Sentouin, Hakenshimasu! (NL)

Volumen 4

Capítulo 3: VS. El Rey Del Barro

Parte 3

“Comandante, ¿qué debo hacer…? Mi deseo demasiado puro ha convocado a un ángel, de todas las cosas…”

Dado que ella describe su propio deseo como puro, no parece que se sienta tan culpable por ello.

“Bueno, quiero decir, te las arreglaste para mostrarle a Alice y Lady Lilith tu poder, y es mucho mejor que convocar a un demonio o un fantasma, ¿no? Quiero decir, ella es bastante agradable a la vista, entonces, ¿cuál es el problema?”

Respondiendo a la convocatoria de Grimm, un ángel con el cabello y alas blancas como la nieve aparece ante nosotros.

Ella desprende un aura tan divina que el mero hecho de mirarla me hace querer confesar y arrepentirme de mis pecados pasados.

Vestida con ropa de color blanco puro, el ángel tiene un halo de luz brillante flotando sobre su cabeza, y dispersa motas de luz con cada aleteo de sus alas.

El ángel, aún sin saber qué hacer con la situación, examina lentamente sus alrededores.

Lilith, congelada en estado de shock por el desarrollo sin precedentes, mira al ángel con los ojos muy abiertos.

“En realidad, no sé si es bueno o malo. Sabes que soy una seguidora de Zenarith, ¿verdad? Las otras religiones la tratan como si fuera un dios oscuro. Quiero decir, no me siento culpable por eso, pero no estoy segura de que un ángel no me juzgue por eso…”

“No, estoy bastante seguro de que estás jodida. Quiero decir, tu fe tiene que ver con la no muerte y el desastre, ¿verdad? Invocas fantasmas y demonios, por lo que definitivamente estás en el campamento enemigos de los ángeles. Todo el asunto de la noche significa que estás del lado de la oscuridad, duh.”

Al escuchar esto, Grimm se encoge detrás de mí.

Sorprendentemente, Lilith, que siempre se burla de este tipo de cosas sobrenaturales, también parece inquieta.

“¿Qué pasa, Lady Lilith? Eres del tipo que se hurgaría la nariz y se encogería de hombros si Dios mismo bajara y comenzara a darte un sermón, ¿verdad?”

“¡¿Qué diablos, No. 6?! No, no me hurgaría la nariz. Quiero decir, puedes sentirlo, ¿no? ¿No te dicen tus instintos que esa cosa no es algo que la humanidad debería estar insultando…?”

El ángel parece una mujer alada con rasgos casi terriblemente hermosos.

Me parece una belleza tranquila y apacible, pero no está haciendo mucho. Ella simplemente está flotando en su lugar.

“… Quiero decir, tú también has estado temblando.”

Ante las palabras de Lilith asustada, finalmente noto mis piernas temblorosas. Oh, así es como se siente la terrible reverencia.

Dudo que cualquier criatura viviente pueda hacer otra cosa que arrodillarse en súplica a los pies del ángel.

Como prueba, Grimm, que normalmente es un poco pálida, ahora está blanca como una sábana y tiene la expresión de alguien que se enfrenta a una fatalidad.

“¿Qué debo hacer? Quizás si trato de adorarla, recibiré una bendición o algo.”

“¡Qué cosa para convocar! ¡Vaya!”

“¡¿Cómo se suponía que iba a saber que un ángel saldría del círculo de invocación?! ¡Sólo significa que mis deseos eran así de puros!”

A pesar de que probablemente esté en mayor peligro desde un punto de vista religioso, Grimm todavía parece tener una pizca de compostura.

“De todos modos, No. 6, ya que no sabemos si puede hablar o no, intentemos que se vaya mientras hacemos todo lo posible para no ofenderla.”

Grimm y yo asentimos ante la sugerencia de Lilith.

En ese momento, recuerdo que hay alguien aquí que no se ve afectado en absoluto por este tipo de evento sobrenatural.

“Oye, ¿por qué diablos llevas una lámpara fluorescente en la cabeza?”

¡Por favor, no, Alice!

“… ¿Ω? ǽǽ, œœ… Er, uhhh… Ah, el idioma de este planeta es este.”

“E-Ella habla.” Dice Lilith, sorprendida al descubrir que el ángel puede hablar con fluidez el idioma local.

“Bueno, quiero decir, ella tiene algo parecido a una cabeza humana, así que estoy segura de que al menos pueden hablar, Señora Lilith.”

“Alice, ¿puedes ser un poco más respetuosa? ¿Sabes a quién te diriges?”

Alice no escatima la menor preocupación por el ángel, incluso cuando la figura celestial esparce motas de luz con cada movimiento.

“Es una de esas criaturas de cosplay, ¿verdad? Del tipo que se genera por docenas en las convenciones de cómics en verano e invierno.”

“¡Los cosplayers no son flores silvestres que aparecen después de la lluvia, Alice! Más importante aún, trata a esa persona con respeto.” Ladra Lilith mientras se pone a cubierto detrás de mí.

“¿De qué demonios tienes tanto miedo? Teniendo en cuenta tus diseños para la armadura de combate Kisaragi y los atuendos atrevidos que usan las Líderes Supremos, eres más o menos igual que ellos.”

“Mira, sólo escúchame. Alice, ven aquí. Por favor. Te lo ruego.”

Mientras Lilith suplica a Alice, sus tentáculos de metal emergen de debajo de su bata de laboratorio.

… Pero Alice casualmente se aparta y se acerca al ángel como si la impulsara la curiosidad. “… Hmm. Parece un poco diferente del holograma que Grimm hizo el otro día.”

Mi socia, completamente imperturbable por todo, acaricia una de las tetas del ángel.

Aparentemente, quería ver si el ángel era tangible, pero satisfecha con la sensación, sigue buscando a tientas.

Mientras Lilith y Grimm parecen estar a punto de desmayarse, me invitan a la extraña visión de una chica rubia acariciando a un ángel de cabello blanco.

Quiero decir, claro, le hice algo así a Snow, pero mi socia es demasiado valiente.

El ángel, a pesar de ser manoseada, parece imperturbable por las acciones de Alice y abre la boca para hablar con una calma imperturbable.

“… Hija del hombre.”

“No soy una hija del hombre; soy hija de las máquinas. ¿Cuánto te pagaron por estar aquí? Dada tu apariencia y tu capacidad de actuación, harías más trabajando para mí.”

Está bien, la valentía de mi socia está yendo demasiado lejos.

“Ya que tú fuiste quien hizo ese androide, te dejo el asunto si estalla una pelea.”

 “Yo la creé, pero es tu culpa que haya terminado de esa manera. Si estalla una pelea, me voy.”

Mientras estamos ocupados tratando de transferirnos la responsabilidad en voz baja, Alice continúa tanteando al ángel.

“Pareces malinterpretarme, hija del hombre. He venido a este mundo condenado, atraída por un ferviente anhelo…”

“Te sigo diciendo que no soy una hija del hombre, cosplayer estúpida. No estoy interesada en hacer un juego de roles contigo. En cambio, ¿por qué no me dices cómo terminaste aquí?”

¿Qué tengo que hacer? Como su socio, ¿tengo la responsabilidad de detener a Alice?

… El ángel incondicional parece perderse ante la continua falta de delicadeza de Alice.

“… Hija del hombre, súplica ante mí y escucha bien mis palabras… ¡oh…! ¡Por el amor de Dios, déjame ir!”

“¿Quién es la que necesita escuchar? Te lo sigo diciendo, ¡soy hija de las máquinas! ¿Quieres que te arranque estas tetas?”

Con sus pechos maltratados implacablemente, la tranquila y serena ángel finalmente levanta la voz.

Apartando la mano de Alice a un lado, se levanta del suelo.

“Soy la Serafín de la Misericordia y los Vínculos, El…”

“¿Por qué está flotando la lámpara en tu cabeza? ¿Estás usando algún imán de tierras raras? Además, sigues dejando un montón de caspa brillante cada vez que mueves las alas. Deberías asumir la responsabilidad y limpiar eso.”

Alice, ¿podrías callarte ya?

… Mientras El-lo-que-sea es interrumpida en medio de su presentación, ella conserva su comportamiento frío, pero comienza a temblar de rabia.

“Solo había venido a este mundo condenado por capricho. Sin embargo… sí insistes en cometer este acto de blasfemia contra un sirviente de los dioses, sufrirás las consecuencias… Cenizas a cenizas, polvo a polvo… deja que tu alma regrese a los dioses… ¡B-Basta!”

Justo cuando El-lo-que-sea señala con el dedo y comienza a decir algo, Alice empuña su aspiradora, usándola para atrapar una de las alas del ángel en la succión.

“¿Podrías dejarlo ya? Deja de incluirme en tu juego de rol idiota ideado por Grimm.”

“¡Detente…! ¡Basta! ¡Por favor deja de usar eso en mis alas! ¡Se necesitan más de cinco horas para conseguir que estén así!”

Con su aura intimidante anterior desapareciendo en el aire, El-lo-que-sea intenta evitar entre lágrimas el ataque de Alice.

“Oye, Grimm, convocaste a ese ángel. Asume la responsabilidad ya y haz algo.”

“¡D-De ninguna manera! ¿Entiendes lo que esa cosa acaba de intentar hacerle a Alice? ‘Cenizas a cenizas, polvo a polvo… deja que tu alma vuelva a los dioses’… Estaba usando un ataque de muerte instantánea. No tengo idea de cómo sobrevivió Alice, pero NO me voy a meter en medio de eso.”

Espera, ¿ataque de muerte instantánea? Eso suena realmente peligroso.

Pero tengo una idea clara de por qué no funcionó en Alice. Es porque ella es un androide.

“¡Para! ¡Bien, me iré! ¡Deja mis plumas en paz! ¡Por favor!”

“Estoy limpiando tus alas cubiertas de caspa. Lo menos que puedes hacer es agradecerme.”

“Esto es solo mi aura divina desbordando como partículas; ¡no es caspa! ¡Estas son en realidad artículos bendecidos!”

Después de que le pincharan varias partes con una aspiradora, las alas de El-lo-que-sea son un desastre, con plumas dispuestas en todas direcciones.

“Vengo en respuesta a un deseo ferviente, ¡¿y esto es lo que obtengo…?! ¡Tú, la de allí, la que me convocó!”

“¡E-Eep! ¡¿S-Sí?!”

Con sus plumas en desorden, El-lo-que-sea permanece flotando en el aire, apuntando con un dedo acusador a Grimm.

“¡Seguidora de Zenarith, veo que te tomaste la molestia de convocarme, la Serafín de la Misericordia y Vínculos, solo para someterme a este ridículo! ¡Si tanto deseas estar sola, entonces estarás sola!”

Los ojos de El-lo-que-sea brillan intensamente, produciendo un aura misteriosa que rebosa de furia divina.

“¿Qué? ¡Espera, no, espera, espera! ¡No quiero eso! ¡Todo lo que hice fue llamarte! ¡No hice nada…!”

Mientras Grimm intenta desesperadamente defender su caso …

“¡Profeta de Zenarith, Grimm Grimoire! ¡Tu nombre será maldito! ¡A partir de este día, sólo conocerás hombres con defectos graves! ¡Disfruta!”

“¡NOOOOOOOOOOOOO!”

Al escuchar los detalles de la maldición de El-lo-que-sea, Grimm grita desde lo más profundo de su alma.

***

“S-Sob… S-Sniff… Sob…” 

Después de ver a El-lo-que-sea maldecir a Grimm y partir hacia los cielos…

“¿Podrías dejar de llorar ya? Quiero decir, vamos. Ya tienes la tendencia a quedarte atrapada con hombres raros. A partir de ahora, al menos sabrás que todas las personas que conoces tienen algún tipo de problema. Eso es útil, ¿verdad?”

Comenzamos nuestro camino de regreso al escondite mientras Grimm continúa enfurruñada en su silla de ruedas.

“¡¿Cómo es eso útil…?! Seguro, sabía que todos los hombres que conocía tenían problemas…

¡Lo sabía! ¡¿Pero por qué no puedo tener un poco de esperanza?! Todo lo que quería era creer que tal vez, solo tal vez, conocería a alguien que podría llegar a ser un hombre maravilloso sin defectos abrumadores. ¿Estaba tan mal querer eso? ¡Y ahora…! ¡Ahora no podré mantener ninguna esperanza para los hombres que conozca a partir de ahora!!

Bueno, claro, pero no es culpa mía.

“Ahora ni siquiera seré capaz de pensar: Sí, sé que este tipo tiene un fetiche extraño u otras posibles señales de alerta, pero tal vez haya una posibilidad… Ya no hay ni una pizca de posibilidad para eso. ¡No importa lo guapos que sean, tendré que preocuparme de que en realidad sean una mujer, o por muy amables que sean, tendré que preocuparme de que solo me persigan por mi dinero… no podré disfrutar tanto como una simple relación de dar y recibir!”

Grimm está tan derrotada que ni siquiera puede molestarse en mover su propia silla de ruedas. Y así, obedientemente estoy carreando con mi quejumbrosa subordinada.

“Quiero decir, es tu propia culpa por hartarte de Alice y convocar a todos estos bichos raros. Primero un demonio, luego un ángel. ¿No se supone que eres la arzobispo del dios oscuro que maneja a los no muertos?”

“¡No llames al Lord Zenarith un dios oscuro!”

Después de pasar algún tiempo gimiendo en su silla de ruedas, Grimm parece darse cuenta.

“… Así es. ¡Todavía me queda un camino! ¡Lord Zenarith! Tal vez mi reverenciado Lord Zenarith sea realmente súper guapo y ya no pueda soportar mi desesperación…”

“No estoy al cien por cien en esto, pero creo que tu dios podría ser una diosa.”

“¡¿Por qué estás matando mi último rayo de esperanza?! ¿Está tan molesto por la perspectiva de que conozca a alguien, Comandante? ¡¿Entonces por qué no te casas conmigo?!”

Quiero decir, ¿no mencionaste que te estaba regañando una mujer que decía ser Zenarith cuando estabas muerta? ¿No te estaba gritando que dejaras de morir por razones tan estúpidas?

Mientras camino con la desesperanzada Grimm, detrás de mí Lilith está dando un sermón a Alice.

“Escúchame, Alice. Eres una androide, así que sé que no lo posees, pero la gente tiene algo llamado instinto. Y esa era una presencia que la gente simplemente no puede desafiar. Es valiente enfrentarse a los poderosos, pero eso estuvo en un nivel completamente diferente.”

“Ok. Diga lo que diga, Lady Lilith. Ahora, quiero investigar las plumas y la caspa que obtuve de esa cosplayer, así que ¿puedo ir adelante con ello?”

“¡No, no puedes! Además, deje de llamar ‘caspa’ a ese material.”

Estoy un poco preocupado de que mi socia esté reuniendo cosas realmente peligrosas.

Demonios, ¿estamos seguros de que las plumas de un ángel son algo que incluso debería existir en este planeta…?

“Comandante, ¿está escuchando? ¿Entiende siquiera por qué estoy tan molesta? Es porque no ha mostrado la menor intención de regalarme un collar…”

“Escucha, de hecho, te compré uno. Pero el Rey del Cielo me lo quitó durante la misión de Lady Lilith.”

No quise decir nada con esas palabras, pero Grimm deja de retorcerse de desesperación.

“… ¿De verdad? Sin duda, me está haciendo ilusiones para poder decepcionarme de nuevo, Comandante. Lo he descubierto, ya sabe. Dice las cosas que quiero oír y luego culpa al Rey del Cielo. Ya lo sabía. No me dejare engañar tan fácilmente.”

Incluso mientras dice esto, me lanza pequeñas miradas. Que molestia.

… Eh.

Hablando de molestias…

“Oye, Alice, ¿puedes darme algunos de los materiales que recogiste del ángel?”

“¿Me  estás  tomando  el  pelo?  ¿Por  qué  debería,  dado  lo  asustado  que  estabas  con  esa cosplayer? Si los quieres, deberías empezar a dirigirte a mí con cierto respeto.”

“No sé cuántas veces tengo que repetirme, pero soy tu creadora.”

Mientras Alice y Lilith tienen su rutina de ida y vuelta, no puedo evitar la sensación de que nos hemos olvidado de alguien desde la operación del Rey del Cielo…

“¿Oye, Comandante? ¿Podría ser que esté feliz de que no conozca a ningún hombre decente de ahora en adelante? ¿Se siente un poco aliviado por el hecho de que no vendrá nadie detrás de mí…? Honestamente, estoy feliz de saber lo que siente por mí… pero todavía no estamos comprometidos formalmente, ya sabe, así que obsesionarme conmigo…”

Ignoro a Grimm el resto del camino de regreso al escondite.

Mientras mis tres compañeras continúan quejándose, acelero el paso. ¿Las mataría mantener el ruido al mínimo? A este ritmo, va a despertar a todo el vecindario.

“Quiero decir, ¿qué clase de pésima excusa de Líder Supremo eres si te acobardas por una cosplayer?”

“¡¿Esa es la forma de  hablarle a tu creadora?! ¡Alice, te haré algunas pruebas cuando regresemos a la base!”

Debo decir que estos son algunos de los días más tranquilos que he tenido desde que me convertí en combatiente.