Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 4

Capítulo 3.1: Conexiones Perdidas

Parte 2

A partir de la información que recogieron, descubrieron que Dead End estaba en esta ciudad, parte de un nuevo y prometedor grupo de aventureros que rápidamente se habían hecho un nombre por sí mismos.

Dead End. No había nadie en el Continente Demoníaco que no conociera ese nombre. Incluso entre los Superd, se los consideraba particularmente peligrosos, bestias que se dirigían principalmente a los niños. Cuando Roxy era sólo una niña, su madre a menudo la amenazaba con ese nombre. “Si no te comportas, Dead End vendrá y te robará”, siempre decía.

Regresaron a la posada. La cara de Roxy se agrió una vez que reunieron toda la información que tenían sobre este “Dead End”

“Es un poco difícil de creer.” “¿Qué parte?”

“Es difícil creer que alguien en su sano juicio pretenda ser Dead End”.

¿Qué tenía el Dead End que era tan aterrador? El hecho de que el grupo real existiera. Los del Continente Central no lo sabían, pero el nombre definitivamente se refería a alguien de ahí fuera. Por supuesto, Roxy nunca los había visto, pero todos los rumores que escuchó eran aterradores. Eran las criaturas más aterradoras del continente demoníaco.

El Gremio de Aventureros nunca había puesto su nombre en una lista exacta, por miedo a las represalias, pero si hubiera una petición de exterminio para esos demonios, definitivamente estaría en el rango S. Era el tipo de trabajo que le daría a un aventurero un puesto en la clasificación S al instante si lo completaba.

“Yo tampoco tengo ni idea”, dijo Elinalise.

Según la información que ella había reunido, el hombre que decía estar con Dead End era de piel clara, calvo y llevaba una lanza con él. También se decía que era muy guapo.

“Ya que dicen que es un tipo guapo, ¿por qué no lo invito a mi cama para obtener más respuestas?”

Talhand escupía con empeño y desprecio. “Esa información es inútil.”

Según lo que Talhand había reunido, Dead End era un grupo de tres personas. Se referían a sí mismos respectivamente como Perra Loca Eris, Perro Guardián Ruijerd, y Maestro Perrera Ruijerd. Los dos últimos eran hermanos. Perra Loca era pelirroja, el Perro Guardián era un palo de frijol, y el Maestro de la Perrera era un enano. El Perra Loca usaba una espada, el

Perro  Guardián  usaba  una  lanza,  y  el  Maestro  de  la  Perrera  usaba  un  bastón  que aparentemente era un objeto mágico. No tenían una reputación particularmente buena.

“El Perra Loca pierde los estribos y el Maestro de la Perrera sólo ha hecho cosas horribles. Aparentemente, el Perro Guardián no es un mal tipo. Ama a los niños, tiene un fuerte sentido de la justicia y se niega a hacer la vista gorda al mal”.

Esa es una evaluación muy extraña para la gente, pensó Roxy. Quizás el grupo había empezado esos rumores por sí mismo. Si un grupo de malhechores hiciera algo bueno, se extendería como un reguero de pólvora. Aparentemente, no sólo eran violentos, sino también astutos.

“Un grupo peligroso. Asegurémonos de evitarlos”.

“Sí”, estuvo de acuerdo el enano. “No necesitamos llamar la atención del tipo equivocado cuando se supone que estamos buscando gente.”

“Muy bien, entonces pasemos a la agenda principal”, dijo Roxy, redirigiendo la conversación. Su propósito al dirigirse al Gremio de Aventureros no había sido recoger información sobre el Dead End. “¿Hubo algún rumor sobre gente de la región de Fittoa?”

“Ni uno”, dijo Talhand.

“No, no oí nada”, dijo Elinalise. Llegamos demasiado tarde, pensó Roxy.

El continente demoníaco no era el tipo de lugar blando al que uno podía sobrevivir siendo teletransportado sin el equipo adecuado. Era una tierra donde simplemente sobrevivir un año podía resultar difícil para los lugareños. Además, ya había pasado un año desde el desplazamiento de la región de Fittoa. Los que fueron teletransportados podrían haber perecido ya.

“Los que realmente estamos buscando son la familia de Paul.” “Así que Zenith, Lilia, Aisha y Rudeus.”

Roxy había enseñado a Talhand y a Elinalise cómo identificar a cada uno de ellos. Aisha era la única sobre la que era imprecisa, porque sólo sabía de ella a través de las cartas de Rudeus.

“Bueno, Zenith debería estar bien”, dijo Elinalise. “No hay duda de eso.”

Los dos conocían a Zenith, así que no se preocuparon. Roxy, por otro lado, no sabía cuán

capaz era Zenith, pero confiaba en estos antiguos miembros de los Colmillos del Lobo Negro que respondían por ella. Si Elinalise y Talhand pensaron que Zenith estaría bien, entonces estaría bien.

“Rudeus también se destaca, así que deberíamos poder encontrarlo inmediatamente.” Roxy recordó el abrumador talento que su alumno de cinco años había demostrado. Seguramente sería la comidilla de la ciudad sin importar a dónde fuera.

Zenith y Rudeus serían los más fáciles de encontrar si buscaran información. También tuvieron la fuerza para sobrevivir en el Continente Demoníaco siempre y cuando aterrizaran en algún lugar cercano a la civilización. Por eso priorizaron la búsqueda de información sobre Lilia y Aisha desde el principio.

“Pongamos una fecha límite. Dos días para reunir tanta información sobre Lilia y Aisha como podamos, y al tercer día nos preparamos para atacar otros asentamientos de la zona. ¿Suena eso como un plan?”

“¿No es un poco pronto?”

Roxy agitó la cabeza ante las palabras de Elinalise. “Es muy probable que ya estén muertos, y el continente demoníaco es grande. “Haremos un solo recorrido por las principales ciudades y presentaremos solicitudes de personas desaparecidas a cada gremio a lo largo del camino”.

El Reino de Asura cubriría los gastos incurridos en la búsqueda de residentes de la Región de Fittoa. Siempre y cuando su grupo presentara solicitudes en cada gremio, la recompensa por la finalización exitosa sería proporcionada por el Reino Asura, de modo que pudieran dejar eso para que los aventureros lo persiguieran. No fue un proceso automatizado, porque el gremio requería que alguien firmara un formulario de solicitud antes de poder publicarlo. Por otro lado, si el gremio no enviaba esas solicitudes, entonces el Reino Asura no tenía razón para pagarle al gremio.

Roxy se sintió genuinamente irritada por la atrocidad con la que el Reino Asura estaba manejando un desastre tan generalizado. Era una gran potencia, así que pensó que deberían tomar medidas más proactivas. En verdad, las únicas personas que realmente participaron en los esfuerzos de búsqueda fueron Paul y los que estaban conectados con él. En otras palabras, sólo los afectados por el desastre.

Parece que todo eso de que el círculo íntimo del Reino Asura era corrupto era más que un rumor, pensó ella. Era el país con la historia más larga del mundo, por lo que aún perduraba a pesar del deterioro de sus tradiciones y su poder.

“Muy bien, mañana nos ocuparemos de reunir información.” “¡De acuerdo, lo haré!”

“Entendido”.

Roxy no era de las que se demoran en las cosas. No importa dónde se quedara, nunca perdía el tiempo. Siempre terminaba las cosas rápidamente y luego se ponía en marcha. Esa parte de su personalidad apareció cuando ella le enseñó a Rudeus su técnica especial y luego inmediatamente se puso en marcha de nuevo. Tomar decisiones rápidas era su fuerte, pero también parte de la razón por la que Rudeus la veía como una cabeza hueca. Otros se lo habían señalado, pero Roxy aún lo consideraba una fortaleza.

Por eso, el primer día se decidió a presentar una solicitud al gremio, buscar lo segundo y partir el tercero. Un programa rápido y conciso para estar seguros. Si se hubieran quedado una semana, los resultados podrían haber sido un poco diferentes.

La curiosidad de Roxy se apoderó de ella y fue a ver en qué andaba el Dead End. Su grupo se destacó, así que fue fácil encontrarlos.

Una pareja estaba entrenando diligentemente en la playa. Tal como decía su información, uno era un palo de frijol calvo mientras que la otra era una joven pelirroja. Ella empuñó su espada en ambas manos con tal propósito, moviéndola a una temible velocidad mientras que el hombre calvo detuvo los ataques con facilidad.

Su información decía que Dead End era un grupo de tres personas con una persona alta y dos personas pequeñas. Parece que el pequeño Maestro de la Perrera no está con ellos, pensó.

El Perro Guardián y Perra Loca continuaron su choque de alta velocidad de ataque contra defensa. Quizás choque no era la palabra correcta, dado que el Perro Guardián simplemente desvió los ataques de Perra Loca, pero las técnicas que usó estaban más allá del nivel de Roxy.

Roxy los miraba desde lejos, mirando desde detrás de la sombra de una roca. Era casi como si esto fuera béisbol profesional y ella era la hermana mayor de un lanzador que usaba bolas de magia como su arma en la batalla.

Los dos eran fuertes, incluso para Roxy, que había viajado por todo el mundo como aventurera. Esa no era la fuerza que se podía conseguir sólo con la técnica.

Podría ser bueno hacer contacto con ellos después de todo.

Tan pronto como ella pensó eso, el Perro Guardián miró por encima de su hombro.

¡Ah…!

Sentí como si sus ojos se hubieran encontrado. Su mirada era tan intensa que le daba a Roxy una sensación de terror indescriptible. Suficiente para darle la ilusión de que era presa de una cacería.

Se escabulló apresuradamente.

***

Ruijerd la sintió desde el principio. No estaba seguro de lo que ella quería, o si sólo estaba mirando. Cuando él miró casualmente en su dirección, vio la cara de una chica que se asomaba por detrás de una roca.

No, no una chica joven, se dio cuenta. Una mujer adulta de Migurd. No lo supo de un vistazo, pero no había forma de engañar al tercer ojo de Ruijerd. No reconoció su presencia, y también había más de un asentamiento Migurd.

Pensó que probablemente ella estaba mirando por curiosidad, pero cuando él miró hacia atrás, ella se dio la vuelta y se fue corriendo a algún lado. Hm. ¿La asusté? Se preguntó.

Bajaba la guardia momentáneamente y Eris se tiraba al agua. Fue un ataque con poder detrás.

“¡Guh!”

Después de intercambiar tres golpes, Eris golpeó a Ruijerd en el dorso de su mano y le hizo soltar su espada.

“¡Sí! ¿¡Yo lo hice!? Lo hice, ¿verdad? ¡Yeaaaah!” Eris se alegró mucho con las dos manos.

Últimamente, sus habilidades estaban empezando a tomar forma. En el futuro seguramente sería una buena espadachina, pero ahora mismo era joven. Si ahora pensaba demasiado en sí misma, podría ser un desastre en su futuro. No había planeado dejarla ganar una pelea durante un tiempo, pero esa chica Migurd le había llamado la atención y bajó la guardia por un momento.

Ruijerd emitió un suspiro, lo suficientemente silencioso como para que Eris no lo escuchara.

***

Roxy miró por encima de su hombro incontables veces mientras se apresuraba a volver a la posada. Todo el tiempo, le preocupaba que la estuvieran siguiendo y que pudiera venir un ataque. Si iba a luchar contra alguien de ese calibre, necesitaba preparar un cristal mágico. Incluso podría necesitar un círculo mágico dibujado en un pergamino.

No parecía que iban a atacar sólo porque ella los había estado observando, pero si estaban tan locos como para llamarse Dead End, Roxy quería estar preparada.

“¡Aah! ¡Sí! ¡Allí mismo! ¡Más fuerte, más fuerte!”

Roxy se sintió exasperada cuando escuchó los gemidos detrás de la puerta de Elinalise. La

elfa ni siquiera se había molestado en reunir información; simplemente encontró a un hombre que la llevara a la posada para que pudiera divertirse.

“¿En serio…?”

Roxy había oído hablar de la costumbre de Elinalise de traer hombres a su habitación desde Talhand. Sin importar las circunstancias, Elinalise siempre se enamoraba de un hombre que conocía y pasaba la noche con él. Eso incluyó su tiempo en el puerto de Zant. Según Talhand, incluso lo hizo cuando estaban en las profundidades de un laberinto. La mujer no tenía principios.

Al mismo tiempo, Roxy se sintió un poco aliviada. Se habría sentido indefensa si la hubieran dejado sola. Mientras Elinalise estaba en la habitación vecina, podía prepararse para la batalla y esperarla. Una vez que la elfa terminaba, Roxy la agarraba por la oreja y se dirigía a reanudar la recolección de información. De esta manera, también podía vigilar a la elfa, matando dos pájaros de un tiro.

Aunque dudo que llegaran hasta la posada, pensó Roxy, mientras entraba en su habitación para llevar a cabo los preparativos de la batalla.

Las paredes no eran particularmente delgadas, pero aún así podía oír los gemidos de Elinalise. Escucharlos puso a Roxy de un humor extraño.

No, pensó ella, y agarró su mano derecha con la izquierda justo cuando estaba llegando reflexivamente al sur. Ella no tenía el lujo de tener tiempo para eso ahora mismo.

Han estado en ello durante mucho tiempo, pensó ella cuando pasaron tres horas. Roxy había seguido esperando en silencio. El encuentro de Elinalise no parecía tener fin a la vista. Es cierto que tampoco había indicios de que el Dead End fuera a lanzar ataques contra ellos.

Roxy se sintió como una idiota. No sólo no podía hacer lo que necesitaba, sino que tampoco podía expresar su frustración con Elinalise por ser tan egoísta. Fue especialmente irritante ya que, a diferencia de la elfa, Roxy mostraba autocontrol y se decía a sí misma que ahora no era el momento de hacer cosas.

Cuando su ira alcanzó su punto álgido, Roxy finalmente derribó la puerta de Elinalise. “¡Cuánto tiempo vas a seguir con esto! Se supone que deberíamos estar reunidos…”

“¡Oh, Dios mío! ¿Roxy? ¿Cuándo volviste?” “Ah… ¿oh?”

Había cinco hombres en medio de la habitación. “¿Te gustaría unirte?”

Había un fuerte olor masculino. Todos los hombres tenían sonrisas vulgares, y Elinalise estaba montada encima de uno de ellos, como si estuviera en medio del éxtasis. El hecho de que hubiera múltiples personas, y de que todas estuvieran de acuerdo con esto, estaba más allá de la comprensión de Roxy.

“Uh, qué…”

La escena ante ella era tan censurable que Roxy no pudo procesarla. “¡Aaaaaaaaaaaaah!”

Roxy dio un grito inútil mientras salía de la habitación. Voló hacia la adyacente, se quedó sin aliento y se agarró a su bastón.

“¡Oh, espíritus de las magníficas aguas, suplico al Príncipe del Trueno! ¡Con tu majestuosa hoja de hielo, mata a mi enemigo! ¡Explosión de hielo!”

La posada quedó parcialmente destruida.

***

Salieron de la ciudad al tercer día. Apenas habían conseguido reunir información después de todo lo que había pasado, y se olvidaron de presentar una solicitud al gremio. También destruyeron una posada, lo que les costó una cantidad considerable.

“Todo esto es culpa de la Srta. Elinalise.”

“No puedes culparme. Estaba en un callejón trasero reuniendo información cuando vinieron a mí con su apasionado atractivo”.

“Aún así, había cinco… cinco personas, ¿sabes?” Roxy se opuso.

“Algún día lo entenderás. ¿Una fuerte y hermosa aventurera como yo siendo sometida y tratada como un juguete sexual por cinco de esos matones? Ah, sólo de pensarlo es suficiente para embarazarme.”

“No quiero entender.”

Cuando Roxy estaba en la Universidad de Magia, todavía era una niña y no entendía el atractivo de tener un amante o estar casada. La primera vez que pensó en querer algo así fue cuando vio lo íntimos que eran Paul y Zenith el uno con el otro. Fue entonces cuando finalmente decidió que quería lo mismo para sí misma.

Aún así, ¿cómo? Se lo había preguntado en ese momento. Entonces recordó lo que le dijo un conocido de la universidad. Ese conocido había encontrado a su marido en lo más profundo de un laberinto. Su lucha compartida y la forma en que la superaron condujeron a su matrimonio.

Esto es todo, pensó Roxy. Si me sumerjo en un laberinto, debería poder encontrar una pareja también.

Esa fantasía se hizo cada vez más grande dentro de su cabeza. De alguna manera se encontraría con alguien alto, varonil y a la moda, un joven humano con un atractivo juvenil, en las profundidades de un laberinto, y él la salvaría. Entonces los dos combinarían sus fuerzas para escapar, y al hacerlo, su amor brotaría y florecería. El joven descubriría que uno de sus amigos había muerto, y Roxy lo consolaría. Esa sería su primera noche juntos.

Cuando realmente viajó a un laberinto, esas fantasías se hicieron añicos rápidamente. Un laberinto era un lugar duro, y los aventureros que entraban en él eran un grupo de gente dura. La única persona de aspecto joven entre ellos era la propia Roxy.

En el quinto piso no había otros aventureros solos. En el décimo piso decidió que las cosas eran lo suficientemente difíciles como para organizar un grupo, pero la gente se burlaba de ella por su aspecto de niña y se reía de ella innumerables veces. Después de eso se puso obstinada y siguió descendiendo a pie. Ah, la estupidez de la juventud. Estuvo a punto de morir muchas veces, pero tuvo la suerte de escapar de sus garras. Ella nunca quiso repetir eso de nuevo.

“Bueno, tienes que empezar por encontrar a tu primer hombre, de todos modos. ¿Qué les parece? La próxima vez, podemos hacer ambas cosas…”

“Absolutamente no.”

El sueño se hizo añicos. Aún así, se aferró a una esperanza. Tal vez era imposible para ella encontrar un lugar en el fondo de un laberinto, pero aún así podía enamorarse de la manera ordinaria y tener una boda ordinaria. Mientras tanto, no tenía ninguna intención de entregar su cuerpo a un hombre cuyo nombre no conocía sólo porque Elinalise lo había conseguido.

“Además, no tengo tiempo para todo eso.” Al menos, Roxy decidió que estaba mejor sola mientras deambulaba por el continente demoníaco.

Así fue como Roxy dio su primer paso en falso y comenzó su aventura a través del continente Demoníaco.