Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 2: La Hija De Un Soldado II

Capítulo 18: Por qué Falló y Cómo Solucionarlo

Parte 1

Mientras Benno me llevaba a la fábrica que, hacia el champú, me miró algo incómodo, como si tuviera algo que decir, pero realmente no quería decirlo.

«Oye, Myne. Sobre ese líquido de limpieza del cabello…»

«¿Sí? ¿Qué pasa con el (champú todo en uno)?

«Es largo y difícil de decir. ¿No puedes llamarlo de otra manera?”

Era cierto que el nombre que pensé le parecería largo y difícil de entender a Benno y otros de este mundo que no entendían las palabras que en realidad decía. Lo que significaba que los nobles no podían realmente tomar el producto después de que ingresara al mercado.

«Aaah, bueno, me lo inventé en el acto, así que no es un nombre importante ni nada. Tú puedes cambiarlo.»

«… ¿En serio?»

Benno parpadeó sorprendido. Le asentí con una sonrisa. Todo comenzó porque me sentí muy bien después de limpiarme el pelo seco y con picazón y solo dije lo primero que me vino a la mente. No estaba apegado a ello.

«Mhm. Siéntete libre de llamarlo como quieras”.

«Sabes, eso no me lo pone muy fácil». Benno frunció el ceño profundamente pensando. Tomó mucho sentido de marketing darle un nombre a un nuevo producto. Queriendo ayudar tanto como pueda, recité el consejo que me vino a la mente.

«Estamos hablando de un nombre de producto aquí, así que creo que debería ser fácil de decir y de recordar. Tal vez, en lugar de llamarlo «limpiador de cabello», deberíamos usar palabras que hagan que la gente piense en verse bonita y sentirse bien».

«Mnnn… Eeeh…» La expresión de Benno se endureció mientras más hablaba. Era posible que mi consejo hubiera aumentado la presión sobre él.

Lutz se encogió de hombros casualmente cuando Benno se hundió tan profundamente que había pliegues pesados en su frente.

«Lo he estado llamando, uh, (Champú todo en uno) todo este tiempo también, así que no sé, creo que está bien».

«Myne, ¿tienes alguna idea? ¿Alguno en absoluto?»

Benno me miró en busca de ayuda, al parecer no haber podido encontrar un buen nombre por su cuenta. Pero me había acostumbrado tanto a llamarlo champú todo en uno simple que realmente no podía pensar en otro nombre para él. Podría acortarlo, pero no sabía si la gente de este mundo realmente entendería lo que significaba el nombre.

«¿Mmm? No sé, ¿qué tal (enjuague con champú)?”

«… Siempre tiene que tener (champú), ¿eh?»

«No realmente, eso es lo que me viene a la mente, así que…»

Benno murmuró para sí mismo por un momento, pero debido a que ambos no pudieron pensar en un buen nombre y se acostumbraron a mi nombre original, decidió acortarlo a «Rinsham». Um … ¿Es eso realmente? ¿suficientemente bueno?

Cuando llegamos a la plaza central, Benno nos dirigimos directamente hacia la carretera occidental. Parpadeé sorprendida, pues esperaba que el taller de exprimido de aceite estuviera a lo largo del callejón del artesano.

“¿Hay talleres en el lado oeste de la ciudad también? Pensé que estaban todos en el callejón del artesano».

“Solía ser una tienda de procesamiento de alimentos. En general, los encuentras en el oeste, ya que quieren estar cerca del mercado donde las personas mueven la mayoría de los productos».

“Bien, los merilos son comida. Solo los he estado usando para hacer rinsham durante tanto tiempo que casi lo olvido».

Cuando me hice champú para la cabeza por primera vez, estaba obsesionada con limpiar mi cabello y evitar que me picara. Nunca se me ocurrió que acabaría convirtiéndose en un producto para vender.

Al principio estaba perdido, ya que no tenía arroz, algas o ningún tipo de jugo. Revolví mis recuerdos para encontrar todo lo que podía sobre el champú y, en el proceso, recordé haber leído una revista de vida natural que describe cómo mezclar aceite de fruta con sal en polvo y cáscaras de naranja para hacer un exfoliante. Mi madre y yo lo habíamos logrado juntas cuando se obsesionó con la vida natural.

Incidentalmente, esa revista también describía la mezcla firme de claras de huevo para extender la cara, o el uso de ciruelas secas y sake para hacer lociones para la piel, pero nada de eso tenía nada que ver conmigo y con mi piel joven y fresca. Todo lo que me preocupaba eran los ingredientes para hacer champú.

 … Seguro que fue difícil conseguir aceite la primera vez. Para ser honesta, estaba tan estresada por mi comezón y sabía tan poco acerca de lo difícil que era el viaje al bosque que no me di cuenta en ese momento, pero había sido un poco injusto con Tuuli al hacerla conseguir los ingredientes para mí.

Gracias a sus esfuerzos conseguí limpiar mi cabeza, volví a mi cabello suave y sedoso y di mi primer paso hacia un estilo de vida saludable. ¡Gracias, Tuuli!

El taller que Benno nos llevó también parecía un gran almacén. Como era de esperar de una planta de procesamiento de alimentos, había una mezcla de una amplia variedad de olores que flotaban en el aire.

Había varias mesas de trabajo alineadas una junto a la otra donde las obras estaban ocupadas trabajando en diferentes trabajos. A lo largo de las paredes había estanterías de herramientas listas para usar.

“¿Está el capataz aquí? Dígale que Benno quiere verlo”, dijo Benno a un trabajador cercano, quien respondió con un entusiasta “¡Entendido!” Antes de salir corriendo.

Benno me bajó y esperó a que llegara el capataz. Muy pronto, el trabajador habló a un hombre con un poco de sobrepeso, que luego caminó en nuestra dirección con el estómago temblando. Se podría decir de un vistazo que él era el jefe de una tienda que se ocupaba de comestibles.

Su cuerpo dejó en claro que le encantaba comer desde el fondo de su corazón. Lo había llamado «un poco sobrepeso», pero eso era desde la perspectiva de una persona japonesa. Teniendo en cuenta la escasez de alimentos en la ciudad, probablemente podría considerarse bastante gordo.

«Hola Benno, gracias por venir hasta aquí. Veo que has traído a dos niños contigo».

«Ellos son los que hicieron el rinsham en primer lugar. Mantenlo en secreto”, dijo Benno, con una mirada lo suficientemente fuerte como para que el capataz asintiera en silencio.

«Entonces, ¿resolviste el problema?»

«Me temo que no. Hemos intentado cambiar nuestras herramientas, trabajadores y todo tipo de cosas, pero parece que nos estamos alejando más de hacer el producto correcto». La expresión de Benno se oscureció por la frustración ante el informe negativo y la forma en que miró al ansioso capataz honestamente me hizo sentir como si tuviera el mismo mal olor.

Tiré de la manga del capataz y le hablé.

«Um, ¿podría mostrarme cómo lo está haciendo?»

«Por supuesto. Te agradecería que me dijeras si notas algo. Estoy recibiendo informes de que las cosas que hacemos aquí no hacen que el cabello esté tan limpio”.

Nos movemos a un rincón de la habitación para que el capataz pudiera hacer una demostración en vivo. Sería un desperdicio de materiales si fallara, por lo que aplastó a una meryl usando pesos para aplastar las frutas de una vez. Luego levantó el paño y lo escurrió para que el aceite del interior goteara en el recipiente debajo.

Tomó mucho menos tiempo de lo que yo estaba acostumbrado, ya que tanto Tuuli como Lutz tuvieron que usar un martillo.

«Y así es como obtenemos el aceite. Lo mismo hasta ahora, ¿verdad?” El proceso de extracción del aceite me pareció bien. Podía escuchar a Lutz murmurar que a él le parecía lo mismo, y de un vistazo, tampoco podía ver un problema.

“Tenemos que usar martillos para triturar la fruta en lugar de pesas. Pero no creo que una diferencia de menor afecte nada tan significativamente».

«Sí, los niños tendrían que usar un martillo para esto. Supongo que debería intentar eso a continuación «, murmuró el capataz. Pero antes de hacer eso, tuve una petición.

«¿Te importa si veo el aceite que acabas de exprimir?»

El capataz asintió y le entregó el cuenco. En el interior vi perfectamente claro, aceite verde sin impurezas flotando alrededor. Era un aceite completamente diferente del aceite blanco espeso con el que tratamos.

«… Ah, vale. Ahora lo entiendo”.

Me di cuenta del problema tan pronto como vi el aceite. Eso fue algo bueno y me alegró tener la solución, pero al mismo tiempo fallaron por una razón que me entristeció un poco. Demasiado triste.

«¡¿Qué?! ¡¿Qué estamos haciendo mal?!” El capataz prácticamente golpeó por la respuesta, y se lo di a él con los jugadores algo desplomados.

«… Es la tela que estás usando para escurrir el aceite», dije. Benno de inmediato miró al capataz, que abrió los ojos de par en par y sacudió las manos desesperadamente.

«¡¿La tela?! ¡Pero compré unos muy buenos, solo para este nuevo trabajo!”

«… Ese es el problema». Ahora, tanto Benno como el capataz me miraban con los ojos muy abiertos. Me encogí de hombros y coloqué el cuenco lleno de aceite sobre la mesa.

“Las piezas de tela que tienen nuestras familias son ásperas y sueltas. Raído. Creo que puedes decir por nuestra ropa, pero somos pobres. No usamos telas finamente tejidas, de modo que cuando exprimimos el aceite, pequeños trozos de fruta rota y pequeñas cosas como semillas se atascan en el aceite».

El aceite que Tuuli y Lutz exprimieron siempre fue espeso y blanco, no verde puro. La razón era simple. La tela que utilizamos era mucho más raída que las de este taller, y además de eso, exprimimos la fruta por completo ya que no podíamos permitirnos perder nada del aceite, a pesar de que terminó haciendo que el aceite sea menos puro.

«Las cosas que hacen que el aceite se espese se llama (exfoliación)… um, quiero decir, todo es importante para limpiar el cabello». El aceite puro hecho en talleres como este normalmente tendría sal en polvo, cáscaras de cítricos y nueces. Se le añade para hacer un exfoliante. Pero en nuestro caso, el aceite ya estaba exfoliante justo después de haberlo exprimido. Sin mencionar que no teníamos la libertad de agregar nada al aceite en primer lugar. Lo empujábamos simplemente agregando hierbas para el olor.

La boca del capataz estaba abierta de sorpresa aturdida. No esperaba esa respuesta. Tampoco yo, de verdad. Pensar que cuanto más luchaba para obtener aceite de mejor calidad, más lejos de su objetivo se iba. Solo podía imaginar el estrés que había estado sintiendo.

La expresión de Benno, por otro lado, se había suavizado significativamente, probablemente por el alivio de haber encontrado la fuente del problema. Cogió la tela con la punta de los dedos y se encogió de hombros.

«No pensé que la tela fuera el problema aquí. No estoy seguro si alguna vez me han castigado por comprar herramientas de alta calidad. Estaba pensando que el problema tendría algo que ver con la mezcla de hierbas».

«Las hierbas están principalmente allí para el olor».

El capataz dejó escapar un profundo suspiro, viéndose aliviado y preocupado.

«Supongo que tenemos que tirar todo el aceite que tenemos usando estas telas».

«¿Qué? De ninguna manera. Eso sería un gran desperdicio, todavía se puede usar». Si tuviera la opción, me hubiera gustado usar aceite de alta calidad libre de impurezas. Poner los ingredientes para hacer un exfoliante adecuado resultaría en un rinsham mucho mejor de lo que solía hacer. “Solo tienes que poner frutas en este aceite puro. Con la selección correcta de ingredientes, tendrás Rinsham mucho mejor que lo que yo misma hice».

«¿Sí? Seguro que sabes mucho para una niña, ¿no?” Murmuró el capataz, impresionado. Al mismo tiempo, los ojos de Benno brillaron como un depredador que había encontrado a su presa.

«Ah…»

Oh no. No debería haber dicho eso. Miré a Lutz, la sangre se drenaba de mi cara, y lo vi sacudiendo la cabeza con exasperación. A este ritmo, Benno iba a descubrirme de la misma manera que Lutz me había descubierto. ¡AAAAAAAH! ¡Soy tan torpe! ¡¿Nunca aprenderé?! 

De alguna manera logré evitar que mi boca temblara mientras forzaba una sonrisa falsa en mi cara. Mantén la calma, mantén la calma. Todavía no me ha descubierto.

“Solo ten cuidado al usar cosas con granos en bruto, ya que eso puede dañar el cuero cabelludo”. Dije con una sonrisa y luego traté de abandonar el taller, pero Benno me agarró del hombro y me ayudó en su lugar con una sonrisa feroz.

«Myne, parece que sabes mucho más de lo que has estado diciendo, ¿eh?»

Lo hice, pero no estaba a punto de cavar mi hoyo más profundo. Sería imposible llevar una vida pacífica aquí si me hiciera sospechar de esta manera. Necesitaba escapar del interrogatorio de Benno por cualquier medio posible.

A diferencia de Lutz, Benno no conocía a Myne del pasado y, por lo tanto, no tenía pruebas concretas para alimentar sus sospechas. Podría superar esto si lo intentara lo suficiente. Y me esforzaría mucho.

Excavando mis talones en el suelo para desafiar la fuerza de Benno, hice todo lo posible para sonreír y escapar de la situación a pesar del sudor frío que corría por mi espalda.

“Cualquier cosa más te costará. Cobro una tarifa de información por mis servicios. No hablo gratis».

«¿Cuánto?»

Benno levantó la barbilla con una sonrisa y me dijo que nombrara un precio, pero no importaba cuánto me pagara, no estaba planeando decirle nada. Sin embargo, las negociaciones terminarían en el segundo en que lo dijera. Era importante que hiciera que Benno decidiera retirarse de las negociaciones él mismo.

Mi cabeza giró mientras pensaba desesperadamente en algo que decir, mi corazón latía con fuerza en mi pecho.

«… El Rinsham ya va a ir bien en el mercado como es. ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar solo para ganar un poco más de eso, en serio?”, Dije, manteniéndome calmado mientras nos mirábamos con una sonrisa falsa. Los oscuros ojos rojos de Benno brillaban con una luz feroz y quería ceder inmediatamente por miedo, pero esta era una batalla que no podía permitirme perder. Cualquier cosa que dije sobre esto se vería con clara sospecha y llamaría la atención no deseada.

Benno le habló al capataz sin apartar sus ojos deslumbrantes de los míos.

«¿Te importa si tomamos prestada tu sala de conferencias?»

«N-noo en absoluto, adelante». En el momento en que el capataz respondió, Benno me levantó y me secuestró en la sala de conferencias.

«¡¿Bwuhbwuhbwuh?!»

«¿Myne?»

«¡Sólo estamos teniendo una pequeña charla! ¡Nadie nos sigua!” Gritó Benno, haciendo que Lutz se detuviera en seco con un tirón. El capataz asintió, pálido.

Después de tomar el control de la sala de conferencias de otra persona, Benno me sentó en una silla y luego se sentó en la opuesta. Me miró en silencio por un momento, luego habló.

«Dos oros pequeños».

«¿Qué?»

… Yo solo lo había oído mal. Se me escapó las orejas. Pensé que escuché un precio bastante absurdo por la información, pero todo fue solo mi imaginación.

Terminé aturdida, pero fingiendo que simplemente lo había escuchado mal, me las arreglé para volver a ponerme de pie. Pero en el momento en que lo hice, Benno se repitió, más claramente esta vez.

«Voy a pagar dos oros pequeños. Dime cómo mejorar el rinsham, qué fruta usar, todo lo que sabes”. ¿Estaría dispuesto a pagar dos oros pequeños solo para mejorar el rinsham? ¿Cuántas ganancias esperaba obtener de ellas? Tal vez estaba planeando cobrar de más a los nobles como lo hizo con Freida.

«…Señor. Benno, ¿cuánto estás planeando cobrar por cada unidad de rinsham?” Pregunté, haciendo que Benno entrecerrara un poco los ojos y resoplara.

«Eso no tiene nada que ver contigo».

«En ese caso, ya te dije cómo hacer el rinsham, así que mejorarlo no tiene nada que ver conmigo». Dejé escapar un suspiro de alivio por dentro y, pensando que ese sería el final de la conversación, pongo mis manos sobre la mesa para bajarme del asiento.

«Tres oros pequeños. No esperes que vaya más alto «. Benno me agarró las manos y, pareciendo un poco frustrado, aumentó su precio. Mi corazón vaciló ante esa suma masiva, pero si ese era su precio máximo, entonces las negociaciones ya habían terminado. Por el bien de una vida pacífica, tuve que sacar a Benno de mi camino.

«Me nie-»

“Toma el dinero y ahórralo. Lo único que puede arreglar al devorador es el dinero». Comencé a decir «Me niego «, pero Benno me interrumpió con una mirada fulminante. Habló en voz baja, contundente, que hizo sonar como si estuviera a punto de apretar los dientes.

«… Señor. Benno, ¿sabías del devorador?”

«Consideré la posibilidad, pero no lo sabía a ciencia a cierta hasta que el vejestorio me dijo el otro día». Ese vejestorio es el maestro del gremio. ¿Qué le había dicho a Benno?, me pregunté, y qué relación tenía con cómo Benno bajó la guardia a su alrededor después de que le vendí las horquillas a Freida.

El cambio de tono de Benno me echó lo suficiente como para perder mi fuerza en el proceso de levantarme, de modo que me caí de nuevo en mi silla con un plop. Debía de parecer que me estaba acomodando en mi asiento, mientras Benno se inclinaba más sobre la mesa para acercar su cara a la mía. Luego habló en voz baja, de modo que solo yo podía escucharlo. A pesar de ser débil susurros, pude escuchar claramente todo lo que dijo.

«Su nieta tiene el devorador a igual que tú, pero está viva gracias al dinero y la conexión del maestro del gremio con los nobles. Necesitas vender la información que tiene, ahorrar dinero y prepararse para el día que viene, te guste o no».

«Qué día…?»

«El día en que pierdas el control del calor dentro de tu cuerpo».

La comprensión se lavó por todo el cuerpo. Había sentido el calor devorador dentro de mí creciendo con el tiempo, poco a poco, pero lo había pasado como mi imaginación de variación basada en mi salud. Parecía que Benno y el maestro del gremio habían llegado a la conclusión de que el calor era el devorador dentro de mí estaba creciendo con el tiempo, y con el tiempo se volvería demasiado para que yo lo controlara. Cuando coloqué el aislamiento social y la muerte en dos lados de la escala, la respuesta aquí se hizo dolorosamente clara.

… No quiero morir todavía.

Finalmente había llegado al punto en que podía hacer papel. Durante el invierno había fallado repetidamente, pero después de mucho trabajo creé un ambiente donde hacer libros ya no era un sueño.

Sin mencionar que a medida que pasaban las estaciones me acostumbré más a la vida en este mundo, lo que significó menos enfrentamientos con mi familia. En el pasado siempre tenía peso muerto, pero al fin había encontrado un lugar en el que podría ser al menos un poco útil. Vivir en este mundo finalmente se estaba volviendo divertido.

Todavía no quería morir, pero tenía que considerar qué sucedería si le daba a Benno la información que quería y se asustaba. ¿Qué pasaría si me considerara una niña rara y espeluznante? A diferencia de Lutz, que conocía a Myne del pasado, Benno no tenía contexto. Simplemente me consideraría un niño espeluznante que sabía demasiado sobre cosas que ella no debería.

Probablemente no intentaría matarme solo por ser espeluznante, y como no tenía una historia con mi familia como Lutz, no pasaría nada malo si les informara que estaba siendo espeluznante.

El peor de los casos era que Benno se distanciara de nosotros y cancelara sus planes de contratarnos como sus aprendices. Sin embargo, si eso sucediera, podría aceptar la oferta de Freida y del maestro de la alianza. No estaría completamente sin opciones si Benno retirara su apoyo.

… Si el dinero es lo que se necesita para sobrevivir, bueno, quiero seguir viviendo.

«Bueno. Lo venderé por tres oros pequeños”. Dije, mirando a Benno a los ojos. Asintió levemente y soltó mis manos. Luego, después de tocar las tarjetas, tomó mi bolso y sacó el conjunto de pedidos sin siquiera preguntarme primero.

«¡H-Hey! ¡Esas son mis cosas!»

«Cosas que mi tienda te proporcionó».

«Eso es cierto, ¡pero al menos pregúntame primero!»

«Sí, lo siento», dijo Benno sin sonar en absoluto. Tomó el bolígrafo y la tinta y los preparó, tratando el tablero de pedidos de suministros como un bloc de notas.

«Muy bien, vamos a escucharlo. Comience con cómo podemos vender el aceite que pensábamos que no estaba funcionando».

“Solo tienes que ponerle ingredientes para que sea un (exfoliante). Hay muchas cosas diferentes que funcionarían aquí, pero la más fácil probablemente sea la sal. Triture la sal hasta que se convierta en polvo, agréguela al aceite y debería funcionar tanto para la limpieza como para la desodorización».

«¿Sal? ¿En serio?” De todo lo que había leído en la revista, mezclar aceite de frutas con sal en polvo era lo más fácil de hacer. Los ojos de Benno se ensancharon con sorpresa, probablemente no habiendo esperado que algo tan familiar para él fuera efectivo aquí.

“… También puedes secar la cáscara de una fruta (cítrica), es decir, secar la cáscara de algo como un apfelsige y triturarla también en polvo. Debería oler mejor y limpiar más que el aceite por sí mismo».

«Cáscara apfelsige, ¿eh? Lo tengo. ¿Algo más?” Benno me miró mientras rascaba.

«Mmm, tal vez (nueces)… aaah, quiero decir, mezclar un poco de polvo de nussfrut también debería funcionar. Nunca he tenido la oportunidad de probar nada de esto por mi cuenta, ya que mi familia es demasiado pobre».

Los oscuros ojos rojos de Benno estaban fijos en mí, su expresión dejaba en claro que tenía la intención de obtener la mayor cantidad de información posible de mí.

«¿Sabes cosas que no podrías probar tú misma? Myne… ¿Quién eres?”

«Eso es un secreto, y tampoco lo comprarás con oros pequeños».

La boca de Benno se torció en un ceño amargo. Mi corazón latía con fuerza cuando Benno me miraba con los ojos sospechosos de alguien que miraba a una persona que simplemente no podían entender. No era lo suficientemente fuerte como para soportar que me miraran así sin perder un poco la calma.

Con mi sonrisa falsa aún pegada en la cara, decidí tirar los dados y arriesgarme a preguntarle a Benno dónde estaba con él.

«¿Vas a cortar los lazos conmigo porque soy una niña espeluznante? Te vendí esta información preparada para que eso suceda».

Los ojos de Benno se abrieron con sorpresa por un segundo, luego bajó los ojos y se rascó la cabeza antes de dejar escapar un profundo suspiro. Luego sacudió lentamente la cabeza varias veces y levantó la vista. Cuando lo hizo, llevaba su habitual sonrisa de confianza.

«No, me vas a hacer ganar mucho dinero. Mi única preocupación aquí es asegurarme de que nadie más te robe. No lo olvides, soy un comerciante», dijo, levantándose y revolviendo mi cabello. Al tratarme normalmente, estaba indicando que había decidido mantener el status quo y no ninguna excavadando.

Solté un suspiro de alivio, agachándome para evitar la mano de Benno, ya que no dejaba de susurrar mi cabello, y le saqué la lengua.