Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 4

Capítulo 10: El Camino De La Espada Sagrada

Parte 2

 

 

“Estoy aburrido”, murmuró Eris mientras preparábamos nuestra comida diaria como de costumbre.

Colector de ingredientes: Ruijerd

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Productor de Fuego y Agua: Yo Cocinero: Geese

Nuestra tarea era tan importante que Eris no tenía nada que hacer excepto recoger leña, pero lo hizo con la suficiente rapidez. Como tal, estaba aburrida.

Al principio Eris entrenaba en silencio con su espada. Después de que Ghislaine y yo la forzáramos a hacer ejercicios repetitivos, ella pudo seguir blandiendo su espada durante horas. Pero eso no significa que le pareciera divertido.

Actualmente Ruijerd estaba cazando, Geese estaba hirviendo sopa, y yo me había decidido a seguir trabajando en mi figurita. Esta figura de Ruijerd de tamaño 1/10 estaba tardando bastante en completarse, pero estaba seguro de que podría venderla. Le añadiría opciones para aumentar su valor también. Usando esta figura, le mostraría a la gente que el Superd no debía ser atacado y que en vez de eso podía hacerse amigo.

Aparte de eso, Eris estaba encontrando su aburrimiento inmanejable. “¡Hey, Geese!”

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“¿Qué pasa, señorita? La comida no está lista todavía.” Tomó un sorbo de la sopa antes de mirarla a ella.

Eris estaba de pie en su postura habitual, con los brazos cruzados y las piernas separadas. “¡Enséñame a cocinar!”

“Yo paso”. Su respuesta fue instantánea. Geese regresó a la cocina como si su conversación nunca hubiera ocurrido.

Eris pareció estupefacta por un momento, pero se recuperó rápidamente y gritó: “¿Por qué no?”

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Mushoku Tensei Volumen 4 Capítulo 10 Parte 2 Novela Ligera

 

“Porque no quiero.”

“Entonces, ¿por qué no?”

Geese dejó escapar un gran suspiro. “Está bien, señorita. Un espadachín sólo necesita pensar en pelear. Cocinar es una pérdida de tiempo. Todo lo que tienes que hacer es comer”.

Se trataba de un hombre cuyas habilidades culinarias iban más allá de su mentalidad de “sólo comer”. Podría abrir su propio restaurante. No era tan bueno como para hacer que se le cayera la mandíbula a un cierto rey gourmet y le saliera un rayo de luz de la boca, pero al menos era lo suficientemente bueno como para que su restaurante fuera moderadamente popular en su vecindario.

“Pero, si pudiera cocinar… um…bueno, ya sabes, ¿verdad?” Dudó en explicármelo, mirando hacia mí.

¿Qué pasa, Eris? ¿Qué quieres decir? Adelante, dilo, yo la incité interiormente.

“No, ni idea”. Geese estaba siendo fría con ella. No estaba seguro de por qué, pero estaba siendo inusualmente duro. No era así hacia Ruijerd o hacia mí, pero siempre sonaba distante cuando interactuaba con Eris. “Eres hábil con la espada, ¿no? No necesitas saber cocinar”.


“Pero…”

“Ser capaz de luchar es algo maravilloso, ¿sabes? Si quieres vivir en este mundo, no hay nada más esencial que eso. No desperdicies tu talento”.

La cara de Eris se volvió hosca, pero no intentó golpear a Geese. Había algo extrañamente persuasivo en lo que dijo.

“Esa es mi razón oficial.” Geese asintió y dejó de agitar la olla. Entonces empezó a llenar los cuencos de piedra que yo había hecho. “Mira, decidí que nunca más le enseñaría a alguien a cocinar.”

Geese había estado antes en un grupo de buceadores en una mazmorra. Era un grupo de seis personas, un grupo no cualificado que, a diferencia de Geese, sólo tenía un papel que cumplir. En ese momento, Geese tenía el hábito de quejarse: “¿De verdad que no pueden hacer otra cosa?”. Su grupo no era convencional, pero sí efectivo para hacer las cosas.

Sin embargo, un día, una mujer del grupo se acercó a Geese y le dijo que quería aprender a cocinar. Quería ir tras uno de los hombres del grupo. Es evidente que el dicho “el camino al corazón de un hombre es a través de su estómago” también existía en este mundo. Geese respondió con “Claro, supongo, ¿por qué no?” y empezó a enseñarle.

No estaba claro si la cocina tenía algo que ver con lo que sucedió después, pero la mujer se reunió con el hombre y los dos se casaron más tarde. Luego se fueron del grupo y se fueron

a algún lado. Eso estuvo bien, dijo Geese. Hubo una pelea cuando los dos se fueron, pero su partida no fue un problema.

Fue lo que pasó después lo que fue horrible. Cuando las dos personas más importantes se fueron, el grupo se desmoronó. Se convirtió en un torbellino de disputas y apatía, hasta el punto de que ya no podían emprender misiones y pronto se disolvieron por completo.

Sin embargo, Geese era un hombre que podía hacer cualquier cosa. No tenía talento para la espada o la magia, pero podía hacer todo lo demás. Por eso pensó que encontraría un nuevo grupo inmediatamente. Pero ese esfuerzo resultó ser un fracaso abrumador. En ese momento, era un aventurero algo conocido, pero ninguno de los grupos lo recogía.

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Geese podía hacer cualquier cosa. Cualquier cosa que cualquier otro aventurero pudiera hacer. Ese era el problema, en otras palabras. Otras personas también podían hacer las cosas que él podía hacer. Si un grupo tuviera un alto rango, dividiría esas tareas serviles entre sus propios miembros.

Fue entonces cuando Geese se dio cuenta de que el único lugar al que pertenecía era el grupo en el que estaba antes. Sólo era quien era porque todos eran inexpertos. Después de eso, Geese terminó prematuramente su carrera como aventurero. Ahora vivía del juego.

“Y por eso me niego a enseñar a cocinar a las mujeres.”

Otro maleficio que añadir a su nombre. Aunque si me preguntas, las “maldiciones” de Geese eran un montón de basura. No vi ningún problema en que le enseñara a cocinar. Esta sopa estaba deliciosa. Un sorbo y empezó a sonar música de jazz en tu boca. Era suficientemente buena como para que yo también quisiera que me enseñara, así que me metí a ayudar.

“Entiendo que te pasó algo terrible, novato, pero esa mujer a la que ayudaste a encontrar su felicidad, ¿no es así?” Le pregunté, con el matiz añadido de ¿Por qué no le enseñas a Eris?

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Geese agitó la cabeza. “No sé si lo hizo o no. Nunca la vi después de eso.” Luego soltó una risa de autodesprecio. “Pero el hombre no resultó feliz.”

Tal vez esa fue la razón de la mala suerte, entonces. No pude decir nada después de eso, no después de ver la mirada deprimida en la cara de Geese. La sopa, que debería haber sido deliciosa, de repente ya no sabía tan bien.

Me preguntaba cuánto tiempo pasaría antes de que Ruijerd regresara.


***

 

 

Un día encontré un curioso monumento de piedra en la carretera donde nos detuvimos a descansar. Llegó hasta mis rodillas y tenía un extraño patrón en la cara. Un solo carácter fue inscrito allí, con siete motivos a su alrededor. Estaba bastante seguro de que el carácter era la palabra “siete” en la lengua de Dios Combatiente. En cuanto a los otros patrones, sentí que podría haberlos visto antes.

Decidí preguntarle a Geese. “Hey, novato, ¿qué es este monumento?” Miró y asintió en reconocimiento. “Esos son los Siete Grandes Poderes”. “¿Los Siete Grandes Poderes?” Me hice eco.

“Se refiere a la gente más fuerte del mundo, siete guerreros.”

La historia cuenta que cuando terminó la segunda guerra entre humanos y demonios, a una persona conocida como el Dios de la Técnica se le ocurrió ese nombre. En esa época, el Dios de la Técnica era considerado una de las personas más fuertes del mundo. Seleccionaron a siete personas (incluidas ellas mismas) y las declararon las más fuertes del mundo. Este monumento fue una forma de inmortalizar quiénes eran esas personas.

“Creo que el Maestro Ruijerd sabe más al respecto. ¡Maestro Ruijerd!”

Geese gritó y Ruijerd, que había estado entrenando cerca con Eris, se acercó. Eris cayó al suelo con las piernas y los brazos abiertos, tratando de estabilizar su respiración.

“Los Siete Grandes Poderes, ¿eh? Me trae recuerdos”. Sus ojos se entrecerraron mientras examinaba el monumento.

“¿Así que sabes de esto?” Le pregunté.

“Entrené duro cuando era joven para que un día uno de los ‘Siete Grandes Poderes’ me tomara como estudiante.” Ruijerd miró a la distancia mientras hablaba. Muy, muy lejos…. Espera, ¿qué tan atrás en el pasado estaba mirando?

“¿Qué es ese patrón?”

“Estos son los motivos para cada individuo. Están señalando los siete nombres actuales”.

Ruijerd hizo un gesto a cada uno y me dijo sus nombres.

Los siete actuales eran (por orden de jerarquía): Número Uno – Dios de la Técnica

Número Dos – Dios Dragón Número Tres – Dios Combatiente Número Cuatro – Dios Demonio Número Cinco – Dios de la Muerte Número Seis – Dios Espada Número Siete – Dios Norte

“Pero nunca antes había oído hablar de los Siete Grandes Poderes”. Dije.

“El título era bien conocido hasta la Guerra de Laplace.” “¿Por qué se ha caído de uso?”

Ruijerd lo explicó. “La guerra de Laplace trajo grandes cambios. La mitad de los que están en la lista desaparecieron”.

Aparentemente, con la excepción del Dios de la Técnica, los Siete Grandes Poderes habían participado en la Guerra de Laplace. Entre ellos, tres fueron asesinados, uno desapareció y otro fue sellado. El único que logró salir de una pieza en ese momento fue el Dios Dragón. Después de varios cientos de años, con los que se encontraban en los puntos de cambio de fondo por los más fuertes, la frase quedó fuera de uso. Actualmente, se desconoce el paradero de los cuatro de arriba.

DIOS DE LA TÉCNICA: Desaparecido DIOS DRAGÓN: Desaparecido

DIOS COMBATIENTE: Desaparecido DIOS DEMONIO: Sellado lejos

No fue un gran sistema de clasificación cuando los que confirmaron ser los más fuertes estaban ausentes. Por eso el título de ‘Siete Grandes Poderes’ cayó fuera de uso y se desvaneció de los recuerdos de la gente… o eso parecía. Por cierto, la razón por la que el Dios Demonio no había sido eliminado de esta clasificación no era porque no estaba muerto; simplemente había sido sellado.

“Me pregunto cuánta gente de esa época sigue viva”.

“Quién sabe”, dijo Ruijerd. “Incluso hace cuatrocientos años, la gente dudaba de que el Dios de la Técnica existiera realmente.”

“¿Por qué el Dios de la Técnica creó esta lista en primer lugar?” Le pregunté.

“Difícil de decir. Se decía que lo crearon para poder encontrar gente capaz de derrotarlos, pero no lo sé”.

Casi como el Ranking Fukamichi.

“Bueno, este monumento es bastante antiguo, así que tal vez las clasificaciones reales han cambiado de todos modos”, murmuré.

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Geese agitó la cabeza. “Oí que ese monumento cambia por sí mismo a través de la magia.”

“¿Eh? ¿En serio, sí? ¿Qué clase de magia?”


“Como si lo supiera.”

Así que aparentemente el monumento actualiza el ranking por sí solo. Me preguntaba cómo lo hizo. Todavía había tanta magia en este mundo con la que no estaba familiarizado. Me preguntaba si podría aprender más sobre esos tipos de magia yendo a la Universidad.

Aparte de eso, los Siete Grandes Poderes, ¿eh? Y yo que pensaba que el mundo ya tenía suficientes personas ridículamente fuertes. Parecía que no podía seguir el ritmo de los mejores. No es que yo quisiera ser uno de los más fuertes del mundo, en particular. De hecho, decidí que era mejor no preocuparme por eso.

Nos llevó un mes salir del Gran Bosque. Pero eso fue todo, sólo un mes y estábamos fuera. Era un camino completamente recto sin un solo monstruo. Por eso pudimos dedicar todo nuestro tiempo a viajar.

Esa fue una razón, al menos. El otro fue porque nuestros caballos eran muy eficientes. Los caballos de este mundo tenían una cantidad insensata de resistencia. Podían correr durante diez horas en un día sin descansar, y al día siguiente lo hacían de forma indiferente. Tal vez estaban usando algún tipo de magia, pero de cualquier manera salimos suavemente del bosque.

En cuanto a los accidentes, el único que tuvimos durante nuestro viaje fue cuando me salieron hemorroides. Por supuesto que no se lo dije a nadie, y lo curé en secreto con magia curativa.

Eris pasó su tiempo de pie encima del carruaje, afirmando que era parte de su entrenamiento. Le dije que parara porque era peligroso, pero ella sólo me respondió que no lo era, que era para entrenar el equilibrio. Traté de hacer lo mismo, pero al día siguiente mis piernas y mis caderas temblaban de dolor. Me dio un nuevo respeto por Eris.

Justo después de las Montañas Wyrm Azul, había una estación de descanso en una pequeña ciudad a la entrada de un valle. Lo dirigían los enanos. No había ningún Gremio de Aventureros. Era famosa por ser una ciudad de herreros con armeros y artilleros alineados uno al lado del otro.

Geese me dijo que las espadas vendidas aquí eran baratas y de buena calidad. Eris parecía melancólica, pero no teníamos el dinero extra para gastar en nada. Además, sin duda costaría bastante dinero llevar un Superd con nosotros de Millis al Continente Central. Convencí a Eris de que no comprara algo porque no podíamos permitirnos gastos innecesarios. La espada que estaba usando ahora mismo no era mala, de todos modos.

Aún así, era un hombre. No importaba la edad que tuviera internamente, ver espadas resistentes y armaduras alineadas de esa manera aún hacía que mi corazón se acelerara, aunque mi edad (y apariencia) parecía importarle a un vendedor que se reía de mí, diciéndome:

“No creo que esto te quede bien, chico”. Se sorprendió al enterarse después de que yo estaba en un rango intermedio en el Estilo Dios Espada. Bueno, no teníamos el dinero de todos modos, así que sólo estaba mirando.

Según Geese, aquí es donde el camino se bifurca. Si se toma el camino de montaña hacia el este, se encuentra una gran ciudad enana. Al noreste estaban los elfos y al noroeste la vasta tierra que habitaban los hobbits. Quizás la falta de un Gremio de Aventureros en esta ciudad fue un problema de ubicación.

Además, al parecer, si entrabas en las montañas había una fuente termal. ¡Una fuente termal! Eso fue algo que me llamó la atención.

“¿Qué demonios es una ‘fuente termal’?” Preguntó Eris.

“El agua caliente sale de la montaña”, le expliqué. “Se siente muy bien bañarse en ella.” “¿Sí? Eso suena interesante. Pero Rudeus, ¿no es la primera vez que vienes aquí? ¿Por

qué lo sabes?”

“Lo leí en un libro.”

¿Estaba escrito en la guía de Vagando por el Mundo? De alguna manera sentí que no lo era. Aún así, una fuente termal. Eso sonaba bien. Aunque seguramente este mundo no tenía yukata. Aún así, imaginando a Eris con su cabello mojado y su piel de melocotón, espaciándose mientras se sumergía en el agua tibia….

No, probablemente no era una instalación mixta. Quiero decir, ¿verdad? Pero por si acaso era una instalación mixta, entonces, ¿qué tan increíble sería? Ahora realmente quería echarle un vistazo.

Mientras yo estaba ocupado debatiendo el tema en mi cabeza, Geese dio a conocer su oposición. “La temporada de lluvias acaba de terminar, así que ahora mismo es un desastre en las montañas.” Nos llevaría demasiado tiempo llegar hasta allí, ya que no estábamos acostumbrados a atravesar las montañas.

Y entonces, dejé el viaje a las aguas termales. Qué fastidio.

***

 

 

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El Camino de la Espada Sagrada se extendía a través de las montañas del Wyrm Azul. Su sendero dividía la cordillera en dos, creando un espacio lo suficientemente ancho como para que dos carruajes tirados por caballos pudieran pasar el uno por el otro. Era un barranco, pero gracias a la protección divina del Santo Millis, las rocas rara vez caían desde arriba. Si este camino no existiera, habríamos tenido que tomar un camino más indirecto viajando hacia el norte.

Aunque los dragones azules eran un encuentro raro en las montañas, todavía había muchos

monstruos. Intentar pasar a través de la cordillera presentaba un peligro considerable. En su lugar, Millis había creado un atajo directo a través del cual los monstruos no aparecerían. Pude ver por qué este santo había sido tan alabado.

Logramos atravesar el valle en tres días, completando nuestro largo y arduo viaje fuera del Gran Bosque. Directamente desde allí estaba el País Sagrado de Millis. Finalmente habíamos regresado al dominio de los hombres, un hecho que hizo que mi corazón diera un salto mientras continuaba mi viaje.

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