Hige wo Soru. Soshite Joshi Kōsei wo Hirou (NL)

Volumen 4

Capítulo 6: Vagar

 

 

Sayu se cambió de ropa, se quitó su uniforme y se puso ropa cómoda, y yo no tuve más remedio que prestarle una sudadera y unos pants a Asami.

— Qué mal, pero por lo menos lavaste tu uniforme.

Publicidad M-AR-2

— Esto huele a hombre de mediana edad.

— ¿¡De verdad!?

— Oh, chica, estoy demasiado impaciente.

Asami se carcajeó y luego añadió: “Es broma”. Qué una chica de preparatoria diga que algo “huele a hombre de mediana edad” y se queje tan seriamente, aunque sea una broma quiero que deje de hacerlo.

— Además, Sayu chan lavó esta ropa. Eso me bastó para pensar que olería tan bien… increíble…

Publicidad G-M1



— ¿Tienes un sentido del olfato demasiado desarrollado?

Cuando levanté la voz para peguntar, Asami se rio aún más fuerte. Le eché un vistazo a Sayu, y como era de esperarse no diría que estaba igual de animada que antes, pero se estaba riendo a causa de lo que había dicho Asami. Parecía un poco más tranquila y para mí, eso estaba bien.

Después de hablar sobre esto y vomitar, ella dijo: “Estoy preparada para seguir contando todo”, pero como era de suponer, quería hacer una pausa a la mitad para descansar mentalmente. Con solo escuchar la historia me dolió el estómago.

No es exagerado decir que, para la misma Sayu quien estaba contando la historia, era doloroso volver a experimentar los acontecimientos ya vividos. De hecho, creo que vomitó en ese momento porque recordó el cadáver su antigua amiga.

Cuanto más lo pensaba, más sentía que era un incidente demasiado grave para ser experimentado por una niña en su adolescencia. A pesar de que Asami tampoco quería mirar a Sayu, estaba claro que se preocupaba por las situaciones que Sayu tuvo que afrontar hasta ahora.

Algunas veces, incluso mientras hablaba con Sayu sobre tonterías, movía mi mirada de forma casual para captarla con el borde de mi campo de visión. Unos minutos después de terminar de cambiarse de ropa, tuvimos una conversación tranquila y de repente todos guardamos silencio. Después de algunos segundos, Sayu habló.

— Bueno… parece que seguiré contando esto.


Ante las palabras de Sayu, Asami preguntó con tono amable.

— ¿Ya estás bien?

— Si, estoy más tranquila.

— Vale.

Después de devolverle la sonrisa a Asami, Sayu me volteó a ver. Yo también estaba decidido a seguir escuchando.

— Si tú estás bien, yo también estoy bien.

Cuando dije eso, Sayu asintió luego respiró lentamente, inhaló y luego exhaló. Después, reinició su historia.

 ***

 

 

Yuuko se suicidó y yo me hundí en la tristeza y la desesperación. Habíamos acordado huir juntas, pero ella se fue primero y de la peor forma posible. Pensé que estaba protegiendo a Yuuko, y desconocía por completo la magnitud de su sufrimiento. Eso me frustraba primero y luego me ponía triste.

Pude haber estado tan hundida en la depresión durante días, meses, pero la realidad es que no tuve tiempo para lidiar con esos sentimientos. Yo estuve en el mismo lugar y a la misma hora en que yuuko saltó, por lo que fui la primera en ser investigada.

Fui interrogada varias veces por el maestro de orientación estudiantil, el director y la policía.

De cualquier forma, no tuve más remedio que seguir hablando sobre lo ocurrido y también tuve que recordar la escena de como murió mi amiga varias veces, y aunque no tuve nada que ver en su muerte, estuve bajo sospecha de forma injusta según unos completos desconocidos por lo que fue doloroso e inevitable.

A pesar de que se trataba de una amiga que quería mucho, solo me bastaba con recordar su rostro para que me doliera el estómago y no pudiera dormir. Algunos días después del suicidio de Yuuko, los medios de comunicación masivos comenzaron a congregarse en mi casa.

Estaban ahí cuando salía de casa y también cuando regresaba. Había muchos reporteros apuntando con cámaras de televisión y adultos también, parecían estar sincronizados. Al parecer, también hacían sonar el intercomunicador de la casa muchas veces cuando yo estaba en la escuela. Mi madre estaba harta.

Publicidad M-M5

Aunque yo ya era solo una carga en la casa, había vuelto con más problemas. El día que Yuuko murió, mientras le explicaba llorando a mi madre la situación, ella suspiró y dijo:

— No esperaba menos de ti, pero no mataste a tu compañera de clase ¿o sí?

Me sorprendió, y las lágrimas que unos momentos antes eran incontenibles se detuvieron de repente en ese instante.

— No, absolutamente no.

Respondí eso asintiendo ligeramente. Era mi única amiga. Me tragué esas palabras. Incluso mi hermano mayor que solía estar ocupado, regresaba a casa todos los días solamente para tranquilizar a mi madre que tendía a ponerse histérica y aprovechaba para ver cómo estaba yo.

Lloré muchas veces en el pecho de mi hermano mayor. Durante algunas semanas, cada vez que veía las noticias en la televisión, el nombre de Yuuko aparecía. Dejé de ver la televisión. Me asustaba al escuchar el intercomunicador, y tenía miedo de los medios de comunicación reunidos afuera de mi casa cada vez que iba o venía de la escuela; así que dejé de ir.

Mi madre que siempre se preocupaba por el que dirán, me hacía ir a la escuela, aunque tuviera resfriado, pero no dijo nada en aquel momento en el que dije que no quería ir a la escuela. Durante el día me atemorizaba el humor de otras personas y el de mi madre, y en la noche, me daba miedo el “recuerdo de Yuuko” grabado en mi mente.

Y así, los tres miembros de la familia Ogiwara, incluyéndome a mí, gradualmente nos fuimos agotando. Y, un día, la relación entre nuestra familia, que era como una presa que seguía aun en pie, pero que estaba a punto de derrumbarse; colapsó. Ese día, me levanté temprano por la mañana, fui a la sala y mi madre estaba sollozando.

— ¿Qué pasa…?

Cuando le pregunté si pasaba algo, mi madre que tenía la cabeza postrada sobre la meza, la levantó y me lanzó una mirada afilada.

— ¡Todo es por tu culpa…!

A menudo, cuando le daban ataques de histeria, mi madre decía esto. No conozco los detalles, pero al parecer mi madre se divorció de mi padre debido a mi nacimiento. Y debido a “esos detalles que desconozco” mi madre no me quiere desde que yo era pequeña. Mi madre ha desarrollado inestabilidad emocional periódicamente desde que se divorció de mi padre.

Y en ese momento me miró y me dijo lo que siempre solía decirme.

— Issa está esforzándose espléndidamente para tener éxito en la compañía que heredó de esa persona, pero tú, ¡Cada vez que haces algo solo nos ocasionas problemas!

— Lo siento.

Si continuaba disculpándome, mi madre se sentiría satisfecha por un rato y se quedaría dormida. Porque la histeria provocaba el consumo de fuerza física.

— ¿Por qué tenemos que ser perseguidos por el suicidio de otra persona…? ¡Seguro fue porque le estabas haciendo creer que era tu amiga! ¡No tienes muchos sentimientos!

— Lo siento.

No es que no tuviera sentimientos. Sin embargo, no quería demostrarlos frente a mi madre. Porque si era paciente todo terminaría. Pensé que esta ves también lo soportaría. Todo terminaría si seguía insultándome hasta quedar satisfecha. Pero…

Me tomó por sorpresa, mi madre abrió mucho los ojos de repente y me miró. Era una situación diferente a la de siempre, yo ladeé un poco la cabeza y ella dijo:

— Tal vez… En verdad tú no la mataste ¿cierto?

Ante esas palabras, mi paciencia rápidamente llegó a su límite. Para cuando me di cuenta, me acerqué a mi madre y le di una cachetada en la cara. Era mi primer acto de violencia en mi vida.

— ¡¡Eso es imposible!! ¡¡No me jodas!!

Era la primera vez en mi vida que le gritaba a alguien con furia. Yo ya estaba acostumbrada a que me insultaran. Sin embargo, no pude soportar que me dijeran que era sospechosa de la muerte de Yuuko, porque eso era básicamente como negar mi amistad con ella. Aunque yo misma no sabía de qué tamaño era mi cariño por Yuuko.

— ¡¡Tú no lo sabes!! La primera amiga en la que pude confiar sufrió acoso por mi culpa. Y eso…

Mis sentimientos reprimidos me estaban haciendo actuar con violencia. Mi madre estaba estupefacta mientras veía la expresión en mi rostro. Con las lágrimas derramándose por mi cara, tomé a mi madre por el cuello y la sacudí varias veces.

— Siento que murió por mi culpa… ¡¡Pero eso nunca lo entenderás!!

— Tú…

— ¡¡Si te molesto tanto, desapareceré, ya tuve suficiente de tus palabras crueles!!

Gritando esto, corrí hacia mi habitación. Me puse mi uniforme, empaqué lo mínimo necesario en una maleta y tomé mi cartera. Justo cuando estaba a punto de salir del cuarto, se abrió la puerta y en ella apareció el rostro de mi hermano mayor.

— ¿Qué es todo este escándalo Sayu? ¿Traes puesto tu uniforme? ¿Querías ir a la escuela?

— No. Me voy.

— ¿Te vas? ¿A dónde? ¿Cuándo regresaras?

— ¡A donde sea! ¡Ya no regresaré!

— ¡Oye!

Empujé a mi hermano, corrí hacia la puerta y literalmente hui de casa. Inmediatamente, mi hermano salió por la misma puerta y corrió con todas sus fuerzas para detenerme. Como era de esperarse, no tenía nada que hacer contra la fuerza en las piernas de un hombre adulto, por lo que mi hermano me alcanzó de inmediato.

— ¡Suéltame!

— ¡Tonta, no te enojes! Cálmate por un momento.

—  ¡¡Pero…!!

Las lágrimas se desbordaron de nueva cuenta.


— Madre… en verdad piensa que yo la maté… ¡Me lo dijo!

Dije eso gimiendo mientras lloraba, mi hermano se quedó sin palabras y me acarició la espalda.

Publicidad M-M3

— Ella… ¿Te dijo eso?

Él me abrazó y me dijo en voz más baja de lo habitual:

— Ciertamente, podría ser bueno mantenerse a distancia de nuestra madre por ahora. Es más importante la salud mental de Sayu y madre que el qué dirán.

Tomó mi mano mientras decía esto.

— Vayamos juntos a la estación del tren.

— Ah… ajá.

Pensé que se opondría a que me fuera, por lo que un poco decepcionada; asentí. Los dos guardamos silencio hasta que llegamos a la estación. Pero fue un poco tranquilizador que él estuviera a mi lado.

Al llegar a la estación del tren más cercana, me dijo “Espera un momento”, y fue a un cajero automático. Regresó más pronto de lo que pensaba y me dio un sobre pesado.

— Si te vas sin dinero, solamente terminarás regresando a casa pronto.

— ¿Eh? Pero…

— Hay 300,000 yenes adentro. Creo que, sin lujos, puedes pasar medio mes fuera de casa con esto.

— ¡De ninguna manera! ¡Está mal!

Al escuchar mis palabras, onii san sonrió amargamente.

— Es un problema salir de casa sin dinero. Mira, quédate en un hotel decente. Y si sientes que estás en peligro, sin dudarlo; contáctame. Si puedes cumplir con ambas cosas, yo me las ingeniaré para explicárselo a mamá.

Miré fijamente el sobre por un momento y luego abracé a onii san.

— Gracias…

— Te has estado esforzando mucho. Tomate un pequeño descanso.

Onii san me acarició la cabeza, me dio unos golpecitos en ambos hombros y luego apretó mi cuerpo desde ahí con sus manos.

— Ya me voy.
— Que te vaya bien. Si sientes que estás en peligro, comunícate inmediatamente conmigo.


— Entendido.

Me pareció que mi hermano mayor era más como un padre. Me pregunté si los padres se preocupaban por los niños de esta manera por naturaleza… pero a los pocos segundos de pensar en esto, lo dejé de hacer. Y de esta forma, por primera vez en mi vida, dejé mi casa por un largo periodo de tiempo.

***

 

El huir de casa, para mi realmente significaba “estar sola”. No importaba lo que hiciera en la habitación del hotel, porque no había quien mirara ni quien dijera algo. Lo primero que se me viene a la mente de cuando logré mi libertad es “la sensación de vacío”.

—  ¿Quién soy…?

Publicidad G-M1



No sé cuantas veces murmuré eso. Nací sin ser bien recibida por mi madre. Mi hermano mayor es cuidadoso conmigo, pero sentía que esa amabilidad tenía hasta cierto punto algo de “compasión”. Nunca tuve amigos y cuando finalmente logré hacer una, ella me dejó y murió.

Ahora que lo pienso, creo que yo siempre he sido una persona “Que nunca ha sido algo para alguien”. El hecho de estar sola físicamente aceleró que me sintiera sola emocionalmente.

No había pensado tanto en lo que estaba haciendo hasta que recibí 300,000 yenes prestados de mi hermano.

A pesar de que finalmente había logrado huir de mi madre, lo que tanto había anhelado, no me sentía para nada contenta. Quería intentar algún vicio, pero no tuve valor para probar el alcohol ni el tabaco, por lo que desnudarme y masturbarme en mi habitación del hotel se convirtió en una rutina diaria.

Cada vez que terminaba de hacerlo me sentía miserable, pero por alguna razón no podía dejar de hacerlo. Por una cosa u otra, el seguir viviendo fuera ocasionó que el dinero que tenía se redujera en un abrir y cerrar de ojos, por lo que finalmente acabé con tan solo varios miles de yenes.

Onii san me había dicho que “me quedara dormir en un lugar seguro”, pero pensé que con esos varios miles de yenes me podría quedar en un ciber café por una semana, así que me quedé en un café internet hasta que se me acabó el dinero.

Al parecer mi hermano mayor calculó cuando se me terminaría el dinero con mayor precisión de lo que esperaba, porque a los 3 días en el café internet mi celular sonó varias veces.

— ¿Dónde estás ahora?

Publicidad G-M3



— En un hotel.

— ¿En cual hotel? Me parece que, si te estuvieras hospedando en un hotel todos estos días, a estas alturas ya te habrías quedado sin dinero.

Ya no recuerdo de que forme logré engañarlo en aquel momento. Sin embargo, algunos días después de descubrió esa mentira improvisada y mi hermano mayor me llamó una y otra vez. Para cuando me di cuenta, y para mi sorpresa, yo ya a estaba siendo “negligente”.

Después de todo, no quería regresar a aquella casa en la que vivía mi madre. Al final, no me visualizaba volviendo a casa, ni reconciliándome con mi madre. Mi hermano me hizo el favor de ayudarme a salir de casa, y sentía pena por romper mi promesa, pero quería seguir siendo libre.

Mi celular se quedó sin batería y lo arrojé en el bote de la basura de alguna tienda de conveniencia. Me quedé sin dinero. También me quedé sin energías para pensar cuidadosamente en algo. Sin saber bien a bien que hacer, deambulé por la ciudad durante la noche hasta que me habló un hombre vestido de traje.

— ¿Por qué una chica de preparatoria está aquí a esta hora?

El hombre parecía un poco tomado y tenía la cara roja. Ahora que lo recuerdo, ese día era un viernes. En ese momento y para mi propia sorpresa puse una cara sonriente sin dificultad.

Hige wo Soru. Vol 4 Capítulo 6 - Novela Ligera

 

— Porque hui de mi casa. No tengo a donde ir.

— Mm…

Publicidad M-AB

El hombre de traje me miró fijamente, y pensó un poco la situación. Luego, dijo:

— Primero que nada, este lugar es peligroso, ¿Por qué no te quedas hoy a pasar la noche en mi casa?

Sentí como la tensión recorría todo mi cuerpo. Pensé que esto era claramente a lo que se refería Onii san cuando dijo “si piensas que es peligroso” contáctame. No obstante, en ese momento en verdad me estaba sobrepasando con mi negligencia. También, si las cosas salían bien, era una oportunidad de conseguir un lugar donde quedarse por el momento.

— ¿No le molestaría?

Para cuando me di cuenta, ya lo había dicho.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios