Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 4

Capítulo 9: Una Vida Lenta En El Pueblo De Doldia

Fuimos recibidos en la aldea de Doldia como héroes por salvar a los niños y proteger la aldea contra el ataque de Gallus. Querían que pasáramos la temporada de lluvias viviendo con ellos.

Gyes también se disculpó oficialmente conmigo por ignorar las órdenes, desnudarme y arrojarme a una celda. Y también por el agua fría y helada que me arrojaron. Resultó que la forma única de doblegarse de la gente beastfolk era acostarse boca arriba con el estómago expuesto. Al principio pensé que se estaba burlando de mí, pero todos los presentes se lo tomaban muy en serio. Lo único en mi mente eran los celos mientras miraba su peludo y musculoso paquete de seis, así que acepté apresuradamente la disculpa.

Eris, sin embargo, no lo hizo. Ella se enojó cuando se enteró de lo que yo había pasado y le entregó un puñetazo Boreas a la barriga expuesta de Gyes antes de verter agua sobre su cabeza. Una vez que parecía una rata ahogada, ella le miró y le dijo: “Ahora estamos a mano”.

Eris nunca dejaba de impresionarme.

***

Por el momento, estábamos en la casa de Gustav. Era la más grande de la aldea, bien por encima del suelo entre los árboles. De tres pisos de alto y construido de madera, parecía que se derrumbaría instantáneamente en un terremoto, pero era lo suficientemente resistente como para que un adulto corriendo por dentro no causara ni un solo temblor.

Éramos ocho aquí: Eris, Ruijerd y yo, así como el líder de la tribu Doldia Gustav y su hijo Gyes, el líder de los guerreros. Una de las chicas que rescaté de los contrabandistas, Minitona, la hija de Gyes, también estaba presente. Su hija mayor, Linianna, aparentemente estaba estudiando en otro país. Y luego había otra chica que habíamos rescatado que era de la tribu Adoldia: la hija del líder de la tribu Adoldia, Tersena. Era una chica de orejas de perro que estaba muy bien desarrollada para su edad. Ella había estado planeando regresar a casa, pero eso se interrumpió cuando comenzó la temporada de lluvias, y pasaría los próximos tres meses aquí.

Las chicas hablaban animadamente, con gestos y maullidos, de cómo casi habían sido secuestradas. “Estoy tan contenta de no haber sido secuestrada. Escuché que hay una familia noble, enferma y retorcida en Asura que sólo está sexualmente interesada en la gente beastfolk. Quién sabe qué me habría pasado.”

Gallus también habló de cómo cierta familia noble pagaba especialmente bien por los beastfolk con sangre de Doldia. Los que eran fáciles de entrenar, al parecer, se vendían a los precios más altos.

“No hay lugar entre los nobles de Asuran para ese tipo de escoria!” Y ahí estaba Eris, hablando como si esta conversación no tuviera nada que ver con ella o su familia, aunque era

muy probable que dicha familia noble tuviera un cierto nombre de rústico. Uno que empezó

con la letra G.

Nunca pregunté de dónde venían las doncellas de la casa de Eris, pero quizás algunas de ellas habían sido secuestradas. El abuelo de Eris, Sauros, era un buen hombre, pero su visión del mundo tenía aspectos extraños. Bueno, yo mantendría la boca cerrada. Algunas cosas es mejor no decirlas.

Eris pareció recordar algo porque de repente les mostró el anillo en su dedo. “Por cierto,

¿conoces a Ghislaine? Este anillo de aquí le pertenece.” Eris no conocía la lengua del Dios Bestia, así que ella les hablaba en ellos en la lengua humana. De los presentes, los únicos que podíamos entender el idioma aparte de Ruijerd y yo éramos Gustav y Gyes.

“¿Ghislaine…?” La cara de Gyes se arrugó. “¿Ella…. sigue viva?” “¿Eh?”

Su voz se llenó de asco. Escupió las palabras como si le hubieran dejado un sabor amargo en la lengua. “Ella es una mancha en nuestra tribu.”

Ese fue sólo el comienzo de Gyes golpeando a Ghislaine. Habló en la lengua de los hombres para que Eris pudiera entenderlo. Su voz estaba llena de emoción y no era apta para un hermano mayor que hablaba de su hermana menor, mientras hablaba sin parar sobre el error que cometió Ghislaine como persona.

Fue difícil para mí escucharlo todo, ya que Ghislaine me había salvado la vida. Parecía que había hecho cosas realmente despreciables en la aldea, pero aún así, todo esto sucedió cuando era una niña. La Ghislaine que conocí era torpe, pero trabajadora. Había cambiado, se había reajustado como persona. No merecía que se hablara así de ella. Era una instructora de espadas muy respetable y una aprendiz consumada de magia.

Así que, pensé, ¿cómo debería decir esto amablemente…? Basta ya con eso.

“Ese anillo también, era algo que nuestra madre le dio para que dejara de volverse loca sin razón. No es que haya servido de algo. Ella era una inútil destructiva”.

“Tú…” Empecé a decir.

“¡Oh, cállate! ¿¡Qué sabes de Ghislaine!?” Eris me interrumpió, gritando con una voz lo suficientemente fuerte como para dividir la casa en dos. Los otros quedaron atónitos por su arrebato. Después de todo, sólo Gyes y Gustav podían entender el idioma.

Temía que Eris se volviera violento. Pero en vez de eso, parecía frustrada, con lágrimas en los ojos. Movió sus manos en puños temblorosos, pero no los movió.

“¡Ghislaine  es  increíble!  ¡Increíblemente  asombrosa!  ¡Si  pides  ayuda,  ella  vendrá

inmediatamente! ¡Es súper rápida! ¡Y súper fuerte!” Las palabras que Eris probablemente ni siquiera estaba pensando en derramar de su boca. A pesar de que los otros no entendían lo que ella decía, el dolor en su voz transmitía el significado lo suficientemente bien. Y también expresaba mis emociones.

“Ghislaine es… hic… guh… no alguien a quien puedas simplemente… hic…” Eris intentó lo mejor que pudo para no golpear a nadie, incluso a través de sus lágrimas.

Así es, no podía golpear a Gyes aquí. Ghislaine había sido violenta durante su estancia en

esta aldea. Si Eris moviera el puño, Gyes podría decir: “¿Ves? Son dos guisantes en una vaina”.

Cuando miré a Gyes, parecía confundido. “No, no puedo…. Esto es increíble. Ghislaine…

¿es respetada? Esto no puede…”

Viendo eso, aplasté mi ira. “Detengamos esta conversación aquí”, sugerí, poniendo mis brazos alrededor de los hombros de Eris.

Eris me miró con incredulidad. “¿Por qué… Rudeus, odias… a Ghislaine?”

“No, a mí también me gusta Ghislaine. La persona que conocemos y la que ellos conocen pueden compartir el mismo nombre, pero ella es una persona diferente”. Miré a Gyes. Incluso él reconsideraría su postura si se encontrara con Ghislaine ahora. El tiempo cambiaba a la gente. Lo sabía de primera mano.

“…Bien.” Eris no parecía satisfecha, pero al menos parecía aliviada por lo que le dije. “Espera, ¿es Ghislaine una persona tan increíble ahora?”

“La respeto, al menos.”

Mis palabras llevaron a Gyes a una profunda contemplación. Considerando lo que le habíamos oído decir, debe haber pasado mucho entre él y Ghislaine. Hervía de ira por la mera mención de ella. Estar emparentado por sangre lo empeoró.

“Entonces, ¿podrías disculparte con nosotros?” “…mis disculpas.”

La atmósfera se volvió un poco incómoda después de eso. Quizás porque era la segunda vez que obligábamos a Gyes a disculparse ese día.

En cuanto a Ghislaine, me había olvidado completamente de ella el año pasado, pero probablemente también había sido desplazada durante el incidente. Me preguntaba dónde estaba y qué estaba haciendo. Conociéndola, pensé que probablemente nos estaba buscando a Eris y a mí. Era frustrante que no pudiéramos reunir ninguna información durante nuestro tiempo en el puerto de Zant.

***

Pasó una semana. La lluvia continuó cayendo todo el tiempo. Nos dieron una casa vacía en el pueblo y pasamos nuestro tiempo allí. Nos dieron comida sin importar si contribuíamos o no, ya que se nos consideraba héroes del Gran Bosque, a pesar de que la aldea estaba en una situación desesperada después de los daños causados por el incendio.

La tierra se inundó, y el caos estalló cuando un niño cayó al agua. La gente estaba muy

sorprendida pero agradecida cuando usé mi magia para salvarlo. Pensé que tal vez debería usar mi magia para volar las nubes de lluvia, pero me di por vencido rápidamente. Roxy lo dijo ella misma: Manipular el clima no fue una buena idea. Si obligara a que dejara de llover, algo horrible podría pasar en el bosque.

Para ser honesto, sólo quería que se apurara y se detuviera para que pudiéramos seguir adelante. Pero se suponía que se detendría después de tres meses. Tuve que aguantar hasta entonces.

Estaba lloviendo cuando decidí dar un paseo por el pueblo. Dado que se trataba de un pueblo, no había ningún armero, ni posada de ningún tipo. En su mayor parte se trataba de viviendas y almacenes privados, o cuarteles de guardia para sus guerreros. Todo esto fue construido sobre los árboles.

¡Este pueblo era de verdad, en 3-D! Realmente fascinante. Mi corazón palpitaba de emoción al andar por ahí. Había un punto en el que no se le permitía seguir adelante. Aparentemente había un lugar especial más allá de ese punto. No tenía intención de entrometerme.

Durante mi caminata, encontré un sendero que se cruzaba en dos niveles. Esperé en la de abajo con la esperanza de que una chica pasara por encima de mí, pero era Geese quien lo cruzaba.

“¡Yo, novato! Así que tú también saliste, ¿eh?”

Parecía feliz y me saludó con la mano. También había recibido amnistía por sus contribuciones cuando la aldea estaba en problemas. “Sí. Nunca lo vuelvas a hacer, dijeron. Imbéciles, todos ellos. Por supuesto que lo haré de nuevo”.

“¡Hola a todos! ¿Escuchaste eso? ¡Este tipo no ha aprendido la lección!”

“¡Hey ahora! Vamos, ya basta. No puedo huir ahora mismo, no hasta que termine la temporada de lluvias”.

En otras palabras, estaba planeando repetir su error. Honestamente, qué caso tan inútil. “Además, permíteme devolverte el chaleco.”

“Te dije que dejaras de ser tan educado. Sólo toma el chaleco”, dijo. “¿Estás seguro?”

“Todavía hace frío en esta temporada.”

Aún así, al menos no parecía un tipo totalmente malo. La forma en que era amable y sin embargo no comprometido me recordaba a Paul. Paul… me preguntaba si le iba bien.

***

Pasaron dos semanas, y la lluvia no paraba.

Me enteré de que los Doldia tenían su propia magia secreta. Les permitía encontrar enemigos usando un aullido de gran alcance, y con sus voces especiales, podían hacer que sus oponentes perdieran su sentido del equilibrio. La forma en que Gyes me paralizó con su voz fue uno de esos tipos de magia. Por lo que escuché, parecía ser una magia que manipulaba el sonido.

Cuando le dije a Gustav “Me encantaría que me enseñaras”, aceptó de corazón. Desafortunadamente, no importa cuántas veces me lo haya demostrado, no podía imitarlo perfectamente. Parecía que la magia dependía de las cuerdas vocales únicas de los Doldia.

Por supuesto que sí, pensé amargamente. Con toda probabilidad no podría usar la mayor parte de la magia única que poseían las tribus individuales. Parecía injusto que la gente beastfolk y otras razas pudieran usar la magia humana tan fácilmente. Sabía que el elemento clave era canalizar el maná en mi voz, pero no importaba cómo lo hiciera, el resultado siempre era mediocre. Lo mejor que pude hacer fue hacer que mi oponente se estremeciera por un momento. Después de todo, parecía que yo no sería un Wagan.

En ese sentido, Gustav estaba bastante sorprendido de cómo usaba la magia sin cantar. “¿Las escuelas de magia de hoy en día también enseñan eso?”

“Es porque mi maestra me enseñó muy bien”, le expliqué, alabando a Roxy sin razón aparente.

“¿Oh? ¿Y de dónde es tu maestra?”

“La tribu Migurd, de la Región Biegoya del Continente Demoníaco. Su magia…. creo que aprendió de la Academia de Magia?”

Cuando le dije a Gustav que yo también planeaba ir a la Academia de Magia, se sintió impresionado y dijo: “Wow, ya estás en ese nivel y aún así estás motivado para mejorar?”. Eso me hizo sentir bien.

***

Pasaron tres semanas.

En este pueblo también aparecieron monstruos. Uno de ellos era un trotamundos, surfeando rápidamente sobre el agua, sólo para saltar repentinamente y atacar. Otra era como una serpiente de agua que se deslizaba a lo largo de los árboles. La aldea estaba custodiada por su banda de guerreros, pero sus impresionantes narices y sus voces sonoras no sirvieron de nada bajo la lluvia, por lo que a menudo los monstruos se escabullían de su atenta mirada e infestaban la aldea.

Mientras Eris y yo caminábamos, uno de los niños de la familia beastfolk casi es arrebatado

por un reptil parecido a un camaleón justo antes que nosotros. Inmediatamente lo derribé con mi cañón de piedra, y el niño movió adorablemente la cola y me dio las gracias.

Era extrañamente popular entre los niños de esta aldea, sin duda porque yo era el héroe que los salvó en su momento de necesidad. Ocasionalmente se me acercaban y me lamían la mejilla o me mostraban la colección de bellotas que habían recogido antes de que llegara la temporada de lluvias. Prácticamente era una celebridad.

Eris, en una verdadera muestra de la infamia de su familia, no pudo contener su emoción cuando vio una reunión tan grande de tantos niños adorables con orejas y colas. Molestaba a los niños respirando erráticamente mientras les daba palmaditas en la cabeza y tocaba sus colas.

No era posible quedarse de brazos cruzados mientras criaturas tan adorables eran atacadas por monstruos. Por eso propuse que Ruijerd ayudara con las defensas de la aldea, pero se opuso a la idea.

“Los guerreros de aquí se enorgullecen de su papel en la aldea”, dijo. Proteger esta aldea era su deber. Mientras no solicitaran la ayuda de un forastero, no era asunto nuestro entrometernos. Esa era la creencia de Ruijerd, de todos modos. No lo entendí en absoluto.

“¿Pero no es la seguridad de los niños más importante que eso?”

Ruijerd se detuvo y pensó durante unos segundos antes de girarse hacia Gyes para pedirle su opinión.

Gyes dio la bienvenida a la idea. “Oh, Maestro Ruijerd, ¿nos va a prestar su ayuda? ¡Eso sería de gran ayuda!” El incidente del secuestro había reducido drásticamente el número de sus guerreros. Así que Gyes ofreció compensar a Ruijerd por su ayuda en nombre del grupo guerrero.

Así fue como todos los monstruos de la aldea fueron exterminados. Ruijerd los encontraría y yo usaría mi magia para derrotarlos. Recuperábamos sus cuerpos, los despojábamos de materiales útiles y se los vendíamos a Gyes. Fue un ciclo beneficioso.

Ruijerd tenía razón en una cosa. Los guerreros de la aldea nos desaprobaron al principio. No fue hasta que aniquilamos despiadadamente a cualquier monstruo que entró en la aldea y se dieron cuenta de que la temporada de lluvias pasaría sin ninguna baja que finalmente estallaron en sonrisas.

“Pensé que su tribu tenía más orgullo que esto. Es vergonzoso, confiar la protección de su pueblo a otra raza.” Ruijerd era el único al que le molestaba esto. Parecía que la gente beastfolk de hace varios cientos de años era muy diferente de sus homólogos modernos.

***

Pasó un mes.

La fuerza del aguacero parecía estar disminuyendo, pero probablemente era sólo mi imaginación. Eris, Minitona y Tersena se estaban haciendo amigas rápidamente. Parecía que les gustaba viajar juntos a pesar de la lluvia. Me preguntaba qué estaban haciendo.

Resulta que Eris les estaba enseñando la lengua humana. Sí, ya me has oído. Eris estaba enseñando un idioma a otras personas! Este no era el momento ni el lugar para irrumpir e intentar ayudarla; sólo destruiría su imagen. Después de todo, yo era un hombre que sabía leer la conversación.

Esta fue la primera vez que Eris tuvo amigas de su edad. Me enorgulleció verla llevarse tan bien con las chicas. El pelo rojo, las orejas de gato, las orejas de perro…. Verlos a todos retozándose alegremente fue más que suficiente para mí.

Aunque Eris debería tener cuidado de no abrazarlas así sin pensar. Podrían malinterpretar sus intenciones, como hicieron conmigo. De hecho, el Sr. Gyes estaba mirando. ¿Cómo se sentiría como padre al ver a Eris con las fosas nasales abiertas y abrazando a su hija?

“Ah, Lady Eris, le agradezco que se lleve tan bien con mi hija.”

¿Qué diablos…? ¡Esta fue una reacción totalmente diferente a la que él me dio! Debería haber sido capaz de oler la emoción que irradia Eris ahora mismo, así que ¿por qué no lo hizo? Esa era la diferencia entre hombres y mujeres, supongo. Sí, tenía que ser eso. Por supuesto que lo era.

“Por cierto, siento mucho lo de Ghislaine. No nos hemos visto en mucho tiempo, así que quizás la he malinterpretado. Parece que mi hermana menor ha crecido un poco durante su tiempo en el mundo.” Inclinó la cabeza. Parecía que había llegado a un acuerdo con eso en el último mes. Eso estuvo bien.

“Por supuesto que sí. ¡Ella es la Rey Espada Ghislaine! ¿Y sabes qué más? Ghislaine también puede usar magia ahora”, se jactó Eris.

“Hahaha, ¿Ghislaine usando magia? Lady Eris, sus bromas son muy hábiles”. “En serio”, insistió Eris. “Rudeus le enseñó lectura, aritmética y magia.” “¿Lord Rudeus hizo…?”

Después de eso, Eris empezó a jactarse ferozmente de Ghislaine y de mí. Habló de mis lecciones en la región de Fittoa. Empezó con lo mal que ella y Ghislaine habían aprendido, y lo mucho que me respetaba por seguir con las dos y enseñarles todo el camino hasta el final. Me dio vergüenza escucharlo.

Gyes dijo lo impresionado que estaba una y otra vez, y cuando finalmente los tres se

separaron, se acercó a la caja de madera en la que me había escondido para escuchar a escondidas. “Dime, ¿qué hace un profesor respetable en un lugar como éste?”

“Observar a la gente es un pasatiempo mío”, tartamudeé.

“Ah, sí, parece un pasatiempo muy noble. Por cierto, ¿cómo le enseñaste a Ghislaine a leer?”

“Nada especial, en realidad. Lo hice de la manera normal”. “¿De la forma normal…? No puedo imaginarlo”, dijo Gyes.

“Cuando era aventurera, pasó por muchas dificultades porque no tenía educación. Tiene sentido que no puedas imaginártelo”.

“Así que esa es la historia. Cuando era pequeña, mi hermana nunca era feliz a menos que pudiera golpear a alguien cuando le sucedía algo que no le gustaba”.

A juzgar por lo que decía, Ghislaine sonaba como si fuera igual a Eris cuando era una niña pequeña. Específicamente, las partes en las que se peleaba con la gente y que, por ser fuerte, pocos podían detenerla. Gyes debe haberse quemado por ese fuego muchas veces. No era un buen hermano mayor si era mucho más débil que su hermana pequeña.

Hablando de hermanos mayores, yo también lo era. Me preguntaba si a Norn y Aisha les iba bien. Quería escribirles una carta, pero se me olvidó. Una vez que dejaba de llover, nos dirigíamos a la capital del País Santo de Millis, y allí le enviaría una carta a Buena Village. Si hubiera enviado uno del Continente Demoníaco probablemente no lo habría logrado, pero seguramente no tendría problemas si lo enviara desde Millis.

“Por cierto, Maestro Rudeus.” “¿Sí?”

“¿Cuánto tiempo planeas quedarte dentro de esa caja de madera?”

Hasta que vinieran aquí a cambiarse, por supuesto. Era casi de noche, después de todo. Ahora mismo iban a jugar en el agua, pero después tendrían que cambiarse a la ropa de dormir.

“Olfatea, olfatea… Puedo oler la excitación sexual en ti.”

“¿¡Qué!? De ninguna manera; eso es absurdo. ¿Quizás en alguna parte hay una cierta chica amante de los beastfolk que se ve extasiada ahora que se ha liberado?”

Mientras intentaba hacerme el tonto, la ceja de Gyes se movió. “Maestro Rudeus. Estoy agradecido  por  lo  que  hiciste  antes.  También  me  disculpo,  incluso  ahora,  por  haberte

malinterpretado.” Su tono cambió repentinamente. “Pero si le pones la mano encima a mi hija,

será una historia completamente diferente. Si no sales de esa caja ahora mismo, voy a tirarla a las aguas”.

Lo decía en serio. No lo dudé. Salté de esa caja en un instante, a la misma velocidad que uno de esos piratas de Tomy Pop-up.

“Soy un protector de este pueblo. No quiero tener que decirte esto, pero… contrólate un poco”.

“Sí, señor.”

Sí, bueno, me dejé llevar un poco. Eso lo admitiré

***

Pasó un mes y medio.

Ruijerd y Gustav se llevaban como una casa en llamas. Ruijerd visitaba con frecuencia la casa de Dedoldia, y los dos bebían juntos e intercambiaban cuentos de su pasado. Las historias estaban llenas de sangre, pero en realidad eran muy interesantes de escuchar. Casi como escuchar a un ex-miembro de una pandilla de motociclistas exagerar sobre lo malvado que era en sus días de juventud. Excepto las cosas que Ruijerd y Gustav decían probablemente pasaron.

Gracias a esas conversaciones, comprendí mejor a la gente beastfolk. “Beastfolk” era un término genérico para las tribus que vivían en el Gran Bosque. Hubo muchos que se originaron aquí pero cruzaron al Continente de los Demonios y llegaron a ser referidos como demonios. Una característica externa de estas tribus era que una parte de su cuerpo conservaba una apariencia animal. Cada tribu también tenía uno de los cinco sentidos mejorados. En un sentido amplio, Nokopara y Blaze también formaron parte de la gente beastfolk.

Los Doldia eran particularmente especiales entre las tribus de la gente beastfolk. Sólo una tribu mantuvo la paz del bosque mientras protegía a la Bestia Sagrada. Esa era la Doldia.

Luego estaban la Dedoldia felina y la Adoldia canina. Esas fueron las dos familias primarias que se dividieron en una docena de familias filiales. En otras palabras, la realeza del Gran Bosque. Aunque no estaban haciendo mucho para merecer el título, eran ellos los que liderarían cuando surgiera la necesidad.

También había duendes y hobbits que vivían en el Gran Bosque. Estaban concentrados en la parte norte del bosque, por lo que no tenían mucho contacto con la gente beastfolk. Sin embargo, todas las tribus se reunían una vez al año y participaban en una fiesta cerca del Gran Árbol Sagrado. Según Gustav, aunque sus tribus tenían diferencias, todos vivían como amigos en el Gran Bosque.

En cuanto a los enanos, no vivían en el Gran Bosque, sino más al sur, al pie de las Montañas

Wyrm azul. Los dragones azules volaron a través del mundo y sólo regresaron a la cordillera para anidar cuando estaban poniendo huevos o criando a sus crías, como aves migratorias. Sin embargo, a diferencia de las aves migratorias, sólo regresan una vez cada diez años.

Desde tiempos inmemoriales, los hombres y las bestias han pasado por la guerra y la amistad entre ellos. Una guerra, que en realidad era más bien una pequeña competición, tuvo lugar hace apenas cincuenta años. Gustav nos contó historias de su participación, y de cómo la banda de guerreros más fuerte beastfolk derribó a un grupo de soldados humanos que se habían adentrado en el bosque. Fue bastante dramático, pero escuchar cómo se desarrollaron las cosas desde el punto de vista de la gente beastfolk fue bastante fresco y entretenido.

Para contrarrestar esto, Ruijerd sacó su carta de triunfo, la historia del Clan Superd durante la Guerra de Laplace. Los dos intercambiaron bromas como si estuvieran compitiendo, pero dado que ambos eran viejos, se convirtió más o menos en un sermón sobre los buenos tiempos.

“Los guerreros de hoy en día son una completa desgracia.”

“Entiendo perfectamente lo que quiere decir, Maestro Ruijerd. Muchos de ellos son frágiles y débiles”.

“Exactamente”, dijo Ruijerd. “Los hombres de mi juventud eran duros y fuertes.”

Espíritus literalmente afines. Este podría haber sido un mundo diferente al mío, pero la camaradería de los ancianos era la misma.

“Tienes toda la razón. Gyes puede guiar a los guerreros ahora, pero carece de juicio. Es bueno dirigiendo a la gente, pero si pudiera evaluar mejor las situaciones, entonces el Maestro Rudeus no habría pasado por todo eso”, dijo Gustav.

Ruijerd no estaba de acuerdo. “No, Rudeus es un guerrero. Debería haber comprendido que si bajaba la guardia en territorio enemigo, corría el riesgo de ser capturado y mantenido cautivo. Sin embargo, aún así bajó la guardia. Si se hubiera tomado las cosas en serio, habría podido superar a alguien como Gyes. Ese fue su propio fracaso”.

Ouch. Por muy cierto que fuera, eso dolió. Ruijerd tenía fe en mí, por eso me permitió ir solo.

Sin embargo, me atraparon tan fácilmente. En cierto modo, traicioné su confianza.

“Pero, Maestro Ruijerd, ¿no es eso un poco cruel? A tu camarada le pasó algo terrible”. “Como guerrero, debes asumir la responsabilidad de tus propias batallas. Además, Rudeus

pudo haber escapado por su cuenta en cualquier momento. Aprecio que confíe en mí como su compañero, pero no es un niño. Un guerrero no obliga a sus camaradas a una posición difícil dejándose atrapar”.

Chico, Ruijerd, seguro que estás borracho, pensé. Tal vez podrías escapar por tu cuenta si

te atrapan, pero trata de no esperar demasiado de mí. Mis poderes no son ilimitados, ¿de acuerdo?

 ***

Pasaron dos meses.

Siempre que estaba en mi cuarto, la Bestia Sagrada venía corriendo. La bestia vivía más profundamente en el pueblo junto a las flores y las mariposas, pero una vez al día, durante su paseo, vagaba libremente por el pueblo. Su ruta favorita (y actual) era donde yo estaba.

“Vaya, pero si es la Bestia Sagrada. ¿Qué haces aquí con un adicto al sexo como yo?” “¡Ruff!”

“La vida es un desastre, ¿eh?” “¡Ruff!”

Esa no fue una gran respuesta.

No estaba seguro si la Bestia Sagrada era macho o hembra, pero de cualquier manera se sentó a mi lado. En ese momento tenía en mis manos los inicios de una figurita. Parecía que pasaría algún tiempo antes de que dejara de llover, así que decidí intentar hacer una.

Fue modelada según Ruijerd. Te estarás preguntando por qué lo elegí, pero piénsalo. Los Superd eran mocosos sin rostro. La gente temblaba de miedo cuando veía el pelo verde, pero no había color en la figura que hice. Era sólo una figura de piedra completamente gris ceniza. Quizás si fuera lo suficientemente impresionante, la gente podría llegar a aceptarlo más.

Primero fue la silueta. El cabello sería lo último.

“Guau”. La Bestia Sagrada apretó su cuerpo contra mi muslo y apoyó su cabeza sobre mi rodilla. Estaba desconcertado, dado que nunca antes se me había acercado un animal de esta manera.

“¿Arf?” Me miró las manos como si fuera a preguntarme qué estaba haciendo. El cachorro estaba bastante tranquilo a pesar de su corta edad.

Finalmente decidí acariciarle el cuello. “No tengo nada más que hacer, así que estoy creando algo.”

“Guau”. La bestia me lamió la mano y movió la cola. Claramente no me odiaba. Todavía estaba lloviendo afuera, así que probablemente tampoco tenía nada más que hacer. Probablemente anhelaba algo de emoción.

“¿Quieres jugar?” “¡Woof!”

Así que los dos nos enfrentamos y nos peleamos. Conseguí disfrutar de su suave y esponjoso pelaje, y la Bestia Sagrada recibió una cantidad moderada de ejercicio. Una situación en la que todos ganan.

Knock, knock. Alguien golpeaba la puerta mientras jugábamos. “¿Hm? Entra”.

“Discúlpeme”. Una mujer vestida de guerrera entró. Fue Laklana. Era una de las encargadas de la Sagrada Bestia, y venía a buscarla cuando se acercaba el final de su paseo.

“Encantado de volver a verte.”

“Usted también, Maestro Rudeus. Además, en esa época antes de…” Cada vez que me veía, Laklana se disculpaba por la vez que me tiraba agua fría y helada. La primera disculpa había sido más que suficiente. “Aparte de eso, ¿podrías dejar de estar tan apegado a la Bestia Sagrada?”

“¿De qué estás hablando? Sólo me estoy divirtiendo jugando con él”.

¿Qué, fue otra falsa acusación? Realmente no se arrepintió de nada, ¿verdad? Si ella no tenía cuidado con sus palabras, la próxima vez ella sería la que estaría desnuda en una celda de la cárcel y yo sería el que vertiría el agua.

“Pero puedo oler tu excitación.”

“… No es por la razón que estás pensando.”

La verdadera razón era porque cada vez que ella venía e inclinaba la cabeza, mi pervertido interior comenzaba a susurrar: “Eh, señorita, si pudieras resolver esto con un simple arrepentimiento, no tendríamos que llamar a la policía, ¿no es así? Si realmente quieres resolver esto, sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad? Llevémoslo al dormitorio juntos”.

“La Bestia Sagrada es extremadamente preciosa para los Doldia. Sé que lo salvaste del daño, pero desarrollar sentimientos por ello es…”

“Excepto que no tengo ningún sentimiento por ello.”

La Bestia Sagrada era un tipo de bestia mágica que nacía una vez cada pocos cientos de años. No tenía un nombre propio. Desde tiempos inmemoriales, sólo apareció cuando el mundo se enfrentó a una crisis, y cuando se convirtió en adulto, se ponía al lado de un héroe, usando su gran poder para salvar al mundo.

Así fue la leyenda, de todos modos. Por eso la Bestia Sagrada fue criada con tanto cuidado,

en lo profundo de la Aldea Doldia, en un área restringida donde había un gran árbol al que llamaban el Árbol Sagrado. Así que, por supuesto, había vivido una vida protegida. Tenían cuidado de no exponer al cachorro al mundo exterior, del que sabía muy poco. Sin embargo, seguía siendo un perro, así que le dieron tiempo para dar un paseo una vez al día.

Aparentemente, pasarían otros cien años antes de que la Bestia Sagrada alcanzara la edad adulta. Si las historias fueran ciertas, el mundo se encontraría con la calamidad entonces. Mientras tanto, Laklana supervisaba la protección de la Bestia Sagrada. En cuanto al Árbol Sagrado, estaba situado más allá del camino bloqueado que había visitado anteriormente.

“¿Podría ser que…. Lord Rudeus es el héroe?” “¡Woof!” El cachorro dio un ladrido.

La expresión de Laklana se convirtió en asombro. “¿¡Qué!? ¿Qué estás diciendo?”

¿Hm? ¿De qué estaba hablando? “¡Arf!”

“Ya veo entonces, pero-” “¡Woof!”

“…lo entiendo.”

¿Por qué diablos le hablas a este perro como si estuvieras teniendo una conversación normal? Pensé. Podía oírlo ladrar. Esa definitivamente no era la lengua del Dios Bestia. ¿Cómo lo estaba entendiendo? ¿Estaba usando un traductor nativo?

“La Bestia Sagrada dijo que tú no eres el elegido.” “Me lo imaginaba.” Aunque deseaba que lo explicara.

“Pero parece que la Bestia Sagrada te está muy agradecida”.

“Me dejaron en esa celda todo el tiempo, así que pensé que se había olvidado de mí.” “¡Woof!”

“Lamentable, dijo la Bestia Sagrada, pero nos pidió que te diéramos comida deliciosa.

Maestro Rudeus, disfrutó de la comida que le dimos, ¿no?”

Ciertamente. La comida al menos era muy buena. También recibí segundas cuando las pedí. Pensé que era extraño para una cárcel. ¿Así que la Bestia Sagrada lo había arreglado

para mí? Usar la comida como una forma de gratitud sonaba exactamente como algo que haría

un perro.

“Aunque si fueras a hacer eso, hubiera preferido que me soltaras de mi celda, al menos.” “¡Woof!” (O aparentemente, “¿Qué es una celda?”)

“Un lugar donde encierras a la gente mala”, le expliqué. “¡Arf! (‘Pero también estoy encerrado.’)”

Continuamos un poco más tarde, conversando con Laklana como nuestra intérprete. Parecía que la Bestia Sagrada no sabía todos los detalles de lo que había pasado. Eso incluía no ser consciente del olor a excitación que Gyes decía que se me estaba desprendiendo, o por qué Gyes me había puesto bajo custodia. Tampoco parecía saber mucho sobre el significado de su secuestro, más allá de que fue una experiencia aterradora. En otras palabras, era sólo un niño. No estaba bien exigirle reparaciones a un niño, así que me di por vencido.

“Viví más cómodamente gracias a ti, así que gracias.” Ante mi gratitud, movió la cola y me lamió la cara.

Heh heh, seguro que eres muy guapo, pensé mientras le acariciaba el cuello, sólo para que me empujaran al suelo. Aah, no puedes! ¡No donde la gente pueda vernos…!

“Maestro Rudeus, esta es la forma en que la Bestia Sagrada muestra respeto. ¿Podrías, por favor, tratar de contener tu afecto?”

“Estás malinterpretando, lo que estás oliendo es mi excitación por tu culpa.” “¿¡Eh!?”

“Eso fue grosero de mi parte; no lo tengas en cuenta.” Mierda, mierda. Dejé que se me escaparan mis verdaderos sentimientos.

“Ejem… Bestia Sagrada, es hora de que volvamos al Árbol Sagrado.” “¡Woof!”

La bestia se giró obedientemente para irse, tal y como se le había dicho, y se fue sin una sola queja. Esto se convirtió en algo cotidiano. Pero mantengamos en secreto que unos días después, Laklana se enojó muchísimo conmigo cuando traté de enseñarle a la Bestia Sagrada cómo sacudirla.

Así de fácil, sin que ocurriera nada terriblemente accidentado, pasaron tres meses y dejó de llover.