Tensei Shitara Slime Datta Ken (NL)

Volumen 2

Capitulo 2: Evoluciones y Enfrentamientos

Parte 5

Él puede ser mi padre, ¿pero por qué motivo tengo que dejar que un monstruo sin nombre me guíe por siempre? Necesito gobernar sobre todos los hombres lagarto algún día. ¡Tengo que hacerlo, por el bien de Gelmud-sama!

¿Era así como deberían ser las cosas? No podía ser, o eso pensó Gabiru. Era un efecto secundario de querer ser reconocido por su padre—la figura siempre estricta, el gran líder de todos los hombres lagarto. Él estaba dejando que su orgullo lo superara, pero no tenía el vocabulario para darse cuenta de eso.

¿Y ahora qué…?

El jefe le había ordenado que viajara por las aldeas goblins y buscara su cooperación. Se le permitió amenazarlos en cierta medida, pero se le prohibió expresamente hacer cualquier cosa que pudiera hacerlos levantarse contra los hombres lagarto. Una idea poco entusiasta, creía Gabiru. Lo que funcionaba con los goblins eran las demostraciones de fuerza. Siempre ocurre. En lo que a él se refería, su manera funcionaría bien—él tenía todo el poder que necesitaba para ello.

¡Sí! Qué jefe tan débil como ¿por qué el simple pensamiento de una horda de orcos lo hacía temblar de miedo? ¡Ahora es mi oportunidad de tomar el control de toda la tribu!

Parecía la oportunidad perfecta. Pero no sería fácil llevar a los hombres lagarto a su lado—los hombres lagarto valoran el poder, pero también la solidaridad, por encima de casi todo lo demás. El jefe mantenía el control sobre todos sus ciudadanos, hasta el más humilde de ellos, y Gabiru sabía que pocos se pondrían de su lado al principio.

Incluso así, él pensó que podría reunir a suficientes soldados que fueran leales a él. Los goblins, por ejemplo. De bajo nivel, sí, pero actuarían lo suficientemente bien como escudos de carne. Un número significativo de ellos, e incluso ellos podrían representar una amenaza. Sabía que la fuerza estaba en los números, y diez mil de ellos sonaban muy útiles para él.

“¿Por qué preocuparse por los orcos? Con mis poderes como el guerrero más fuerte entre los hombres lagarto, ellos son nada más que una tontería. ¡Y podría aprovechar esta oportunidad para hacer que mi padre abdique de una vez por todas!”

“Entonces”, uno de los guerreros con él intervino, “¿la era de Gabiru-sama está a la vuelta de la esquina?”

“¿Mmm?… ¡Ahjajajaja! ¡En efecto, en efecto!”

“¡Muy bien! ¡Y prometo que todos le seguiremos hasta el fin del mundo!”

Gabiru dio un asentimiento confiado. En su mente, su futuro como el nuevo jefe y gran líder de los hombres lagarto ya era un hecho. Entonces, tal vez, su padre finalmente lo vería por lo que realmente era. Por ahora, sin embargo, tenía que ser discreto. Ocultarse y esperar la oportunidad correcta. La construcción de sus fuerzas era lo primero.

Así que viajó a las aldeas goblins. Una por una, y los puso bajo su mando. Al parecer, ya habían hecho contacto con los orcos, y eso fue suficiente para que lo trataran como una especie de benévolo mesías. Esto solo sirvió para aumentar su ya creciente confianza—haciendo que las cosas se movieran en direcciones inesperadas.

¡Soy el verdadero héroe aquí! pensó Gabiru. Sus acciones se hicieron más audaces, más arriesgadas. Sus infladas ambiciones estaban hambrientas, y pronto necesitaban ser alimentadas.

***

Varios días pasaron.

Al principio, me había preocupado de que Benimaru y los Kijin no se llevaran bien con mi gente, pero supongo que no tenía nada de qué preocuparme. Para los hobgoblins, eran un rango o dos más altos en el orden jerárquico—pero los goblins tenían la capacidad de aceptarlos como su parte de los suyos. Y como los Kijin no estaban demasiado interesados en atacar a los que eran más débiles, prácticamente eran dignos de ser adorados, en lo que respecta a los goblins.

Con Kurobe haciendo espadas, Shuna haciendo ropa, y Souei recolectando capullos de polillas infernales, yo tenía a todos trabajando. Benimaru y Hakurou estaban en la caverna subterránea, de la que les había hablado. “Entrenamiento”, ellos lo habían llamado. Lo cual estaba bien para mí—en sus formas evolucionadas, estoy seguro de que tenían nuevas habilidades que necesitaban ser probadas.

Shion había mencionado dónde estaban cuando estábamos inspeccionando las estructuras actualmente en construcción de la ciudad. O para ser exactos, estaba siendo sostenido cerca del pecho de Shion mientras ella caminaba alrededor. Ella se había ofrecido voluntaria para ser mi secretaria, y yo no tenía motivos para rechazarla, por lo que ahora servía como mi transporte en el lugar de Ranga. Podría haberme transformado en humano, pero—en realidad—ser un slime era mucho más fácil. Definitivamente no tenía ningún motivo impuro como disfrutar de la sensación de estar atrapado entre sus pechos o algo así. ( ͡° ʖ͜  °)

Lo llamaba una ciudad en este momento, y esa era la mejor manera de describirla. Ciertamente ya no es una aldea. En cuanto a lo que tenía planeado para el futuro, estábamos empezando a tener un alcance bastante amplio. Por supuesto, todavía estábamos lo suficientemente ocupados con el sistema de alcantarillado y otras infraestructuras subterráneas como para que pasara un tiempo antes de que muchas cosas cambiaran sobre el suelo. Sin embargo, dado el entusiasmo que Myrd le estaba dando a su trabajo, yo tenía muchas razones para esperar grandes resultados.

El centro de la ciudad empezaba a llenarse de edificios, aunque la mayoría eran solo temporales. Se estaba convirtiendo en nuestro distrito industrial—una línea de casas de madera ubicadas junto a nuestros almacenes, que sirven como talleres para la construcción de armas, armaduras y ropa. Kurobe estaba escondido dentro de uno, riéndose con Kaijin mientras trabajaba en algo. Estaba esperando pacientemente para descubrir qué era, ya que sentía que me interpondría en el proceso creativo si irrumpía.

Así que nos dirigimos hacia el edificio donde estaba Shuna.

“¡Ah, Rimuru-sama!” Ella sonrió tan pronto como me vio. Se levantó rápidamente para recogerme, como si me arrebatara de las manos de Shion. Me dio unas cariñosas palmaditas mientras me daba un recorrido, mostrándome cómo estaban manejando su trabajo. Parecían estar divirtiéndose allí, lo cual me alegró ver, y mientras conversábamos, ella no tenía ninguna queja en particular.

Cada vez que Souei regresaba con sus capullos, se dedicaban directamente a la producción de seda. El trabajo sobre el cáñamo y la tela de algodón ya estaba en marcha. Me impresionó su velocidad.

“Bueno, tenemos que agradecérselo, Rimuru-sama”, dijo Shuna.

Resultó—y no tenía idea de esto—que Shuna había obtenido la habilidad única Análisis, la mismo que yo había estado usando. Al parecer, ella había heredado muchos de los beneficios que yo tenía como parte de mi habilidad Gran Sabio—Aceleración de Pensamiento, Analizar y Evaluar, Cancelación de Canto, y Toda la Creación. En su caso, sin embargo, sus habilidades de Evaluar eran tan avanzadas que podía usar Percepción Mágica para analizar objetos, donde yo primero tenía que usar Depredador.

Bastante conveniente. Pero gracias a ganar esa habilidad única, ella había perdido una parte decente de su energía mágica. Eso la había llevado de nuevo a un nivel aproximadamente B+, aunque la evolución era todavía una mejora de fuerza, así que ella no tenía ninguna queja.

“Rimuru-sama”, dijo Shion mientras nuestra conversación con Shuna se calmaba, “la princesa Shuna tiene trabajo que hacer. ¿Tal vez sea mejor que la dejemos por ahora?”

Ella tenía un horario para mí, como cualquier secretaria decente.

“¿Oh? Entonces ¿estás cuidando adecuadamente de Rimuru-sama?”

“¡Por supuesto!” Pude sentir a Shion alejándome de Shuna.

“Me ocuparé de todas las necesidades de Rimuru-sama, así que no hay necesidad de preocuparse por eso”.

“¡Jejeje! Ciertamente tampoco me importaría cuidar de él”.

“En absoluto, princesa Shuna. No hay necesidad. ¡Yo lo atenderé completamente!” Casi podía ver las chispas volando. Nah, solo era mi imaginación.

Además, no necesitaba que me “cuidaran” en absoluto. Había vivido solo el tiempo suficiente para poder hacer todo lo que necesitaba por mi cuenta. Tal vez es hora de que salga de aquí, pensé…

“¡Rimuru-sama! ¿Quién cree que es la más adecuada para satisfacer sus necesidades—Shion o yo?” Fui demasiado lento.

“Um, sí… Tienes seda para tejer o algo, ¿verdad, Shuna? Supongo que podrías ayudar cuando estés libre, ¿quizás?”

¿Ayuda en qué, exactamente? No tengo idea.

“¡Muy bien! ¡Me alegro ser tomada en cuenta así!”

Shuna sonrió. Esto fue suficiente para ella, supongo. Bueno, bien. Vamos a dejarlo así.

“¡Gracias!” respondí. Ella asintió tiernamente en respuesta.

“¡Absolutamente! ¡Con mucho gusto serviré como su sacerdotisa cuando lo necesite!”

“¿Sacerdotisa?”

“¡Sí! Usted me ha aceptado como su oráculo, quien lo venerará y le servirá, ¿no es así?”

Um, ¿lo hice? ¡Porque creo que recordaría tal evento! Pero dudé en decirlo, sintiendo que podría ser un poco peligroso.

“Oh, er… ¿sí? Sí. Seguro. Diviértete siendo mi oráculo entonces”. Fui agradecido con una sonrisa.

“¡Usted está en buenas manos, Rimuru-sama!”

Tan linda. Estaba listo para dejar que me dijera casi cualquier cosa.

“En ese caso, Rimuru-sama, ¡es mejor que nos vayamos!”

Shion, por supuesto, aprovechó la oportunidad para arruinar el momento, levantándome rápidamente.

“Um, ¿gracias?”

“¡De nada, Rimuru-sama!” dijo Shuna, con una sonrisa tensa en su rostro, como si acabara de salir victoriosa de alguna forma de batalla épica.

Me alegro de ver que se resolvió. Sentí que la temperatura a nuestro alrededor se había enfriado un poco, aunque estoy seguro de que era mi mente la que me estaba engañando. Con muchas cosas en el mundo, es mejor para todos simplemente atribuírselo a su imaginación.

Ahora íbamos donde Benimaru y demás. Sin duda estaban ocupados probando sus nuevas habilidades, y yo quería descubrir lo que ellos habían aprendido hasta ahora.