Shin no nakama janai to Yuusha

Volumen 2

Capitulo 1: No Tengo Tiempo Para Ser Aventurero

Parte 2

Esparcí un poco de salsa de tomate rojo en la parte superior del crujiente exterior de una tortilla y luego rocié un poco de albahaca en polvo sobre eso. En cuanto a los acompañamientos, había preparado dos salchichas cada una, un poco de sopa de hierbas y un poco de pan.

Rit le dio un mordisco ansioso, y su boca se abrió inmediatamente en una sonrisa mientras procedía a devorarlo todo. El almuerzo se retrasó, por lo que sin duda había estado muerta de hambre. Su cuchara voló de un lado a otro entre el plato y su boca con un impulso muy poco refinado. Antes de darme cuenta, yo mismo estaba sonriendo. Pasando a mi propia comida, dije: “Creo que es bastante bueno”.

Curiosamente, la comida sabía mucho mejor que cuando la probé en la cocina. Tal vez fue porque había alguien frente a mí participando con tanto entusiasmo.

“Voy a subir un poco a las montañas mañana”, dije.

“¿Para hierbas medicinales? Todavía tenemos una buena reserva”, respondió Rit.

“La hierba de estrella de mar gris se usa en la medicina para tratar las sobredosis de narcóticos. Todavía tenemos algo almacenado, y también está creciendo un poco en el jardín, pero estaba pensando en aumentar nuestro suministro un poco más”, expliqué.

“Okay. ¿Vas a acampar?” Preguntó Rit.

“Me quedaré ahí arriba por una noche, sí. La hierba gris de estrella de mar crece aquí y allá alrededor de los árboles caídos en lugar de juntarse en grupos, por lo que se necesita tiempo para recolectarla”.

“Entendido. Puedes estar tranquilo sabiendo que estoy mirando la tienda”.

“Si alguien necesita un remedio para una sobredosis, dale el del tercer estante”.

“Entendido.”

“Además… tomémonos un día libre después de que regrese”. Fue una brisa otoñal ligeramente más fresca que atravesaba la ventana abierta lo que provocó esa sugerencia.

“Tal vez los dos podríamos ir a nadar al río, hacer una barbacoa en la orilla del río y simplemente relajarnos”.

“¡¿Solo nosotros dos?!” Exclamó Rit.

“Sí, solo nosotros dos”, afirmé.

“Está bien, entonces apurémonos y pongamos todo en orden”, respondió Rit.

Quería relajarme e ir a nadar antes de que hiciera demasiado frío para hacerlo. En el fondo de mi mente, me preguntaba si quizás irse de vacaciones, aunque fuera unas pequeñas, era una buena idea tan pronto después de un incidente de narcóticos. Sin embargo, la idea se descartó rápidamente. Yo solo era boticario. Asumir una gran empresa para salvar el mundo, o incluso una ciudad, estaba un poco fuera de mi capacidad.

“Olvidémonos del trabajo y tomémonos las cosas con calma”, dijo Rit con una sonrisa.

Quizás había sentido lo que estaba pensando.

***

No había estado en las montañas por un tiempo, pero todo seguía teniendo el mismo tono verde que habría tenido en pleno verano.

“Solo ríndete y actúa como si ya hubiera caído”.

Negué con la cabeza al oír el zumbido de las cigarras mientras abrí un camino a través de la maleza cubierta de maleza con mi espada de bronce. Tenías que salir de las carreteras y los senderos de los animales por igual si querías recolectar hierbas. Desafiar el verdadero e indómito corazón de las montañas era la única forma. Era un trabajo bastante duro y requería una vigilancia constante contra las serpientes venenosas y otras criaturas pequeñas y peligrosas que podían morderte las piernas.

“También tienes que tener cuidado con los monstruos como este tipo”, me susurré a mí mismo.

Un pozo de musgo a mis pies burbujeó y un tentáculo cubierto de líquenes se extendió hacia mí. Inmediatamente salté hacia atrás, evitando el lento ataque del monstruo.

“Una ameba gigante, ¿eh?”

Estos seres también se conocían como limos menores. Las amebas eran similares a los limos, pero técnicamente eran una especie diferente. Sin embargo, su apariencia comparable a menudo significaba que muchos aventureros los trataban igual que los limos. La diferencia era que las amebas gigantes eran más frágiles y podían cortarse con espadas y otros instrumentos físicos. Referirse a ellos como limos menores significaba un insulto.

Con un corte rápido, di un golpe a la cosa viscosa que se arrastraba lentamente hacia mí. Sin embargo, los monstruos de un nivel tan bajo no adelantaron mi bendición.

Había muchos tipos diferentes de monstruos y animales en las montañas. Había quienes atacaban de inmediato, otros que acechaban y solo golpeaban en los momentos oportunos, e incluso algunos que huían solo para regresar con refuerzos momentos después.

Enclavado en los bosques más profundos de los picos había un caldo de cultivo de quimeras, un posible vestigio de la antigua era de los elfos. También puedes encontrar trolls y gugs callejeros, una especie de gigante, que se había cruzado desde el Muro del Fin del Mundo.

Sin haber sido tocados por manos civilizadas durante siglos, esos lugares indómitos proporcionaron decenas de hierbas medicinales y plantas silvestres para recolectar.

Sin embargo, con monstruos tan peligrosos deambulando a su alrededor, los aventureros novatos tenían que mantenerse alejados del miedo a la muerte: regiones peligrosas como las que ponían a prueba tu supervivencia y tus habilidades de búsqueda de caminos.

La razón por la que los aventureros de rango E solo podían aceptar trabajos del gremio era para que el gremio pudiera estar seguro de que estaban aprendiendo esas técnicas vitales. Si bien no hubo una prueba para convertirse en un aventurero, se podría decir que una primera misión era como un examen para ver quién estaba hecho para esa línea de trabajo.

Sin embargo, no tenía nada que temer de ninguna quimera. Eran una especie de monstruo bastante absurdo. Básicamente, eran leones con dos cabezas adicionales, una de cabra y otra de dragón.

Los tres eran capaces de atacar de forma independiente,  y el aliento del dragón podía ser particularmente problemático para los que no estaban preparados. Uno podría pensar que se evitarían cosas tan aterradoras, pero muchas personas buscaban quimeras.

Muchos aventureros los vieron como una práctica para matar dragones. Supuestamente, la porción de cabra de la criatura podría ser bastante amigable. Una quimera joven capturada podría costar hasta cinco mil payril.

Dio la casualidad de que me dirigía al caldo de cultivo de las quimeras. Si querías recolectar pasto gris de estrellas de mar de la manera más eficiente posible, ese era el mejor lugar. En una excursión mía anterior, descubrí las ruinas de las antiguas estructuras de los elfos que estaban siendo superadas por árboles. Esto proporcionó muchas áreas oscuras y húmedas donde la hierba gris de estrella de mar amaba crecer.

***

Cada vez que había venido a esta área en el pasado, las quimeras me habían atacado. Sin embargo, después de sufrir algunas derrotas sólidas, finalmente comenzaron a dejarme en paz.

Durante su último ataque, diez de ellos me habían tendido una emboscada a la vez, como si lo hubieran planeado. Eso me tomó con la guardia baja y terminó siendo una pelea bastante dura.

La batalla me había dejado con más de unas pocas heridas, pero desde entonces, cualquier quimera que me viera simplemente se dio la vuelta y se fue. Se habían vuelto tan cautelosos conmigo que si uno intentaba acercarse, otro lo ahuyentaría.

Una escena así era algo que seguramente habría sorprendido a la mayoría de la gente, pero para mí, se había vuelto bastante regular. Lo que sí me llamó la atención, sin embargo, fue la sorprendente presencia de otra persona en las profundidades de las montañas.

Era una joven bajita. Probablemente una nueva aventurera, pensé. No sabría decir si no conocía el peligro de la zona o si se había perdido, pero me había topado con ella justo antes de que los monstruos locales la atacaran. Darle la espalda habría sido un poco frío, así que me acerqué y simultáneamente ahuyenté a las criaturas que la acechaban.

“Um, ¿cómo te llamas?” preguntó, mirándome con ojos brillantes.

“…”

“¡Ah, lo siento, debería presentarme primero! ¡Me llamo Alice!” Esta chica llevaba consigo una gran guadaña que parecía estar en desacuerdo con su estatura más diminuta. Era un look bastante distinto para un novato. Decidiendo que había hecho mi parte, escapé.

“¿Qué…?”

Al activar mi velocidad del rayo, aceleré lejos de la desventurada joven en un abrir y cerrar de ojos. Si alguien preguntaba, me contentaba con insistir en que era un espíritu de montaña el que la había salvado. Involucrarme con una chica aventurera de rostro fresco no era mi velocidad. Apuntaba a una vida tranquila y fácil. La experiencia me había enseñado que se requería más precaución con los aventureros con equipo extraño como ella.

Algo me dijo que la persona de Alice estaba casi con certeza envuelta en todo tipo de cosas problemáticas. Mi escape apresurado debería haber asegurado que ella nunca tuviera la oportunidad de arrastrarme hacia ellos.

Un cuervo graznó en lo alto como si se riera de la vista. Supongo que verme huir de una chica después de ahuyentar a un grupo de quimeras habría sido una escena bastante inusual.

Algún tiempo después…

“Eso debe haber sido lo que ellos llaman un ‘demonio Tengu’ en el Lejano Oriente. No todos los demonios de Oriente son malvados. Al parecer, algunos incluso ayudan a las personas que se pierden en las montañas”.

“Señor Demonio Tengu…”

De paso, escuché que había un aventurero en la ciudad contando una extraña historia sobre un demonio Tengu en las montañas.

De manera bastante ingenua, asumí que no tenía nada que ver conmigo.

***

Al día siguiente del incidente con Alice, revisé algunos puntos donde las agujas de sangre generalmente crecían antes de regresar a la montaña.

El área que se había quemado hasta los cimientos ya estaba cubierta de verde nuevo. El cadáver de ese oso búho había sido consumido por criaturas carroñeras que no dejaban rastro.

“Parece que las cosas volverán a la normalidad el próximo año”, supuse.

Incluso existía la posibilidad de un excedente de agujas de sangre. La aparente abrumadora fertilidad de la sección incendiada del bosque me dio una buena sensación.

Parece que tendré mis manos ocupadas recolectando plantas el próximo año.

Mientras caminaba por el camino de regreso a casa, pasé junto a un goblin que llevaba un vestido de novia caro y sostenía un cuchillo de cocina. Cantó para sí mismo cuando pasé junto a él, haciendo todo lo posible por ignorarlo.

También descubrí a un caballero bloqueando el paso a través de un puente, así que tomé el camino más largo. En ese desvío, me encontré con un hombre de aspecto sombrío que gritaba que quería que recuperara ciertos objetos de valor dejados en la mansión de un mago. Lo rechacé y le sugerí que llevara su solicitud al Gremio de Aventureros.

“Ha habido mucha gente rara hoy…”

Para un aventurero, el descubrimiento de eventos de inicio de misiones tan inusuales habría acelerado el corazón. Yo, sin embargo, ya tenía planes para mañana.

A mi regreso a casa, pude escuchar pasos incluso antes de que abriera la puerta principal.

“Estoy de vuelta”, dije.

“¡Bienvenido a casa!” Rit exclamó con una sonrisa.

¿Ves lo que quiero decir? No tuve tiempo para emprender ningún tipo de compromisos extraños.