Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: Puerto Del Viento

Parte 2

 

 

Alguien gritó: “¡Un calvo y una pelirroja feroz…! ¿Podrían ser ustedes Dead End?” El silencio cayó al otro lado del pasillo, y entonces:

“Dead End…. ¿Te refieres a ese demonio de la raza Superd…?”

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“¡Idiota! El nombre del grupo. ¡Esas falsificaciones de las que todos los rumores han hablado últimamente!”

“Yo también he oído rumores sobre algo real.”

¿Oh?

“He oído que son brutales, pero no es un mal tipo de corazón.”

“Así que es brutal, ¿pero es agradable? Vamos, eso es una contradicción.”

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“No, quiero decir que no todos son brutales.”

El gremio cayó en murmullos silenciosos.

Esta fue la primera vez que experimentamos algo así. Aparentemente, nuestro grupo se había hecho muy famoso. Supongo que no tuvimos que difundir el buen nombre de Ruijerd por aquí después de todo, ¿eh?

“Son un grupo de primera con sólo tres personas, después de todo.”

“Sí, eso es increíble. reales o no, tienen que ser ellos”.

“Perra loca Eris y Perro guardián Ruijerd, ¿cierto?”

¡Los dos tenían apodos! Perra loca y perro guardian, ¿eh? Me preguntaba por qué eran perros. Además, ¿qué clase de perro me convirtió eso? Traté de imaginarme esto por un minuto. Ciertamente no un perro de pelea. No había hecho nada lo suficientemente grande como para ganar ese título, y tampoco parecía nada galante. El año pasado, yo había actuado como líder del grupo. Así que tal vez un nombre más intelectual, como Perro Fiel.

“¡Entonces ese pequeño enano de allí debe ser el Maestro de la Perrera Ruijerd!”

“He oído que el Maestro de la Perrera es el más desagradable de todos.”

“Sí, todo lo que ha hecho son cosas horribles.”

¡¡¡Qué demonios!!!

No sólo el apodo era diferente de lo que había imaginado, ¡ni siquiera recordaban mi nombre! No, espera, pero era verdad que usaba el nombre de Ruijerd todo el tiempo, ¿verdad? Sin embargo, siempre que hacía algo bueno, proclamaba: “Soy Ruijerd del Dead End, y no lo olvides”. Mientras tanto, cada vez que hacía algo malo, me reía a carcajadas y decía: “Me llamo Rudeus, bwahahahaha”. Así que no deberían haber confundido a los dos, ¿verdad?

Hmm. Después de todo un año de laborioso trabajo, fue un poco chocante descubrir que la gente recordaba el nombre de todos menos el mío. Oh bien. Parecía que tenía una imagen negativa pegada a mí, pero al menos la gente no usaba mi nombre real. Además, el Maestro de la Perrera no era un título tan malo. Me pregunto qué pensaría Eris de ello.

“Pero es muy pequeño.”

“Apuesto a que también es pequeño ahí abajo, ya que es un niño y todo eso”.

“¡Hey, hey! Empieza a llamarlo pequeño y él te soltará a sus perros”.

“¡Gahahahaha!”

Antes de que me diera cuenta de lo que estaba pasando, todos se reían de mí por algo que no tenía nada que ver. Lástima por ellos, sin embargo. Todavía estaba creciendo (y avanzando muy bien), así que sí, podría ser poco más que un brote de bambú por ahora. Pero el día en que se convertiría en un árbol magnífico y robusto no estaba lejos.

Ah, olvídate de eso. Si nos seguían tomando el pelo de esta manera, Eris volvería al modo de rabia demoníaca….o eso creía yo. En vez de eso, siguió mirándome con las mejillas enrojecidas de rojo brillante. Aww, que adorable.

“Eris, ¿qué pasa?”

“¡No es nada!”

Heh heh heh heh. Si estás tan interesada, ¿por qué no echas un vistazo mientras me ducho esta noche? No te preocupes, se lo explicaré todo a Ruijerd. Si quieres, podemos entrar juntos.

Por supuesto, una mano, una pierna, un cuerpo o incluso una lengua pueden resbalar en el proceso….

 De todos modos, basta de bromas. Era hora de que pasáramos al puesto de control. Me iría de aquí con toda la dignidad que se espera de un “Maestro de la Perrera”.

“¡Srta. Eris, Sr. Ruijerdoria! ¡Vamos a seguir nuestro camino!”

“¿Por qué arruinas mi nombre así…?”

“¡Hmph!”

Partimos con la atención de la mayoría de los miembros del gremio centrados en nosotros tres.

***

 

 

 

Llegamos al punto de control. Esta ciudad estaba situada en el Continente Demoníaco, pero el barco en el que queríamos embarcarnos nos llevaría a la Tierra Santa de Millis. Si llevara equipaje, tendría que pagar impuestos, y la entrada al país también costaría dinero. Esto era para prevenir el crimen o simplemente una oportunidad para obtener ganancias. Dejando a un lado mi curiosidad, pagaríamos si nos dijeran que tenemos que hacerlo.

“¿Cuánto nos costaría? Tenemos dos humanos y un demonio en nuestro grupo”.

“Dos humanos serían cinco monedas de acero y hierro. ¿Qué tribu de demonios?”

“Superd”.

El oficial del puesto de control sacudió su mirada hacia Ruijerd con un sobresalto. Cuando se dieron cuenta de que era calvo, emitieron un fuerte suspiro, como si se hubieran dado cuenta de que sólo se dirigían a nosotros.

“Serán doscientas monedas de mineral verde para el Superd.”

“¿D-doscientos?” Ahora era mi turno de ser el que estaba en shock.

“¿¡Por qué está tan alto!?”

“Estoy seguro de que ya sabes la respuesta.”

¡Por supuesto que lo sabía! Había viajado con Ruijerd el año pasado, ¿cómo no iba a saberlo? Había tal desprecio hacia la tribu Superd que todos sus miembros fueron perseguidos sin fundamento. Aún así, esta tarifa era demasiado alta.

“Pero, ¿por qué una suma tan imposiblemente alta?”

Seguí adelante.

“Bueno, ¿por qué crees que es tan alto?”

“Bueno, para prevenir el terrorismo, estoy seguro, en caso de que alguien traiga uno como esclavo y lo suelte en el continente Millis.” Al menos, esa fue su interpretación. En otras palabras, estaban tratando al Superd como si fueran una bomba de tiempo.

“Ustedes son esos tipos, Dead End, ¿verdad? El Superd falso. Cuando abordes, comprobarán qué sub-raza eres. No te hagas el duro y desperdicies doscientas monedas verdes aquí cuando te descubran de todos modos”.

Las palabras de advertencia del funcionario fueron una bendición disfrazada. Esto significaba que no podríamos fingir que Ruijerd era de la tribu Migurd porque nos descubrirían de todos modos.

“Si mientes sobre tu tribu, no tienes que pagar una multa, ¿verdad?”

“Sólo el dinero que desperdiciaste mintiendo sobre ello en primer lugar.” En otras palabras, siempre y cuando pagáramos el dinero como él nos dijo, estaríamos bien. El poder del dinero era impresionante.

***

 

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El sol ya se estaba poniendo cuando salimos del puesto de control. Decidimos volver a la posada y comer. Se nos proporcionó la cocina marinera única de la ciudad portuaria. El plato principal era del tamaño de un puño, cocido al vapor en vino de arroz con un toque de mantequilla de ajo. Estaba delicioso, fácilmente lo mejor que había comido desde que llegamos al Continente Demoníaco.

“¡Esto es tan bueno!” Eris dijo feliz mientras masticaba, sus mejillas llenas de comida.

En este último año había olvidado por completo los modales habituales del Reino Asura en la mesa. Ella cortó su comida con el cuchillo en su mano derecha, luego la apuñaló y se la puso directamente en la boca. Al menos no lo estaba metiendo con los puños, pero no tenía nada de elegante y refinado. Edna, su tutora de etiqueta, seguramente se pondría a llorar si pudiera ver a Eris ahora. Esto también era mi responsabilidad.

“Eris, ¡tus modales en la mesa son horribles!”

Munch, munch.

“¿Quién diablos se preocupa por los modales?”

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En comparación, los modales de Ruijerd eran mucho mejores, aunque tampoco tenían elegancia para ellos. No usó su cuchillo en absoluto, pero usó su tenedor tanto para cortar la comida como para comer. Deslizó su tenedor a través del pescado tan fácilmente como si fuera mantequilla. Las habilidades de un experto, sin duda.

“Bueno,  me  doy  cuenta  de  que  aún  estamos  en  medio  de  nuestra  comida,  pero comencemos nuestra reunión de estrategia.”

“Rudeus, hablar durante una comida es de mala educación”, dijo Eris, de repente llevando la expresión de una dama de primera clase en su cara.

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***

 

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Comenzamos nuestra reunión una vez que la comida había terminado y nuestras barrigas estaban llenas.

“Nos va a costar doscientos minerales verdes cruzar el mar. Un precio ridículo”.

“Lo siento. Es por mi culpa.” La cara de Ruijerd se nubló.

Incluso yo nunca imaginé que costaría tanto. Francamente, había subestimado completamente los costos. Pensé que hacer un poco de dinero en el camino nos permitiría cruzar el océano fácilmente. En realidad, eran cinco monedas de plata para los humanos. Incluso otras tribus de demonios pagarían una o dos monedas de mineral verde como mucho. Sólo los honorarios de la tribu Superd eran anormalmente altos.

“Ahora, ahora, no digamos cosas así, papá.”

“No soy tu padre.”

“Lo sé”, dije. “Era una broma.”

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Aparte de eso, doscientas monedas no eran una cantidad ordinaria de dinero. Incluso si diéramos prioridad a los trabajos con clasificación S y A, nos llevaría años ahorrar tanto. Parecía que el Continente Millis no quería que ningún Superd cruzara sus fronteras.

“Estamos en un aprieto. No podemos dejar atrás a Ruijerd”.

Dejar atrás a Ruijerd sería la forma más rápida de hacer la travesía. Los dos éramos aventureros bastante experimentados, así que podíamos continuar nuestro viaje incluso sin él. Dicho esto, no tenía intención de hacerlo. Ruijerd iba a estar con nosotros hasta que nuestro viaje terminara. Nuestra amistad era inquebrantable y eterna, después de todo. “Por supuesto que no lo dejaremos atrás.”

“¿Entonces qué vamos a hacer?”

“Tenemos… tres opciones”, dije, mostrando el número correspondiente de dedos. Siempre había tres opciones para todo. Una era avanzar, la otra era retroceder y la otra era quedarse donde estábamos.

“Increíble, ¿hay tres opciones?” preguntó Eris.

“¡Heh heh heh!” Me reí.

Ahora sólo espera, pensé. Aún no he pensado en todos ellos. Veamos….

 “La primera opción es un ataque frontal: nos quedamos aquí, ganamos dinero y viajamos al Continente Millis pagando la tarifa.”

“Pero si hacemos eso…”

“Sí, llevará demasiado tiempo”, estuve de acuerdo.

Si diéramos prioridad a ganar dinero, podríamos ahorrar la suma necesaria en el plazo de un año. Sin embargo, no había garantía de que algo no le pasaría en algún momento, como que nosotros perdiéramos nuestro monedero.

“La segunda opción: entramos en un laberinto y obtenemos un cristal mágico o un objeto mágico. Esta sería una tarea laboriosa, pero podríamos conseguir el dinero que necesitamos en una sola misión”. Un cristal mágico tendría un precio muy alto. En cuanto a cuánto exactamente, no podría decir, pero si se lo entregáramos al oficial en el puesto de control, podría incluso dejar pasar a un Superd.

“¡Un laberinto! ¡Me gusta cómo suena eso! ¡Hagámoslo!”

“No.” Ruijerd derribó ese plan inmediatamente.

“¿Por qué no?”

Ruijerd podía detectar fácilmente criaturas vivientes con su sexto sentido, pero las trampas dentro de un laberinto eran probablemente un asunto diferente.

“Realmente quiero ir”, dijo Eris, haciendo pucheros.


“Es una opción, pero preferiría no ir con ella.”

Podríamos estar bien si procediéramos con precaución, pero como fui bastante descuidado con mis pies, definitivamente daríamos un paso en falso fatal en algún momento. Parecía prudente prestar atención a las palabras de Ruijerd en este caso.

“La tercera opción: encontrar un contrabandista en esta ciudad que pueda llevarnos.”

“¿Un contrabandista? ¿Qué diablos es eso?”

“Cuando se trata de las fronteras de un país, normalmente hay que pagar impuestos para

llevar las cosas de un lado a otro. Por eso nos dijeron que pagáramos una cuota. Si eres un comerciante, lo más probable es que tengas que pagar impuestos sobre tus bienes, ¿verdad?”

“No lo sé, ¿y tú?”

“Sí, así es”, respondí. De lo contrario, no tendría sentido cobrar una tarifa mayor basada en la raza de la persona.

“Y probablemente hay cosas que cuestan una cantidad insensata de impuestos. Así que debería haber alguien aquí que haga ese trabajo por un precio más barato, además de manipular mercancías ilegales”. Bueno, tal vez no lo hubo. Pero si lo hubiera, entonces seguramente podríamos hacer que nos llevaran al otro lado por un precio mucho más bajo que doscientas monedas de mineral verde. Claramente algo estaba pasando con la tarifa en el punto de control. Ese oficial nos  dijo que no seríamos castigados, aunque mintiéramos sobre la tribu de Ruijerd.

De todos modos, acababa de aprender por las malas que el camino más fácil era el que estaba plagado de trampas. Así que aunque lo he incluido como una opción potencial, quería evitar hacer algo ilegal si es posible. Por el momento, las tres opciones que se me habían ocurrido eran:

El enfoque directo de ganar dinero y pagar la cuota

Ganar una fortuna buceando en un laberinto de calabozos. Llegar a un acuerdo con un contrabandista

Ninguno de ellos era particularmente bueno. Oh, claro, había uno más. Podría vender a mi báculo, Aqua Heartia. Tenía un enorme cristal mágico y era una obra maestra del Reino Asura. Eso al menos ganaría suficiente dinero para que un miembro de la raza Superd cruzara el océano.

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Aparte de los pros y los contras, no quería venderlo si es posible. Era un regalo de cumpleaños precioso de Eris, y yo estaba haciendo buen uso de él. Eris y Ruijerd seguramente no estarían de acuerdo en que lo dejara ir tan fácilmente.

***

 

 

 

Esa noche, un mensaje divino vino a mí.

El Dios-Hombre me dijo: “Compra algo de comida en un puesto de la calle y busca en los callejones tú solo”.

Suena como un verdadero dolor en el culo. Pero como no tengo otras opciones, intentaré ser optimista y darle una oportunidad.

No, ya sé lo que va a pasar desde que dijiste las palabras “comida” y “callejón”.

 “¿Lo sabes?”

Sí, un bonito cliché, ¿verdad? Déjame adivinar, voy a encontrar a un niño hambriento que se perdió. Y va a tener a un tipo raro intentando ligar con ella. ¿Cómo es eso?

 “Tienes toda la razón. ¡Increíble!”

Entonces ese chico resulta ser el nieto del líder del Gremio de Tripulantes o algo así, ¿verdad?

 “Heh heh heh heh. Guarda la sorpresa para mañana.”

¿Qué sorpresa? No ha habido una sola sorpresa agradable en todo este tiempo. ¡Además, amigo! ¿Qué diablos…? Ha pasado un año desde que hiciste esto. ¡Hasta pensé que no tendría que volver a ver tu cara!

 “Ah, verás, la última vez mi consejo no salió muy bien para ti, ¿verdad? Así que fue un poco difícil para mí mostrarme de nuevo.”

¡Huh! Así que el Dios-Hombre tiene un poco de vergüenza después de todo, supongo. Pero no te hagas una idea equivocada, ¿de acuerdo? Ese fue mi error la última vez. Dicho esto,

¿cuál fue la decisión correcta que debí haber tomado?

 “Bueno, si quieres usar el término ‘correcto’, eso es cosa tuya. La opción ‘normal’ habría sido convertir a esa gente en los guardias, solidificando así tu amistad con Ruijerd.”

¿Qué? ¿Me estás diciendo que la solución era así de simple?

 “Así es. Nunca soñé que los convertirías en tus aliados y que te ganarías la atención de esas pequeñas patatas fritas intrigantes del Gremio de Aventureros. Qué reloj tan entretenido fue para mí”.

Sí, y no me divertí lo más mínimo. 

“Pero gracias a eso, lograste llegar tan lejos en un año.” Entonces, ¿estás diciendo que el fin justifica los medios?

“Los resultados lo significan todo.”

Tch, eso no me gusta. 

“No lo sabes, ¿eh? Bueno, eso depende de ti. De todos modos, pareces estar de mal humor, así que me voy”.

¡Espera un segundo! Hay una cosa que quiero confirmar.

 “¿Y eso es?”

Si no pienso demasiado en los consejos que me das, ¿significa que las cosas irán bien?


 “Es más entretenido para mí si lo piensas mucho.”

¡Ajá, así que eso es todo! Ese es tu juego. Ahora lo entiendo. Gracias por el consejo. La próxima vez no será tan entretenido para ti.

 “Heh heh. Yo también lo espero con ansias”.

Sí, sí, sí, sí. Por supuesto que sí.

 Mi conciencia se desvaneció cuando esas últimas palabras resonaron en mi cabeza.

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