Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita (NL)

Volumen 4

Capítulo 6: Disfrutamos Totalmente las Presentaciones de los Demonios

Parte 1

Y así, llegó el segundo día del festival musical.

Kuku se adelantó y partió primero hacia el lugar y con el resto de la familia nos tomamos nuestro tiempo para llegar al escenario en el cementerio.

Entregamos nuestras entradas y entramos, como era de esperarse, había una hilera de tumbas convertidas en asientos con una buena vista del escenario. Supongo que de ahí era de donde estaríamos observando. Era un lugar maldito, pero quizás estaba bien para los demonios.

Un artista ya se estaba presentando y los fanáticos demonios estaban entusiasmados.

Luego de un ratito, las hermanas leviatanes Fatla y Vania, Fighsly e incluso Beelzebub aparecieron.

“Estos son nuestros asientos, ¿no?”

Oh cierto, los asientos a mi lado estaban vacíos—tenían que ser los de Beelzebub.

“El trabajo finalmente se calmó. Me hicieron encargada de un puesto para unos vegetales extraños pero deliciosos que habían sido creados por crianza selectiva.”

Beelzebub se estaba abanicando. Eso sonaba como algo que haría la ministra de agricultura.

“Kuku no es conocida entre los demonios. Sigo algo preocupada por eso…”

Incluso si la locación estaba llena, ella tendría problemas si ellos la trataban como un equipo de visita. Esperaba que no fuera a causarle un trauma para toda la vida…esa era la única reserva que no podía dejar de lado hasta que todo finalizara.

“Tonta. La audiencia sabe que uno debe ser reconocido como un intérprete habilidoso para que le sea permitido presentarse en el escenario más grande del festival musical. Ellos la escucharan con cuidado.”

Todo lo que podía hacer por ahora era creerle a Beelzebub.

“Yo solo le di la oportunidad, es ella quien debe decidir si es que la tomará. Está sobre sus hombros el elegir si tendrá éxito dejando una buena impresión ante una gran audiencia o fallar.”

“Suena como si te estuvieras distanciando de ella, pero tienes razón.” Todo lo que podíamos hacer era observar.

Falfa y Laika juntaron naturalmente sus manos, como si estuvieran rezando.

Por otro lado, Flatorte parecía relajada mientras sorbía una bebida mientras esperaba.

A decir verdad, ella podría solo verse más calmada de lo que estaba.

“El volverse demasiado familiar con un trovador hará que me encariñe y eso no es bueno. Si comienzo a preocuparme por sus vidas personales, ya no podré ser tan cerebrito como he sido hasta ahora.”

Eso sonaba como alguien que estaba muy metido en ello diría. Quizás tenía razón.

El turno de Kuku se acercaba lentamente.

Aquel que estaba presentándose antes de ella era un troll gordo que aparentemente era un cantante de ópera y quien ciertamente tenía la voz de uno.

Y entonces, fue el turno de Kuku.

El Maestro de Ceremonias la presentó: “Kuku-san es una almiraj novata, una que recientemente ha tenido un gran cambio en cuanto a género.” Ella no era una novata en términos de su carrera, pero esta era su primera presentación dentro de un nuevo género.

“¡No puedo estar quieta, así que flotaré y miraré desde arriba!” Rosalie dejó su asiento y se lanzó hacia arriba.

Kuku finalmente apareció de entre bambalinas.

Había una correa unida a su laúd para que así le colgara de su hombro. Ella era la imagen de una cantautora.

“Soy Kuku. Mi primera canción se llama ‘Gracias.’”

Entonces ella comenzó a tocar una seria pero gentil melodía con su laúd.

Es hora~ Es muy triste tener que decir adiós ~♪ Así que en su lugar diré, gracias ~♪

No la había escuchado practicar esta canción en la casa anteriormente.

Esta canción era para nosotras.

No me iré por siempre; solo me iré a otro lado ~♪

 Seguiremos viviendo en nuestros lugares apartados, viviendo en nuestros propios tiempos ~♪

 Y puede que nos olvidemos mutuamente, ya que eso es parte de la vida ~♪ Pero también es parte de la vida recordar ~♪

Así que está bien, sin sorpresas, ven a verme en cualquier momento ~♪ Gracias, gracias, gracias ~♪

Cuando la primera canción terminó, me paré y aplaudí, con lágrimas cayendo por mi rostro.

“¡Kuku, lo hiciste!”

Mis hijas me imitaron y se levantaron. Y no éramos solo nosotras; muchos miembros de la audiencia de los demonios le estaban dando una ovación de pie.

Entre todos, solo Flatorte siguió sentada, presionando sus manos contra los ojos mientras sollozaba en silencio.

Era como una maestra mirando a su discípula alcanzar la grandeza.

Las canciones de Kuku fueron asombrosas y tocaron nuestros corazones. Ellas no siempre necesitaban ser oscuras.

Al final, Kuku tocó diecisiete canciones, dejó el escenario por un momento, fue rápidamente traída de regreso por los fervientes pedidos del público pidiendo otra canción, tocó otras tres canciones y entonces finalmente terminó.

“Toma, un pañuelo nuevo. Tengo muchos así que anda pasándolos.” Beelzebub de seguro tenía un montón de pañuelos.

Ahora que lo mencionaba, me di cuenta que todas estábamos llorando.

***

Esa noche, de inmediato abracé a Kuku cuando nos reunimos.

“¡Lo hiciste! ¡Estuviste increíble! ¡Todos estaban alentándote!”

“¡Muchas gracias! Jamás pensé que saldría tan bien…” Lágrimas caían por el rostro de Kuku mientras sonreía.

“Todo esto es gracias a ti. No tengo idea de cómo puedo decirte lo agradecida que estoy…”

“¿Qué? Solo hay una cosa que decir,” le respondí mientras recordaba la presentación de Kuku.

“Y eso es gracias, ¿verdad?”

Kuku sonrió y dijo: “¡Gracias!” volviéndome a abrazar y yo acaricié gentilmente la parte de atrás de sus orejas.

Ese día, gracias a la amabilidad de Beelzebub, tuvimos uno de los cuartos del castillo preparado para nosotras para una fiesta celebratoria.

Platos de comidas llegaban sin parar—fue un gigantesco festín.

La expresión de Kuku a su vez era tan alegre. Quiero decir, eso era un hecho luego de que su presentación se hubiera dado sin ningún problema.

“Partes interesadas de varios lugares que te vieron cantar hoy ya han enviado montañas de solicitudes. Aquí hay una lista rápida de todas ellas, Kuku.”

Realmente no podía leer la escritura demoniaca, pero pude ver que ella tenía toneladas de trabajo llegándole.

“¿Esto es…suficiente trabajo para vivir en el pueblo del castillo aquí…?” Kuku miró la lista, sorprendida.

Ella probablemente nunca había tenido solicitudes como estas antes.

“Quizás. Bueno, solías vivir en la capital humana, ¿así que por qué no ves si puedes ganarte la vida ahí a medida que tomas una saludable cantidad de trabajo? Puedo prestarte un dragón heráldico como transporte, así que no sería imposible que hicieras ambas cosas al mismo tiempo.”

“¡Kuku, eso es genial! ¡De pronto eres un éxito! ¡Eso significa que fuiste un gran éxito con los demonios!”

Pero Kuku todavía no parecía estar honestamente feliz—quizás debido a que no se sentía real para ella.

Todos estos sucesos eran un cambio tan súbito, así que yo lo entendía.

Nuestro festín continuó y el ambiente fue pacífico de principio a fin. Halkara ya se había desmayado ebria, mientras que Falfa y Shalsha ya estaban durmiendo a causa del cansancio.

Vania se rio de Halkara por estar ebria y entonces ella misma se desmayó quince minutos después.

Su hermana mayor, Fatla, estaba irritada: “Ella nunca aprende…”

Flatorte con suerte bebió algo de agua, pero a su vez apenas habló con Kuku.

Por supuesto, pude darme cuenta, debido a que estaba vigilando a mi familia.

Pero no estaba segura de como tocar el tema, así que solo observé.

Flatorte parecía estar lidiando con alguna clase de conflicto que el resto de la familia no tenía.

Si no lo estuviera haciendo, ella se habría estado divirtiendo más o habría estado más triste por la partida de Kuku.

Y entonces, justo cuando el festín estaba a punto de finalizar— Flatorte le preguntó a Kuku: “¿Puedo tomar prestado tu laúd?”

“Sí, seguro.”

Era una preciada herramienta de su oficio, pero Kuku lo permitió. Flatorte tenía un enigmático aire en su rostro, pero dudaba que ella fuera a hacer algo que no debía a causa de que estaba ebria.

“¿Vas a cantar una canción de despedida?” Laika preguntó.

Como una congénere, Laika probablemente estaba preocupada por Flatorte.

“No exactamente,” Flatorte dijo, parándose justo en frente de Kuku.

“Tengo una canción para ti. Aunque, no es muy buena.”

Entonces ella comenzó a tocar—

“¡WOOOOOOOOOOOAAAAAH, DESTRUCCIÓN, DESTRUCCIÓN, DESTRUCCIÓN! ¡WOAAAAAAAAAAAAAAAH, EJECUCIÓN, EJECUCIÓN, EJECUCIÓN!”

 ¡Esta era una de las canciones de Schifanoia!

Pero Flatorte era mejor cantante que Schifanoia, así que su presentación tenía un poco más de sabor. Aunque, no sabía si debería estar complacida.

La boca y los ojos de Flatorte estaban completamente abiertos mientras el sonido se vertía de ella.

“¡Schifanoia! En el pasado, cantaste tanto como Schifanoia que te privaste a ti misma de sentido. Puede que no vendiera, pero eso se debía a que creías que era lo correcto, así que si alguna vez deseas regresar, entonces deberías. ¡No seas una idiota y pienses que tienes que sellarlo por siempre!,¡Tú no eres lo suficientemente inteligente para seguir lo que es popular en la sociedad! ¡Si lo fueras, ya te habrías vendido hace siglos!”

La fuerte voz de Flatorte resonó en el cuarto.

“Incluso yo, Flatorte, he cometido error tras error y me encuentro a mí misma aquí. ¡Puede que no haya una respuesta correcta, pero siempre y cuando sigas adelante, jamás habrás fallado por completo! ¡Así que canta como desees! ¡Es tu vida!”

Flatorte a continuación le lanzó el laúd a Kuku. Esta última lo agarró con firmeza.

“Ustedes son maestra y aprendiz,” murmuré, mientras Laika y Beelzebub a mi lado asintieron.

“Esto es algo que la maestra puede decirle a su aprendiz debido a que ella cometió sus errores.”

Laika observó a las dos con una refrescante sonrisa.

Flatorte también ha crecido un montón. Las personas podían cambiar al conocer a otros.

“Es debido a ti que esto pudo suceder y está bien el estar orgullosa de eso. Yo quizás no habría reaccionado de esta forma sin ti,” Beelzebub dijo mientras me vertía otra copa de alcohol.

“Esto es fuerte, así que por favor no me des demasiado…”

“Está bien. La presentación en el festival de la Rey Demonio es mañana en la tarde.”

Oh cierto, teníamos que ver la presentación de Pecora, dado que éramos invitadas nacionales.

“¿Qué es lo que hará? ¿Va a levantar una antorcha encendida o algo? ¿O dar un discurso de clausura?”

Beelzebub sonrió amargamente y murmuró: “Ya lo verás.”

¿Qué es lo que iba a suceder ahora…? La Rey Demonio tenía que hacer algo…