Tensei Shitara Slime Datta Ken (NL)

Volumen 2

Capitulo 1: El Inicio del Caos

Parte 4

Pude escuchar gritos mientras me acercaba. Era Gobta.

Él cruzaba espadas con un ogro de cabello blanco, pero estaba muy lejos de alcanzarlo. Cualquier fuerza física y agilidad que su adversario hubiera perdido con los años, lo compensaba con su destreza con la espada y su juego de pies, dejaba claro que no era un amateur. Gobta por otra parte, era totalmente un amateur. Tenía que reconocerle que se mantenía con vida hasta ahora. Parecía tener todo bajo control por ahora, moviéndose salvajemente de un lado a otro para esquivar los ataques del ogro, pero su sorprendente suerte solo podía salvarlo por un cierto tiempo.

Un momento más tarde, el ogro acortó la distancia entre ellos y aterrizó una cuchillada a través del pecho de Gobta, justo frente a mis ojos.

“¡¡Gaahhhh!!” Gritó mientras rodaba en la tierra.

“¡Oh, eso duele! ¡Y-Yo voy a morir! ¡¡Bien puedo morir aquí!!”

Me imaginé que, si tenía la energía de gritar, entonces no podía estar tan mal. Además, desde mi punto de vista, su oponente no parecía tener la intención de matarlo.

Notando mi presencia, el ogro abandonó la pelea, seguro de que Gobta ya no era una amenaza.

“Calma, tu herida es superficial”.

“¡Gah, Rimuru-sama! ¡¿Estás aquí porque estabas preocupado por mí?!”

“Sí,” Dije, “y estoy feliz de verte en buena forma. No necesitas una poción de recuperación ni nada por el estilo, por lo que veo”.

“Whoa, yo, um, ¿por favor? ¡Y-Yo me disculpo por no dejar eso en claro!”

Sí, él estaba bien. Sus instintos más salvajes lo debieron de haber aventado a la tierra, previniendo que estuviese herido de gravedad. Entonces le lancé un poco de poción, para hacerlo callar más que nada. Un frasco era suficiente. El ogro anciano no se movió mientras le aplicaba el tratamiento; parecía que me estaba observando. Era un poco desconcertante.

El área alrededor estaba llena de soldados hobgoblins y Tempest Wolves caídos. Ninguno parecía muerto, pero noquearlos a todos sin infligir heridas debió requerir un enorme talento. Un ataque mágico, quizás.

Más allá, vi a una ogra de pelo morado peleando con Rigur. Esto también, parecía tristemente unilateral. La ogra, con un mazo de acero que era un poco más como un enorme trozo de metal, estaba bendecida con una fuerza sobrehumana. La espada de Rigur se estaba empezando a doblar contra ella, y su escudo de madera hacía tiempo que se había convertido en astillas. No pasaría mucho tiempo antes de que quedara fuera de combate también.

Ranga, al notarme, corrió a mi lado. “Rimuru-sama”, dijo, “mis más sinceras disculpas. Yo estuve aquí, y, aun así, este desastre…”

Lo detuve a mitad de la oración. Esto no era la culpa de Ranga; ellos solo tuvieron la mala suerte de encontrarse con el enemigo equivocado. Estos eran ogros, una de las razas con más alto nivel en el bosque de Jura, y ningún hobgoblin podría desear durar demasiado tiempo enfrentándolos.

“Detengan sus armas”, Suavemente le ordené a Rigur y a los demás. Él instantáneamente hizo lo que le pedí al escucharlo. La ogra, en lugar de atacarlo, me dirigió una mirada. Ella tenía un cuerpo musculoso, pero aun proporcionado. Su pecho estaba lo suficientemente formado para saber que era una mujer, y para mi sorpresa, parecía más noble de lo que esperaba.

Le ordené a Ranga que se llevara al exhausto Rigur lejos. Los ogros, aún pendientes de mí, no hicieron nada para detenerlo.

“Rimuru-sama… Y-Yo no puedo expresar mi vergüenza…”

Rigur, cubierto en raspones de pies a cabeza, apenas podía formar una palabra o dos entre alientos. Contra la ogra de pelo morado, tenía muy poca oportunidad de victoria. Sus habilidades tal vez estaban por encima del rango B en su mejor momento.

“No te preocupes,” le dije dándole una poción. Ninguna de sus heridas era seria, su recuperación no iba a tomar mucho.

“Solo descansa y déjame esto a mí. Ranga, ¿qué le paso a todos los caídos?”

“Ah, eso—”

De acuerdo con él, era magia lo que había ocasionado que cayeran. Era algún tipo de hechizo de sueño, y ninguno pudo resistirlo a tiempo. Buena suerte que no había sido del tipo de confusión, al menos. Eso pudo haberlos matado.

Pero, magia… Hablando de tener mala suerte.

Me tomé un momento para evaluar la situación.

***

Había seis de ellos, y eran un grupo bastante extraño, uno que totalmente contradecía mi sabiduría convencional de la raza de los ogros. Estaban completamente vestidos, bien vestidos de hecho, aunque simplemente. Esperaba ropa hecha de pieles y nada más, pero me equivocaba. Eran grandes, como imaginaba, y cada uno tenía buena constitución, pero su vestimenta era una sorpresa.

Si estaban tan bien vestidos (y usaban magia), ellos tenían que ser muy inteligentes. Quizá más peligrosos que un equivalente humano de aventureros.

Si tomas a dos razas con la misma fuerza física, la presencia o falta de inteligencia podría hacer una diferencia en el nivel de peligro. Eso aplicaba al doble para una raza con un nivel tan alto. Estos monstruos eran rango B o más; si estuvieran más armados y trabajando juntos, incluso podrían haber derribado a Ranga.

Las armas de los Ogros me hacían sentir curiosidad también. Que tuvieran armas no era inusual—incluso los goblins podían comprar algunas de los enanos, prácticamente cualquiera con pulso podía. Pero había una diferencia entre simples mazos y espadas bien hechas. De estilo occidental, también, muy diferentes de los que hacían los enanos.

El ogro con el que peleaba Gobta tenía una que podía ser descrita solo como una katana japonesa. Y juzgando por como la usaba, era un espadachín experimentado. Eso, combinado con su fuerza de ogro y magia, hacía de este grupo, uno potencialmente letal.

La magia aparentemente provenía de la ogra de cabello rosa parada en el otro extremo, vestida con un atuendo remarcablemente elaborado. Ella tenía un rostro dulce pero lleno de resolución. Y la manera en la que se comportaba sugería que era una noble de entre su raza, tal vez algún tipo de princesa demonio.

El más peligroso de todos, era sin duda el ogro de cabello rojo.

“¿Qué tipo de monstruo maligno es este?” La de cabello rosa gritó a todos.

“Manténganse en guardia”. Su expresión mostraba un honesto miedo, y con sus ojos fijados en los míos, ella se debía referir a mí…

“Whoa, espera un segundo. ¿Tú crees que yo soy maligno?”

“Oh, intentando hacerte el tonto, ¿no es así?” La ogra de pelo rosa respondió.

“Ningún humano tendría control sobre una horda de monstruos como ésta. ¡Parece que estás ocultando tu aura de nosotros, pero no engañas a nadie! ¿Crees que puedes engañarnos?”

“¡No puedes engañar a nuestra princesa! ¡Revela tu verdadero ser, ahora!” El ogro de cabello negro gritó.

“¡Qué bien que la mente maestra se apareciera ante nosotros tan rápido!”

Continuó el viejo. “¡Con sus pocos números, tenemos todas las esperanzas de victoria!”

No parecía que tuvieran algún interés en escucharme, entonces. Hice lo mejor que pude para razonar con ellos, diciéndoles que todo esto era un malentendido, pero sin respuesta. Insistieron en que era una presencia siniestra, y eso fue todo.

Y así…

“Basta de esto,” dijo el ogro de pelo rojo.

“Sin insistes en dar excusas tan absurdas, tenemos maneras de hacerte revelar la verdad. ¡Sabemos que ustedes fueron los sucios cerdos que atacaron a nuestros aliados!”

Esto no tenía sentido. Pero una batalla ahora parecía inevitable. Pude simplemente haber huido, pero había hobgoblins y Tempest Wolves dormidos alrededor mío. No era tan despiadado como para dejarlos vulnerables.

“Rimuru-sama…” preguntó Ranga “¿qué vamos a hacer?”

Incluso un Gobta y un Rigur recién revitalizados no serían de mucha ayuda. Ranga y yo éramos los únicos peleadores útiles. Entonces decidí dirigirlo hacia la maga.

“Quiero que te encargues de la ogra de pelo rosa de ahí. Creo que hay algo más sucediendo aquí, así que quiero ver qué pasa. Significa: No mates a nadie. ¿Está bien? No quiero más magia por aquí, así que solo estórbale un poco por mí. Puedo derrotar al resto”.

“¿Pero Rimuru-sama, usted contra cinco ogros…?”

“No te preocupes. En serio, no me veo perdiendo”.

Los ogros que pudieron escuchar se removieron enojados. No me importó.

“¡Sí!”

Siguiendo mis ordenes, Ranga saltó a la acción. Los ogros inmediatamente pasaron la formación.

Me tomó un momento darme cuenta de cómo iba a manejar esto. No estaba mintiendo antes—realmente no pensaba que pudiera perder. Basado en mi experimentación de estos últimos días, sabía que me había vuelto algo más que solo un poco fuerte. Ifrit estaba en rango A, aparentemente, y ya que ahora era parte de mí, tenía que ser rango A como mínimo.

Rigurd dijo que los ogros eran alrededor de rango B a B+, mientras, y considerando la vestimenta de los que están frente a mí, deberíamos estar lidiando con A-, incluso, pero—¿más fuertes que Ifrit? No lo creo.

No iba a ser fácil matarlos, pensé, nuestra inhabilidad para hablar era preocupante. Si realmente hubieran querido matarnos, eso sería una cosa, pero no habían matado a ninguno de mis aliados. Y aunque que no estaban escuchándome, estaba seguro de que podrían si solo nos calmáramos un momento.

Entonces tomé acción, tomando como objetivo al ogro de cabello negro. Mi cuerpo se sentía ligero mientras obedecía a mis pensamientos. Hace relativamente poco que tenía forma humana, pero ya parecía quedarme como un guante. La diferencia de altura tampoco me molestaba, ya que, Percepción Mágica me daba una vista de 360 grados de mis alrededores.

Alejándose un poco por la sorpresa de mi avance, el de cabello negro se preparó para recibir mi ataque, con los ojos muy abiertos. Demasiado tarde.

“¡Descansa!” grité, levantando mi palma izquierda hacia él. Un pequeño ducto se abrió, y en un momento, estaba sacando niebla negra contra el ogro—el Aliento Paralizante que había tomado de los ciempiés de la cueva.

Me imaginé que podía usarlo ahora que tenía control sobre mi cuerpo, y tenía razón, Replicar las habilidades que necesitaba de los monstruos no era muy elegante, pero funcionaba.

Reporte. El aspecto Mímico de la habilidad única Depredador, combinada con los aspectos Síntesis y Separación de la habilidad única Degenerar, le ha ganado la habilidad extra Cambia Formas Universal.

 No solo funcionó, sino que también trajo gratos resultados inesperados.

Me preguntaba, con los aspectos de síntesis y separación de mi habilidad Degenerar, ¿podía recrear cualquier aspecto de las habilidades de los monstruos que necesitara nada más? A pesar de que era la primera vez que lo usaba, había salido bastante bien, creo.

Ahora podía transformarme libremente, sin mucho esfuerzo, y hasta podía seleccionar la parte del monstruo que quería—incluso combinar diferentes partes de diferentes monstruos a la vez. Usando a un lobo o a una serpiente negra como base me haría parecer como una quimera extraña, pero era libre de usar mi forma humana en lugar de eso.

Y lo más notable de esta habilidad: Podía controlar todas mis habilidades a la vez sin límite. En otras palabras, tenía más libertad con mis ataques que antes.