Shin no nakama janai to Yuusha

Volumen 1

Capitulo 5: Un Anillo En Ámbar

Parte 4

El Gremio de Ladrones era una organización que operaba en la parte más vulnerable de la sociedad. En otros lugares, a veces se les llamaba mafia o pandilla. En Oriente, creo que a veces se les llamaba yakuza. Eran una organización criminal, pero se habían establecido un lugar como miembros del establecimiento político con el pretexto de evitar que los carteristas y los ladrones hicieran lo que quisieran. No es que realmente hubiera puesto mucho en duda si eran un mal necesario o simplemente un mal.

No era tan raro que el Gremio de Ladrones se acercara al Gremio de Aventureros con un contrato, y probablemente se habían acercado a Rit con un trabajo para solucionar algún problema u otro en algún momento. Sin embargo, como regla general, el Gremio de Ladrones usó a Albert para sus misiones de mayor dificultad. Era bien sabido que Albert estaba cerca de Golga, el jefe del gremio.

“Aparentemente, los demás planean tratar de persuadir a Rit, pero ella es una auténtica Heroína. Ella ya puede conseguir lo que quiera. No hay forma de que ellos o yo podamos proporcionar el tipo de compensación que ella podría querer cambiar de opinión. Así que hablar con ella es una pérdida de tiempo”.

¿Y qué podría querer ella? ¿Qué sabía exactamente este tipo de ella?

“¿Entonces yo?” Yo pregunté.

Los labios del ladrón se rompieron en una amplia sonrisa mientras sacaba una pequeña caja cerrada con llave de su capa y la abría frente a mí. En el interior había una única moneda élfica hecha de platino élfico puro, colocada sobre seda roja. Una moneda élfica era la moneda más valiosa del continente, equivalente a diez mil payril. El metal del que estaba hecho fue creado en la antigüedad de los elfos. Era un método de forja perdido hace mucho tiempo, lo que significaba que no solo no podía ser falsificado, ni siquiera podía fundirse correctamente.

Era más duro que el acero y resistente al calor, el ácido y la corrosión. Además de eso, si tuvieras platino élfico en tu mano mientras te conectabas con tu bendición, a cambio de que el metal se transformara en plomo sin valor, tendría el efecto de aumentar todas las habilidades de tu bendición un nivel por un solo minuto.

Naturalmente, no era un artículo común o incluso algo para usarse en intercambios entre comerciantes. Se utilizó para intercambios a nivel nacional y probablemente se clasificaría mejor como un tesoro que como una moneda. Aunque, cuando viajaba con Ruti y los demás, no dudamos en usarlos como ventaja en las luchas contra enemigos poderosos… Bueno, todos menos yo, por supuesto. Todo lo que podía usar eran habilidades comunes, por lo que incluso si subieran de nivel, no habría hecho una gran diferencia.

De todos modos, había pasado mucho tiempo desde que había visto una de estas monedas, pero no era como si el material fuera tan raro. Si exploraras en lo profundo de las antiguas ruinas de los elfos, podrías encontrar una cantidad decente. Sin embargo, no muchas partes podrían hacer eso.

Incluso uno de los pilares del Gremio de Ladrones probablemente no podría haber imaginado que había visto más monedas élficas que las que me correspondían. Confundiendo mi expresión con sorpresa, continuó hablando con tono orgulloso.

“Es perfectamente razonable sorprenderse. Este es un elemento milagroso que un hombre podría pasar toda su vida sin verlo. Esta es una moneda élfica. Estoy seguro de que al menos has oído hablar de ellos antes,

¿verdad? ”

“Sí, los conozco”.

“Entonces podemos hacer esto rápido. ¿Te lavarás las manos con Rit a cambio de esto? Con tanto dinero, podrías vivir cómodamente el resto de tu vida sin tener que trabajar en esta pequeña tienda, ¿verdad? El mundo estaría mejor con las aventuras de Rit, y ella también estaría mejor. Estarías feliz; Rit estaría feliz; todos estaremos felices también. Todos ganan. Y si está buscando una mujer, puedo proporcionárselo. Un espectador que puede enviar escalofríos por la columna con un solo toque.

¿Te lo imaginas? Me refiero a una mujer que paga cincuenta payril la noche. Tampoco esos cuartos de pago de semicírculo, cincuenta de pago completo.”

El ladrón probablemente había hecho muchas promociones en el barrio rojo durante su tiempo en la parte inferior de la escalera. Naturalmente, se había deslizado hacia un argumento de venta claro y fluido.

Pero…

“Eso es muy poco”.

“¿Eh?”

“Rit vale mucho más que eso. Apila mil monedas élficas y aun así no será suficiente”.

“¿Qué estás diciendo…?”

“Además,” dije, bajando la voz para que Rit, con sus oídos anormalmente agudos, no pudiera oírme.

“Rit es infinitamente mejor que cualquier mujer de cincuenta pagos por noche”.

El hombre delgado probablemente sintió que no había ninguna abertura allí para agarrarse. Se burló levemente mientras cerraba la caja y la volvía a guardar en su capa.

“Ni en lo más mínimo movido por diez mil payril… ¿Eres un peso pesado tan grande o simplemente un tonto tan estúpido?”

“Solo sé que ella vale más que eso. ¿Por qué otro motivo estaría dispuesto el Gremio de Ladrones a pagarme diez mil?”

Una mirada amarga cruzó el rostro del ladrón delgado.

“Como desees. Sheesh. Supongo que es de esperar del hombre que eligió Rit, pero tienes agallas serias para ser un rango D. Bueno, si alguna vez cambia de opinión, hágamelo saber. Estoy abierto a las negociaciones”.

“Eso no será necesario, así que puedes renunciar a ello”.

Aún decidido, colocó una tarjeta de presentación con su nombre en el mostrador antes de salir de la tienda.

***

Por el clamor exterior, estaba claro que, a pesar del firme rechazo de Rit, los altos mandos se negaban a ceder.

“¿Es un problema con las recompensas?”

“¡No!”

“Podemos arreglar una compensación más amplia”.

“¡No lo necesito!”

“Podemos ofrecer un título de nobleza”.

“¡Me niego!”

“Si quieres un hombre, mi hijo—”

“”¡¿Qué estás diciendo?!””

Ese último comentario fue rechazado por las personas que rodeaban al que había hecho la sugerencia, y el hombre retrocedió abatido.

“¡Argh, contrólate ya!” Rit gritó, finalmente incapaz de soportarlo más.

“¡Firmé un contrato de trabajo de por vida por trabajar con Red aquí! ¡Estoy retirada de las aventuras! ¡Y si intentas sacar a Red de la ciudad o algo así, me iré con él!”

¿Empleo de por vida? Alguien debe haber insinuado que algo podría pasar en mi tienda para hacer que Rit se rompa así. Las palabras de la chica rubia transformaron nuestro vago arreglo en una forma más formal y tangible que realmente no había considerado, y finalmente, los superiores de Zoltan se rindieron y se fueron.

Rit todavía estaba indignada cuando regresó. Cuando vio mi cara, pareció avergonzada.

“¿Escuchaste eso?” ella preguntó.

“Bueno, si lo gritas tan fuerte…”

“… Estaba, eh, ¿molesta? Fueron tan persistentes y siguieron diciendo cosas tan raras, así que yo solo… ”

Saludé a Rit para que se acercara. Ella se acercó, luciendo un poco incómoda. Extendí suavemente mi mano derecha.

“Extiende tu mano,” dije.

“?”

Cuando Rit adelantó su mano como le había pedido, la envolví entre las mías.

“¿R-Red?”

“Es un regalo.”

Deslicé el regalo que había estado planeando darle en su primer día de pago en su palma.

“¿Qué…?”

“Es un poco barato para ti, pero llámalo un depósito en ese contrato de trabajo de por vida”.

“¡Ah! ¡Una pulsera de ámbar!”

Rit sostenía un brazalete con una banda de cuero y una sola cuenta de ámbar. No era caro en absoluto, incluso para los aventureros más modestos, pero…

“Esto es…”

Rit miró la cuenta de color amarillo. El ámbar era una piedra preciosa hecha de savia de árbol petrificada. Debido a que originalmente era un líquido, era posible tener la corteza de los árboles o los pétalos atrapados en su interior. El ámbar que le había dado a Rit tenía una hoja en forma de anillo encerrada dentro.

“Un depósito, ¿eh…?” Rit estaba sonriendo mientras sostenía en broma el brazalete de ámbar hasta el dedo anular de su mano izquierda.

“Darme esto realmente podría fomentar la idea equivocada, ya sabes”.

Probablemente avergonzada después de haber dicho eso, Rit se tapó la boca con el pañuelo alrededor de su cuello.

“¿Idea equivocada? Entonces, mientras todavía tienes la idea equivocada, hay algo que querías comprar… ¿Podrías decirme qué tipo de piedra preciosa te gustaría? ”

Argh, maldita sea, me estaba sonrojando demasiado. Esto fue tan vergonzoso para mí como para ella.

“…Lo que sea está bien. Me encantaría cualquier cosa que eligieras para mí”.

Desafortunadamente, las bendiciones no pueden proporcionar ningún tipo de habilidad en lo que respecta al amor. Incluso los espadachines como nosotros, forjados en las llamas de un centenar de batallas, solo podían recurrir a murmullos sin experiencia… Aun así, este momento fue precioso para mí.