Kimi to Boku no Saigo no Senjo, Aruiha Sekai ga Hajimaru Seisen

Volumen 5

Capítulo 3: Guerra entre hermanas

Parte 4

Alice entendió que no se iba a echar atrás. Rin ya había tomado una decisión.

—… Está bien. Voy a vigilar nuestro equipaje. Confío en ti.

—¡Gracias! ¡Entonces nos veremos pronto! ” La asistente corrió como el viento.

Alice respiró profundamente otra vez.

Alice estaba enfurecida y ansiosa.

—Agh, ¡Lady Alice! ¡¿Qué se le ha metido en la cabeza?! —Rin se dijo a sí misma mientras corría por los callejones, persiguiendo a esos dos.

… Esta es la primera vez que he visto a Alice tan nerviosa… Debe estar tan furiosa, que ni siquiera sabe qué hacer.

Había algo inusual en el apego de Alice al espadachín imperial Iska. Aunque él era un enemigo, ella había desarrollado una conexión con él.

Rin había servido a Alice desde la infancia. Es la primera persona en la que Alice se ha interesado. Si alguien se lo está arrebatando, no lo pasaría por alto, ni siquiera si esa persona es su hermana.

Si esto continúa, Alice explotará.

Se ha vuelto terca. ¡Debería proteger a Lady Sisbell! ¡Eso habría evitado esto…!

Primero, ella separaría a la princesa y al espadachín imperial. Esa sería la parte fácil.

Las complicaciones comenzarían después de eso. Aunque pudiera reunir a las dos hermanas, existía la posibilidad de que estallara una disputa entre ellas, ya que Alice estaba en plena ebullición.

—Necesito tranquilizar a Lady Alice. De lo contrario, su círculo íntimo será torturado, es decir, yo. ¡¿Entiendes eso, espadachín imperial?!

Su método para tranquilizar a Alice era… reducción de daños. Opción uno. ¿Podría ofrecerle a Alice un dulce?

-No. Alice recordaría el incidente anterior con la soda de melón y le explotaría en la cara.

Opción dos. ¿Ayudaría llevarla a admirar el arte?

-No. No hay ningún museo de arte cerca. Además, podría indignarse y reclamar que su hermana se convierta en una escultura de hielo otra vez.

Opción tres. Dejarla dormir bien.

-No. Eso sólo significaría soñar con esta escena y echar humo.

—¡Nada  de eso funcionará!  ¡Ugh!  ¡Esta  es  la única opción!  ¡Toma la responsabilidad de esto, Iska!

Rechinó sus dientes con frustración y luego saltó de un callejón a la calle principal.

Se lanzó delante de ellos.

—¡¿Ahh?!

—¡-Rin!

—Baje la voz. Y espadachín imperial, cierra la boca.

Sisbell parpadeó con sorpresa. Rin se inclinó ante la princesa más joven, con cuidado de no exagerar, lo que llamaría la atención de la gente normal de la calle.

—La estábamos buscando, Lady Sisbell.

—… Ese es un nuevo aspecto para ti, Rin. No puedo creer que lleves una sudadera —La chica rubia fresa frunció el ceño. Su tímida sonrisa desapareció de su rostro.

—Lady Sisbell, ¿qué está haciendo aquí?

—¿Qué es lo que parece? Me estoy educando. Estoy vagando por los estados para desarrollar mis puntos de vista. Igual que los viajes de Alice a ciudades neutrales.

—Déjeme preguntarle directamente.

Rin miró a Sisbell directamente a los ojos a través de sus gafas.

—Lord Mask la está buscando bajo ciertas sospechas. ¿Tiene alguna idea de cuáles podrían ser?

—¡Gh! —Sisbell tembló.

Rin notó que los ojos de Iska se estrecharon inmediatamente. En lugar de expresar sorpresa, aumentó sus defensas.

-En otras palabras, él ya lo sabe.

Iska ya se dio cuenta de que Sisbell era un objetivo importante. ¿Entonces por qué viaja con la princesa bruja?

… ¿Soldados imperiales como guardias?… Lady Sisbell, ¿vendió su alma al Imperio?

Rin estaba empezando a dudar de ella. Como alguien que servía a los Lou, la asistente no podía pasarlo por alto.

—Ni Lady Alice ni yo tenemos mala voluntad contra usted, Lady Sisbell.

Vinimos aquí bajo las órdenes de la reina para protegerla.

—…No.

—¿No a qué?

—No he pedido protección. Sólo regresaré al palacio a mi propio ritmo. Por favor, transmite el mensaje a Alice.

No aceptaría caridad de su hermana mayor. La trinchera entre las hermanas era muy profunda.

—Permítame hacer una pregunta. No puedo volver hasta que no escuche una respuesta directa.

—¿Quieres saber por qué estoy aquí? —Iska fue quien respondió.

¿Él trata de proteger a Sisbell? Rin pensó que eso parecía.

—Tiene que ver con mi comandante —declaró.

—¡¿Iska…?!

—Prefiero   aclarar     cualquier   malentendido.   Si    guardamos   silencio, sospecharán de nosotros dos.

—… Si insistes —Sisbell miró hacia abajo como si no estuviera tan segura. No pasó mucho tiempo hasta que ahogó sus palabras. —…Está bien. Te lo diré yo misma.”

—¿Puedo llamar a Lady Alice?

—No. Por favor, sólo transmite el mensaje. Sólo me gustaría decírtelo a ti.

—Entendido. Grabaré la conversación y haré que Lady Alice la escuche — Rin sacó un pequeño aparato de grabación de su bolsillo trasero, lo encendió y se inclinó de nuevo ante la joven princesa.

—Por favor, Lady Sisbell.

***

Habitación 901 en el Hotel Felix.

El sol poniente tiñó de rojo las calles comerciales, hundiéndose en los barrancos entre los edificios.

—Volvimos.

La puerta se abrió de golpe. A la espera, los tres miembros de la unidad estaban allí, aguardando el regreso de Iska.

—Bienvenido de nuevo… ¿Eh? ¡¿Qué le pasó?!

Mismis estaba mirando detrás de él. Tres pares de ojos se enfocaron en Sisbell que estaba en su espalda.

—Se cansó un poco —Iska estaba cargando a la princesa más joven.

Aunque ya era pequeña y delicada, Sisbell se desplomó sin una onza de fuerza para sostenerse en la espalda de Iska.

—Estábamos patrullando para asegurarnos de que nadie nos seguía. La nueva experiencia la agotó.

—… Lo que él dijo —La princesa bruja se estiró en el sofá.

-No habían mentido. Técnicamente.

Hubo una cosa que se omitió. En medio de su recorrido, se encontraron con lo que Sisbell temía: un grupo de búsqueda, y uno enviado por la reina.

…Sabíamos que era posible… Salimos para conseguir una pista sobre ellos, pero nos atraparon a nosotros.

Sisbell no estaba cansada de tanto andar, sino de su  inexperiencia en las negociaciones. Rin la presionó durante la conversación.

—-Zzz.

—¿-Huh? Hey, Jhin, ella ya está dormida. Debe haber estado súper cansada —Nene tenía una sonrisa un poco tensa mientras señalaba a la bruja que había empezado a roncar tranquilamente mientras dormía.

—¿Qué debemos hacer? —preguntó Nene—. Estábamos diciendo que comeríamos cuando volvieras, Iska. ¿Crees que se enojará si compartimos una comida sin ella?

—Probablemente. Basado en su personalidad, puedo imaginarla haciendo una escena si la dejan fuera. Si queremos estar seguros, deberíamos esperar.

—Ugh. Pero la Comandante y yo tenemos hambre… —Nene hizo un puchero,  sacando  una  bebida  del  refrigerador—.  Oh,  bueno,  supongo  que tomaré un sorbo y esperaré a que se levante. Comandante, ¿quiere un poco? El refrigerador está lleno de todo lo que se le ocurra.

—¡Sí, por favor! ¡Un ginger ale para mí!

—Comandante, es el tercero del día. Jhin, ¿quieres algo?

—Agua —Jhin estaba trabajando como siempre.

En ese momento, estaba sentado al lado de la mesa, en medio de la lectura. Desde la distancia, parecía que estaba absorto en algún tipo de documento publicado en la Soberanía.

Iska lo miró.

—Jhin, ¿puedo pedirte que cuides el fuerte una vez más?

—…¿Planeas salir?

—Sólo al pasillo. Quiero revisar el hotel por si acaso. Además, no podemos hacer nada hasta que ella se despierte.

—Mantenlo en menos de una hora.

Iska asintió, saliendo de la habitación otra vez y dirigiéndose al pasillo.

Los huéspedes pasaron junto a él, saliendo a cenar, y ninguno le prestó atención. Ni siquiera se imaginaron que alguien del Imperio estaba caminando por ahí al descubierto.

Subió un nivel hasta el décimo piso usando el ascensor. En el pasillo exterior, la chica de pelo castaño le saludó.

—Viniste solo como lo prometiste. El resto de tu unidad se quedó en la habitación del hotel, ¿verdad?

—Si no lo hubieran hecho, habrías hecho un gran alboroto por ello.

—Por supuesto —Rin cruzó los brazos—. ¿Dónde está Lady Sisbell?

—Cansada y dormida. Debido al interrogatorio de cierta persona.

—Eso fue parte de mis deberes profesionales. Si tuviera que ir más lejos, también diría que fue causado por las acciones de Lady Sisbell. Pensar que pediría a soldados imperiales que la protegieran… Si el pueblo se enterara, sería un escándalo —se susurró a sí misma y suspiró—. No puedo creer que un fallido Discípulo Santo haya puesto un pie en nuestro país, no una vez, sino dos veces.

—No por mi propia voluntad. Sisbell te lo dijo antes.

—……

—Preferimos tomar nuestra compensación y abandonar inmediatamente las fronteras.

Hace una hora… fueron tres las cosas que Sisbell le dijo a Rin. En primer lugar, necesitaba guardias para volver a la soberanía.

Segundo, se enteró de que la Comandante Imperial se convirtió en una maga astral.

Tercero, los magos son parientes. Debido a eso, Sisbell propuso un intercambio.

—La soberanía y el Imperio tratan a las ciudades neutrales como un área de armisticio, ¿verdad?  Apliqué esa lógica en los estados independientes y acordé temporalmente un cese al fuego y un intercambio.

Esta  fue  su  lógica.  Alice  fue  informada  por  Rin  que  Sisbell  le  daría  a  la Comandante Mismis vendas para ocultar su cresta astral como compensación.

…No hay problemas allí. Alice ya sabe lo de Mismis. Y decidió quedarse callada.