Kage no Jitsuryokusha

Volumen 2

Prólogo: ¡Camino a la tierra sagrada, Lindworm!

Parte 2

Siempre he creído que soy de los que tienen pocas cosas que le gusta u odia. Eso es porque sé mejor que nadie, que la mayoría de cosas las divido en; cosas que me importan y cosas que me dan igual.

Aun así, de vez en cuando aparecen cosas que me gustan y otras que odio. No son cosas importantes, ni siquiera necesarias, pero hay cosas que simplemente me gustan y otras que simplemente odio. No importa cuánto quiera organizarlas de forma racional, mis sentimientos no me dejan hacerlo.

Por ende, comencé a llamarlas, “cosas que me dan igual, pero me gustan” y “cosas que me dan igual, pero las odio”.

Dentro de lo que llamó “cosas que me dan igual, pero me gustan”, están las aguas termales.

En mi corto periodo de mi vida anterior, nunca entraba a este tipo de baños. Claro que, como llevaba mi vida de mob, me duchaba 3 veces al día, pero no usaba la bañera, pues creía que era una gran pérdida de tiempo, tiempo que podía usar en entrenar.

Justamente en esos momentos, fue cuando alcancé el límite de un ser humano, y no pude darme esa clase de lujos. Realmente quería ser capaz de regresar un misil de un puñetazo.

Luego de todo eso, finalmente me di cuenta que me estaba volviendo loco, y volví a tomar un baño caliente, pero la cosa que me abrió los ojos, fueron las aguas termales. En ese momento, al sumergirme en el agua caliente, creó un margen en mi mente. El margen donde residía la calidad de mi entrenamiento y el margen donde comencé a buscar el aura y poder mágico dentro de mí.

En fin, gracias a eso ahora estoy aquí, a punto de tomar un buen baño caliente. Estaba disfrutando de las aguas termales más famosas del Lindworm.

Era temprano por la mañana. Por lo general, me gustaba entrar en las mañanas, claro, también en las noches, pero casi siempre primero de mañana. La razón era simple; porque no había tanta gente, y podía disfrutar en soledad.

Hoy vine con eso en mente, pero tal parece que otra persona ya había pensado de la misma manera. Y para empeorar mi suerte, la persona de allí, era Alexia.

Su  cabello  plateado  estaba  recogido  cuidadosamente  mientras  ella  me  miraba  con sorpresa. De inmediato, desvió la mirada.

Luego de unos segundos de silencio, ambos hicimos como si ninguno de los dos existiese para el otro. Dado que este lugar eran unas aguas termales super exclusivas para los nobles, el baño abría desde temprano,  y era mixto. El lugar  era  amplio,  el agua tenía buena temperatura, y las nubes y los rayos del sol de la mañana, me bañaban mientras pensaba que hubiera sido mejor un baño privado.

Alexia y yo estábamos en el borde las aguas termales, el lugar con la mejor vista, mirando al sol salir mientras nos rodeábamos de un silencio incómodo.

A mi lado, el cuerpo de Alexia con su blanca piel se movió, formando ondas en el agua.

Fue un desperdició de tiempo, pero igual pensé que sería mejor irme. En cuanto estuve listo para salir, Alexia rompió el silencio.

“¿Y tus heridas?” Dijo con una voz baja, nada propio de ella.

“Ya se curaron”. Dije mientras me preguntaba a qué heridas se refería.

“No me di cuenta del enojo, así que de verdad terminé cortándote. Qué bueno que al menos hayas sobrevivido”.

“Ah bueno”.

Ah, se refiere a esas heridas, pensé.

Ya con el tiempo que llevo conociéndola, me di cuenta que esta era su forma de disculparse. Estoy seguro que nadie le enseñó qué era disculparse, ni cómo hacerlo, por eso, esta era la forma de Alexia.

“Yo también me disculpo por haberte tratado como una asesina despiadada”. Dije, y luego me tiró agua a la cara.

“¿A quién llamas asesina?”

“Quién sabe. Por cierto, ¿qué haces en Lindworm?”

“Estoy invitada para ver el desafío de la diosa. Más bien ¿qué haces tú aquí?”

“Vine porque un amigo me dijo que iba a realizarse un evento interesante. Supongo que se refería al desafío de la diosa, pero ¿qué rayos es eso en primer lugar?”

Alexia suspiró.

“¿Viniste sin siquiera saber eso? El desafío de la diosa es un combate que se realiza una vez al año, un día donde las puertas del santuario se abren. Luego, los recuerdos de los guerreros del pasado salen de esas puertas, y los participantes pueden pelear contra ellos. Cualquier espadachín puede participar, pero no es seguro que algún guerrero del pasado responda a su llamado. Cada año participan cientos de espadachines, pero siempre terminan peleando unos 10 de entre todos ellos”.

Se oye interesante. De seguro Alfa piensa participar en eso.

“¿En base a qué son elegidos?”

“Según dicen, se decide en base al guerrero y el participante. Como la mayoría de las veces siempre son guerreros un poco más fuertes que los participantes, se le comenzó a llamar el desafío de la diosa. Se hizo popular hace unos 10 años cuando supuestamente el espadachín Venom, logró llamar al héroe Olivier”.

“Ohh, ¿y ganó?”

“Según dicen, fue derrotado. Aunque yo nunca vi nada de eso así que no sabría decir si es verdad o mentira. Ni siquiera sé si de verdad fue el héroe Olivier el que fue llamado”.

“Umm”.

Si Alfa participa, es muy seguro que pueda llamar a algún héroe, esto se pondrá divertido.

“¿Y tú no participarás? Te has vuelto más fuerte últimamente”.

“No lo haré. Este año estoy ocupada. Además, se dice que hay unos rumores bastante turbios alrededor del arzobispo de este lugar”.

“¿Rumores turbios?”

“No te lo diré. SI quieres saberlo, enlístate en los caballeros escarlata”.

“Paso”.

“Enlístate luego de graduarte”.

“Paso”.

“Falsificaré tu firma y lo haré por ti”.

“Ni lo pienses”.

“Obstinado”.

Y allí se acabó la discusión.

Luego de eso, volvimos a disfrutar del agua caliente en medio del silencio, aunque no era un silencio incómodo esta vez.

Alexia al lado mío, comenzó a moverse. Levantó sus largos brazos, echando agua mientras frotaba un brazo con su otra mano.

“Imaginé que estarías viéndome con deseo incesante, pero parece que me equivoqué”.

¿Viendo, qué cosa? Fue algo que ella nunca especificó.

“Qué narcisista”.

“Cuando eres alguien tan hermosa como yo es difícil lidiar con las miradas llenas de deseo, ¿sabes?”

Y aun así, se la ve bastante abierta de mente ahora mismo.

“Trato de no compartir este tipo de baños con nadie, así puedo relajarme a mi gusto”.

“En mi caso, trato de no entrar a este tipo de lugares con nadie más. Así puedo estar más tranquilo”.

“Estoy de acuerdo”.

“Si lo estás, entonces, ¿podrías dejar de mirar a mi gran Excalibur?”

“Puff”.

Alexia se rio, claramente burlándose de mí.

“¿A eso le llamas Excalibur? ¿No habrás querido decir lombriz?”

“No me importa si crees que es una lombriz. Para mí, puede ser una lombriz o una Excalibur, pero solo déjame decirte una cosa”.

Me levanté, formando una gran onda en el agua.

“Nunca debes juzgar un libro por su cubierta. Si crees que es una lombriz, es porque de seguro la espada sigue en su vaina”.

Luego caminé hacia la puerta para salir del baño.

“¿Q-Qué quieres decir con eso…?” Dijo Alexia con sus mejillas ligeramente rojas, y yo respondí.

“Cuando la espada sagrada sea liberada de sus ataduras, su inmensa y resplandeciente hoja volará hacia los jardines del caos…” Dije en un tono profundo, sacando la toalla mojada de entre mi entrepierna y dándome un golpe en el trasero con ella.

Me encantaba imitar a los ancianos que hacían esto cada vez que salían del baño. No había ninguna razón, simplemente sentía que, sin esto, no se sentía como si hubiera entrado a las aguas termales. Luego de eso, me di tres golpecitos más y salí al vestidor.

Luego, cuando terminaba de cambiarme, escuché otros 3 golpecitos viniendo desde el baño.

La gran iglesia estaba siendo iluminada por las luces de las lámparas, lo que la hacía ver un poco más fantástica desde el exterior.

Allí, una hermosa elfa de cabello dorado estaba parada. La hermosa mujer, vistiendo con una ropa negra azabache, se quedó viendo con sus ojos azules a la estatua del héroe Olivier.

El nombre de esa elfa, que parecía portar tanto la oscuridad de la noche como el brillo de la luna, era Alfa.

“Solo queremos saber la verdad”. Dijo Alfa, como si estuviera hablándole a la estatua de Olivier.

“Héroe Olivier, ¿qué fue lo que hiciste en este santuario? ¿Qué fue lo que hizo que la verdad quedara oculta en la oscuridad de la historia?”

Luego, ella comenzó a caminar, haciendo resonar sus pisadas con el ruido que hacían sus tacones altos. Ella se acercó a algo color rojo en el suelo de mármol.

“Arzobispo Drake, ¿qué es lo que has estado ocultando? Me hubiera gustado saberlo antes de que cerraras tu boca para siempre”.

La cosa roja esparcida por el suelo, eran restos de sangre y carne de un hombre gordo que había sido asesinado.

Los tacones se detuvieron en medio de la sangre, sus piernas blancas salían a relucir desde el vestido negro.

“¿Quién te mató? ¿Quién pudo ser capaz de desecharte así en la posición en la que estabas?”

Los ojos del arzobispo muerto, decían que había muerto en medio de la desesperación. Los rumores turbios de esta persona, habían llegado hasta la capital, y pronto iba a ser juzgado. Pero él desapareció justo antes de que eso sucediera.

“Mañana esperaremos el momento para abrir la puerta al santuario”.

Alfa miró una vez más a la estatua del héroe Olivier, y luego se dio la vuelta. Desde el interior de la gran iglesia, se escucharon voces llamando al arzobispo. Alfa, rápidamente abrió la puerta y salió del lugar.

El ruido de los tacones altos desapareció, y en cambio, se escucharon las voces preocupadas de los caballeros.

Allí, encontraron el cadáver del arzobispo, pero ninguno habló sobre la hermosa elfa rubia.

Pues allí, nadie la había visto.

En el pasillo de mármol blanco de la iglesia, tan solo quedó la huella de los tacones encima de la sangre.

La noche anterior al torneo, estaba viendo la ciudad de Lindworm desde la torre de un reloj.

Como solo faltaba una noche para el día del desafío de la diosa, la gente estaba muy animada. Las calles principales estaban llenas, había muchos puestos ambulantes, y las luces iluminaban cada esquina de la ciudad.

Rose ahora mismo, estaba en una fiesta en la gran iglesia. Obviamente, a mí no me invitaron, e incluso si lo hubieran hecho, me habría negado.

Sonreía mientras dejaba que el viento de la noche golpeara mi rostro.

Ver el escenario y a las personas desde esta altura, parece una de las escenas que más me gusta. Sería aún mejor si hubiera alguna clase de evento justo antes del torneo.

“Ya empezó…” Murmuré mientras me dejaba llevar por la atmosfera.

“Así que… eso es lo que eligieron…”

Y luego cerré mis ojos.

“En ese caso, que así sea”.

Luego, me vestí de Shadow en un segundo.

“Nunca dejaremos que eso suceda…”

Luego, volé por el cielo, mi capa se agitaba con el viento y aterricé.

Era un callejón alejado del ruido de la gente. Allí, estaba un hombre enmascarado. Lo vi y lo perseguí con la mirada mientras huía misteriosamente de la gran iglesia. Posiblemente sea un ladrón o algo así.

También percibo un pequeño olor a sangre. Es un bandido, ¿no?

“¿Realmente pensaste que podías escapar…?” El hombre enmascarado retrocedió un paso.

“Nosotros acechamos en el mundo de las sombras, pues allí yace nuestro dominio…” El hombre sacó una espada.

“Y de allí, nadie puede escapar, jamás”.

El hombre tomó una posición y se enfrentó a mí. Yo simplemente me quedé esperando.

Así, en el momento en el que él movió la espada, su cabeza salió volando en el aire.

Me quedé viendo eso sin ninguna palabra, sin ninguna reacción. Luego, desde atrás del cadáver del hombre, una chica se acercó caminando.

“Es bueno volver a verlo, amo”. Dijo ella, Epsilon, mientas se postraba ante mí… ella es la quinta miembro de las siete sombras.

Vestida con un traje pegado al cuerpo, ella me vio directamente a la cara. Era una elfa, una con un cabello azul claro como el de un lago.

Existen varios tipos de belleza, pero ella era una de esa bellezas llamativas. Sus rastros, nariz, y boca, eran llamativos, incluso su figura y forma de caminar lo eran. Todos, ya sean hombre o mujer, no podrían evitar verla. No obstante, yo ya sabía su secreto.

“Así que le volaste la cabeza de un golpe, esplendido”.

“Me honra”. Dijo Epsilon sonrojándose un poco, pero sonriendo a la vez. Su voz era madura, y tal vez para algunas personas, podría sonar un tanto alta, pero para mí, sonaba como una melodía de piano, así que no me desagradaba.

Ella era la persona que más precisión en el control de la magia tenía dentro de las 7 sombras. Normalmente, el poder mágico es difícil de controlar una vez este sale de tu cuerpo, pero ella puede hacerlo con facilidad, y usarlo para ejecutar ataques a larga distancia.

Su sobrenombre es “La Precisa”.

Aunque normalmente era una mujer con una personalidad bastante seria y arrogante, conmigo se comportaba como un cachorrito. Aunque es fácil de malinterpretar, en realidad, es una buena chica, hace mucho siempre se encargaba de servirme té todos los días. También obedece lo que Alfa le dice, y entiende bien su posición en el sistema jerárquico que tenemos.

La verdad, ha pasado bastante desde la última vez que nos vimos, y quisiera hablar más cómodamente con ella, pero por el ambiente, se ve que está en el modo “Jardín de las Sombras”.

Muy bien, en ese caso responderé a ese esfuerzo.

“¿Cómo va el ya mencionado ‘plan’?”

Epsilon frunció un poco el ceño, posiblemente no se le ocurría nada para seguir la corriente de un “plan”.

“El objetivo fue asesinado por un ‘ejecutor’ del culto. Eliminamos a sus secuaces, pero todavía no sabemos hacia dónde huyo el ejecutor”.

“Oh…”

Así que inventó lo de un ejecutor. Tiene buenos gustos.

“Procederemos con el segundo plan”.

Así que ahora toca el turno de cambiar de plan A, al plan B.

“Está bien. Pero, ¿ya lo sabes, verdad…?”

“Sí, y estoy lista. Sé muy bien que puede que la iglesia se convierta en nuestros enemigos, y también sobre nuestra reputación…”

“En ese caso, yo haré lo que tengo que hacer. No bajes la guardia…”

“A sus órdenes”. Dijo Epsilon con su mirada aun en el suelo, luego retrocedí y usando mi gran velocidad desaparecí entre las sombras de la ciudad.