimos darnos un chapuzón antes de prepararnos para nuestra pequeña barbacoa. Rit sacó una pequeña carpa de su caja de artículos y nos turnamos para usarla para cambiar.

No niego que nos imaginé a los dos cambiando juntos, dándonos la espalda, pero no hay nada de malo en eso. Tal cosa era perfectamente normal de considerar.

Puede que me esté entusiasmando mucho más de lo que esperaba. Es cierto que se sintió un poco fuera de lugar, pero estaba sonriendo desde el momento en que Rit tomó mi mano y me tiró al agua. Ambos soltamos un grito por el frío que hacía al principio, pero pronto, nos estábamos salpicando como niños.

Sin duda, Rit notó mi expresión, pero tenía un rostro similar que no la dejaba en posición de burlarse.

“Ya es hora de que empecemos a preparar el almuerzo”, dije después de un rato.

“Está bien”, respondió Rit.

Le ofrecí mi mano para ayudar a Rit a salir del río. Ella se veía un poco sorprendida, pero me agradeció y lo tomó de todos modos.

La mayoría de la gente asociaba a los caballeros con el romance bastante de cerca. En todas las viejas historias sobre ellos, siempre había una princesa que necesitaba ser salvada, una mujer talentosa que ayudó al caballero en su viaje y una bruja malvada que fue derrotada y se convirtió en una aliada.

Nunca había experimentado algo así durante mi mandato como caballero. Nadie había mencionado nunca que les hubiera sucedido algo así. Mi punto es que fui reclutado como caballero desde una edad temprana y luego me uní al grupo de Ruti cuando dejó nuestra aldea, por lo que no tenía absolutamente ninguna experiencia en lo que respecta al amor.

Es cierto que recibí algunas proposiciones cuando era el segundo al mando de los caballeros, pero sabía desde que era niño que Ruti tenía la bendición del Héroe y que terminaría partiendo con ella en su viaje cuando llegó el momento.

Como tal, no tuve tiempo para pensar en el romance. Me concentré en establecer y mantener relaciones con personas poderosas que pudieran apoyarnos y ahorrar dinero para que no hubiera ningún problema cuando Ruti se fuera de casa.

En ese momento, había sido la decisión correcta. Desafortunadamente, me dejó en una situación un poco difícil con Rit.

No tengo ni idea de qué hablar…

Rit y yo nos sentamos uno al lado del otro, bebiendo vino y comiendo la carne y las verduras que habíamos cocinado. Al principio, solo habíamos estado manteniendo una conversación liviana, pero ambos nos volvimos bastante cohibidos después de que se instaló un silencio incómodo. Terminamos bebiendo vino en silencio.

Cuando eché un vistazo, Rit, aparentemente habiendo estado pensando en algo parecido a lo que yo estaba, se volvió al mismo tiempo. Terminamos mirándonos directamente a los ojos. Ruborizándonos, los dos apartamos la mirada apresuradamente.

“… Heh…ha-ha.”

“… Hee-hee…”

“¡Ah-ha-ha-ha-ha…!”

De repente, ambos nos echamos a reír. Incluso a los niños les habría ido mejor socializando.

“Me hubiera imaginado que estabas más acostumbrada a este tipo de cosas, Rit.”

“¿Por qué? ¿Es así como te parezco yo?”

“No quise decir eso. Es solo que, cuando viniste por primera vez a mi tienda, eras muy agresiva, eso es todo”.

“En ese momento, era todo lo que podía hacer para evitar entrar en pánico. ‘¿Y si dice que no? ¿Qué pasa si no me recuerda?’ Sin embargo, habría pensado que tendrías un poco más de experiencia”.

“¿Qué te dio esa idea?”

“Siempre te mantienes tan tranquilo y sereno, incluso cuando hago todo lo posible para llamar tu atención. Me sentí como si me vieras como una niña que se estaba esforzando demasiado o algo así”.

“Eso fue solo porque pensé que me vería tonto si pareciera demasiado loco”.

Después de finalmente abrirnos  un poco, los dos nos reímos  juntos mientras compartíamos nuestros sentimientos. Me incliné un poco hacia Rit, y ella se acercó un poco más a mí, hasta que nuestros hombros desnudos se tocaron.

“¿Debería abrir otra botella de vino? ¿O quieres nadar un poco más?” Yo pregunté.

“Hmm… Quedémonos así un poco más”, decidió Rit.

“Sí… Eso suena bien. Vamos a hacer eso.”

Evidentemente, ambos estábamos en el nivel 1 en lo que respecta al amor. Todo lo que se necesitó para satisfacernos fue que nuestros hombros se tocaran, nuestras manos se superpusieran, el calor del cuerpo del otro. No es que hubiera nada malo en cosas tan simples como esas.

“Pero…”, interrumpió Rit.

“¿Mmm?” La miré.

De repente, el rostro de Rit estaba justo frente al mío, y se acercó un poco más. Algo suave presionó contra mis labios. Nos quedamos así por un tiempo antes de finalmente regresar.

“Quería al menos hacer eso…” Rit bajó los ojos al suelo mientras se cubría la boca con la mano. Ella era tan irresistiblemente linda que antes de que me diera cuenta, la estaba abrazando cerca de mí.