Kimi to Boku no Saigo no Senjo, Aruiha Sekai ga Hajimaru Seisen

Volumen 4

Capítulo 1: De vacaciones

Parte 3

Si ella trabajaba para ellos, debía tener un alto rango a pesar de su edad.

—Encantado de conocerla. ¿Hicimos algo malo? —Mismis preguntó.

—Tenemos un problema terrible.

—¡¿Qu-qué es?!

Es imposible… ¿Podrían haber descubierto que la capitana se había convertido en bruja después de caer en el vórtice? Su cara palideció. Era prácticamente un libro abierto.

—Risya necesita disculparse por algo.

—…¿Perdón?

—El cuartel general gestiona las batallas de todos los ejércitos imperiales. En particular, la medicina legal hace recomendaciones médicas para optimizar la rápida recuperación.

—…Ya veo. ¿Y?

—Revisé todos sus registros de servicio.

Deben estar guardados en la carpeta escondida bajo su brazo. La Dra. Michaela hojeó los paquetes de papeles impresos.

—Reconocemos que todos ustedes han trabajado horas extras. De acuerdo con la ley militar, la Tercera División puede participar en batalla por un máximo de treinta días consecutivos. En condiciones de emergencia, se puede conceder una prórroga de cuarenta y cinco días. No sólo contamos el combate real. Incluimos las prácticas que requieren una cantidad igual de esfuerzo físico. Podemos ver que todos ustedes han excedido claramente los límites y-

—Espere. La jefa no está entendiendo su explicación —Jhin le dio una palmadita a Mismis en la espalda mientras su mente se desviaba hacia el espacio

—. Por favor, resuma.

—Ustedes están sobrecargados de trabajo —La doctora sostuvo un papel cubierto con círculos rojos

—. Y es una violación de las regulaciones.

—¿Qué? P-pero nos ordenaron desplegarnos.

—Exactamente. La responsabilidad es de su superior. Esta persona — Michaela señaló a Risya, que estaba mirando hacia otro lado—. ¿No es así, Risya?

—… Bueno… fue sólo un poco.

—¿Un poco de qué?

—Escuchen, dije que lo siento, ¡¿de acuerdo?! Fue todo culpa mía. ¡No me miren así! —Risya parecía incómoda, ofreciendo una sonrisa vacía—. Era necesario para el Imperio. ¿Qué más se suponía que debía hacer?

—Hay otras unidades de élite en el ejército. La población nos condenará si abusamos de una sola unidad hasta el punto de que no puedan trabajar más — La doctora señaló el pecho de Risya con la carpeta

— Después de su batalla con la Bruja de la Calamidad Helada, les ordenaste que buscaran el vórtice inmediatamente. ¿Verdad? Ambas órdenes fueron en busca de los purasangres.

¿Verdad?

—…B-bueno, sí.

—Lo que es lo mismo que enviarlos a la muerte. Dos veces. Si fueran una unidad normal…

Un borde de la carpeta le dio a Risya en el pecho.

—Todo se reduce a la misión especial de capturar a la reina de Nebulis.

¡Sólo cuatro días después de la búsqueda del vórtice, enviaron la Unidad 907 a la frontera! Tres áreas peligrosas en menos de dos meses. Eso es demasiado.

—…

—¡Tres veces, casi han sido aniquilados! No se ha corrido la voz porque no ha habido víctimas, pero si las otras unidades se enteran, podrían cuestionar si el cuartel general puede hacer juicios sensatos.

—Todo está bien. Mientras no nos atrapen, ¿verdad?

—¡Es! ¡Un! ¡Problema! ¡Enorme! —Michaela ladró, con el ceño fruncido

—. Risya. No te estás tomando esto en serio. No importa si eres una Discípula Santa, lo que te permite una posición ligeramente alta. Esto es lo que  ha decidido el cuartel general. Ni siquiera yo puedo dejar pasar esto como tu amiga. Si no tuvieras conexiones en la medicina legal, ni siquiera podrías conseguir esa droga…

—Bien, Mickey. Es suficiente.

—¡Nh!

Risya había puesto la punta de un dedo sobre los labios de la doctora.

La Dra. Michaela se puso roja, hechizada por este sorprendente movimiento.

—¡De todas formas, lo siento! —La Discípula Santa juntó las manos en señal de disculpa e inclinó la cabeza

—. Me sorprendió cuando Mickey  me señaló esto. ¡Nunca hubiera adivinado que estuvieran sobrecargados de trabajo! Imaginen mi sorpresa.

—¡Risya, eres horrible! —La Capitana Mismis respondió con un graznido, incapaz de contenerlo más

—. ¡Tenía el presentimiento de que tus exigencias eran irrazonables! ¡No puedo creer que todo esto fuera según tus caprichos! Gracias a todo ese incidente del vórtice, yo…

—Jefa.

—¡¿Oh-Yow”! Aha-ha-ha-ha… N-no importa —Mismis se quedó callada por un momento después de que Jhin la pateara en el trasero—. ¿Y qué se supone que debemos hacer?

—Seguir las normas —Michaela dejó de ruborizarse inmediatamente y se aclaró la garganta

— En el caso de que un soldado exceda el máximo para el combate consecutivo, se le concede un permiso especial de trabajo para fomentar el descanso y la recuperación. Creo que recibiría un mínimo de 60 días de vacaciones.

—¡¿Sesenta días?!

—Permítanme repetir que las órdenes de Risya los habrían matado a todos tres veces. El equipo médico consideró que cualquier otro combate los pondría en peligro.

Los papeles en su carpeta les notificaron estas decisiones.

Michaela entregó los documentos firmados por el cuartel general a la Capitana Mismis.

—Unidad 907, se les ha ordenado que se vayan de licencia especial por sesenta días. Esto lo decidió el cuartel general. Sustituye a todas las órdenes, excepto a las que da directamente el trono. Les daremos más detalles en algún momento de hoy, pero si tienen alguna pregunta, pueden hacerla ahora.

—Tengo una —dijo Jhin.

—Adelante.

—¿Por qué están ”ordenando” esto? Normalmente, nos lo “concederían”.

—Excelente pregunta —La Dra. Michaela asintió y sonrió crípticamente a Risya, que estaba a su lado.

—Esto no es un privilegio sino una orden. No les decimos que puedan tomar un descanso, les ordenamos que lo hagan.

—¿Qué significa?

—Durante los próximos sesenta días, se les prohíbe participar en cualquier entrenamiento o práctica voluntaria. Aunque cierta Discípula Santa trate de obligar a Mismis a trabajar porque se aburre en el descanso —La doctora miró fijamente a Risya, que miraba en otra dirección

— Sé que puede ser difícil rechazar la petición de un Discípulo Santo. Imagino que uno de ellos podría pedirles que participen en “sesiones de estudio independiente” o “pasar el rato”, que resulta ser más entrenamiento.

—Parece probable. Un truco favorito de cierta Discípula Santa —Jhin estuvo de acuerdo.

—Para evitarlo, les ordenamos que se tomen un tiempo libre.

Un permiso obligatorio de sesenta días.

Durante ese tiempo, podrían ignorar todas las órdenes.

—Sería mejor que se fueran a algún lugar lejano. Algún lugar fuera de la capital. O incluso más allá de nuestras fronteras. Entonces ni siquiera ella podría proponerles hacer más cosas. ¿Qué les parecería descansar en una nación aliada en las afueras del Imperio?

—Pero nos dijeron que estuviéramos listos para otro examen en una semana.

—Eso fue pospuesto.

—…

Jhin y Nene asintieron con la cabeza un poquito. La doctora no debe haber visto los ojos de la capitana Mismis brillando con esperanza.

—Conozco la situación que rodea a las crestas astrales, lo que significa que el cuartel general entiende también. Ya hicimos suficientes pruebas de muestras para saber que desaparecerán en una semana. Podemos esperar a examinarlos hasta que vuelvan a la capital, aunque imagino que sus crestas astrales habrán desaparecido para entonces.

—Uh-huh. ¿Verdad, jefa?

—¿Qué? ¡Ah, cierto! —Mismis asintió una y otra vez.

—Eso es todo lo que hay que decir. Vamos a volver, Risya. Tenemos trabajo que hacer.

—Mickey, yo también quiero un tiempo libre.

—Eres una Discípula Santa, lo que significa que estás fuera de la jurisdicción del cuartel general. Por favor, discute eso con el trono.

—¡Aw, vamos!… Ugh. Adiós, chicos. Disfruten de sus vacaciones. ¡Porque voy a hacer que trabajen hasta los huesos cuando vuelvan! —gritó la Discípula Santa mientras la sacaban a rastras del vestíbulo.

Estaban solos otra vez.

—¿Erm? —empezó a dudar la chica con la cola de caballo

— Eso significa que nos salvamos, ¿verdad? Ahora la Capitana Mismis tiene algo de tiempo hasta que…

—¡Neeeeeene!

—¡¿Whoa?! —Nene se tambaleó cuando la pequeña capitana se abalanzó sobre ella.

—¡Yay! ¡Estamos de vacaciones! ¡No tenemos que preocuparnos por las demandas irrazonables de Risya, y podemos posponer nuestra próxima reunión!

¡Esto es increíble!

—Esto no es increíble. Pistas de contexto —Jhin se recostó en una silla de nuevo y miró hacia el techo.

— Es lo que acaba de decir esa doctora. Esas tres expediciones podrían haber aniquilado una unidad normal. Estuvimos a las puertas  de la muerte todo este tiempo.  El cuartel general implica que sólo sesenta días de permiso especial es un intercambio adecuado para nuestras experiencias.

Enviaron repetidamente una sola unidad a las puertas de la muerte.

Su compensación fue una mísera licencia especial de sesenta días que se dio como recuperación. Jhin tenía razón: Era una recompensa que no se ajustaba a la realidad de la situación.

…Y si doy un paso más… imagino que nos enviarán a la zona de peligro en sesenta días.

Por supuesto, Iska había adivinado eso también. Pero la diferencia entre los dos chicos era que uno de ellos guardaba silencio sobre esta revelación y el otro no.

—Es cierto que escapamos de la muerte por un pelo —dijo Jhin.

—¡Correcto! ¡Y nuestro plazo ha cambiado de una semana a sesenta días!

¡Será pan comido! —La Capitana Mismis asintió con la cabeza. Su voz se llenó de espíritu, que era totalmente diferente a la de minutos antes

— ¡De acuerdo!… Um, Iska, ¿qué deberíamos hacer?

—Salgamos del Imperio. Al menos debemos dejar la capital. Fingir que nos vamos de viaje.

Había trampas para capturar brujas en las calles de la capital y para detectar la energía astral. Como personal militar, la unidad de Iska conocía sus posiciones generales. Si Mismis entraba en esos espacios, las trampas se activarían inmediatamente.

… Desde las calles, hasta los baños públicos, hasta las puertas de las tiendas de comestibles… La capital está llena de detectores.