Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 4

Capítulo 4: El Sabio A Bordo

 

 

Esa noche, el hombre asociado con la organización de contrabando, Gallus, se fue después de decirnos que estaría en contacto. Nos vimos obligados a esperar quince días hasta que envió a un hombre con más detalles sobre el trabajo.

Las mercancías de contrabando se alojarían temporalmente en un edificio en el que nos infiltraríamos. Liberaríamos a los que habían sido secuestrados y los escoltaríamos de vuelta a sus hogares. En cuanto a cómo lo haríamos, Gallus nos lo dejó a nosotros.

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La información era vaga y el plan sonaba descuidado. Aún así, sólo éramos espadas de alquiler. Todo lo que necesitábamos hacer era cumplir nuestra misión. Había cierto peligro, así que decidimos que sólo Ruijerd y yo llevaríamos a cabo esta misión. Eris se quedaría en la posada.

***

 

 

Era medianoche el día de la operación. La luna no se veía por ninguna parte. El lugar en cuestión era un muelle situado en el borde del puerto. Era espeluznantemente silencioso, el único sonido era el eco de las olas del océano. Una sospechosa figura estaba junto a un pequeño barco, una capucha bajada sobre su cabeza para ocultar sus ojos.

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Si querías que alguien cruzara la frontera de contrabando, este era el tipo. Tal y como habíamos acordado en nuestra reunión informativa de antemano, le entregué a Ruijerd. Según las instrucciones, las manos de Ruijerd estaban encadenadas detrás de él.

Un contrabandista trataba a cualquiera que trataba como un esclavo. El transporte de esclavos costaba cinco monedas de mineral verde en general, pero estábamos exentos. Sin embargo, el hecho de que Gallus hubiera pagado por nosotros por adelantado no cambiaba la forma en que nos estaban tratando. No nos trataban como mercenarios que Gallus había contratado, sino como criminales que traficaban con esclavos.

“Muy bien, lo dejo en tus manos.”

El contrabandista no dijo una palabra. Simplemente asintió, guió a Ruijerd al pequeño bote y le puso un saco en la cabeza. El barco tenía un solo barquero, pero había muchos otros a bordo con sacos sobre sus cabezas. A juzgar por sus alturas, ninguno de ellos era un niño.

Una vez que Ruijerd estaba a bordo, el contrabandista le dio una señal al barquero. Este último, que estaba sentado a la cabeza de su pequeña nave, cantó un hechizo. El pequeño barco despegó sin hacer ruido, deslizándose por el agua a través de la oscuridad de la noche. No podía oír las palabras con claridad, pero parecía ser un hechizo de agua que creaba una corriente que las impulsaba hacia adelante. Algo que yo también podría hacer.

El pequeño barco se dirigió hacia un barco mercante anclado en mar abierto, donde los esclavos fueron trasladados para ser embarcados a primera hora de la mañana. Incluso desde su  lugar  en  el  barco  más  pequeño,  Ruijerd  siguió  mirándome  todo  el  tiempo.  Sabía exactamente dónde estaba, a pesar de la bolsa en su cabeza.

Al verlo, escuché “Goodbye, My Lover” (Adiós, mi amante) jugar en el fondo de mi mente.

¡No, espera, no! ¡No era mi amante! Y de todos modos, no fue un adiós porque esto era sólo temporal.

Al día siguiente, vendí el lagarto que habíamos estado montando durante el año pasado. El corcel nos había traído hasta aquí desde la ciudad de Rikarisu, y era lo suficientemente fiable como para desear haber podido llevarlo a la Región de Fittoa con nosotros, pero nos habría costado más traerlo en el barco. Además, podríamos usar caballos en el Continente Millis. Los caballos de este mundo eran rápidos, y su resistencia estaba en un nivel completamente diferente. Ya no necesitábamos montar en la lagartija.

Eris envolvió sus brazos alrededor del cuello del lagarto y le dio unas palmaditas. No intercambiaron palabras, pero fue una triste despedida. La lagartija se había encariñado con Eris. A menudo, durante nuestros viajes, le lamía la cabeza y le dejaba el pelo empapado de babas.

No podíamos seguir llamándolo “lagarto” para siempre. Al menos deberíamos darle un nombre. De acuerdo, de ahora en adelante tu nombre será Guella Ha, lo decidí. Guella Ha, un hombre del mar que anhelaba más compañeros humanos.

“Este es realmente obediente. Debes haberla entrenado bien en tus viajes, ¿eh?” El comerciante que manejaba lagartos quedó impresionado.

“Supongo que sí”.

Ruijerd fue quien lo entrenó. No es que haya hecho algo especial, pero ciertamente hubo una dinámica de sirviente-maestro entre él y Guella Ha. El lagarto debe haberse dado cuenta de que era la persona más poderosa de nuestro grupo. Por otro lado, no me gustaba en absoluto y me mordió varias veces.

Hm….sí, pensar en ello me ha cabreado.

“Ha ha ha, justo lo que esperaría del Maestro de la Perrera del Dead End. Eso añadirá algo extra a este. La mayoría de la gente trata a estos tipos con demasiada dureza, y eso hace que mi trabajo de reentrenamiento sea mucho más difícil”. El comerciante era de la tribu Rugonia, una raza de hombres con cabeza de lagarto. En el continente demoníaco, los hombres lagarto entrenaron a los lagartos.

“Es natural tratar a tus compañeros con amabilidad cuando viajan juntos.”

De nuevo, la canción “Goodbye My Lover” sonó en mi cabeza. En mi mano, tenía el dinero que obtuvimos por vender a nuestro compañero. Se sintió como dinero sucio cuando lo pensé de esa manera. Qué extraño.

Dejémoslo con el nombre después de todo. Sólo me hace sentir apegado, decidí. Adiós

entonces, lagarto sin nombre. Nunca olvidaré lo que se siente al montar en ti.

“Wah…” Oí a Eris lloriquear.

Después de vender nuestro caballo, viajamos a pie para abordar nuestro barco.

“¡Rudeus! ¡Es una nave! ¡Es muy grande! Whoa! ¡Se está moviendo! ¿¡Qué es esto!?” Desde el momento en que subió a bordo, Eris empezó a gritar de emoción. Quizás ya se había olvidado de la lagartija. Su capacidad para recuperarse rápidamente fue una de sus fortalezas.

El barco tenía velas y estaba hecho de madera. Era un modelo totalmente nuevo que se había terminado hace apenas un año. No sólo fue este su viaje inaugural, sino que también fue un paso adelante al viajar hasta el Puerto de Zant.

“Pero este es un poco diferente al que vimos antes, ¿verdad?”

“¿Has visto un barco antes, Eris?” ¿No había dicho que era la primera vez que veía el océano?

“¿De qué estás hablando? Tenías uno de estos en tu habitación, ¿recuerdas?”

Claro, recuerdo haber hecho uno de estos. Ese fue un buen recuerdo. En ese entonces, quería trabajar en mi magia de la tierra, así que empecé a hacer cosas. Una vez que me di cuenta de que podía venderlos, empecé a hacer figuras de Roxy a escala 1/10. Hacía tiempo que no lo hacía. Ahora mismo, no sabíamos cuándo iba a necesitar usar mi maná, así que no había hecho ningún entrenamiento que consumiera ese precioso recurso. El único entrenamiento que hice fue físico, junto con Ruijerd y Eris. Realmente había estado holgazaneando recientemente. Una vez que las cosas se calmaron, probablemente necesitaría afinar mis habilidades de nuevo.

“Los hice usando mi imaginación, así que no es de extrañar que no fuera una réplica perfecta”, dije. Sin mencionar que se suponía que era un nuevo tipo de nave. En cuanto a qué parte era nueva, no tenía ni idea.

“Es increíble, ¿no? que algo tan grande puede cruzar el océano.” Eris estaba increíblemente impresionada.

***

 

 

Salimos del puerto tres días después.

Mientras estábamos a bordo, empecé a pensar. Un barco… un barco era un tesoro escondido. Ahora que estábamos a bordo, tenía que haber una escena del evento. Había jugado suficientes sims de citas como para poder decir que sin lugar a dudas.

Por ejemplo, los delfines podrían saltar al costado del barco. La heroína lo veía y decía:

“¡Mira! ¡Increíble!” Y como respuesta diría: “Mis técnicas en la cama son aún más asombrosas”. Entonces ella decía: “¡Qué maravilla! ¡Hazme tuya!” Y yo le decía: “Vamos, nena, no podemos hacer algo así aquí”.


Sí, no, no fue suficiente… ¡Ah! ¡Eso es! ¡Cuando piensas en un barco, piensas en ser atacado en el mar! Un pulpo, un calamar, una serpiente, piratas o un barco fantasma, algo así. Uno de ellos nos atacaría y nos hundiría. Nos dejarían a la deriva, y luego quedaríamos varados. Llegábamos a una isla desierta, donde la heroína y yo, sólo nosotros dos, comenzábamos nuestras vidas juntos. Al principio, ella me odiaría, pero después de superar numerosos obstáculos, poco a poco crecería menos tsun y más dere.

Además, sólo había una cosa que un hombre y una mujer varados en una isla desierta podían hacer juntos. El intercambio de miradas, el calor febril… Dos jóvenes de sangre caliente, sudando entre el eco de las olas del mar. Después, disfrutaremos juntos de la salida del sol. Un paraíso sólo para nosotros dos.

Sobre el tema de un ataque de pulpo, el destino de la heroína ya estaba sellado. Ella sería atacada por numerosos tentáculos, más de lo que uno pensaría que un pulpo de ocho patas podría poseer, y la colgaría en el aire. Su cuerpo se retorcía como si estuviera en agonía. La criatura la envolvía con sus tentáculos y se zambullía bajo su ropa. Fue el mayor espectáculo de todos, uno que haría que la piscina de sudor en las palmas de las manos. Una visión de la que no puedes apartar los ojos, ni por un segundo.

La realidad, sin embargo, era cruel.

Eris estaba sentada pálida en la cabina con un cubo delante de ella. Su emoción por su primer viaje en barco se convirtió rápidamente en náuseas a mitad de camino. Me preguntaba por qué estaba bien montada sobre una lagartija, pero de alguna manera no podía soportar un barco.

Como alguien que nunca había experimentado mareo por movimiento, no podía comprenderlo. Aunque había una cosa que podía decir. No importaba lo suave que fuera el balanceo del barco, no parecía aliviar el sufrimiento de una persona que se mareaba.

Al cuarto día, apareció un pulpo. Al menos, eso es lo que asumí que era. Era de un sorprendente color azul marino y extremadamente grande. Desafortunadamente, no logró capturar a ninguna chica. En vez de eso, fue bruscamente expulsado por un grupo de guardaespaldas de rango S.

No debería haber ninguna misión de escolta disponible. Si lo hubiera habido, lo habría hecho enseguida. Le pregunté a un comerciante cercano, quien me informó que estas personas se especializaban en escoltar barcos. El nombre de su grupo era Aqua Road. Aparentemente tenían un contrato exclusivo con el Gremio de Navieros, y su trabajo principal era actuar como escoltas marítimas. Como resultado, se especializaron en la eliminación de cualquiera de las criaturas que pudieran aparecer en nuestra ruta.

Después de todo, no habría una escena emocionante del evento del tentáculo. Qué lástima.

Dicho esto, había algo que extraer de esto. Me hice a un lado y los vi pelear, por si acaso pasaba algo, así que vi la forma en que peleaban como un grupo.

Para ser honesto, resoplé de risa cuando vi por primera vez sus fortalezas individuales. El espadachín que luchaba en su vanguardia era fuerte, pero no tanto como Ghislaine. El que principalmente desvió los ataques del enemigo y llamó su atención también era un guerrero fuerte, pero nada como Ruijerd. Su retaguardia era la que detuvo al pulpo, un mago que seguramente era más débil que yo.

Estaba decepcionado. ¿Era realmente, así como se veía un grupo en la clasificación S? Pensé que la mayoría de la gente en este mundo era bastante fuerte, pero esta gente no era tan impresionante como me había imaginado.

Sin embargo, rápidamente llegué a una conclusión diferente. Eran un grupo de categoría S. No debería haberme fijado en sus puntos fuertes individuales, sino en cómo trabajaban en equipo. Aunque no eran tan fuertes, se las arreglaron para derrotar a ese pulpo enorme. A pesar de no ser tan fuertes, obtuvieron una calificación de S. Eso era lo importante. Cada persona cumplió su papel dentro del grupo, y así es como ejercía ese poder como grupo. Eso era lo que significaba el trabajo en equipo. Eso era lo que faltaba en el Dead End.

Cada miembro del Dead End era poderoso. ¿Pero qué hay de nuestro trabajo en equipo? El trabajo en equipo de Ruijerd fue excepcional, posiblemente porque él mismo había operado en un escuadrón. Era hábil en las batallas de grupo. Incluso si Eris o yo cometimos un error, podría cubrirnos. También era muy bueno atrayendo el aggro, manteniendo los ojos de la bestia pegados a él todo el tiempo.

Ruijerd también era demasiado fuerte. En realidad, podía matar a nuestros oponentes por su cuenta, pero nosotros le obligábamos a trabajar con un equipo durante la batalla. No lo llamaría exactamente malo, pero no había duda de que distorsionaba las cosas. Pensé que sabía lo que significaba luchar como equipo, pero eso era sólo en teoría. Conocer la teoría no significa que puedas ponerla en práctica. Tenía el hábito de concentrarme en los enemigos que venían hacia mí, y cuando nos superaban en número, confiaba demasiado en Ruijerd.

Eris era horrible. Escuchaba muy bien las directivas, pero cuando se trataba de una batalla real, no podía hacer que su ritmo coincidiera con el nuestro. Estaba demasiado obsesionada con el enemigo que tenía delante, y se lanzaba demasiado a la batalla. Cuanto más tiempo duraba la pelea, menos escuchaba. Aunque la llamáramos, nunca nos cubriría a ninguno de los dos, ni una sola vez.

Por supuesto, ni Ruijerd ni yo lo necesitábamos en primer lugar. Aún así, si esto seguía así y Ruijerd nos dejaba por la razón que fuera, no estaba seguro de poder cubrirla completamente. Aunque tenía un ojo demoníaco, sólo tenía dos manos. Sólo una mano para protegerme y otra para proteger a Eris. En efecto, el alcance de una mano era limitado.





“Rudeuuus…”

Mientras estaba ocupado con mis pensamientos, la pálida y enfermiza cara de Eris apareció en cubierta. Se fue a la deriva, tambaleándose hasta el borde del barco, y vomitó por un costado. En ese momento parecía que no quedaba nada en su estómago, excepto la bilis.

“Qué haces tú ahí arriba… cuando estoy sufriendo así…” “Lo siento. El mar es tan hermoso.”

“Eres tan malo… Waah…” Las lágrimas se acumularon en sus ojos mientras me abrazaba. Su mareo era severo.

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Día cinco. Eris estaba en la cabina y en el suelo como siempre, y yo la atendía constantemente.

“U-urgh… me duele la cabeza…. Cúrame…” “Está bien, está bien.”

Me enteré por uno de los marineros que un poco de magia curativa podría aliviar su sufrimiento. El mareo fue causado por un desequilibrio en el sistema nervioso autónomo. Echar un hechizo de curación en su cabeza le traería un alivio temporal.

Al menos, así es como debería haber funcionado. No podía lanzarlo continuamente, y la magia curativa no borraba todas las náuseas.

“Hey… ¿voy a… morir?”

“Me reiré de ti si te mueres de mareo”. “No…”

No había nadie más en la cabaña. El barco en sí era gigantesco, pero no había mucha gente que viajara del Continente Demoníaco al Continente Millis. No estaba seguro si esto se debía a que las tarifas de pasaje eran mucho más caras para los demonios que para los humanos, o porque a los demonios les resultaba más fácil vivir en el Continente de los Demonios.

Eris y yo estábamos solos.

En esta habitación tranquila y poco iluminada, ella no tenía el poder de defenderse. Y allí estaba yo a su lado, habiendo pasado los últimos cinco días viéndola debilitarse.

Al principio no había ningún problema con eso. Excepto la curación. Eso era un problema. Para curarla, necesitaba tocarle la cabeza. Como necesitaba lanzar mi hechizo con bastante

regularidad, ella usaba mi regazo como almohada mientras yo mantenía mis manos alrededor de su cabeza, sanándola repetidamente.

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Fue entonces cuando empecé a sentirme extraño. No, extraño era una palabra engañosa.

Para decirlo sin rodeos, estaba empezando a excitarme.

Sólo escúchame aquí. Estábamos en una cabina y Eris, que por lo general tenía una gran fuerza de voluntad, de repente tenía los ojos nublados, respiraba erráticamente mientras me llamaba con voz débil, rogándome. “Por favor, te lo ruego, por favor, sólo hazlo (cúrame).”

Mis controles internos de volumen ahogaron la palabra “sanar”. Sonaba como si lo estuviera pidiendo a gritos. Por supuesto, eso no era cierto. Eris era simplemente débil. Nunca me había mareado, pero sabía que tenía que ser horrible.

No había nada inherentemente sexual en tocar a otra persona. Aún así, ella era mayor de edad, y podía sentir el calor de su cuerpo. Eso solo era estimulante, incluso si el contacto no era de naturaleza sexual. La emoción que producía era leve, pero hacer esto continuamente durante un tiempo me causaría problemas.

Tocar, sin importar en qué parte de su cuerpo, seguía siendo conmovedor. Tocarnos significaba que estábamos cerca. Estar cerca significaba que su cuerpo estaba a la vista. Su frente, rota por el sudor frío, la nuca, el pecho, todo.

Eris era tan débil e indiferente. Normalmente, me golpearía si la tocara sin razón. Ahora mismo, ella era como un pez en la tabla de cortar. Eso significaba que ella era básicamente mía para que la tomara, ¿verdad?

Esos horribles sentimientos empezaron a arraigar dentro de mí. Estaba seguro de que no se resistiría, aunque me quitara la ropa y me lanzara hacia ella. No, no podía resistirse a mí. El mero pensamiento hizo que mi entrepierna se sintiera como Excalibur antes de que Arturo se apoderara de ella. Y en mi cabeza Arthur gritaba. Me gritaba, diciéndome que Eris no podía resistirse. Me dijo que nunca tendría otra oportunidad como ésta. Ahora era mi oportunidad de perder la virginidad a la que había estado aferrada durante tanto tiempo.

Mi Merlín interior, sin embargo, me instó a resistir. Ya había tomado una decisión cuando prometí esperar hasta los quince años. Dije que esperaría hasta que este viaje terminara. Apoyé lo que decía Merlín, pero mi capacidad de resistencia estaba llegando a sus límites.

Mushoku Tensei Volumen 4 Capítulo 4 Novela Ligera

 

¿Qué tal si pruebo las cosas sólo tocando sus senos? Estaba seguro de que serían suaves.

Y suave no era lo único que iban a ser. Eso es, los pechos derechos eran más que sólo blandos. Había una firmeza en medio de toda esa suavidad. Un grial. El santo grial que mi Arturo interior buscaba. ¿Qué pasaría si mi mano, mi Gawain, encontrara ese grial? La batalla de Camlann.

Ahh, por supuesto, no era sólo el santo grial. El cuerpo de Eris cambiaba día a día, especialmente su pecho. Estaba en plena pubertad. No estaba seguro si era genético, pero se estaba desarrollando rápidamente de una manera que se parecía a su madre. Si se mantuviera a este ritmo, se convertiría en una belleza voluptuosa.

Algunos hombres dirán: “Eh, creo que las más pequeñas están bien”. Todo el mundo tenía sus preferencias, pero podría decir que yo había estado allí en el momento en que usted describiría los pechos de una mujer como “perfectos”. Pude tomar sus pechos en mis manos en este mismo momento, mientras aún eran pequeños.

Su respiración era errática.

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“¿Rudeus…?” Me miró con ansiedad.

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“¿Estás bien?”

Su voz me impactó. Una voz que normalmente era tan fuerte y contundente. Esta vez fue el tono perfecto, suficiente para hacerme cosquillas en el pecho.

“Sí, estoy bien, lo prometo. No te preocupes.”

“Si estás sufriendo, no tienes que esforzarte, ¿sabes?”

¿No tengo que forzarme? Así que, en otras palabras, ¿no tuve que negarme a mí mismo’?

¿Significaba eso que podía hacer lo que quisiera?

…Sólo bromeaba. Entendí lo que quería decir. Estaba preocupada por si mi maná resistiría, ya que yo la estaba curando continuamente. Eso ya lo sabía; sabía que ella confiaba en mí. Confiaba en que nunca usaría esta oportunidad para ponerle una mano encima. Yo no traicionaría esa confianza. Rudeus Greyrat no traicionaría esa confianza. Esa era la manera correcta de responder a la confianza de una persona.

De acuerdo, me dije, actuemos como una máquina. Una máquina. Yo era una máquina de curar. Me convertiría en un robot sin sangre ni lágrimas. No vería nada, porque si viera su cara, haría algo impulsivo. Con ese pensamiento en mente, decidí cerrar los ojos. Yo tampoco oiría nada. Si escuchara su voz, haría algo imprudente. Así que yo también bloqueé mi audición.

Yo era un marginado silencioso y antisocial. Y como no tenía deseos terrenales, no podía hacer nada impulsivo. Con eso en mente, cerré mi corazón. Sin embargo, todavía podía sentir el calor de su cabeza y oler el olor de su cuerpo. Entre esas dos cosas, mi voluntad se rompió instantáneamente. Sentí que mi cabeza se iba a desbordar.

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Ah, no puedo hacer esto. Estoy en el límite de mi ingenio, pensé.

“Eris, necesito ir al baño.”

“Oh, así que eso es lo que estabas reteniendo. Bien… Nos vemos en un rato.”

Se lo creía tan fácilmente. La miré de reojo antes de salir de la cabina. Me moví rápidamente. Necesitaba un lugar desierto, y encontré un lugar lo suficientemente rápido. Allí tuve un momento de suprema felicidad.

“Uf…”

Así de fácil, me sentí como un niño que se había transformado en sabio. Cuando cerré los ojos el sentido se hizo más fuerte, como si hubiera llegado a la santidad, como una niña mágica transformándose y obteniendo poderes aún mayores.

“Bien, he vuelto”.

“Sí, bienvenido de nuevo…”

Regresé a la cabina con una mirada de iluminación en mi cara, como Bodhisattva, y me convertí por fin en una máquina de curación.

***

 

 

Eris volvió a su vida normal en el momento en que bajamos del barco. “¡No quiero volver a montar otra vez en barco!”

“Sí, pero tendremos que hacerlo una última vez para llegar del Continente Millis al Continente Central.”

Parecía desanimada ante eso, y luego ansiosa mientras recordaba lo que había ocurrido en el barco. “H-hey. Cuando eso suceda, ¿me curarás todo el tiempo de nuevo?”

“Claro, pero la próxima vez podría hacerte algo malo”, dije con naturalidad. “Ugh… ¿por qué dirías algo tan cruel?”

No era crueldad. Yo era el que sufría. Comprendí ahora cómo se sentía un perro, que comía una deliciosa comida puesta ante él sólo para que no le diera un mordisco a la fuerza. Allí estabas, con el estómago completamente vacío y con la comida que te llamaba, rogándote que la devoraras, y no podías. Podías tragar tanta agua como quisieras para intentar satisfacer temporalmente el dolor en tu vientre, pero era un esfuerzo inútil. La comida no desaparecería, y tu estómago se volvería a sentir vacío muy pronto.

“Eres muy linda, Eris. Estoy intentando desesperadamente resistir la tentación de hacerte algo”.

“Bien, supongo que si así es como tiene que ser. La próxima vez puedes tocarme, pero sólo

un poquito, ¿de acuerdo?” Su cara era de color rojo tomate brillante. Realmente era adorable. Sin embargo, había demasiada distancia entre la inmensidad de mi deseo y lo “poco” que ella ofrecía.

“Desafortunadamente, sólo un poquito” no va a ser suficiente. Por favor, esperemos hasta que estés listo para que me sumerja y me salga con la mía”.

Eris se quedó sin palabras. No quería que ella alimentara mis expectativas. Quería que me dejara cumplir la promesa que le hice. Si la rompiera y le pusiera las manos encima, ambos nos enfadaríamos después.

“De todos modos, vámonos”.

“O-okay. Seguro.” Eris se recuperó rápidamente y pronto se puso de buen humor cuando empezamos a caminar hacia el pueblo.

El paisaje urbano que nos precedió no era muy diferente al de Puerto del Viento. Pero esto era el Puerto de Zant, una ciudad en el extremo norte del Continente Millis. El Continente Millis. Por fin estábamos aquí, pero aún nos quedaba un largo camino por recorrer.


“Rudeus, ¿qué pasa?” “No, no es nada.”

Es mejor olvidarnos de lo largo que sería nuestro viaje. Lo importante ahora mismo era salir para la siguiente ciudad.

Antes de hacer eso, sin embargo, necesitábamos conseguir algo de dinero y comprar un caballo. Y antes de eso, tuvimos que terminar nuestro trabajo actual. Ahora que habíamos llegado tan lejos, era hora de ver que esta misión llegaba a su fin. Dicho esto, nuestro trabajo no comenzó hasta el anochecer. Aún nos quedaba tiempo antes de eso. Entonces, ¿qué hacer?

Ya habíamos intercambiado nuestro dinero en el continente demoníaco, así que no había necesidad de visitar el Gremio de Aventureros. Decidí que nos buscaríamos una posada. Así podríamos recuperarnos de nuestro agotador viaje en el barco. Nuestro trabajo llegó más tarde. Ruijerd tendría que sufrir en sus incómodas condiciones de vida un poco más de tiempo, pero… bueno, sólo tendría que aguantar.

Y así fue como llegamos al continente Millis.

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