Kimi to Boku no Saigo no Senjo, Aruiha Sekai ga Hajimaru Seisen

Volumen 4

Capítulo 4: Unidad 907

Parte 5

… Una hija de la reina. Como Alice… ¡lo que significa que es la hermana de Alice!

En ese caso, podía aceptar sus poderes. Era una de las descendientes de la Fundadora, una de las magas a las que llamaban purasangres.

—Creeré que estás diciendo la verdad. Por eso me sorprendió tanto…¿Pero estás segura de esto? Soy un soldado imperial.

—Quiero tener un soldado imperial de mi lado. Por eso usé mi carta de triunfo para esto.

Los labios de la princesa Sisbell temblaban ligeramente. No sabía cuándo el soldado imperial podría cambiar de opinión y atacarla sabiendo que era de la realeza.

—No tengo aliados, aunque soy una princesa.

—… —Trató de adivinar lo que eso significaba.

— ¿Es porque todo el mundo tiene miedo de tu poder astral?

—Bueno, me consideran una molestia. No puedo revelar detalles, pero nuestra reina está siendo atacada… por uno de los descendientes de la Fundadora.

—¿Eh?

—¿Crees que eso llevará a la autodestrucción de la Soberanía? El individuo no está intentando tomar la Soberanía. Buscan hacer algo aún más catastrófico, el colapso y el declive del propio mundo. Una vez que hayan tomado la vida de la reina, estoy dispuesta a apostar que atacarán al Imperio.

—…¿No es lo mismo que un suicidio? ¿Por qué harían eso?

—Para eliminar a cualquiera que se interponga en su camino dentro de la Soberanía. Creo que intentarán involucrar a todos los miembros poderosos de la familia real en la guerra para eliminar a todos.

Pero no pudieron ocultar ese complot a Sisbell Lou Nebulis IX. Sus poderes astrales podían ver todos los planes.

—Lo que significa que tú también eres un objetivo… ¿Por los traidores que intentan matar a la reina?

La princesa Sisbell no tenía ninguna respuesta que ofrecer. Sus grandes ojos estaban llenos de miedo.

—Así como yo vigilo al traidor, ellos también me observan a mí. Todavía no sé quién es parte de este plan… Debido a eso, no puedo confiar en nadie en la Soberanía. Eso es porque no podía saber si eran traidores. Mis poderes son inútiles en batalla… Si me apuntas con un arma, mi vida se acabaría —Sonrió burlonamente.

Su dulce cara se arrugó al morderse el labio.

—¡Iska, te necesito! —gritó, lo que resonó lastimosamente a través del desolado establecimiento—. Ya estoy preparada para darte la bienvenida a ti, a tu familia y a tu unidad como huéspedes del estado. Garantizaré una seguridad absoluta.  Todo lo que necesitas  hacer es  quedarte a mi  lado.  ¡Quiero  que protejan mi vida!

—…

—Si la reina cae en manos del monstruo, el país se convertirá en su marioneta. Estallará en una guerra total con el Imperio. Si eso ocurre, aquellos a los que quieres podrían perecer —predijo la bruja que podía ver el pasado.

Una guerra total entre el Imperio y la Soberanía Nebulis no estaba muy lejos. Nada de eso le parecía poco sincero a sus oídos.

—Iska, ¿buscas la destrucción? Uno de los dos países aniquilará al otro, y el vencedor perderá su poder y decaerá por completo. ¿Es ese el futuro que quieres?

—…No.

—Quiero que me ayudes a cambiarlo —Sus mejillas deben haber sido enrojecidas por la pasión. La princesa de la Soberanía Nebulis dio un paso al frente.

— No te pediré que traiciones al Imperio. Tres años… Incluso dos estarían bien. Sólo necesitas ser mi guardia hasta que me convierta en la próxima reina. Después de eso, puedes  volver al Imperio o vivir  en la Soberanía. Incluso podrías escapar de la guerra y vivir en una ciudad neutral.

—… No esperaba esta propuesta. Siento que casi estás desperdiciando esto en mí, de verdad.

—¿Entiendes la situación?

Ella tomó su respuesta como positiva. La princesa de la nación enemiga pareció aliviada al ofrecer su mano derecha.

—Entonces, Iska, te pido que seas mi guardia a partir de hoy.

—…

—¿Iska?

—Es una propuesta sin precedentes, pero no puedo aceptarla.

—¿Qué?  —Ella  lo  miró  fijamente,  incapaz  de  entender  lo  que  estaba pasando.

Los ojos de Sisbell lo escanearon desde la parte superior de su cabeza hasta los dedos de los pies.

—Debo haber escuchado mal.

—Tengo mis razones. No estoy luchando como un soldado imperial en vano. No puedo. No puedo estar del lado de la Soberanía.

—…¿Y por qué sería eso?

Y eso fue todo.

Este debe haber sido el destino de este planeta todo el tiempo.

Era el destino de la princesa de la Soberanía hacer propuestas y que él las rechazara. Fue el destino que sus caminos nunca convergieran.

—Tú fuiste quien lo dijo. ¿Quiero que dos países sean aniquilados? Por supuesto que no.

—¡¿Entonces por qué no te unes a mí?! A este ritmo, la Soberanía se convertirá en una nación títere, ¡y no podremos evitar que las dos naciones entren en guerra! Para evitar esto, necesitamos…

—Ahí es donde diferimos.

—¿Qué?

—Espero poner fin a la lucha entre las dos naciones.

—¿Cómo… cómo?

—Negociando por la paz.

—¡Eso es imposible! ¡No hay manera de que eso suceda! —Se negó, enfurecida

— “Aunque me convierta en reina, eso es algo que nunca se materializaría. Creo que nuestro pueblo… nunca perdonará al Imperio.

—Me doy cuenta de eso.

… Lo sé… Ya he oído eso de Alice. 

¿Pero Iska había vacilado con este conocimiento? No. Una guerra total podría estar sobre ellos.

Adelante. Eso significaba que era hora de detener la batalla antes de que estallara. Esa era la meta de Iska, y eso era lo que separaba sus ideales de los motivos de Alice y Sisbell.

—Por eso no puedo ser tu acompañante.

—… Pero… —La chica rubia se tambaleó. Justo cuando parecía  que estaba a punto de caer sobre sus rodillas, se apoyó en un farol y se detuvo desesperadamente. Estaba agotada.

— -Uh… ugh…

Sus delicados hombros temblaban. Un débil sollozo se escapó de ella. Apretó los dientes, tratando de aguantar, pero se desbordó de entre sus dientes apretados.

—…… Así que… realmente no tengo aliados…… —murmuró, como si estuviera tosiendo sangre.

—Qué lástima. Estoy decepcionado, Sisbell.

La respuesta parecía venir de la nada en particular. Alguien estaba detrás de ellos.

—Las lágrimas de una joven se derraman en la fría noche. Qué poético. Podría ser un cuadro. ¿O es parte de tu actuación para ganar la simpatía de un soldado imperial?

Un  hombre  de  negro  con  una  máscara  apareció  bajo  la  luz  de  la  calle…

…seguido por un grupo armado de cuatro. Llevaban trajes de piloto hechos de pieles que parecían fuera de lugar en un centro turístico, y sus caras estaban ocultas por cascos.

—Bueno, Sisbell. Parece que estás dando lo mejor de ti para encontrar nuevos reclutas.

—¡¿Lord Mask?! —La voz de Sisbell se quebró

— ¿Por qué estás aquí…?

—Sólo de vacaciones. Quería olvidarme de todo lo que está pasando en el país. No debería haber nada extraño en eso —El hombre enmascarado sacudió dramáticamente su cabeza.

Iska se alejó sin decir nada. Había visto a este hombre antes. No era un hombre fácil de tratar.

…¡Este es el tipo que restringió a la Capitana Mismis!… Este es un estado independiente, no la soberanía o un campo de batalla. ¿Por qué está él aquí?

Iska había luchado contra Kissing la pura sangre, pero recordó lo extraño de este hombre, que la comandaba y cuya naturaleza no conocía.

—Tú eres la extraña, Sisbell —Él la señaló. Ella comenzó a temblar.

— Me pregunto quién podría ser este chico que está a tu lado.

—Este… es…

—No hay necesidad de mentir. Encontré a este espadachín imperial durante el incidente en el vórtice. Aunque ambos estábamos insatisfechos con el resultado. Heh-heh —se rió desde abajo de su máscara.

— La suerte está de mi lado. Nunca hubiera sabido que era un soldado imperial si no hubiera estado involucrado en el incidente del Cañón Mudor. Y ya es demasiado tarde. Tengo pruebas de su conversación.

El hombre enmascarado mostró que tenía una grabadora delante de él antes de guardarla en el bolsillo de su traje.

—Esto devastará a la reina. Pensar que su propia hija tiene lazos con el Imperio.

—¡Espera, Lord Mask! No estoy conspirando con el enemigo. En todo caso, es lo contrario. Estoy tratando de salvar al país de los traidores por…

—Tú eres la traidora —interrumpió con calma.

—…Ugh —Ella lo miró fijamente—. Veo lo que estás tratando de hacer…

Su voz era fría. Con una rabia salvaje en sus ojos que era desconocida para Iska, la chica miró al hombre enmascarado y a sus subordinados.

—Para la familia Zoa, la verdad no es importante. Quieren fragmentos de la conversación que puedan hilar para apoyar su narración. Tu objetivo es engañar a la reina.

—Eres libre de pensar lo que quieras. Ya es demasiado tarde.

—…¿Quién te dijo dónde estaría?

—Lo diré de nuevo, pero sólo estaba visitando el complejo turístico. Desafortunadamente para ti, Sisbell, debo arrestarte por sospecha de confraternizar con el enemigo.

Los cuatro subordinados se prepararon de inmediato.

Antes de que Iska pudiera decir algo, la chica rubia les dio la espalda, corriendo por su vida hacia la instalación de extracción de petróleo en el oscuro camino nocturno.

—¿Estás corriendo? Debería haber esperado eso de la hija de la reina. Creí que te dejarías capturar obedientemente, pero parece que planeas luchar hasta el final. Perseguirte en la oscuridad de la noche será una ardua tarea.

—…Así que tú eres Lord Mask —Siguiendo a Sisbell por el rabillo del ojo, Iska se giró para mirar al hombre.

— ¿No se supone que deben estar juntos en esto? Ambos son parte del palacio real, ¿verdad?

—Si estás preguntando sobre nuestra relación, entonces sólo hay una respuesta: Sí, claro.

Resentimiento reprimido inundado por la máscara.

—La Soberanía no es un monolito. Debes haber experimentado eso de primera mano. Esa chica planeó convertir a un soldado imperial en su subordinado. Eso es un crimen serio.

—…¿No quieres saber por qué me contactó?

La Princesa Sisbell le había confiado a Iska que no tenía aliados. Aunque no podía aceptar su propuesta debido a su posición, incluso Iska había visto que su decisión la había dejado en apuros. La chica estaba arriesgando su vida para proteger el país.

…Ella es como Alice… Somos enemigos e incompatibles, pero entiendo a qué se refiere.

—¿No es ella parte de la familia real? ¿No sientes que hay algo raro si ella tiene una razón para pedir ayuda a un soldado imperial?

—Estoy harto de esta conversación —Lord Mask suspiró.

— No me importan sus razones. Estamos hablando de la batalla por el trono. Ella cometió traición. Intentó traer a un soldado imperial a la lucha. No hay razón para que pregunte por qué hizo trampa. Romper las reglas es un crimen.

—En ese caso…

—Hacer una conmoción en medio de la noche también es un crimen. No me hagas presentar una queja por ruido.

Un intenso rayo de luz brilló sobre ellos. Una de las lámparas de las instalaciones se había encendido y alumbró el terreno tan intensamente como al mediodía.

—¡¿Jhin?!

—Escuché que llegabas tarde, y me preguntaba qué estabas haciendo. No puedo creer que te hayas mezclado con la gente equivocada. ¿Lo ve, jefa? Este no es el momento adecuado para tomarnos el tiempo de elegir un lugar para la barbacoa.

—¡¿De verdad tenías que sacar eso a colación ahora?!

Jhin y la Capitana Mismis aparecieron de las sombras de la máquina extractora. Nene saltó tras ellos, agarrando cuidadosamente las espadas astrales de Iska.

—Uh, es ese tipo de entonces… ¡Es el hechicero que me pateó!

—Si es mi querida rehén. Pensé que te había empujado al vórtice, pero parece que has vuelto con vida. Maravilloso. Creo que tienes buena salud.

Los dos tenían una profunda conexión. Señalado por Mismis, Lord Mask se encogió de hombros como si le divirtiera.

—Hmm, ya veo. En otras palabras, Sisbell no estaba buscando un solo peón. Estaba tratando de reclutar una unidad entera.

—Deja de decir tonterías.

El francotirador de pelo plateado puso sus ojos en los cuatro matones, que no temblaron. El hombre al que Sisbell había llamado “Lord Mask” tenía que ser pura sangre. En ese caso, eso los convertía en sus guardias acompañantes.

—No  se  hagan  una  idea  equivocada”,  advirtió  Lord  Mask  —Aunque ustedes buscan una batalla, nosotros no.

—…¿Qué fue eso?

—Vinimos  aquí  para  recuperar  a  nuestra  estirpe.  No  tenemos  ningún deseo de jugar con fuego en Alsamira.

La conversación entre la princesa Sisbell y un espadachín imperial fue grabada en un dispositivo, aunque no sabían para qué quería usarla Lord Mask.

…¿Qué debo hacer? Necesito tomar una decisión aquí mismo. 

…No tenemos una razón para luchar por Sisbell como sus escudos. 

Eso se aplicaba para la Capitana Mismis, Jhin, y Nene en particular.

Lord Mask podía maquinar todo lo que quisiera. Este era un conflicto interno de intereses dentro de una nación enemiga. No requería la intervención de la unidad imperial.

—Parece  que  entendiste  la  situación.  Centrémonos  en  capturar  a  la princesa Sisbell. Asegúrense de ser amables. Aunque es una traidora, sería molesto si tuviéramos que enfrentarnos a la reacción pública por herir a una princesa.

El hombre enmascarado chasqueó sus dedos. Los que respondieron a su llamada no fueron los cuatro hombres que estaban detrás de él, sino algo totalmente fuera de sus expectativas.