Kimi to Boku no Saigo no Senjo, Aruiha Sekai ga Hajimaru Seisen

Volumen 5

Capítulo 3: Guerra entre hermanas

Parte 2

El asunto no era su disfraz. Era que él debía saber que estaba allanando.

—¿Estás en una misión imperial? En ese caso, no puedo pasar por alto esto.

—¡No  lo   estoy!  ¡Esto  es   un  malentendido,  Alice!  —Iska    retrocedió,

balanceando las bebidas en ambas manos—. Esta no es una misión para el Imperio. Quiero decir, no estoy aquí voluntariamente…

—¿Cuál es la diferencia?

—Um… como dije, um, así que, uh —Iska titubeó.

Por supuesto, Alice no tenía intención de mostrarse indulgente en su interrogatorio. Alguien del Imperio que invadiera la Soberanía era un crimen serio. Necesitaba conocer sus motivaciones.

—Te escucharé una vez que salgamos de la estación terminal. Iska, tú vienes con…

—Lady Alice.

Alguien llamó detrás de ella.

—No era necesario que nos esperara. Qué honor.

—Estamos aquí.

—¡¿S-sí?! —La voz de Alice se quebró cuando gritaron su nombre.

-Son dos agentes de la reina.

Eran jóvenes, con trajes grises que hacían juego.

—¿Lady Alice? ¿Quién podría ser?

Los agentes miraron a Iska. Él se había quedado callado, al darse cuenta de que eran diferentes.

Un momento terrible.

…Justo cuando estaba a punto de interrogar a Iska… Habría sido malo si los agentes lo vieran.

Iska es un soldado Imperial.

Si hubieran averiguado por qué Alice fue capaz de declarar su origen, ella estaría bajo sospecha.

—¡Uh! ¡Le estoy dando indicaciones! ¡Se perdió en la estación, y le estaba diciendo la salida más cercana!

Algunas cosas requerían un sacrificio. Apretando los dientes, Alice empujó a Iska por detrás. Le estaba diciendo que se fuera.

—Ya sabes a dónde ir ahora.

—¿Eh? Uh, sí —Iska se alejó caminando a toda velocidad, aunque estaba confundido.

—¿Lo ven?

—Por supuesto. Discúlpenos. La llamamos en un mal momento.

La pareja bajó la cabeza respetuosamente.

Para todos los que les rodeaban, Alice parecía ser la hija del presidente de una compañía, mientras que ellos eran empleados. Nadie adivinaría que eran agentes de la familia real.

—Procedan según lo planeado. Nos reuniremos a las nueve de la noche.

Asegúrense de que uno de ustedes esté disponible.

—Como desee.

Los enviados de la familia real desaparecieron entre la multitud. Alice intercambió una mirada con Rin, esperando que se perdieran de vista.

—Rin.

—Sí. El espadachín imperial se dirigió a la octava salida. Lleva dos vasos en sus manos, por lo que no debería ser capaz de correr.

—Dos. Eso es importante. Está con otra persona.

Corrieron hacia la salida.

Tenía que ser otro miembro de su unidad imperial. Adivinó que era la Comandante Mismis, a quien había conocido en una ciudad neutral, aunque eso haría difícil saludarla.

“¡Cobardes!”

“¡¿Qué le hicieron a Iska?! Conocen las reglas de este lugar y aún así se atrevieron a actuar tan descaradamente.”

Mismis consideraba a Alice como una cobarde que atacó a su subordinado. Ese malentendido aún no se había resuelto, y Mismis todavía estaba resentida con ella por eso.

… Necesito superarlo… Aunque sea ella, no puedo dejar que las fuerzas Imperiales entren en el país.

Los encontraría y los contendría. Si trataban de huir, podría perseguirlos hasta la frontera. Alice no tenía reparos en usar la fuerza si se resistían a ella.

—¡Lady Alice, por allí!

Bajo un cartel que indicaba la octava salida, Iska miraba a su alrededor, parecía nervioso.

—No puedo creer que sea tan audaz como para pararse en un lugar tan conspicuo. Tomando sus dos bebidas con el mayor cuidado. Lady Alice, ¿qué deberíamos hacer?

—…Está actuando de forma extraña.

¿Por qué no huye? Si Iska dedicaba su energía a escapar, Alice y Rin tendrían dificultades para seguirlo.

—Existe la posibilidad de que esté esperando a alguien.

—Sí. Entonces deberíamos tomar a la segunda persona como rehén. No sé quién pueda ser, pero dudo que sea más fuertes que él —Aguantando la respiración, Alice se escondió a la sombra de un edificio.

No atacaría a Iska, sino a la otra persona.

En otras palabras, iba por el más débil. Tomaría a esa persona como rehén y exigiría que Iska se rindiera. Visualizó esta estrategia en su mente.

—Iska —Una chica vino brincando.

Tenía un pelo rubio fresa vibrante y llevaba unas gafas muy elegantes. Aunque parecía ser más joven que Alice, eran iguales en términos de apariencia.

—Siento haberte hecho esperar. Gracias por la bebida —Le sonrió a Iska.

Aunque tenía el pelo suelto y llevaba gafas, Alice reconoció inmediatamente a su hermana menor, Sisbell.

—¡¿Qué?!

¿Iska estaba esperando a su hermana? como princesa, ¡ella no invitó a un soldado imperial al país! ¿verdad? …¡¿Qué está pasando?!… ¡Esto concuerda con la historia de Lord Mask!

Alice pensó que la teoría de Lord Mask era una conjetura infundada. ¿Era esto, de hecho, la verdad?

—Ella ocultó su paradero. ¿No es racional pensar que tiene la ayuda de las fuerzas imperiales?

Eso no puede ser cierto. Alice no tenía ni idea de por qué Sisbell trajo un soldado imperial con ella.

…Su relación con Iska debería ser cosa de una sola vez de hace un año… Se habían encontrado de nuevo en Alsamira por casualidad, pero ella me dijo que no pasó nada más.

En realidad, su hermana trajo un soldado imperial con ella. Alice no pudo encontrar una explicación para esto, basada en lo que le contó Sisbell. ¿Había más secretos conectados a su relación con Iska?

—Esto es… muy interesante —Rin frunció el ceño—. Mirando los hechos, parece que Lady Sisbell está tratando de traicionar la Soberanía como dijo Lord Mask. Sin embargo, esto parece demasiado increíble.

El rostro de Iska fue identificado. Si Alice era capaz de reconocerlo, no sería sorprendente que alguien más de la Soberanía pudiera identificarlo también.

—Sisbell, vamos. ¡Apúrate! ¡Antes de que nos encuentren!

—¿Eh? ¿Qué te pasa, Iska? ¿Por qué estás tan preocupado?

Los dos comenzaron a correr. Iska había caminado fuera de la estación para evitar que Sisbell se diera cuenta de que estaba aterrorizado.

—¿Crees que Iska le dirá a mi hermana que lo encontramos?

—No puede —dijo Rin, corriendo tras ellos—. Digamos que le dice, ‘¡Esto es malo, Sisbell! ¡Alice me vio!’ ¿Cómo respondería ella?

“¿Qué quieres decir, Iska?” “¿Conoces tanto a mi hermana que puede reconocerte instantáneamente con todo y tu disfraz?”

Si se explicaba, Iska sería cuestionado por Sisbell. Así que no le diría que se encontró con Alice.

Todo lo que Iska podía hacer era salir corriendo de la estación. Si hacía más que eso, Sisbell sospecharía de él en algo.

—Esto funciona a nuestro favor, Lady Alice. Ese espadachín imperial tiene que reducir la velocidad para igualar el ritmo de Lady Sisbell. Sigámoslos… por detrás.

—No tengo ninguna objeción.

Continuaron siguiéndolos. Iska y Sisbell caminaron a lo largo de los atestados corredores. No fue difícil para Alice seguirlos, pero…

¿Qué es esta extraña emoción?

Iluminados de color naranja por el sol de la tarde, parecían estar enamorados. Era como si fueran una pareja caminando uno al lado del otro. A ella le molestaba eso.

…¿Por qué me siento irritada?… ¡Estoy haciendo mi trabajo siguiéndolos! Mientras tanto, Sisbell está…

Hubo un pequeño cambio. Su hermana tomó una de las bebidas de Iska.

—¡Lady Sisbell tomó un trago!

—… Tengo ojos.

Los dos se detuvieron a caminar por el sendero, bebiendo a sorbos sus bebidas.

¿Alice se lo estaba imaginando, o estaban actuando muy amigablemente? Estaban muy cerca. Sus hombros casi se tocaban ahora.

—¡Están  pegados  por  la  cadera…!  ¡Están  demasiado  cerca!  ¡¿Es  un soldado imperial?!

—¡Lady Alice, mire! —Rin señaló hacia adelante.

Al terminar su bebida primero, Sisbell se aferró a su brazo, agarrándose con sus dos delicadas manos alrededor del codo de Iska.

Como él aún estaba bebiendo, no pudo quitársela de encima.

—¡Espera un segundo! ¡Ella lo está poniendo en una situación difícil…!

Incluso desde lejos, podía ver que él estaba preocupado. Su hermana parecía mirar su reacción con alegría, sin señales de soltarlo.

Y sobre todo, su sonrisa parecía iluminar toda su cara.

…Nunca he visto a Sisbell así… ¡Nunca se ha visto tan contenta delante de mí o de mi madre!

Sus mejillas parecían sonrojadas, y sus ojos estaban casi cubiertos de rocío. En esta hora de la tarde, no desprendían la vibración de una princesa de la Soberanía y un súbdito Imperial.

Parece una chica enamorada.

“……”

Hubo una reacción visceral en su cuerpo. Algo que nunca había sentido antes. Sentía que no podía respirar.