Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 3

Capítulo 13: El Fracaso, El Caos Y La Resolución

Parte 2

Para cuando visitamos a varias docenas de antiguos clientes, la cara de Nokopara había pasado de rojo a azul.

“¡Mierda! ¿¡Qué está pasando aquí!?”

Todos con los que hablamos tenían la impresión de que Jalil y Vizquel eran miembros de Dead End desde el principio. Sus tarjetas de aventurero incluso respaldaban esa historia.

Incluso hubo un momento en el que nos sentimos bien cerca del final, cuando llegamos a la chica que había sido nuestra primera clienta; había gritado de alegría y abrazado la pierna de Ruijerd.

“Lo siento, Nokopara, pero no creo que podamos pagarte si no puedes presentar ninguna prueba.”

“Maldita sea…”

Olvídate de pagar, tal vez lo denuncie al gremio. Siempre podría acusarlo de “obstruir” que termináramos nuestros trabajos o algo así.

“Heheheh…” Mientras me reía maliciosamente, el destino final en la lista de Nokopara se hizo visible.

Era… aparentemente la Posada Garra de Lobo. Parecía que Jalil había aceptado algún trabajo extraño en el lugar donde nos quedábamos. Engañarnos a través de esto podría ser más difícil si tuviéramos que lidiar con alguien que realmente nos conociera, pero sentí que apenas habíamos hablado con el posadero. Probablemente nos las arreglaríamos de alguna manera.

“Aquí. Son los últimos”.

Dos personas emergieron de la puerta principal de la posada Garra de Lobo. Me congelé al verlos.

Esto no fue bueno. Había unas quince alarmas diferentes sonando en mi cabeza: Emergencia. Emergencia. Alerta roja. ¡Se acerca un ataque aéreo! ¡Contingencia imprevista! Demasiado tarde, entendí lo desconsiderada y estúpida que había sido.

“Oh, Rudeus. Has vuelto. Me alegro de verte, amigo…. ¿Qué pasa con toda esta gente?”

Estuvimos cara a cara con los miembros supervivientes de los Tokurabu Village Toughs. La cara de Kurt estaba muy cansada, pero aún así nos saludó en un tono de voz amistoso.

“Hey, chico. ¿Recuerdas quién te salvó en el Bosque Petrificado? Era el Dead End, ¿verdad?”

Ah, mierda.

No sé si Nokopara se había dado cuenta de mi pánico, o si había planeado hacer esa pregunta desde el principio. Pero de cualquier manera, nos tenía ahora.

El rango actual del grupo Dead End era D. La tarea que P Hunter había aceptado estaba en el puesto B. En otras palabras, no podíamos haber aceptado ese puesto. Nuestra historia estaba a punto de desmoronarse.

“¿Qué…?”

Kurt nos miró a mí y a Rudeus. Agité la cabeza frenéticamente, tratando de decirle que mantuviera la boca cerrada.

¡Vamos! ¡Eres un niño orgulloso! ¡Nadie te ayudó! Ya pasaron por ese lío ustedes solos,¿verdad?

 Si el chico al menos insistía en que no tenía ni idea de lo que hablaba Nokopara, aún teníamos una oportunidad. Sólo tenía que rezar para que su terco orgullo nos ayudara.

Al ver mi mirada desesperada, Kurt asintió con decisión.

“¡Claro que lo fue! ¡Nunca he visto a nadie tan fuerte como estos tipos antes!”

Oh Dios mío. ¡Qué chico más honesto!

El procedió a explicar cuán fuertes éramos realmente, describiendo nuestra derrota del Verdugo y las Anacondas de Almendra en un estilo vigoroso que involucró toneladas de efectos de sonido.

“¡En serio, Rudeus está loco de remate! Esos Verdugo son aterradores, sin duda, ¡pero ese nunca debió haber estado en el lado malo del Dead End! Esta fue una pelea cara a cara, ¿verdad? ¡Verdugo contra Rudeus! ¿Cómo crees que fue eso? ¡Boom! ¡Splat! ¡Se acabó de un solo golpe, viejo! ¡Un disparo! Oh, y Ruijerd también es increíble. Él era como, ¡fwoosh! Y luego Kablam, ¡ahí van las anacondas! ¡Estaba haciendo todas estas cosas ridículas sin siquiera pestañear! En serio, se me pone la piel de gallina”.

Nokopara escuchó toda la historia con una gran sonrisa en la cara, lanzando de vez en cuando: “Vaya, ¿no es increíble? Cuando Kurt finalmente se quedó sin fuerzas, se giró hacia nosotros.

“Bueno, eso es muy raro. ¿No tomaron un trabajo en la ciudad? ¿Por qué estabas en el bosque salvando a los niños de los monstruos?”

“Uh, bueno… nos hemos unido a Jalil en esa…”

“Lo siento, pero Jalil y Vizquel estaban en la ciudad en ese momento.”

Se  había  acabado.  No  tiene  sentido  seguir  fingiendo.  Nokopara  obviamente  había descubierto cómo usar esto para ponernos contra la pared.

¡Calma! ¡Cálmate! ¡Todavía tienes una oportunidad aquí!

 Concéntrate, hombre. Por ahora, necesitamos algunas opciones para elegir. Digamos que tres. Uh, de acuerdo. Aquí vamos….

1. Mata a Nokopara

Si realmente tuviera un montón de co-conspiradores, como él dijo, este plan terminaría muy mal. Pero también había una posibilidad de que todo saliera bien.

Fue un total lanzamiento de dados, en otras palabras. Mala idea.

2. Culpa a Jalil por todo

Éramos novatos, y Jalil era un veterano. Si empezara a gritar que nos engañó y se aprovechó de nosotros, podríamos escaparnos.

Sin embargo, intentarlo me costaría la amistad de Ruijerd. Traicionar a nuestros “camaradas” sería un error después de todo. Otra mala idea.

3. Suelta el dinero ahora, encuentra una salida más tarde.

Esto fue otro lanzamiento de dados. Puede que encuentre una forma de resolver las cosas rápidamente, pero ahora que Nokopara sabía que éramos peligrosos, probablemente había establecido un plan de varios niveles para mantenernos atrapados en esta ciudad y a salvo en las garras de su banda. Otra mala idea.

Bueno, ahora tenía tres planes terribles para elegir. ¡Claramente fue un tiempo bien empleado!

¿Qué demonios iba a hacer?

La única salida más sencilla era el plan dos, pero probablemente era la peor opción a largo plazo. Cualesquiera que sean sus beneficios inmediatos, a la larga nos estaríamos paralizando a nosotros mismos.

Traicionar  a  Jalil  y  Vizquel  significaría  perder  la  confianza  de  Ruijerd  para  siempre.

Probablemente nunca volvería a escuchar una palabra de lo que dije.

El plan dos estaba fuera de la mesa. Absolutamente fuera de la mesa.

El plan uno tampoco era bueno. Fue simplemente…. sin sentido. Me desviaría completamente del camino que había estado siguiendo hasta hoy. No importaba cuán casualmente la gente veía la muerte en el Continente Demoníaco; ese ni siquiera era el tema aquí. Si yo matara a Nokopara ahora sólo para librarme de los problemas, empezaría a resolver todos mis problemas de la misma manera. No estaba listo para cometer un asesinato a lo largo de mi vida.

El plan tres no era mejor. Al entregarle dinero a esta gente, estaríamos admitiendo nuestra propia culpa. Eso era lo último que quería hacer.

También había una posibilidad real de que termináramos rompiendo otras reglas, o incluso leyes, ya que nos estaban sacando dinero. Eso le daría a Nokopara más influencia sobre nosotros; sus demandas probablemente aumentarían. Incluso podría intentar ponerle las sucias manos encima a Eris… Sabía que lo haría si fuera él. Si llegara a eso, nos veríamos obligados a matarlo después de todo.

Pero aún así… básicamente tenía que ser el plan tres, ¿verdad?

No, no, no. En comparación con ir por ese camino, también podemos elegir el plan uno desde el principio. Tendríamos que matar a Nokopara. Y todos sus amigos también.

¿Esa era… mi única opción aquí? ¿De verdad iba a hacer esto? ¿Tenía que hacerlo?

Honestamente, no sabía si podría matar a alguien. ¿Y cómo íbamos a tratar con el resto de su banda, dondequiera que estuvieran? Tal vez Ruijerd pueda rastrearlos de alguna manera.

¿Pero  cómo?  Si  ni  siquiera  supiera  a  quién  estaba  buscando,  ese  tercer  ojo  suyo probablemente no nos serviría de mucho.

Siempre existía la opción de renunciar a lo del “aventurero”. Podríamos encontrar formas de sobrevivir, incluso sin el gremio. Tenía un sentido decente de las formas en que podíamos ganar dinero en este continente a estas alturas.

Aún así… digamos que hice esa llamada, por dolorosa que sea. ¿Qué pasaría con Jalil y Vizquel? No sólo habían participado en nuestro plan, sino que la investigación del gremio podría encontrar pruebas de su negocio de secuestro de mascotas. Nuestro grupo tenía algo de dinero ahorrado y ningún apego particular a esta ciudad, pero los dos eran diferentes. Esta era su casa, y podrían terminar siendo expulsados de ella. Esos dos no tenían las habilidades para sobrevivir en el desierto. ¿No sería abandonarlas otro tipo de traición? ¿Podríamos acogerlos después de que fueran desterrados?

No. De ninguna manera. Ya sería bastante difícil lidiar con nuestros propios problemas; no podríamos ocuparnos de ellos también.

… De acuerdo, al diablo con esto. Necesito fortalecerme. Me convertiré en un asesino si es necesario.

 Recuerda el objetivo. Tengo que llevar a Eris a casa a salvo, pase lo que pase. Para que eso suceda, estoy dispuesto a traicionar a Jalil y a Ruijerd. No me importa si Eris termina odiándome. ¡No me importa si no puedo volver a mirar a Paul o a Roxy a los ojos!

 Voy a inundar esta maldita ciudad con un hechizo de nivel Santo. Eris y yo podemos salir corriendo en la confusión. Que me quiten mi estatus de aventurero si quieren. Voy a alcanzar mi objetivo, no importa lo bajo que tenga que caer.

 ¡Sólo mira! 

***

Con mi mente decidida al fin, empecé a reunir energía mágica en mis manos… y luego noté la mirada en la cara de Nokopara.

“¿Qué….ah…”

Se había puesto blanco como una sábana de repente, y sus rodillas temblaban. Pero no me miraba a mí, sino a algo detrás de mí.

Me di la vuelta. Ruijerd estaba allí de pie, muy… húmedo. Una jarra de agua que había visto detrás de la posada yacía en el suelo junto a él.

“¿R-R-Ruijerd…?”

Su pelo era verde esmeralda a la luz del sol. Estaba empapado. Se arrojó el agua sobre su cabeza y lavó el tinte azul. También se había desabrochado la cinta de la cabeza para exponer la “joya” roja de su frente.

“E-él es un….S-S-Superd…”

Nokopara se había caído de espaldas, cayendo de espaldas.

“Soy Ruijerd Superdia, también conocido como Dead End. Parece que mi identidad ha sido expuesta. Supongo que tendré que matarlos a todos ahora.”

Ruijerd entregó su línea en un monótono rígido y antinatural. El hombre no estaba hecho para ser actor. Aún así, la ira en sus ojos era real.

“¡Aaaaaaaaaah!”

Alguien emitió un chillido penetrante.

Y de repente, todos en la calle gritaban: niñas, jóvenes y ancianos por igual. Dejaron caer todo lo que llevaban y corrieron por sus vidas.

Cuando el caos se extendió, Jalil fue el primero en traicionarnos. Gritando: “¡Me amenazaron! ¡Yo no sabía nada! No estoy de su lado”, se dio la vuelta y corrió, llevándose a Vizquel con él.

Las piernas de Kurt se le habían caído por debajo. Tal vez estaba recordando lo bien que le había hablado a Ruijerd el otro día… Su cara estaba pálida como la muerte y parecía que se estaba meando encima.

¿Por qué estaban todos tan aterrorizados de repente? Seguía siendo Ruijerd. Su color de pelo había cambiado, eso era todo. No podría empezar a entenderlo.

Ustedes estaban actuando normalmente hasta ahora, ¿verdad? Vamos, Kurt. Estabas hablando con Ruijerd como si fuera una especie de superhéroe. Dijiste que querías ser como él algún día, ¿recuerdas? ¡Lo mirabas con respeto en tus ojos! Entonces, ¿por qué? ¿Por qué le tienes tanto miedo ahora que su cabello es verde? Mira a Eris, tío. No tiene ni idea de lo que está pasando, pero se mantiene calmada, ¿verdad? Está ahí con los brazos cruzados, los pies bien separados y la barbilla en el aire. Mirando todo esto en silencio con los ojos bien abiertos.

 Entonces, ¿por qué todos los demás se están volviendo locos?

 Muchas de las personas que nos rodeaban huían en un pánico ciego. Otros estaban sentados en la calle. Unos pocos habían desenfundado sus armas, aunque sus piernas temblaban. Había muchos tipos diferentes de personas en el área, pero ahora todos estaban temblando.

¿Todo esto por un tipo con el pelo verde?

Sabía que la gente de aquí temía al Dead End. Pero no sabía que le temían tanto. No sabía lo visceral que era su terror.

Hah.

Me dio ganas de reír. ¿Cuál era el sentido de todos mis planes e intrigas? Echaron un vistazo a su color de pelo real, y esto es lo que tenemos. ¿De verdad creí que mi pequeño plan de relaciones públicas iba a cambiar algo? Qué ridículo. Tal vez asumí que todo el mundo llegaría a entenderlo, como Eris y el Migurd. Pero eso nunca iba a ser posible.

No se trataba de contrarrestar algunos rumores desagradables. Para esta gente, los Superd eran la personificación del terror. ¿Y yo quería cambiar eso? Qué chiste. Fue inútil desde el principio.