Kimi to Boku no Saigo no Senjo, Aruiha Sekai ga Hajimaru Seisen

Volumen 5

Capítulo 3: Guerra entre hermanas

Parte 3

Su cara estaba tan caliente, que le preocupaba quemarse. Sentía como si su sangre estuviera hirviendo, causando que sudara profusamente. No sabía por qué… pero no podía apartar la vista de ellos.

—¿Lady Alice? ¿Pasa algo? —Rin la miró con los ojos muy abiertos.

Debió pensar que es extraño que su señora se haya quedado callada. Alice no tenía la capacidad de responderle.

—Mira,  Iska.  El  cielo  es  tan  hermoso  —Su  hermana  le  señaló  el  sol poniente, que le iluminaba.

El corazón de Alice casi se le sale del pecho cuando vio la sonrisa de su hermana.

—¿Lady Alice?

—Hff… Hah… ¡Ugh!

—¡¿Qu-qué pasa, Lady Alice?! ¡Está jadeando como un gato enfurecido, y su cara es de color rojo brillante!

—¡Esto es serio!

Su mente estaba a punto de quedarse en blanco por la frustración. No podía ver la situación con calma ni un momento más. Sabía que era la experiencia más vergonzosa de toda su vida. Estaba a punto de que se lo robaran.

—Iska es mi rival. ¡Cómo se atreve Sisbell-!

—¡Lady Alice, mire!

Pasando la temblorosa punta del dedo de Rin, Sisbell detuvo a Iska en una esquina de la calle principal. Sonriendo maliciosamente, la princesa más joven se puso de puntillas, extendiendo sus dedos hacia él mientras Iska se daba la vuelta.

Le rozaron la mejilla… limpiando la crema que se le había escapado de la boca. No usó un pañuelo o una servilleta de papel. Usó la punta de su dedo.

Por supuesto, Iska se sorprendió. Su cara estaba roja como la remolacha. Dijo algo rápido, pero no pudieron oír la conversación a la distancia.

¿…C-cómo pudo… hacer eso en público?… estoy celosa… quiero decir, ¡qué asco! ¡Hasta Iska está sorprendido!

Esto no es algo que una princesa pueda hacer.

Es  absurdo.  Si  su  madre  lo  hubiera  visto,  su  cara  habría  estado  roja  de vergüenza.

—¡Lady Alice!  —Rin gritó de nuevo.

Alice levantó la cabeza. Iska estaba buscando en sus alrededores para ver si los estaban siguiendo. Rin estaba señalando, no a él, sino a Sisbell detrás de él.

Iska se dio la vuelta, sin prestar atención a Sisbell detrás de él. Ella estaba mirando la crema en la punta de su dedo.

Mientras él no miraba… ella se llevó el dedo a la boca.

No puede ser.

Eso cruzó la línea. Aunque Sisbell fuera su hermana menor, Alice no podía ignorar eso.

—No, Sisbell. Eso es…

Nom. La princesa más joven llevó la crema batida a su boca… que estuvo en la boca de él.

La había lamido. Cuando se dio la vuelta, Sisbell fingió que no había pasado nada. Ella se sonrojó por la satisfacción, mirándolo con los ojos enrojecidos.

Está fascinada.

—…

En ese momento… algo se rompió dentro de Alice. De forma audible.

Toda su visión se volvió roja. Su sangre se enfrió instantáneamente. Incluso el temblor de las puntas de sus dedos disminuyó abruptamente.

Su corazón se calmó.

——- Esto. Significa. Guerra”.

—Um, ¿Lady Alice…?”

—Ahora lo entiendo.

Sintiendo que algo estaba pasando, Rin se puso pálida. Alice le sonrió.

—Me di cuenta de algo. Mi peor enemigo no es el Imperio.

—¿Perdón…?

—Espera aquí. Esto terminará rápidamente —Dejó a Rin a la sombra del edificio, y se dirigió al camino principal—. La convertiré en una escultura de hielo y la venderé a un joyero. Por el crimen de poner una mano sobre mi Iska, la esculpiré-

—Sin esculpir. ¡Lady Alice, por favor vuelva a sus cabales!

Rin usó cada onza de fuerza en ella para sujetar los brazos de Alice detrás de su espalda. Aunque era delicada, sus brazos atemperados no eran fáciles de quitar.

—¡L-lo que sea, Rin! ¡No puedes sujetarme aquí! ¡Estamos frente a otras personas!

—¡Esta es la única manera en que puedo detenerla, Lady Alice!

—¡P-pero…!

¡Iban a quitarle a Iska!

Con la crisis rondando, el cerebro de Alice alcanzó su capacidad. De repente no le importaba nada más.

¿A quién le importa la orden de su madre, la reina, de proteger a su hermana?

¿O su enfrentamiento con la Casa Zoa?

¿O el cónclave?

Todo parecía trivial, comparado con lo que estaba pasando ante sus ojos.

… Porque… porque si Iska no está más aquí… ¡¿cuál será el propósito de mi vida?!

Luchar contra el Imperio es la misión de un mago astral.

Nacida como una princesa de la Soberanía Nebulis, estaba destinada a abrirse camino a través del cónclave.

Unificar el mundo es su deber. Tiene que hacerlo.

Nacida bajo el destino de las estrellas, esas verdades de su vida son inevitables. Pero Iska es diferente.

Alice lo decidió por su propia voluntad. Lo eligió como su mayor enemigo.

“Negociaciones de paz”. Quiero detener la guerra.”

“Por eso pensé en atrapar a un descendiente directo de la línea de sangre de Nebulis. Pensé que incluso la familia real de Nebulis vacilaría si uno de sus parientes estuviera en peligro. De esa forma, podría hacerlos venir a la mesa de negociaciones aunque no quisieran.”

Esas nobles aspiraciones eran imposibles. Nunca llegarían a serlo. Pero… ella estaba encantada con su convicción y su forma de vida.

Él es su enemigo. Él se deslizó en su interior, seguro de sus ideales. Es con él con quien ella quiere resolver las cosas.

… No me importa quién gane o pierda la batalla… ¡mientras la batalla sea sólo entre nosotros dos!

De todas las cosas que podrían haber pasado, alguien iba a quitárselo de debajo de sus narices.

—Hey, Rin.

—¿ S-sí?

—Me pregunto si mi madre me permitirá tener un duelo contra mi hermana.

—¡Obviamente no!

—…Gah. Esto es mortificante. No puedo creer que todo lo que pueda hacer es mirar —Apretó los dientes y aguantó.

Los latidos de su corazón todavía no se habían calmado, pero era primordial que se enfrentara a la realidad.

—…Apenas falló sus labios. Fue sólo su mejilla. En ese caso, supongo que el duelo se pospone.

—¡¿De  qué  habla?!  —Rin  la  miró,  aferrándose  a  Alice—.  Tengo  una propuesta. ¿Me permitiría encargarme de ellos?

—¿Tú? ¿Quieres decir que te pondrás en contacto con ellos?

—Sí. Con el debido respeto, Lady Sisbell todavía no confía en usted. Si un asistente se acercara a ella a solas, podríamos hacer un trato.

—……

Los ojos de Rin la miraban directamente a ella.