Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 4

Capítulo Extra: Guardián Fitz

Parte 1

Para cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando, estaba en el aire. “¿¡Eh!?”

El viento se tragó instantáneamente su grito de incredulidad.

Estaba increíblemente alto. Podía sentir que caía rápidamente. La fuerza del viento dificultaba la respiración. Estaba atravesando las nubes, y el miedo lo atravesaba.

“¡Eek!”

Podía oírlo, un grito desde lo profundo de su garganta. Era su llanto, pero sonaba tan distante que parecía como si alguien más gritara. El grito le aseguró que era una realidad. No sabía por qué, pero estaba en el aire y se estaba cayendo.

“¡Ah… ah!”

Tenía que hacer algo. Tenía que hacer algo o iba a morir. Sí, morir. No había duda de que moriría. Si te caíste de un lugar lo suficientemente alto, te morías. Él lo sabía. También sabía que el suelo se estaba acercando rápidamente.

“¡Waaaaaaaah!”

Sucumbió al miedo y desató todo su maná. Era el viento. Estaba soltando viento. Sentí como si lo golpeara desde abajo. ¿Quién le enseñó que un pájaro monta el viento para volar en el cielo? No podía recordar.

La velocidad de su caída disminuyó momentáneamente, y luego rápidamente regresó a su ritmo anterior. La magia del viento no iba a cortarlo. Las aves pueden haber montado el viento para volar en el cielo, pero no importa cuánto viento pongas debajo de los humanos, no podrían volar. Alguien le enseñó eso. ¿Quién? Tampoco podía recordar eso.

¿Qué se suponía que debía hacer en una situación como ésta? Su maestro le había dicho algo. Su maestro le enseñó muchas cosas. ¿Qué fue lo que dijo su maestro?

Piensa, piensa, Se dijo asi mismo.

Su profesor dijo algo sobre… ¿cómo volar? Así es, sobre cómo era imposible. No podías volar, los humanos no podían volar. Tenías que usar algo para volar. Su profesor había intentado volar antes. Lo intenté, fallé y puse algo en el suelo, algo blando sobre el que caer.

¡Eso fue todo! Algo para suavizar la caída. Algo suave. Algo suave para envolverse. ¿Pero qué tan suave se suponía que debía ser? ¿Cómo se supone que iba a lograrlo?

No lo sé, no lo sé, no lo sé. Gritó en su cabeza. ¿¡Qué hago, qué hago, qué hago!?

Conjuró agua y trató de envolverla alrededor de sí mismo. No ha funcionado. Se dispersó inmediatamente. Invocó el viento y trató de impulsarse de nuevo. Fracasó. Eso no iba a funcionar. Él conjuró la tierra….pero no estaba seguro de cómo usarla! ¿Él conjuró fuego y… el viento… agua? ¿La Tierra? ¡Él no lo sabía! Simplemente ya no lo sabía.

“¡Aaah!”

Cayó de cabeza.

***

“¡Waaaaah!” Un niño de cabello plateado gritó mientras sacudía su cuerpo de la cama. Estaba en algún lugar alrededor de la edad de diez años, y sus rasgos juveniles estaban contorsionados por el miedo.

“Hah, hah, hah, hah…” Respiró con dificultad y empezó a acariciar su cuerpo. Sus manos agarraron puñados de cabello plateado, lo suficientemente duro como para arrancarlos. Estaba comprobando si su cuerpo aún estaba entero.

“…Ah? ¿Eh?” Cuando miró a su alrededor, se dio cuenta de que ya no estaba en el cielo. Estaba en una cama blanda. “Hah…” El joven se cubrió la cara con las manos y respiró aliviado.

“Hey, Fitz, ¿estás bien?” Una voz le gritó desde arriba. Otro niño estaba colgado boca abajo, mirando a Fitz desde la cama de arriba. Este otro niño estaba en la cúspide de la edad adulta. Era lo suficientemente guapo como para cautivar a cualquier persona que lo mirara, o eso decía. Su nombre era Luke. “Estabas haciendo mucho ruido mientras dormías. ¿Tuviste ese sueño otra vez?”

“Oh, sí….” El chico, conocido como Fitz, asintió vagamente en respuesta. De repente se dio cuenta de que su área de la entrepierna se sentía extraña. Curiosamente, miró hacia abajo y se dio cuenta de que estaba húmeda. Cuando investigó, descubrió que había empapado no sólo la parte inferior de su ropa de dormir, sino también las sábanas debajo de él. Podía ver el vapor que salía de ellos.

“¡Ah…!” Conmocionado, Fitz trató de levantar las sábanas para esconder el desorden de Luke, pero ya era demasiado tarde. Luke vio el accidente de Fitz con el ceño fruncido.

“Wah….waah…” Fitz se veía lastimoso, con lágrimas en los ojos, mientras miraba a Luke. “Lo siento… lo siento…”

“No te disculpes conmigo.” Luke se bajó de su cama y suspiró mientras se rascaba la cabeza. “Nadie te va a culpar.”

“No eres el único que tuvo una experiencia aterradora ese día.” Luke se encogió de hombros

mientras lo decía, pero tenía una mirada seria en su cara. Su tono era totalmente sincero. “Además, hay muchos tipos aquí que ensucian sus sábanas por la noche. Las criadas están acostumbradas. Ahora date prisa, cámbiate y entrega tus camisas a la persona encargada de lavarlas. Lady Ariel nos está esperando”. Una vez que Luke terminó de hablar, salió de la habitación.

Fitz enjugó sus lágrimas y se arrastró fuera de la cama, cogiendo sus gafas de sol de la mesa cercana y deslizándolas sobre su cara.

***

Fitz fue víctima del incidente que diezmó la región de Fittoa. Fue transportado en el aire, a cien metros sobre el nivel del suelo. Como cualquier otro, Fitz no era una excepción a la ley de la gravedad, así que cayó.

Lo único inusual en él era que era mago. No cualquier mago, tampoco. Puede que sólo tuviera diez años, pero tenía un maestro excepcional y era al menos de nivel intermedio en todas las escuelas de magia, avanzado en varias, y podía lanzar hechizos sin cantar.

Luchó como estaba en el aire. Antes de llegar al suelo, logró frenar la velocidad de su caída y milagrosamente sólo se rompió las dos piernas cuando aterrizó (más bien se estrelló). Su maná estaba completamente agotado y cayó inconsciente.

Fitz se despertó para descubrir que había perdido todo. Su ciudad natal, su casa, su familia. Aún era tan joven, y en un instante se convirtió en un vagabundo. No tenía adónde ir y nadie en quien confiar, excepto la mujer a la que había visto, Ariel Anemoi Asura. Ella vio la forma en que Fitz ejercía libremente la magia sin ningún encantamiento, así que lo empleó. Después de eso, Fitz comenzó su vida en el palacio real como guardián de la segunda princesa.

“Mmmmhhh…. Oh, Luke y Fitz, buenos días.”

Su trabajo como guardián comenzó con Ariel. La despertaba a una hora específica cada mañana. Normalmente este sería el trabajo de una dama de compañía, pero Ariel había enfrentado tantos intentos de asesinato desde que era una niña que el deber ahora recaía en uno de sus tutores, ya fuera Luke o Fitz. A Fitz sólo se le confió la tarea una vez que Ariel supo que era un residente de fuera del palacio y que no estaba involucrado con ninguno de los nobles que ella consideraba enemigos.1

“Buenos días, Lady Ariel.”

Despertarse más tarde que la princesa era suficiente para justificar un duro castigo. O al menos eso se suponía, pero Fitz se había despertado después de Ariel varias veces y nunca fue disciplinado.

“Es una linda mañana, ¿no? Luke, ¿cuáles son los planes para hoy?” Ariel estiró su cuerpo

y se deslizó de la cama, tomando asiento en su puesto de maquillaje. Fitz se paró detrás de ella para lavarse la cara y peinarse.

“Después del desayuno tienes una reunión con los señores Datian y Klein para hablar de…” Mientras Luke trazaba tranquilamente su itinerario, Fitz hizo un trabajo rápido y cuidadoso para desenredar su cabello. “Por la tarde tendrás una reunión con Lord Pilemon, y luego la cena será…”

“¿’Lord Pilemon’? Como si no lo conocieras. Luke, ese es tu padre, ¿no?” “Me han dicho que mantenga separados los negocios y los asuntos privados.”

Una vez que Fitz terminó de peinarse, Ariel se levantó de su asiento y levantó los brazos a la altura de los hombros. Fitz inmediatamente se puso a desvestirla. Normalmente, cambiar la ropa de la princesa sería un trabajo para una de sus damas de honor, pero esta era otra costumbre que había estado practicando desde que era niña.

Fitz se sintió nervioso mientras quitaba las hermosas sedas que estaban envueltas alrededor de la piel blanca y vibrante de Ariel, cambiándolas por ropa que una dama de compañía había preparado de antemano. La ropa era compleja, con una estructura extraña que Fitz ni siquiera sabía cómo ponerse. Sin embargo, se las arregló para deslizarlo enérgicamente sobre su cuerpo.

Ni siquiera estaba seguro de cómo vestir a la gente cuando le asignaron el trabajo por primera vez. Pero se había vuelto muy hábil en eso. Incluso un patán como Fitz podría aprender después de ser forzado a hacer lo mismo una y otra vez.

“Fitz… has estropeado uno de los botones.”

“¿Eh? Ah, sí, lo siento.” En ese momento se distrajo y la princesa señaló su error. Fitz se apresuró a intentar arreglarlo, pero no estaba seguro de qué botón se había deslizado. Con ropa como ésta, si se estropeaba un solo paso del proceso, era imposible saber por dónde empezar a arreglarlo.

“¿Qué pasa?” preguntó la princesa. “Si no te das prisa y me vistes, podría resfriarme.” “¡Sí, tienes razón, por favor, espera un momento!”

“¿O quieres ver mi cuerpo?” Ariel se burló. “¡N-no!”

Su cara se tornó de un rojo brillante con pánico mientras negaba la acusación de ella. Ariel se rió. A ella le gustaba lo inocente que era, hasta el punto de que a menudo se metía con él de esta manera.

“Creo que te ves hermosa.” Luke siempre fue el que saltaba a ayudar durante tales

interacciones. Sonrió y señaló el ojal que Fitz estaba buscando.

“Dios mío, Luke, ¿significa eso que te estás enamorando de tu maestra?” Ariel arrulló. “Si es así, eso equivale a blasfemia. No podrás escapar del castigo por eso.”

“Qué aterrador. ¿De qué tipo de castigo estamos hablando?” “Del tipo en el que confisco todos tus bocadillos para hoy”, dijo.

“Oh Dios. Bueno, eso es bastante severo. Pero si eso es lo que mi maestra desea, que así sea”.

Mientras los dos continuaban su interacción, Fitz finalmente terminó con su ropa. Ariel dio una vuelta para confirmar que no había imperfecciones en su ropa, y luego asintió con satisfacción.

“Buen trabajo. Ahora, vamos a comer”. “¡Sí, milady!”

Luke siguió a Ariel mientras salía. Fitz se movió para seguirla, pero se detuvo abruptamente para echar un vistazo a su reflejo en el espejo de su maquillaje. Mostraba a un joven de mirada sombría, con gafas de sol sobre los ojos. Se quedó allí y se retorció un mechón de pelo blanco corto alrededor de uno de sus dedos. Sólo duró un momento. Se dio la vuelta y siguió a Ariel.

***

Los nobles fueron muy críticos con el joven guardián Fitz después de su abrupta aparición en el palacio real.

“Pero hay tantos entre el gremio de magos que nacieron en familias más nobles…”

Su familia y sus antecedentes eran completos misterios. Lo único que la gente sabía de él era su raza y el color de su cabello. Por sus modales y forma de hablar, estaba claro que no era noble. A pesar de ello, Ariel lo había designado como su nuevo tutor. Ella le dio equipo de calidad de guardián y lo mantuvo a su lado constantemente. Un trato tan especial no hizo más que inflamar la desaprobación de los nobles.

“¿No se puede hacer algo con esas gafas de sol al menos?”

“Estoy de acuerdo. Es casi como si el chico ni siquiera entendiera el concepto de respeto.”

Siempre llevaba gafas de sol. En la corte imperial, esconder tu cara sin propósito era considerado descortés.

Sin embargo, las palabras de los nobles estaban mal informadas. Ariel había recibido

permiso del propio rey para las gafas de sol. De hecho, las gafas de sol eran un elemento mágico que podía sentir cuando Ariel estaba en problemas, sin importar dónde estuviera el usuario. El artículo se consideró necesario después de su “incidente” anterior, por lo que el rey lo permitió.

“Gracias a esas gafas de sol, las doncellas del palacio imperial siguen gritando con voces tan agudas.”

“Sí, he oído cómo les da tanta felicidad ver a Fitz y Luke caminando juntos.”

“De hecho, nada parece hacerles más felices que ver a un mujeriego como Luke entrando tan valientemente para ocuparse del chico.”

“Están corrompiendo la moral de la corte imperial.” “No es que el tribunal tuviera ninguno en particular.” Hahaha, los nobles se rieron.

Fitz siempre seguía a Ariel, y se notaba que el chico era guapo bajo esas gafas de sol. Así que verlo a él, Ariel y Luke animaron a muchos a soñar con fantasías salvajes.

“Me doy cuenta de que ambos son chicos, pero hay algo raro.” “¿Oh? ¿Qué es extraño?”

“Luke profesa, sin dudarlo, que ama a las mujeres y odia a los hombres, pero está siendo inusualmente amable con ese chico.”

“Ahh, ya veo lo que quieres decir. Eso es verdad.”

“Sí, pero no tiene nada de extraño. Estoy seguro de que significa que Luke también ha llegado a entender la belleza de los hombres, ¿no?”

“Sin duda, ¡ha ha ha!”

La homosexualidad no se consideraba inusual para los nobles de Asuran. Había quienes tenían preferencias sexuales mucho más extrañas, por lo que los chicos que se enamoraron de otros chicos guapos no merecían ninguna sorpresa.

“¿Pero dónde en el mundo encontró la princesa a ese chico?”

“¿Quién lo dice? Pero para la Princesa Ariel ofrecer tal apoyo me hace preguntarme. Quizá sea el hijo ilegítimo de algún noble de alto rango”.

“Oh, ¿entonces tienes una idea de dónde es él?”

“Ciertamente. Hace algunos años fui a visitar a mi primo en la región de Fittoa. Ese primo había asistido a la ceremonia de cumpleaños de la nieta de 10 años de Lord Sauros”.

“Oh, nieta de Lord Sauros… ¿Te refieres a la princesa mono pelirroja de los Boreas?”

“Sí, la que tiene la reputación de ir a la escuela y golpear a otros niños de su edad. La que descuidó tanto sus estudios que ni siquiera podía saludar a la gente adecuadamente. Esa princesa mono”.

“¿Y qué tiene que ver eso con esto?”

“Sí, bueno, según la historia de mi primo, esa princesa mono había cambiado bastante. Ella saludaba a la gente educadamente, se comportaba como una dama y bailaba magníficamente”.

“Estoy seguro de que los rumores han sido adornados. Quizás es sólo que la princesa mono no se comportó como un mono por una vez?”

“No, esto fue diferente. Según mi primo, cuando saludó al señor, Sauros se jactó de ello”. “¿Sobre qué?”

“Que el que le había enseñado a su nieta era un niño dos años más joven que ella.” “Oh… la edad sí encaja.”

“El Señor lo alabó tanto que mi primo empezó a sospechar y hasta me preguntó: ‘¿Este chico es pariente tuyo?'”.

“Oh, Dios mío.”

“Por supuesto que el Señor no dijo mucho, pero oí que tampoco lo negó rotundamente.” “Así que esa es la historia. ¿Podría ser ese impresionante joven el niño que Ariel reclamó

como su tutor?” “Podría ser.”

“Esa es la razón por la que el chico tiene tanta etiqueta a pesar de ser un plebeyo.”

Fue entonces cuando otro noble pensó en voz alta: “¿Pero es realmente así de fuerte?”

Según Ariel, Fitz era lo suficientemente ágil como para avergonzar a los caballeros en formación de la corte. También era muy versado en lectura, escritura y aritmética, y tenía un

conocimiento más íntimo de la magia que el que tenían incluso los profesores de la Universidad de la Magia. Sin mencionar que podía usar magia de nivel avanzado sin ningún encantamiento,

¡con sólo diez años de edad!

“Tiene que ser un montón de tonterías”.

“Sin embargo, después de lo que la Princesa Ariel ha pasado, es difícil de creer que mantenga a alguien que no sea fuerte a su lado.”

“Hmm, ¿por qué no lo vemos por nosotros mismos? Quítale la máscara a ese chico y véalo por lo que realmente es…”

“Yo no aconsejaría eso. Si realmente es tan poderoso, sólo te estarás causando problemas a ti mismo”.

“Cierto. Sin embargo, como es un guardián, al menos me gustaría que aprendiera algunas de las tradiciones de la corte”.

“De acuerdo. Ya he tenido suficiente de que sea un vulgar pueblerino”.

Así fue como los nobles criticaron a Fitz, chismorreando maliciosamente sobre él mientras miraban, sin ninguna intención de actuar en sus hostilidades. Afortunadamente, eso era exactamente lo que Ariel esperaba que hicieran.

***

“Entonces, ¿haremos que el hijo de Lord Tink entre en el Gremio de Caballeros?”

“Sí, es hábil en aritmética. Que entre en el gremio y aprenda de primera mano del contador del gremio”.

Fue a primera hora de la tarde. Ariel se reunía con el padre de Luke, Pilemon Notos Greyrat. Pilemon encabezó la lista de seguidores de Ariel. Aunque tenía mal juicio, era un joven que actuaba como el Señor de Lieja de la Región de Milbotts. Cada vez que surgía algo, él la visitaba para discutir el futuro.

Ariel no tenía muchos partidarios. Aún no era adulta, y aunque era popular entre el público en general, no gozaba del mismo nivel de aclamación entre los nobles. Por eso, en la actualidad, están sentando las bases con ellos.

Los poderosos nobles de alto rango que apoyaron al primer o segundo príncipe no los traicionaron simplemente para apoyar a Ariel. Ya habían establecido sus posiciones dentro de sus facciones.

Por eso Pilemon sugirió capturar a los votantes indecisos. Esto significaba ganarse a nobles del campo que no se involucraban en las disputas políticas del continente, así como a nobles de rango medio y bajo que no tenían mucho poder. Entonces Pilemón usaría su poder para nombrarlos como funcionarios del gobierno, colocando a aquellos que eran excepcionales en posiciones más bajas (aunque importantes).

La suya era una estrategia para el futuro, para dentro de diez o veinte años. Dentro de una década, los que apoyaron a Ariel gracias al trabajo de Pilemon estarían en varios puestos clave (aunque no estuvieran en la cima) y le darían un gran apoyo.

“El Gremio de Caballeros, el Gremio de Magos, la Guardia Imperial, y la Guardia de la Ciudad… Para estos, hemos sentado las bases para todas las posiciones clave.”

“Es demasiado pronto para decir si las semillas que plantamos darán fruto. Es posible que alguien vea nuestro plan y lo saque de raíz”.

Primero, trabajaron para suprimir la fuerza militar y hacerla suya. En esta era de paz, los soldados y caballeros no eran tan valorados como antes. Su trabajo consistía en eliminar monstruos y ladrones, a lo sumo. Se podría decir que no tenían poder político, por lo que las otras facciones no trataron de obtener su apoyo. Aún así, si algo sucediera, los militares serían los que tomarían acción.

El Reino Asura no había visto una guerra civil en mucho tiempo. Mientras no quedaran pruebas sólidas, incluso el asesinato en la corte era permisible. En consecuencia, los nobles habían olvidado el poder de los militares. Ariel y Pilemón, por otro lado, trabajaron primero y ante todo para obtener el apoyo de los militares.

“Es desconcertante tener que tomar medidas tan torpes como ésta.”

“Ciertamente.” Pilemon era el jefe de la familia Notos Greyrat, pero era más joven que los otros Greyrats y no tenía mucho en cuanto a popularidad o monedas.

Ariel era similar. Formaba parte de la familia real, por lo que podía usar el dinero libremente, pero de un vistazo quedó claro que había una gran diferencia entre ella y los demás candidatos. Su única ventaja era su popularidad entre la gente, y la popularidad se desvanecía rápidamente. Los otros príncipes no ayudaron mucho a cambiar los corazones de la gente. La popularidad era demasiado voluble para usarla como eje.

Pero, ¿con quién peleaba y con qué propósito?

“Pero Su Alteza, un camino sólido y firme es el más rápido.”

“Sí, por supuesto. Eso ya lo sé. Obtener la corona requiere que uno tome el camino tortuoso”.

Fue porque Ariel había decidido convertirse en la reina. Había comenzado el camino que la llevaría al trono.

Mientras que los de la corte se centraban en Fitz, Ariel trabajaba en segundo plano para

fortalecer sus lazos con los influyentes nobles que la apoyaban, librando silenciosamente su propia guerra política.

Se puso el manto de la aterrorizada princesa, tratando frenéticamente de protegerse. Era como una capa de invisibilidad que escondía los dientes de su león mientras avanzaba. Tal como su difunto ex tutor, Derek Redbat, había deseado de ella.

“…”

Dos personas estaban de guardia mientras Pilemón y Ariel trabajaban en asuntos de personal. Luke y Fitz observaron en silencio, sin involucrarse en la conversación.

Si un mercader o aventurero con buen ojo viera el equipo que llevaban los dos, se quedarían boquiabiertos. Ambos estaban completamente adornados con objetos mágicos. Fitz y Luke llevaban botas de velocidad que les permitían correr al doble de la velocidad normal, una capa ignífuga que los mantenía a una temperatura corporal constante sin dejar que el calor pasara a través de ella, y guantes de abrigo que reducían a la mitad cualquier impacto en la palma de la mano del portador. Además, a la cintura de Luke había una espada de corte de acero que podía atravesar fácilmente un escudo de acero.