Shin no nakama janai to Yuusha

Volumen 1

Capitulo 6: Esquema De Dir El Mago De Fuego

Parte 1

Aproximadamente hace dos años, en el Ducado de Loggervia.

Rit la heroína, la princesa Rizlet de Loggervia, volvió a levantarse. Había logrado persuadir a su padre, el rey, de que escribiera una carta solicitando ayuda a los países vecinos a cambio de renunciar a los derechos sobre varios abrevaderos y canteras. El comunicado oficial solicitaría refuerzos de dos países vecinos, el Ducado de Sunland y la República de Beryllia.

Sunland yacía al otro lado del bosque hechizante. Recibir refuerzos de ellos en particular sería decisivo para determinar el resultado de la batalla. Como era quizás el estándar para los países vecinos, Loggervia y Sunland tenían un historial de disputas incluso antes de que comenzara la invasión del señor demonio. De hecho, los dos países eran abiertamente hostiles y Beryllia apoyaba la afirmación de Sunland y, como tal, había estado en malos términos con Loggervia. Pero para salvar Loggervia, era esencial obtener ayuda de ambos.

Terminado el consejo de guerra final, estaba mentalmente agotado. Caminé por el pasillo mientras trataba de estirar mis rígidos hombros.

“Hermano mayor.”

Una voz me detuvo en seco. Era la heroína de cabello azul, mirándome con la misma expresión tranquila que siempre lo hacía.

“Oye, Ruti. La reunión terminó. Al final, aceptaron todas nuestras sugerencias. Me imagino que saldremos mañana por la mañana”.

“Okay.” Ruti asintió con la cabeza, pero parecía un poco hosca.

“¿Hay algo mal?”

“Realmente no.”

“Pareces un poco molesta”.

Probablemente tenía la intención de permanecer inexpresiva, pero había una ligera tensión en sus labios, que delataba un toque de melancolía. Había estado con Ruti desde que era pequeña, así que noté cosas así. Todos los demás pensaban que era antisocial e inexpresiva, pero por dentro, en realidad tenía una amplia gama de emociones.

“Te estás llevando bien con Rit”.

“¿Hmm? Ella es la clase de persona que no puedes dejar ser, ¿supongo?”.

“¿Es eso así…?” Los ojos de Ruti se entrecerraron una fracción mínima mientras me fulminaba con la mirada.

“Ah, lo siento. Pero como ella, Ares y yo estamos lidiando con las relaciones diplomáticas, realmente no se puede evitar”.

Situaciones como esta eran una especie de especialidad para mí gracias a mi formación como caballero. Ares había sido un funcionario gubernamental de alto nivel antes de unirse al partido, por lo que también estaba bien calificado. Bueno, en realidad, Ares sabía la etiqueta y cómo redactar documentos diplomáticos, pero en realidad no tenía ningún sentido de la diplomacia en sí.

Quizás debido al impulso de la bendición del sabio, incluso si lo que quería era que se hiciera, simplemente no podía permitir que otra persona se llevara el crédito por ello. Su clara seguridad en sí mismo de que él era la persona más inteligente de la habitación y su mal hábito de despreciar a los demás, inevitablemente, levantaron sus cabezas en ese tipo de situaciones.

Pero Danan, un artista marcial de principio a fin, estaba fuera de discusión, Theodora la Cruzada también era un tipo militar arquetípico, y Ruti no era una oradora experta. Ella terminaría usando los efectos del carisma del héroe para hacer que la otra parte estuviera de acuerdo.

No era que yo fuera particularmente hábil en las negociaciones cuando era un caballero, pero Ares y yo aún terminamos siendo los más calificados para el trabajo. Honestamente, fue un poco pobre, considerando que este era el partido más fuerte de la humanidad.

“Pero Ares se está aflojando”.

“Bueno sí.”

Una vez que se resolvió un vago curso de acción, Ares dejó de asistir a las reuniones. Al parecer, estaba sentando las bases con la nobleza del país organizando una reunión a pequeña escala todas las noches, aunque probablemente también disfrutaría de la inevitable adulación sobre él. Le gustaba ese tipo de cosas.

“Ustedes tres están hablando hasta altas horas de la noche, pero si Ares no está allí… entonces son solo ustedes dos”, dijo Ruti con una mirada de insatisfacción antes de tocar mi pecho.

“Quiero que estés conmigo hoy”.

“Está bien, lo entiendo, lo entiendo. Entonces, ¿por qué no nos preparamos para mañana juntos?”

Al escuchar eso, Ruti finalmente pareció satisfecha y asintió con una expresión tranquila.

***

Fieles al plan, lo primero que hicimos fue dispersar las fuerzas del señor demonio que atacaban la aldea del bosque. Los demonios de nivel inferior que componían la infantería de la fuerza allí se retiraron sin demasiada resistencia.

“¡Gideon! ¡Finalmente viniste!” exclamó una elfa de orejas largas mientras me envolvía en un poderoso abrazo.

“Me alegro de verte de tan buen humor, Yarandrala. Perdón por llegar tarde.”

“Está bien. De todos modos, no se tomaban en serio atacar esta aldea. ¡El abrazo fue solo porque estaba feliz de verte!”

Yarandrala sonrió galantemente mientras mantenía su brazo apretado alrededor de mi cintura. Estaba lo suficientemente cerca como para que nuestras mejillas casi se rozaran.

Generalmente, los elfos nobles se mantenían alejados de los demás hasta que se hacían amigos, pero una vez que lo hacían, aparentemente disfrutaban de una especie de intimidad física. No estaba particularmente relacionado con el amor ni nada, pero incluso sabiendo eso, un humano como yo todavía se ponía un poco nervioso. Parecía que los altos elfos encontraban divertido cuando los humanos con los que se llevaban se avergonzaban, lo que simplemente despertaba su afecto aún más.

“Gideon, ¿quién es ella?” Preguntó Rit, sorprendida por la alta elfa que de repente me envolvió en un abrazo cuando nos reunimos.

“Ah, esta es Yarandrala, una elfa supremo. Ella es quien puede ayudarnos a atravesar los bosques encantados”.

Ella era el otro meollo de este plan. El bosque encantado a lo largo de la frontera de Loggervia era el bosque peligroso que los elfos del bosque por aquí habían elegido como la ubicación de su última batalla en la era del anterior señor demonio. Habían lanzado innumerables capas de magia para transformarla en una región ineludible e inexplorada. No se sabía exactamente qué había sido de esos elfos que habían luchado aquí, pero era un hecho que los bosques hechizantes se habían tragado a decenas de hábiles aventureros.

“Tengo una bendición que me permite comunicarme con las plantas y tomar prestada su fuerza”, dijo Yarandrala con orgullo mientras miraba a Rit. El poder de hablar con las plantas fue uno de los beneficios de la bendición del elfo del Cantante de los Arboles.

“La magia colocada en los bosques hechizantes no tiene ningún efecto sobre los seres nacidos en el bosque, por lo que hablando con las plantas, es posible aprender el camino correcto”.

Con Yarandrala, podríamos atravesar el bosque hechizante. El perímetro que había formado el enemigo era más delgado cerca del bosque mortal, y estarían completamente indefensos una vez que lo cruzáramos. Los miembros de nuestra expedición eran Ruti, Rit, Yarandrala, Ares y yo. Con nosotros cinco, las probabilidades de éxito eran altas.

Mirando a su alrededor, Ares estaba visiblemente ausente. Después de buscar un poco, parecía estar espoleando a un hombre que era el jefe de una banda de mercenarios. Era un espectáculo raro, ya que Ares normalmente no prestaba mucha atención a la moral de los soldados.

***

“Muy bien, te dejo el resto a ti”, le dijo Ares al hombre que llevaba un casco tipo sombrero con ala ancha llamado sombrero de pava.

“Sí señor. Me aseguraré de que los residentes lleguen sanos y salvos. ¡Y también puedes contar conmigo para la defensa!” dijo el hombre, inclinando la cabeza.

El hombre del sombrero de la caldera se llamaba Dir. Era un mercenario, contratado por aristócratas de Loggervian, que había servido como intermediario entre Ares y  los aristócratas y  había ayudado a reunir mercenarios.

Ares había reunido oficialmente la fuerza de unos cincuenta mercenarios. Su papel en la próxima pelea era ir con el grupo que se dirigía a pedir refuerzos, pero había hecho arreglos para tener una fuerza mercenaria a su nombre para poder afirmar que también había ayudado con la defensa de la batalla. .

El dinero ganado por el grupo de la Heroína solo se usaría para tratar con el señor demonio, no para la gloria personal. Sin embargo, Dir se había acercado a Ares con tal halago y reunió a más de cincuenta mercenarios sin ningún pago.

Sus esfuerzos y logros serían atribuidos a Ares, y complacido por ese hecho, bastante a diferencia de él, Ares hizo todo lo posible para ofrecerles aliento, llegando incluso a lanzarles algunos modestos hechizos de apoyo y cosas por el estilo.

“Pero para cruzar los bosques encantados y solicitar refuerzos, estoy asombrado por su valentía, señor”.

“Gracias a ti pudimos reunir la información necesaria para el viaje. Solo entre nosotros, Gideon fue quien ideó este plan. Le gustan las apuestas con pocas posibilidades de éxito, por lo que siempre tengo que ir detrás para limpiarlo”.

Ares le había preguntado a Dir sobre los peligros que acechaban dentro de los bosques encantados que habían circulado entre los nobles. Sin embargo, ¿cuánta fe se podía poner realmente en los rumores difundidos por hombres ricos que nunca se habían aventurado más allá de sus propias propiedades? Para Dir, la verdad no importaba. Mientras sus informes sonaran creíbles, estaba bien.

“Le agradezco su fe en mí, señor. Y la determinación para actuar en consecuencia es de esperar del gran Sabio”.

Ares aceptó felizmente el elogio, más complacido que nunca. El rostro de Dir estaba escondido en la sombra del sombrero de la caldera mientras bajaba la cabeza, con cuidado de que ni Gideon ni Rit pudieran verlo.

Si hubieran podido ver su rostro, podrían haber reconocido al hombre que miraba de reojo a Rit como el mago de fuego que la princesa rubia había huido de esa ciudad.

***

“Haaaaah”. Rit suspiró.

En el bosque encantado, las voces de los espíritus que debería haber podido sentir debido a su bendición Espíritu Explorador no pudieron alcanzarla. La magia ilusoria los confundió incluso a ellos. En parte debido a eso, Rit ni siquiera podía decir si su grupo estaba realmente avanzando por el bosque. Su sentido de la orientación y el paso del tiempo parecían haberse desvanecido. Lo único que podía hacer la joven era sufrir, hervida por su malestar e impaciencia.

Y…

Al mirar hacia arriba, vio a la hermosa elfa alta charlando íntimamente con Gideon. Su pecho se apretó ante la vista. Se sentía estúpida por haber pasado tanto tiempo con él en Loggervia.

Gideon era uno de los camaradas de la Heroína. Era una verdadera Heroína, que echaba una mano a cualquiera que lo necesitara. Por supuesto, el joven trató de animarla cuando estaba deprimida y, por supuesto, haría todo lo posible para salvar la casa de la princesa.

¿Cuánto tiempo había pasado desde que dejó de poder mirarlo a los ojos? Cuando hablaba con Gideon, a menudo terminaba sonriendo o sonrojándose. Para ocultarlo, Rit había comenzado a cubrirse la boca con un pañuelo. Algo en eso era tan vergonzoso. Para ocultar el sentimiento, comenzó a hablar con más dureza.

Ayer mismo, cuando habían estado hablando de Loggervia, el tema había cambiado a cómo Gideon habría dirigido el país, y aunque al principio solo habían estado conversando ociosamente, ella terminó gritándole, diciendo “No es como si yo ¡Quiero que te quedes en Loggervia! ¡No te hagas una idea equivocada!”

Gideon pareció estupefacto después de ese arrebato, y Rit lo lamentó desde el momento en que las palabras cruzaron sus labios. No había querido que fuera así, pero por alguna razón, había perdido la capacidad de tener una conversación adecuada con Gideon. Ella había desviado sus ojos de él, su cara estaba roja.

“…”

Y al evitarlo, se encontró con la mirada de Ruti, quien miró fríamente a Rit. La princesa se había enterrado en su saco de dormir para escapar y cerró los ojos.

Al día siguiente, ella tenía la intención de disculparse con él, pero por alguna razón, él le sonreía cálidamente y la joven aventurera sintió que había perdido la oportunidad de abordar el tema.

Ella había sido así desde que partieron. En comparación con Yarandrala, que caminaba al lado de Gideon y charlaba tan fácilmente con él, o Ruti, quien, a pesar de su comportamiento inexpresivo, aún se las arreglaba para demostrar un profundo afecto por Gideon en todo lo que hacía, Rit simplemente estaba girando sus ruedas.

“¿Qué estoy haciendo?”

Golpeada por una sensación de autodesprecio, Rit bajó la cabeza mientras caminaba al final del grupo. Según Yarandrala, saldrían del bosque mañana. Rit se había quejado inconscientemente de que todo se veía igual unas cuantas veces, pero Gideon había tratado de animarla.

¿Alguna vez le agradecí adecuadamente después de eso? Rit se sentía cada vez más deprimido.

“Hey.”

“¿Hmm? Oh, Yarandrala. ¿Qué pasa?”

En algún momento, la elfa había comenzado a caminar junto a ella. La mujer estaba inclinada, mirando el rostro de Rit, que estaba enfocado en sus pies.

“Le pregunté a un abedul blanco, y aparentemente, hay un río un poco más allá”, dijo Yarandrala. Tiró de la ropa de Rit.

“Tu ropa y tu cuerpo están sucios, así que ¿por qué no nos tomamos un descanso y nos bañamos?”

“¿Eh? ¿Bañarse?”

“Te ayudará a levantarte. Es un proverbio de los altos elfos que la limpieza llena el cuerpo y la mente, mientras que el mal se genera en la impureza”.

Rit era la princesa de una familia real, por lo que se consideraba alguien que se mantenía bastante limpia, pero Yarandrala estaba en otro nivel. Gideon  y  los  demás  instalarían  diligentemente  el  campamento  y  se asegurarían de no iniciar ningún fuego porque trastornaría las plantas de los bosques hechizantes, a pesar de causar más dificultades a su grupo. Sin embargo, Yarandrala usaría descaradamente un balde lleno de agua para enjuagarse. Rit no pudo evitar admirarlo. Incluso ella no se atrevía a hacer tanto, así que en cambio, ayudó a Gideon y al resto del grupo. Pero aparentemente era solo parte de la cultura de los altos elfos ser quisquilloso con la limpieza. Sus valores eran un poco diferentes a los de los humanos.

“Pero—”

“Vamos a ir a pedir refuerzos después de esto. Que te veas así no nos hará ningún favor. Vámonos. ¡Oye, Gideon! Vamos a lavarnos un poco, así que deberían tomarse un descanso”.

“¿Eh? No dije que iba… ” Pero cuando Gideon los miró:

“Sí, supongo que ya es hora de un descanso”, dijo asintiendo.

“¿De verdad vas a complacer a Yarandrala de nuevo?” Ares se quejó indignado.

Pero Gideon simplemente palmeó el hombro del otro hombre.

“Está bien, ¿no? Y prometimos seguir sus instrucciones mientras estábamos en el bosque encantado, ¿no es así?”

“¡Tu suavidad es la razón por la que…!”

Gideon estaba asumiendo la culpa de la alta elfa. Cuando Rit se dio cuenta de esto y estaba a punto de hablar, Yarandrala simplemente negó suavemente con la cabeza.

“Estará bien. Déjelo en manos de Gideon y vámonos”.

“Pero.”

Mirando al joven, simplemente agitó la mano, haciendo un gesto para que Rit no se preocupara por eso y siguiera adelante. Tenía una sonrisa irónica, como si se sintiera mal por haber hecho que la princesa rubia se preocupara por él. Al ver su expresión, el vértigo sacudió su mente. En realidad, ella misma no podía entenderlo, pero un fuerte impulso de abrazar a Gideon se apoderó de ella. Si Yarandrala no la hubiera tomado de la mano, ella podría haber corrido y abrazado.