Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 5

Capítulo 7: Al Continente Central

Parte 2

Por lo tanto, recurrimos a Sir Galgard para que nos ayudara, ya que era un viejo conocido de la familia Greyrat y amigo personal de Ruijerd. Había tenido la amabilidad de escribirnos una carta.

Esta historia no era del todo cierta, por supuesto. Pero se sentía lo suficientemente cerca. “La joven puede estar vestida como una aventurera en este momento, pero eso es sólo

porque no queríamos que ningún rufián se diera cuenta de que ella es de origen noble. Estoy seguro de que puede entender los peligros potenciales, Duque Bakshiel.”

“Ya veo”, dijo Bakshiel, la expresión de su cara aún está agria. “Así que es así. Estás en la liga con ese ‘Escuadrón de Búsqueda y Rescate de Fittoa’ que ha estado causando un sinfín de problemas en Millishion recientemente, ¿verdad?”

“Eh… ¿qué? No, no. ¿De qué está hablando, señor?”

“Nunca antes había oído el nombre de Eris Boreas Greyrat”, dijo Bakshiel con un resoplido claramente porcino. “Sin embargo, estoy familiarizado con un tal Paul Greyrat, un matón que supuestamente se dedica a robar esclavos por la fuerza.”

Oh, encantador. Papá tiene una verdadera reputación.

“Déjame asegurarme de que te entiendo, duque Bakshiel. Crees que la carta de Sir Galgard es una falsificación y que Lady Eris no es realmente miembro de la nobleza asurana, ¿verdad?

¿Y nos toma por simples lacayos de este lascivo inútil Paul Greyrat, que bebe todo el día, arremete contra su propio hijo, tiene los pies malolientes y no deja de preocupar a su pobre hija?”

“En efecto”.

Sinceramente hablando, qué cosa tan terrible dices. Paul se estaba esforzando al máximo ahí fuera. Para estar seguro, tenía sus defectos, y algunos de sus métodos podrían ser menos que perfectos. ¿Pero descartarlo como “inútil”? ¡Eso fue simplemente ofensivo!

“¿Puedo preguntarle por qué concluyó que el sello de nuestra carta no era auténtico?” Dije, señalando el sobre en el escritorio de Bakshiel.

El hombre frunció un poco el ceño y asintió con la cabeza. “No es raro que la falsificación del sello del Caballero Misionero circule en el mercado negro.”

¿En serio? Fue la primera vez que oí hablar de ello. “Y por qué cree que mi empleadora, Lady Eris, ¿no es quien dice ser?”

“Pah. ¿Realmente esperabas que creyera que esta rústica espadachina era la hija de un noble de Asuran?”

Eché un vistazo a Eris, que había asumido su habitual postura de brazos cruzados. Aunque sus brazos no tenían cicatrices, estaban bronceados y más musculosos que los de un joven aventurero promedio. No es exactamente lo que se espera de una princesita protegida, para estar seguros.

“Ah”, dije con un pequeño resoplido de risa. “Parece que no estás familiarizado con Sir Sauros, entonces.”

“¿Sauros? ¿Te refieres al señor de la región de Fittoa?”

Aparentemente reconoció ese nombre, al menos. Bien. “Sí”. También es el abuelo de Eris,

y el hombre que eligió cultivar sus talentos con la espada desde una edad temprana.” “¿Qué? ¿Por qué haría tal cosa?”

“Esto es algo así como un secreto de familia, pero… se decidió hace tiempo que Lady Eris se casaría con la familia Notos. Y Sir Sauros detesta al actual jefe de esa casa.”

“Ya veo”.

Para ser perfectamente claro, estaba insinuando que Eris había sido entrenada como una pequeña guerrera salvaje para que un día pudiera asesinar al jefe de la familia Notos en su dormitorio. Afortunadamente, Eris parecía desconcertada por mis palabras. Si ella hubiera entendido lo que estaba diciendo, probablemente habría perdido algunos dientes en este momento.

“Por esa razón, entre otras, la joven debe regresar a Asura. Si insiste en que es una impostora, tendremos que volver a Millishion y presentar un recurso ante las autoridades competentes”.

No tenía ni idea de quiénes serían esas autoridades apropiadas en este caso, por supuesto.

No era algo que me hubiera molestado en investigar.

“Hmph. Si quiere que crea todo esto, entonces muéstrame algún tipo de prueba.” “La carta de Sir Galgard es sin duda una prueba suficiente”.

“Esto es absurdo. Están discutiendo en círculos.”

“¿Y qué si lo fuera? Mira, duque Bakshiel, ¿realmente quieres hacer un enemigo de la familia Asuran Greyrat?” Mierda. Ya ni siquiera sé lo que digo.

Afortunadamente, la amenaza que había lanzado parecía tener algún efecto, a juzgar por lo mucho que me miraba el duque Bakshiel.

“Muy bien entonces. Le permitiré a usted y a la joven señorita reservar un pasaje, entonces.” “Pero nuestro guardián…”

“Por mi autoridad como duque, asignaré unos cuantos caballeros para que te escolten.

Seguramente eso sería preferible a la protección de este… demonio”.

Comparado con conceder un pasaje a un demonio, Bakshiel prefirió prestarnos un par de sus propios hombres. Parecía obstinadamente decidido a no dejar pasar a Ruijerd, pase lo que pase. No había visto este tipo de cosas con mis propios ojos antes, pero la discriminación contra la humanidad demoníaca en este continente era evidentemente peor de lo que había imaginado.

¿Qué opciones teníamos en este momento? ¿Deberíamos tratar de arreglar el viaje de

Ruijerd por separado? Podría ver fácilmente que eso resultaría en otra sangrienta batalla contra un grupo de contrabandistas. Realmente no se sentía muy atractivo…

Pero justo cuando estaba considerando mi respuesta, hubo un golpe brusco en la puerta. “¿Qué es? Estoy en medio de algo”, dijo Bakshiel, pareciendo un poco sospechoso.

La persona que estaba fuera no esperó a que le dieran permiso para entrar. La puerta se abrió, y una mujer rubia con armadura azul entró en la habitación.

“Perdóneme. Me dijeron que un tal ‘Ruijerd Dead End’ estaba aquí.” “…¿Madre?”

Era Zenith.

“¿¡Eh!?”

Todos los demás en la habitación se giraron al unísono para mirarla.

La mujer me miró fijamente, con una mirada algo molesta. “Soy una mujer soltera. No tengo hijos, y mucho menos uno tan viejo como tú.”

¿Qué? Vamos, mamá. ¿Perdiste la memoria desde la última vez que te vi? Oh, tal vez se cansó de las tonterías de Paul…

Sin embargo, a medida que miraba más de cerca a la mujer, empecé a notar algunos detalles en los que ella se diferenciaba de mi madre. Después de años de separación, no podía recordar a Zenith perfectamente… …pero la forma de la cara de esta mujer y el color de su cabello eran muy sutilmente diferentes. No era ella después de todo. “Lo siento. Mi madre está desaparecida, y tú te pareces mucho a ella”.

“…ya veo.”

Genial. Ahora me miraba con lástima en los ojos. Tal vez me había considerado un niño perdido y solitario o algo así. La gente no me trataba como a un niño muy a menudo en estos días, pero aún así me veía como uno, al menos.

Con un resoplido, el duque Bakshiel miró a la mujer de la armadura. “Bueno, si no es nuestra recién llegada Caballero Templario. ¿Necesitabas algo de mí?”

“Un Superd ha aparecido en el territorio de Millis. Cualquier miembro diligente de mi orden vendría corriendo a esa noticia”.

“No asumirá su puesto aquí hasta dentro de diez días. No metas las narices donde no te corresponde”.

“¿Donde no me corresponde? Qué cosa más extraña, duque Bakshiel. Por supuesto, aún

no he asumido oficialmente mis deberes aquí, pero mi antecesor ya ha partido hacia Millishion. Cuando surgen problemas en un puesto de control, es responsabilidad de los Caballeros Templarios resolverlos, ¿correcto? Y sin embargo, parece que soy la única caballera Templario en esta habitación. ¿Le importaría explicar eso?”

Esta diatriba dejó al hombre sin palabras. Tartamudeó ligeramente, su cara un poco pálida.

“Un equipo de dos líderes debe supervisar la defensa de cada puesto de aduanas. Esa es una regla de hierro establecida por la Iglesia de Millis, el duque Bakshiel. Seguramente no tiene la intención de desafiarla”.

“Por supuesto que no. Sólo pensé… Bueno, acabas de llegar aquí. ¿Por qué no te tomas unos días para relajarte y acostumbrarte a la ciudad?”

“Eso no será necesario”.

Por la mirada en la cara del Duque Cerdito, podrías haber pensado que estaba en la fila para ser masacrado. Iba a disfrutar mucho la próxima vez que comiera un poco de cerdo.

“Ahora bien. ¿Podría explicar lo que se estaba discutiendo aquí?”

Con todo, parecía que esta dama caballero estaba en igualdad de condiciones con Bakshiel aquí. Normalmente un duque estaría en la cima de la jerarquía aristocrática, pero en el País Santo de Millis, la Iglesia era extremadamente poderosa por derecho propio. Ese sistema probablemente tuvo algo que ver con esto.

“Bueno, como sucede…”

El duque Bakshiel procedió a resumir la situación. A veces, hizo comentarios basados únicamente en sus propias suposiciones, así que tuve que intervenir con algunas correcciones.

La caballero escuchó toda la historia en silencio, y luego miró a nuestro grupo. “Hm. Ese hombre ciertamente es un demonio, ¿no es así…?”

Entrecerró los ojos mientras estudiaba a Ruijerd, pero al volverse hacia Eris, su expresión se suavizó instantáneamente.

Finalmente, se encontró con mi mirada… y se puso una mano en su barbilla pensativa. “Joven, pensaste que yo era tu madre, ¿sí? ¿Puedo preguntar su nombre?”

“Es Zenith. Zenith Greyrat.” “¿Y el de tu padre?”

“Paul Greyrat”.

Es comprensible que los ojos del duque se abrieran mucho. Tendría que insistir en que mi padre era una persona totalmente diferente, no esa escoria de Millishion. Mi padre era básicamente un santo. Incluso te daba dinero si le dabas unos cuantos puñetazos.

“Ya veo”, murmuró el caballero. Y luego, por alguna razón, se agachó y me rodeó con sus brazos.

“¿¡Eh!?” Esto fue una sorpresa, por decir lo menos.

“No puedo imaginar lo que has pasado…” No sólo me abrazaba, ahora también me acariciaba la cabeza.

Este no fue el más suave de los abrazos, gracias a esa gruesa armadura que llevaba puesta, pero al menos yo estaba recibiendo un agradable olor a fragancia femenina.

Naturalmente, mi amiguito de abajo… ni siquiera se movió. Huh.

¿Qué pasa, mi muchacho? Pensé que te encantaba el olor de una mujer ligeramente sudorosa. ¿Por qué, el otro día sólo se necesitó un toque de Eris para ponerte en marcha…

Mirando a la joven en cuestión, la encontré mirándonos con los ojos abiertos y las manos cerradas en puños. Hablando de aterrador.

“Um… ¿señorita?”

Después de darme unas palmaditas en la cabeza, el caballero se puso de pie una vez más. Y en lugar de mirar en mi dirección, se giró para enfrentarse al duque Bakshiel. “Me llevaré a estos tres bajo mi protección personal”.

“¿¡Qué!?” escupió Bakshiel. “¡Uno de ellos es un demonio, mujer!”

Con el rabillo del ojo, la caballero me arrebató la carta de Ruijerd de las manos y la revisó rápidamente.

“Esta carta es auténtica, por cierto. Reconozco la letra de Sir Galgard cuando la veo”.

“¿Ignoraría por completo las enseñanzas de la Iglesia de Millis? ¿Qué clase de Caballera templario eres?”

En este punto, Eris soltó un pequeño “¡Oh!” La dama caballero se giró hacia ella por un momento y le guiñó un ojo….estaba empezando a sentirme completamente perdido.

“Soy una capitana de la Compañía de Escudos. Y hablo muy en serio sobre esto”. “¡Pah! ¡Una capitana degradada por perder su unidad entera!”

“Hmph. ¿No son sus propias circunstancias algo similares? No, me equivoqué. Yo al menos

completé mi misión, mientras que tú simplemente abandonaste tu deber.”

El duque Bakshiel rechinó los dientes y gruñó. Por lo que parece, también fue enviado aquí como una especie de castigo. Una vez que conoces ese pequeño detalle, su gran título parecía más patético que intimidante. Había algo como un odio real en sus ojos ahora.

“Mira, mujer. No me importa lo poderosa que sea tu familia. Este tipo de insolencia no…”

Bakshiel no fue capaz de terminar su frase. A mitad de camino, la caballera había inclinado su cabeza ante él.

“Me disculpo. Mis palabras fueron innecesarias. Desde que me asignaron aquí, no deseo ponerme en conflicto con usted. Sin embargo, este asunto en particular era de importancia personal para mí. Espero que perdone mi grosería”.

Fue un momento realmente impresionante. Ella había disparado todo lo que quería decir, pero luego se disculpó de inmediato. Podías ver la ira en la cara de Bakshiel desvanecerse. Tendría que tratar de imitarla la próxima vez que realmente enojara a alguien.

“¿Significado personal?”

“Sí”, dijo la caballera, con un pequeño guiño a su dudoso colega. Luego dejó caer una mano sobre mi hombro.

“Este chico es mi sobrino, como ves.”

¿¡Perdón!?