Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 3

Capítulo 14: El Comienzo De Nuestro Viaje

Parte 3

La recolección de información no resultó ser muy difícil. Podía encontrar casi todo lo que necesitaba saber en el Gremio de Aventureros. Todo lo que tenía que hacer era actuar como un niño y preguntar inocentemente a los otros aventureros. Todo fue tan bien, que casi me hizo desear poder seguir siendo un niño para siempre.

Eventualmente, me dejé llevar un poco y le pregunté a una mujer aventurera con un buen cuerpo cuáles eran sus estadísticas vitales, momento en el cual Eris me derribó y se sentó sobre mi como si fuera el estilo de jiu-jitsu.

Desgraciadamente, el concepto de “Aprovechado” era un concepto ajeno a este mundo.

***

Nos movimos de ciudad en ciudad, siguiendo este mismo patrón general, y nos dirigimos constantemente hacia el sur. Un mes pasado, luego dos….

***

Un día, Eris decidió que quería empezar a aprender la lengua de Dios-Demonio.

Sin el diccionario de Roxy, no podría armar un currículo detallado ni nada. Aún así, ella tenía que aprender tanto de Ruijerd como de mí, y parecía aprender lo básico rápidamente. De regreso en el Reino Asura, básicamente se había negado a aprender a leer y escribir en su propio idioma, pero supongo que las circunstancias pueden cambiar a una persona. Debe haber sido muy estresante ser la única persona que no tenía ni idea de lo que decían la mayoría de las veces.

“Mi n-nombre es… Eris Boreas Greyrat.”

“Así es. Lo tiene, señorita.”

“¿¡En serio!?”

Bueno, aún no estaba lista para tener una conversación real, pero…

Recordemos las palabras de Yamamoto Isoroku.

“Muéstrales, diles, haz que lo hagan, y luego elógialos; de lo contrario, la gente no hará nada. Háblales, escúchalos, reconócelos y dales responsabilidad; de lo contrario, nunca crecerán. Obsérvalos trabajar con gratitud y demuestra tu fe en ellos; de lo contrario, nunca florecerán de verdad”.

Allí había toneladas de instrucciones, pero por el momento, me centré en la parte de “alabarlos”.

“¡Espléndido de verdad, señorita! ¡Excelente trabajo! “¡Me estás haciendo sentir un hormigueo!”

“…¿Te estás burlando de mí?”

“¡No, no! ¡Desaparece el pensamiento!”

Sí, bueno, puede que me haya pasado un poco… Supongo que tú también tienes que saber cómo elogiarlos, ¿no?

 “Sabes, pronto dejaremos el Continente Demoníaco, ¿verdad?”

“Ese es el plan. Vamos a Millis ahora.” La palabra “pronto” se sintió un poco optimista.

Todavía nos quedaba un largo camino por delante.

“Tal vez no tiene sentido que aprenda la Lengua de Dios-Demonio después de todo….”

“Bueno, puede que algún día vuelvas a venir aquí, ¿verdad?”

Aunque en este caso se había visto obligada a hacerlo por necesidad, parecía claro que a la niña todavía no le gustaba mucho estudiar.

Mientras yo le daba clases a Eris en la Lengua de Dios-Demonio, Ruijerd también le enseñaba a pelear. Al principio, me uní a sus sesiones de entrenamiento, pero honestamente no pude seguirles el ritmo. El método de instrucción de Ruijerd era muy simple: intercambió golpes durante un tiempo. En poco tiempo, terminarías tirado en el suelo o con la punta de su lanza contra tu cuello. En ese momento, simplemente decía: “¿Entiendes?”

Desafortunadamente, no lo entendí. No, en absoluto. No importa cuántas veces lo haya intentado. Sin embargo, Eris era una historia diferente. De vez en cuando, ella decía: “Sí, ahora lo entiendo”, con una expresión de emoción en la cara.

Teóricamente entendí lo que ella estaba aprendiendo de estas lecciones. Lo más probable es que Ruijerd estuviera “señalando” nuestros errores y debilidades. El combate es fluido y dinámico. Es difícil describir el paso perfecto o finta en palabras, así que en vez de eso,

demostró con el ejemplo. Dicho esto, nunca obtuve nada, excepto unos pocos moretones. Si fuera capaz de mejorar con sólo ser golpeado, habría progresado más hace años.

Eris, por otro lado, era probablemente una prodigio. Cuando se trataba de la batalla, ella estaba en un nivel totalmente diferente. El estilo de combate de Ruijerd me pareció incomprensible. Pero de alguna manera, tenía sentido para ella. Ella no sólo estaba fingiendo entender, sino que estaba aprendiendo de él. La veía cada día más y más fuerte. No pensé que estuviera cerca de Ghislaine todavía, pero en este momento, sospeché que podría ser un poco mejor que Paul.

¿Podría ganarme aunque usara magia en este momento? Me pareció plausible. Necesitaba pensar realmente en cómo podría mejorar. La idea de sentarme en mis manos sin hacer nada mientras Eris se hacía cada vez más poderosa era humillante.

En busca de una forma de fortalecerme, finalmente desafié a Ruijerd a una pelea total mientras Eris estaba fuera haciendo un recado. Me acerqué a él con todo lo que tenía, usando las tácticas que había desarrollado para vencer a luchadores a corta distancia como Paul, pero….

En resumen, perdí. Malamente. Ninguno de mis trucos, trampas o estrategias fue remotamente efectivos contra él.

“No está nada mal. Ya eres un mago muy completo y poderoso”. Por alguna razón, sin embargo, me felicitó después del hecho. Recuerdo haber escuchado algo similar de Ghislaine hace mucho tiempo.

“Sin embargo, tu enfoque estratégico era pobre. No hay necesidad de que intentes vencerme en un combate cuerpo a cuerpo”.

Me explicó que debería haber iniciado la lucha desde una distancia mucho mayor. Era natural luchar cuando te posicionabas justo donde el enemigo te quería.

Eso definitivamente tenía sentido, pero… no siempre tienes la oportunidad de empezar una batalla a media milla de distancia, ¿verdad? “Entonces, ¿qué debo hacer cuando alguien se mete en mi cara?”

“Es difícil para mí decirlo. La hechicería está fuera de mi campo de especialización…. Se dice que los Dragonfolk son expertos en el uso de la magia en el combate a corta distancia, pero mi única experiencia de primera mano fue observar brevemente a Perugio en la batalla. No podría decirte mucho”.

“¿Perugius? ¿No es el tipo de la fortaleza flotante? ¿Cómo luchó?”

“Sí. Invocó su puerta Wyrm frontal y su puerta Wyrm trasera, y atacó usando garras mágicas.”

Volumen 03 – Childhood [Light Novel]

Oh, hechizos de invocación… No conozco ninguno de ellos…

“¿Qué tipo de invocación son estas cosas Wyrmgate?”

“No conozco los detalles específicos, pero creo que la puerta frontal constantemente le quita el poder mágico a sus enemigos, y la trasera le da ese poder a él.”

Como resultado, Perugio podía obtener una ventaja cada vez mayor cuanto más se prolongaba la lucha. Aparentemente no había sido tan efectiva contra Laplace, que tenía un suministro realmente enorme de poder mágico en bruto… pero un guerrero ordinario sería succionado y perdería el conocimiento en menos de cinco minutos.

“Vaya. Esa es una forma turbia de ganar una pelea.”

“… ¿Lo es?”

Esperaba que Ruijerd me apoyara en eso, pero no parecía estar de acuerdo. Tal vez pensó en Perugio como una especie de camarada, ya que Perugio le ayudó a contraatacar a su enemigo más odiado.

“En cualquier caso, no te apresures. Todavía eres muy joven. Te harás más fuerte con el tiempo”.

Al final, Ruijerd me dio una palmadita en la cabeza y me ofreció un poco de consuelo. Parecía verme como un “guerrero” en ese momento, pero no se había detenido a dar palmaditas en la cabeza. Creo que lo disfrutó por su propio bien, honestamente.

De todos modos. Aunque apreciaba el sentimiento, no tenía muy claro cómo se suponía que debía fortalecerme.

Mientras lidiaba con estas preocupaciones, nuestro grupo se movió lenta pero constantemente hacia el sur. Cuando llegamos a una ciudad, asumimos tareas de gremio allí, nos hicimos un nombre, ahorramos algo de dinero y nos fuimos a nuestro próximo destino.

Repitimos esos mismos pasos básicos una y otra vez, sin detenernos demasiado tiempo en un solo lugar.

Antes de que me diera cuenta, habían pasado cinco meses… y luego seis.

***

Un día, conocimos a alguien en el camino que inmediatamente desafió a Ruijerd a una pelea.

“¡Me llamo Rodríguez! Soy el tercer alumno de Peacock-Blade Auber, alumno del gran Dios del Norte, ¡Kalman!”

Al principio, asumí que era una especie de cazarrecompensas, y alguien había puesto precio a la cabeza de Ruijerd sin que nosotros lo supiéramos.

“Su comportamiento sugiere que es un hombre de renombre! ¡Deseo retarte a un duelo!”

Sin embargo, ese no parecía ser el caso. El hombre explicó que era un espadachín humano que había venido al continente demoníaco para entrenarse.

“¿Qué debemos hacer, Ruijerd?”

“Hm. Ha pasado mucho tiempo desde que tuve un combate de este tipo…”

Según Ruijerd, el continente demoníaco tiene muchos visitantes como éste. Los monstruos de este continente eran fuertes, al igual que los aventureros que los cazaban. Esto lo convirtió en un lugar ideal para que los guerreros perfeccionen sus habilidades.

Vagabundear sin ningún objetivo excepto “hacerse más fuerte” me pareció inútil, pero lo que sea.

“No me importaría aceptarlo, pero, ¿qué te parece?”

“Creo que tienes todo el derecho a negarte. Pero, ¿qué quieres hacer?”

“Soy un guerrero. Cuando alguien me pide un combate, prefiero complacerlo”.

Podrías haber dicho eso en primer lugar, viejo…. 

Decidí establecer algunas reglas básicas, al menos:

1. Este es un combate amistoso, no un duelo a muerte. No se permite matar.
2. Nuestro guerrero sólo dirá su nombre cuando termine la pelea.
3. Ambas partes acuerdan no guardar rencor, sea cual sea el resultado.

El  espadachín  consintió  alegremente,  por  lo  que  el  duelo  se  puso  en  marcha inmediatamente.

Ruijerd ganó con todas las de la ley, después de defenderse limpiamente de los ataques más furiosos de su oponente. No se lo tomó con calma ni nada de eso; sólo tomó un enfoque tranquilo y de bajo riesgo, apagando todo lo que el espadachín intentaba hasta que lo arrinconó.

“Me ha superado completamente, señor. Nunca esperé encontrarme con un luchador tan incomparable aquí… ¡Este mundo está realmente lleno de maravillas! ¿Cuál es su nombre, si me permite preguntar?”

“Ruijerd Superdia. La gente también me llama Dead End.”

“¿Qué? ¿¡Eres el Dead End mismo!? ¿¡El temible guerrero Superd!? ¡He oído hablar de ti muchas veces en este continente!”

El espadachín parecía totalmente asombrado por esto. Parecía que gran parte de la humanidad sabía sorprendentemente poco sobre el Superd en este momento. Muchos no sabían que luchaban con lanzas de tres puntas o que tenían una ‘joya’ roja en la frente; su cabello verde esmeralda era la única característica que seguía siendo de dominio público. En otras palabras… cuatro siglos después de la guerra, estaban profundamente prejuiciados contra todo un grupo de personas basándose únicamente en el color de su cabello. ¿Cómo puede alguien pensar que esa es una buena razón para oprimir a alguien?

“Sin embargo… noto que no tiene cabello, señor.”

“Sí. Hace poco sentí la necesidad de cortarlo”.

“Ya veo. Bueno, no quisiera entrometerme…”

A estas alturas, el hombre ya sabía que estaba frente al más “temible” y “malvado” de la terrible gente Superd, y que había experimentado la fuerza de los Superd de primera mano. Habría esperado que se encogiera de hombros horrorizado. Pero los dos eran guerreros, y eso aparentemente era suficiente para formar un vínculo de respeto mutuo entre ellos. Para aquellos que vivían en busca de la fuerza, Ruijerd era alguien a quien admirar en lugar de temer.

“Pensar que he tenido la oportunidad de entrenar con una figura legendaria como tú….¡tendré que presumir de ello a todo el mundo en casa!”

Ese hombre, a diferencia de la mayoría de los otros con los que nos topamos, estaba claramente feliz de haber conocido a Ruijerd. Era casi como si se hubieran topado con una superestrella de Hollywood en la acera y descubrieran que, a pesar de su reputación de ser grosero, en realidad era un tipo cálido y amigable.

***

“¡Tú, allí! Mi nombre es…”

Tras ese primer duelo, Ruijerd comenzó a recibir un flujo constante de desafíos. Cuanto más al sur íbamos, más nos encontrábamos con ellos.

Algunos de estos guerreros en entrenamiento estaban bien familiarizados con la historia, y señalaron que Ruijerd tenía el mismo nombre que el líder de la infame banda Superd de los días de la Guerra de Laplace. Cuando explicó que era el mismo hombre, todos reaccionaron con asombro. Luego pasaba todo el día y la noche contándoles sus experiencias durante la guerra.

El viejo Ruijerd tendía a parlotear una vez que empezaba a hablar del pasado. Pero sus descripciones simples y directas de lo que realmente sucedió fueron aparentemente fascinantes para otros guerreros como él. En particular, les encantó la parte en la que rompió un anillo de 1.000 soldados, pasó a la clandestinidad y finalmente se vengó de Laplace. Se derramaron más de unas cuantas lágrimas de macho.

Si convirtiéramos toda esa historia en un libro y lo publicáramos de alguna manera, tal vez podríamos recuperar la imagen de los Superd hasta cierto punto.

“Guerra sin Justicia – Combate mortal en el continente demoníaco” sonaba bastante bien, ¿verdad? O tal vez “Las verdades incalculables de la historia”:

“¡La verdadera historia de los Superd!”

Oye, probablemente podría imprimirlos yo mismo usando magia de la Tierra, ¿no? Y yo conocía las cuatro lenguas continentales más importantes en este momento. Por supuesto, había una posibilidad de que rompiera alguna ley local en el proceso y me metieran en la cárcel en alguna parte, pero me pareció una idea que valía la pena archivar para futuras referencias por lo menos.

“¡Adiós entonces! ¡Gracias de nuevo! Aprendí mucho”.

Los guerreros en entrenamiento siempre se despedían con alegría. No creo que ninguno se haya ido enfadado o disgustado.

Y todo esto sólo fue posible porque Ruijerd se había cortado el cabello.

¿Quizás deberíamos hacer que todos los Superd se afeiten ellos mismos la cabeza? 

***

Mientras tanto, seguíamos moviéndonos hacia el sur, sin perder nunca de vista nuestro objetivo. Los meses octavo y noveno de nuestro viaje fueron y vinieron.

Por supuesto, no todo fue fácil. Los problemas aparecieron muchas veces. Eris podía entender lo que la gente que nos rodeaba decía ahora; como resultado, a veces se volvía loca y empezaba a pelear cuando la gente se burlaba de nosotros o nos insultábamos. La identidad de Ruijerd fue expuesta en numerosas ocasiones, lo que provocó que nos expulsaran de varias ciudades. También traté repetidamente de espiar a Eris en el baño, sólo para que Ruijerd me arrastrara por el cuello.

Los mismos problemas seguían surgiendo a un ritmo bastante constante. Al principio, eso me puso ansioso. Traté de pensar en maneras de arreglarlos, o de evitar que ocurrieran en primer lugar.

Pero, ¿cuándo lo pensé de verdad? Eris se metió en peleas, sí, pero nunca desenvainó su espada sobre nadie. Y cuando Ruijerd fue expulsado de la ciudad, nunca fue tan violento y caótico como su fuga de Rikarisu. Una vez, un soldado que habíamos conocido dijo: “Lo siento. Algunas personas simplemente se asustan cuando saben que hay un Superd alrededor”, en un tono de voz de disculpa.

Además, nunca logré espiar a Eris en el baño.

Todos estos problemas eran bastante menores en la escala de las cosas, en otras palabras.

Nunca se metieron en una crisis importante.

Así que empecé a preocuparme un poco menos. Eris era una persona violenta; Ruijerd era un Superd; y yo era un pervertido. Todos habíamos sido como éramos desde que nacimos, y no había mucha esperanza en cambiarnos ahora. Los tres nos las arreglábamos lo mejor que podíamos. Eso era suficiente para mí. Una metida de pata de vez en cuando no era el fin del mundo.

No hay razón para estresarse, ¿verdad?

En algún momento, realmente empecé a sentirme así. No tomaba nuestros errores a la ligera, ni subestimaba lo que nos costaban. Acabo de aprender a relajarme un poco y a mantener las cosas en perspectiva. Eso puede parecer simple, y supongo que lo es. Pero pasaron meses y meses en la carretera con Ruijerd y Eris antes de que finalmente le cogiera el truco.

***

Había pasado alrededor de un año desde que emprendimos nuestro viaje desde Rikarisu. Antes de que nos diéramos cuenta, los tres nos habíamos convertido en aventureros de categoría A….

Y por fin habíamos llegado a la ciudad Wind Port, en el extremo sur del continente demoníaco.