Shin no nakama janai to Yuusha

Volumen 1

Capitulo 5: Un Anillo En Ámbar

Parte 1

La tienda volvió a abrir sus puertas hoy.

Estaba preparando la medicina para entregársela a Newman mañana mientras Rit miraba la tienda. De vez en cuando, podía escuchar exclamaciones de sorpresa ante la presencia de Rit, pero no había habido problemas en particular.

“Sin embargo, es solo cuestión de tiempo antes de que los rumores comiencen a extenderse”.

La aventurera más fuerte de Zoltan había renunciado y comenzó a trabajar en una botica. Una vez que se corriera la voz, definitivamente causaría cierta controversia. Sería una mentira decir que no pensé que iba a ser una molestia cuando Rit dijo por primera vez que quería trabajar en la tienda, pero… ya no me sentía así.

“Pero aun así, ¿qué más podemos hacer al respecto?”

¿Deberíamos decírselo al otro aventurero de rango B, Albert? Eso lo ascendería del aventurero número dos en Zoltan al número uno, después de todo. Sin embargo, solo había hablado con él una vez antes, así que apenas éramos conocidos.

En primer lugar, no era como si ser un aventurero tuviera beneficios adicionales o algo por el estilo. No había ninguna indemnización por despido ni pensión, así que ¿había alguna obligación de seguir haciéndolo? ¿No era ser un aventurero un trabajo de espíritu libre? Si decidiste ser uno, podrías serlo. Si decidiera dejarlo, ¿no podría hacerlo también?

“Bien, bien. Si causa un alboroto no tiene nada que ver con nosotros”. Después de pensarlo un rato, me convencí de esa teoría desesperada y me concentré en el resto de mi trabajo, llevando el tratamiento del problema a una fecha posterior.

***

Fue hacia el final del día, acercándose al atardecer.

El estándar en esta ciudad era que el trabajo terminara un poco antes del anochecer y que la gente regresara a casa durante las horas del crepúsculo. Debido a eso, las tiendas que esperaban ventas de los clientes que regresaban a casa de sus propios trabajos cerrarían un poco después del atardecer. El barrio rojo abrió por la tarde y mantuvo el horario hasta bien entrada la noche para los clientes que habían terminado.

El boticario Red & Rit funcionó hasta el atardecer; cerraremos en aproximadamente una hora. Rit y yo estábamos sentados en el mostrador, charlando mientras esperábamos a los clientes.

“Oh, sí, quiero beber un poco de hidromiel”, dijo Rit.

“¿Por qué de repente?”

“Ninguna razón en particular; Solo tenía ganas de tomar una copa, eso era todo”.

“Ah, eso pasa. Pero no tengo hidromiel”.

El hidromiel era un alcohol elaborado con miel. No era un licor particularmente de clase alta, pero era un poco caro beberlo todo el tiempo. En términos generales, un vino barato para las masas costaba aproximadamente un cuarto de payril (un cuarto de moneda de payril) por botella. Mientras que el hidromiel costaba dos payril por botella, ocho veces más caro. Por cierto, una taza de café era una centésima parte de un payril, una moneda de bronce común. Una jarra de cerveza de cuatro litros o vino de manzana, reserva de clase baja, costaba medio payril, lo que significaba cincuenta comunes o dos cuartos de payril.

Tenía una jarra de vino de manzana y una bladder de cuero llena de un alcohol fuerte hecho con savia de árbol que había recibido como pago cuando me había ocupado de un zoog herido que encontré en las montañas.

“¿Te importa si salgo a comprar algo muy rápido?” Preguntó Rit.

“Claro, regresa antes de que tengamos que cerrar”, respondí.

“¡Gracias! Asegúrate de que la cena sea algo que combine con el hidromiel”.

“Entendido. Entonces pan y algo más sustancioso. También sería bueno comer una manzana mientras bebemos después de la cena. Ayer compramos comestibles, así que eso no debería ser un problema”.

Le di el visto bueno y Rit saltó de la tienda. Literalmente, no metafóricamente. Usó la fuerza física sobrehumana que le había otorgado su bendición para saltar por la puerta, acompañada de una ráfaga de viento.

“… Pero ¿por qué hidromiel de repente?”

¿Y por qué estaba tan emocionada por eso? Podía sentir el tiempo pasar ociosamente mientras reflexionaba sobre eso, cuando sonó el timbre cuando se abrió la puerta.

“Bien…venido.” Inconscientemente hice una doble toma, asegurándome de no ver cosas.

“Saludo bastante pequeña”.

“Buenas noches”, respondí.

El mejor aventurero recién creado en la ciudad, Albert el rango B, estaba parado allí con su habitual aire de importancia.

“Um, ¿podría preguntarle qué tipo de medicamento estaba buscando?” Acababa de decidir evitarlo, pero aquí estaba, viniendo hacia mí.

“Hmph, no vine a comprar medicinas”.

“…”

Tenía la sensación de que esto iba a ser un dolor de cabeza. Honestamente, estuve tentado de decirle que se fuera si no iba a comprar nada. Pero Albert tenía una influencia no insignificante entre los aventureros de la ciudad, así que si lo trataba con tanta brusquedad, no sería bueno para mis resultados finales. Decidí simplemente callarme.

“…”

“…”

A pesar de decir que no estaba comprando nada, seguro que se tomó su tiempo para echar un vistazo a la tienda. No tenía idea de lo que estaba tratando de hacer.

“¿Está realmente satisfecho con una tienda tan escasa?” Albert finalmente preguntó.

Oh, ¿entonces vino a buscar pelea?

“Lo estoy.” Me negué a responder a su provocación. Lo dejé pasar con una respuesta desinteresada.

“Mi propia tienda, con clientes que compran las cosas que he hecho, y un ingreso más que suficiente para vivir una vida cómoda con un lindo compañero de cuarto…”

“¿Compañero de cuarto?”

Vaya, pasó mi boca un poco allí.

“Ejem. De todos modos, estoy satisfecho con esta tienda. No estoy seguro de qué te trajo aquí, pero como claramente no estoy a la altura de tus expectativas, esto es solo una pérdida de tiempo”.

“La felicidad es barata para las personas que no han experimentado la vida en los cielos”. Su sarcasmo estaba lleno de sarcasmo, pero habiendo vivido yo mismo al nivel de la nobleza durante mi mandato como segundo al mando de los Caballeros de Bahamut, eso no me iba a molestar. Apoyando mi cabeza en mi mano, le respondí con una mirada descaradamente desinteresada.

“…Bueno lo que sea. Oye, rango D”.

“¿Qué, había algo más?”

“Voy a preguntar a quemarropa. ¿Fuiste tú quien mató a ese oso búho la primavera pasada?”

“¿De qué estás hablando? Tú fuiste quien derrotó a ese monstruo”.

¡Dispare! Se había dado cuenta de que yo era quien había acabado con el oso búho. Incluso en ese fuego abrasador, en realidad había notado la herida adicional en él. Por mucho que pensara de sí mismo, no era un rango B por nada.

“La herida fatal en el oso búho no fue hecha por mi espada. Fue infligida por una hoja mucho más desafilada… como esa espada de bronce tuya, por ejemplo.”

“Whoa allí. Solo soy un aventurero de rango D. No hay forma de que pueda derribar a una criatura tan fuerte”. Mientras hablaba, un aura asesina brotó de Albert.

¿De verdad? ¿Me pondrá a prueba en serio con un ataque?

Me di cuenta de lo que estaba planeando de inmediato, pero no sabía si realmente iba a atacar con la intención de matar o si planeaba detenerse en el último momento.

“Lo voy a preguntar una vez más. Tú fuiste quien cortó ese oso búho, ¿no es así, Red?”

“Ya te dije que no era yo”.

Albert pateó el suelo mientras desenvainaba su espada. Blandió la espada larga hacia mi cuello. La hoja se detuvo justo delante de mi cuello.

“¡¿Whoa?!”

Caí sobre mi trasero una fracción de segundo después. Albert no ocultó su decepción mientras me miraba.

“Iba a invitarte a unirte a mi grupo, pero supongo que me equivoqué”.

Joder, no era fácil actuar débil e impotente. De repente, una brisa atravesó el escaparate.

“Ah.”

Un vendaval furioso chocó contra la espalda de Albert.

Las espadas gemelas de Rit cortaron al arrogante aventurero. El hecho de que fuera capaz de reaccionar fue un mérito eterno. Pero debido a que atrapó el ataque sin estar en  una posición adecuada, hubo un plink insatisfactorio y la hoja de su espada se partió, cortada por el propio shotel de Rit. Quizás eso había sido suficiente para matar el ímpetu del ataque, porque a pesar de que casi se cae, Albert logró evadir su espada.

Sin querer, estoy seguro, terminó en una posición bastante similar a la mía cuando yo había caído sobre mi trasero a propósito. Pero eso fue todo lo que pudo hacer. No pudo evadir su próximo ataque desde esa posición. E incluso si quisiera contraatacar, su espada se había roto.

“¡Espera, Rit!” Grité salvajemente, tratando de detenerla.

La espada de Rit se detuvo rápidamente. Su mirada letal y la forma en que su espada apuntaba directamente a la frente de Albert no cambiaron, pero la chica dio un paso atrás.

“¡¿R-Rit?! ¡¿Por qué estás aquí?!”

“Albert, ¿qué crees que estás haciendo? Él es precioso para mí, así que dependiendo de tu respuesta, podría matarte”.

“Ah… Gh…”

El hombre se sentó bajo el ceño fruncido de una espadachina que había luchado con el ejército del señor demonio. Los labios de Albert temblaron, abriéndose y cerrándose sin decir palabra.

“Vino a invitarme a unirme a él. Aparentemente, eso fue una prueba como parte de ella”.

Rit miró a Albert cuando dije eso. Me encogí de hombros  y saludé, diciéndole que estaba bien. Rit todavía parecía disgustada mientras envainaba sus espadas.

“Uf.”

Solo mirar fue estresante. Albert estaba tambaleándose mientras se levantaba.

Echó un vistazo al mostrador donde había estado parado y luego se volvió hacia mí de nuevo, viendo que estaba parado cerca de la puerta.

“¿Por qué estás ahí…? ¿Cuándo lo hiciste…?”

“No quería quedar atrapado en el ataque de Rit”. Albert parecía confundido, pero…

“Piérdete”, gruñó Rit amenazadoramente.

“¡¿Eep?!” Eso fue suficiente para que saliera corriendo de la tienda.

“¡Red! ¡¿Estás bien?! No estás herido, ¿verdad?”

“Por supuesto no.”

“Bueno. ¿En qué estaba pensando apuntándote con una espada? Deberías haberlo atacado allí mismo. Habría sido pura defensa propia”.

“No hay forma de que pueda matar al único aventurero activo de rango B en Zoltan. Podría causar problemas, pero sigue siendo fundamental para Zoltan”.

“¿De verdad?”

Mientras hablábamos, la sed de sangre de Rit se enfrió y su estado de ánimo volvió a la normalidad.

“¡Idiota! ¿Por qué harías algo tan peligroso? ¡Al menos podrías haber luchado!” Parecía que ahora yo era el objetivo de la ira de la niña.

“Estuvo bien. Estaba bastante seguro de que se detendría en el último segundo”.

“¿Qué ibas a hacer si te equivocabas?”

“Me habría defendido”.

“¿Cómo sería eso posible cuando la hoja prácticamente ya estaba tocando tu piel? … ¿Puedes hacer algo así?”

“Quién sabe”, dije, sacudiéndolo. Pasé a asuntos más importantes.

“No tenías que tirar el hidromiel que te tomaste la molestia de ir a comprar”, le reprendí, sosteniendo el bladder de hidromiel que había atrapado.

“L-Lo siento, yo sólo…”, balbuceó Rit, sonrojándose.

“Está bien. Gracias. En todo caso, me alegro de que te enojes tanto por mí”.

La razón por la que salté del mostrador fue para agarrar el hidromiel que Rit había arrojado a un lado. Tal vez fue un poco tonto mostrar un poco de mi velocidad con algo como el alcohol después de intentar tanto ocultar mi fuerza real a Albert, pero… era algo que Rit realmente quería. Que ella no lo tuviera solo por mí no se sentó bien en mi estómago.

“Está bien, es un poco temprano, pero ¿qué tal si cerramos la tienda? Después de revisar los libros, vamos a cenar. Ya que tienes algo especial, relajémonos y bebamos esta noche”.

“… ¡Si!”

Tenía la sensación de que esto terminaría siendo molesto más tarde, pero por ahora, quería disfrutar del presente. Habría sido un desperdicio cuando las cosas se pusieron problemáticas no haber disfrutado mientras pudimos.