Praise the Orc!

You’re an Orc, Yet You’re Still Praiseworthy!

Capítulo 226: COSMOS (Parte 2)

Crockta se quedó en la oscuridad. El dios gris no estaba presente. Un abismo lo rodeaba.

‘El cosmos’, susurró alguien. No se podía ver al dueño de la voz. Crockta miró a su alrededor y vio un pequeño fuego en la oscuridad. ¿Qué era? Su cuerpo se movió hacia el fuego.

‘El último sol’.

Estaba brillando en rojo. Vio un planeta azul orbitando alrededor del sol. Elder Lord. Se veía el mar, el cielo y el continente. La amplia tierra de Elder Lord se extendió como un mapa.

Crockta volvió a mirar al sol. Un dios dormía en medio de el. Su sacrificio hizo que el sol sobreviviera. Después de entrar en un sueño largo y profundo, el sol ganó fuerza y ​​pudo emitir más calor. El sol dormido.

Crockta miró hacia atrás. Había un vasto universo. No había luces presentes. El sol de Elder Lord era el último fuego que quedaba en este universo. La escena del universo enfriándose para siempre. En medio de eso, Crockta encontró un dios muerto. Los ojos huecos del dios de las estrellas muerto.

El tiempo pasó rápidamente. El mundo se enfrió gradualmente. La luz final se apagó. El sol ya no podía mantener el planeta. Elder Lord se convirtió en un planeta muerto y se desvió de su órbita. El universo se expandió. Las galaxias, estrellas y planetas que estaban lejos. Así, el universo entró en un congelamiento eterno y el planeta se hundió en un vacío eterno sin poder.

Cero absoluto. La gran helada. El fin del universo.

Crockta cerró los ojos. Era el fin del mundo y algún día el mundo de Jung Ian llegaría al mismo fin.

Allí no había nada. Nada.

Mantuvo los ojos cerrados. La oscuridad detrás de sus párpados era más brillante que la oscuridad frente a sus ojos. El eterno silencio continuó.

Unos pocos segundos.

O unos días.

O varios años.

Quizás cientos de millones de años. El significado del tiempo fue olvidado cuando Crockta cayó.

En ese eón. Crockta escuchó algo.

Duguen.

Duguen.

Abrió los ojos. Todavía estaba oscuro frente a él. Sin embargo, el sonido de los golpes siguió sonando en los oídos de Crockta.

Duguen.

Duguen.

En poco tiempo, apareció una línea en la oscuridad. Era de un color indescriptible y latía con un tempo lento. Estaba alli. En el universo donde murieron todas las estrellas, los planetas fueron destruidos y todo quedó congelado. Esa sola línea brilló brillantemente.

Conectó el vasto universo. Penetró a través del vacío y la desesperanza. El pasado y el presente estaban conectados por esa única línea.

En un punto de la línea, Crockta y el dios gris se pararon. Estaban frente a frente cuando Beelzebub se los tragó. La línea penetró al dios gris, Crockta, Beelzebub, todos ellos. Estaban bailando en esa línea.

Movió la mirada. Otro punto en la línea era Jung Ian en la Tierra. Estaba acostado como si estuviera muerto en una cápsula. Su hermana Yiyu caminaba a su alrededor. Todavía estaban en esa única línea. Un poco más lejos, Han Yeori estaba apoyada en el mostrador. Ella tarareó con una expresión en blanco. Ella miraba el suelo del café como si estuviera esperando a alguien.

Además, vio que la multitud se detenía en las calles. Todos miraban la pantalla. En él, Crockta y el dios gris se atacaban entre sí. Esta multitud y el mundo estaban en una sola línea. Este universo aún era joven. La Tierra tenía mucho tiempo. Pero algún día, caería. Desde el principio del Big Bang hasta el paisaje del eterno hundimiento, todo estaba en esta línea.

Volvió a aquí, a Elder Lord. La línea latía más rápido.

Crockta lo vio todo. El rostro cansado de Antuak. La expresión tranquila de Gushantimur. Grant, Thompson, Jeremy. Enyanis, Elsanad, Ilya. Eileen, Kapur, Rakuta. Yona y Zelkian. Akantor y Zakiro.

Las muchas personas que había conocido. Los vio a todos. Incluso los dioses no pudieron escapar de esta línea. Era una línea colorida que lo penetraba todo, pulsando con un tempo lento.

Se preguntó qué era esta línea. Además, el color. ¿Por qué estaba tan radiante? La línea siguió y siguió. El vasto universo, la dimensión de Elder Lord y la dimensión de la Tierra, todos estaban en esta línea.

Universos desconocidos y mundos que no conocía allí penetrados por esta línea. El pasado y el presente se mantuvieron en esta línea. Se dirigió hacia un nuevo lugar.

Crockta siguió esa línea. El tiempo y el espacio retrocedieron. Llegó a una pared. La línea pasó por encima de la pared. Crockta no pudo vislumbrarlo. Era un muro sólido de identidad desconocida. Miró el agujero donde la línea penetraba en la pared.

Pero no pudo ver nada. Acercó los ojos y frunció el ceño. Luego, la línea volvió a latir más rápido.

Duguen.

Duguen.

Vibró en el nicho durante un rato. Después de un breve momento, Crockta pudo ver más allá de ese pequeño espacio.

Allí.

Ah.

Que.

Más allá de eso.

Las lágrimas brotaron de los ojos de Crockta. ¿Quién lo hubiera pensado?

Una vez más, Crockta se quedó en la oscuridad.

La voz dijo: ‘Mi hijo que me juró honor.’

Llegó una voz y unos ojos. Una existencia olvidada que nadie recordaba. Sin embargo, siempre estaba susurrando. Susurraba hacia el universo.

‘Pruébalo.’

Crockta agarró el mango de su espada. God Slayer. Pero no era lo que él conocía. La línea radiante que penetraba en el mundo envolvía a God Slayer. Cada vez que el mundo se agitaba, God Slayer también saltaba. El lento ritmo del universo se transmitía a God Slayer en la mano de Crockta.

Ahora, estaba parado frente al dios gris nuevamente. En el momento en que Beelzebub se los tragó con su enorme boca. Ellos eran los únicos que estaban allí. Crockta sintió que la línea penetraba en el mundo, empujando su espalda. Latía a un ritmo lento, incluso al principio y al final del universo.

Frente a él, su desesperación no era nada.

“Dios gris.” Crockta llamó a su enemigo.

Volvió aquí desde el paisaje del universo. El tiempo comenzó a fluir de nuevo. God Slayer ya no emitía llamas, sino que dispersaba una luz brillante. Era un color que no existía en el mundo.

El dios gris lo vio.

“Ah.”

Ella tenía razón. El fin del mundo era inútil. El final era un poder absoluto que convergió en un congelamiento eterno. Pero al mismo tiempo, ella no lo sabía. Incluso ese gran vacío era solo un puñado de polvo bajo las grandes leyes del universo.

Las existencias que vivían en el universo eran solo motas de polvo, pero incluso ese universo era un punto diminuto bajo una gran armonía. Ese tiempo eterno se mantuvo en el seno de una eternidad mayor. El vasto paisaje del universo bailaba en esta línea.

Esa línea formaría un cuerpo tridimensional y fluiría hacia un nuevo tiempo. Era un repetido ascenso y descenso de nuevas dimensiones.

“¿Lo has visto?”

Por un breve momento, fue testigo del mismo escenario que Crockta debido a la luz radiante de God Slayer.

Ella se dio cuenta. “Yo…”

Su espíritu, desgastado por el miedo, no veía más allá del hundimiento. Ella vio la muerte que todos no vieron; sin embargo, no lo hizo, no podía ver más allá de la muerte. Estaba alli.

“Pero es demasiado tarde.”

Su rostro se distorsionó. El hechizo ya había comenzado. Un tren fuera de control no se podía detener. Se movía constantemente hacia la inversión de la entropía.

“Es demasiado tarde.”

Las lágrimas brotaron de sus ojos. ¿Por qué nunca lo había visto? Si lo hubiera sabido un poco antes, se habría dado cuenta de la verdad de que nada en el mundo era en vano. Este mundo continuaría.

“Dios gris.” Entonces la llamó de nuevo.

Vio al guerrero orco frente a ella. Crockta claramente estaba enfrentando al mundo como siempre.

“Todavía no lo has visto bien.”

Tenía los ojos enrojecidos pero veía el mundo mucho más claro en comparación con su visión borrosa.

“En realidad, nada es demasiado tarde.”

Los ojos del dios gris se agrandaron.

Pronto.

Crockta empuñaba a God Slayer. Su espada se movió lentamente. Escindió la divinidad del dios gris. Rompió la boca codiciosa de Beelzebub envuelta alrededor de ellos. El universo siguió la trayectoria de God Slayer. El mundo se inclinó. Cruzó la esfera blanca en el cielo.

El mundo se volvió de un color indescriptible. La luz brillante llenó su campo de visión.

Ah.

En este maravilloso paisaje, Crockta miró fijamente la línea del universo. Batía lentamente de principio a fin. Por siempre.

Duguen.

Duguen.

El pulso del mundo. En esa línea pulsante, Crockta encontró un lugar. Entonces se dio cuenta. Por qué llegó a este lugar.

“Algo como esto.”

El sol bajó. El viento sopló. Había un árbol. Una hoja se cayó del árbol. Esa hoja. La hoja que caía era el comienzo de todo.

“Oh por dios.”

La mujer recogió la hoja en su hombro. Se detuvo y miró las hojas que caían. Esta era la temporada. La amiga que caminaba con ella se echó a reír.

“Las hojas están cayendo. ¿No es esto una buena señal?”

“Sí. Hoy incluso vi a un hombre guapo.”

Dejaron de caminar. Se miraron la  una a la otra por un momento.

“¿Quieres tomar una taza de café ahí?”

Se iban a separar pronto. La hoja en el hombro las llevó a ver un café. No había muchos clientes en el café. Había un hombre muy guapo sentado en un asiento junto a la ventana. Estaba hablando con un hombre de mediana edad de aspecto extraño que vestía un hanbok mejorado.

Mientras imaginaba cuál era su relación, su amiga habló: “En lo que respecta a Elder Lord, logré subir de nivel gracias a que Oppa me ayudó. ¿Tú que tal?”

“Wah… tengo envidia. Él cambió ayer.”

“¿Cambió?”

“Ese cerdo de repente me tocó el trasero… realmente tengo mala suerte.”

“¿Qué hiciste? ¿Lo denunciaste? ¿Por qué haría eso? ¿De verdad?”

Las mujeres no vieron. El apuesto hombre sentado en el asiento de la ventana se puso rígido después de escuchar sus palabras. Habló con el hombre sentado frente a él.

“Maestro.”

“¿Qué?”

“Elder Lord, ¿Cómo me conecto?”

“¿Has cambiado de opinión?”

“Lo hice.”

La brisa empujó la hoja, la hoja empujó a la mujer y su voz empujó a Jung Ian al mundo de Elder Lord.

“Cierto.”

Entonces, ¿de dónde vino esa brisa?

“¿Hrmm?”

Lenox estaba en el campo de entrenamiento de Orcrox. No dejó de practicar, incluso cuando creció. De repente, balanceó su hacha.

Duguen.

“Es una sensación extraña.”

Era un corte normal. A través de él, Lenox tocó la línea que penetraba el mundo. Pero no sabía lo que era. Era porque aún no había llegado a este reino.

“No sé. Si continúas entrenando, algún día lo alcanzarás.”

El gran guerrero Lenox.

“Tal vez aparezca un buen recluta y llegue al reino que yo no pude. De cualquier manera, no importa.”

Luego blandió su hacha de nuevo. El mundo estaba en una línea. Su balanceó ordinario tocó la línea del mundo. Al principio, era insignificante. Era una grieta tan sutil que nadie sabía. Pero la onda creció y se extendió, haciendo una pequeña fluctuación en un planeta lejano.

La línea tembló y hubo una ligera brisa. Ocurrió por casualidad. Sin embargo, esa onda fluyó por la línea y creó un pequeño viento en un planeta distante. Ese viento. A lo sumo, era solo una brisa débil que apenas se registraba en las mejillas de alguien.

Esa brisa hizo que cayera una hoja. La hoja pronto aterrizó sobre los hombros de una mujer. Todo estaba conectado.

Crockta preguntó: “¿Lo has arreglado todo?”

‘Él’ respondió.

‘No lo arreglé. Sólo observé.’

‘Él’ era una voz, una idea. Era la respuesta del mundo que entraba en su alma.

Crockta lo enfrentó. ‘Él’ esperaba a Crockta. Había muchas cosas que Crockta quería preguntar. ‘Él’ sabría todas las verdades y leyes del mundo. Sin embargo, Crockta se dio cuenta de que solo se le permitía una pregunta.

El tiempo perdió todo sentido. Unos pocos segundos, minutos, días, tal vez cientos de millones de años.

Crockta lo pensó. En medio de esa luz radiante, Crockta hizo una última pregunta: “¿Qué pasa con el fin del universo?”

Crockta presenció el mundo más allá de la pared y los universos distantes a lo largo de la línea brillante. No podía creer que hubiera un lugar así en el universo. Mientras existiera un lugar así, el universo nunca terminaría. El paisaje del final que vio el dios gris era solo una brisa.

La vida siempre era significativa. No terminaba con la muerte.

La línea comenzó a vibrar.

‘Él’ rió. El mundo se rió. Todo el universo se estremeció. ‘Él’ Respondió.

‘Todas las civilizaciones de este universo se autodestruyeron antes de que sus soles se enfriaran.’

‘Se odiaban y finalmente se mataron.’

‘Celos, envidia y robo.’

‘No tengan miedo del futuro lejano, pero ámense en este momento.’

‘Ámense unos a otros.’

‘Difunde amor, no odio.’

‘No es el final.’

‘Amaos los unos a los otros.’

‘Entonces.’

‘Hay luz.’

La voz puso una mano sobre el hombro de Crockta. Tocó el hombro de Crockta y le susurró al oído.

‘Lo has probado. Mi hijo.’

Esa voz.

Ah.

Un dios olvidado que nadie recordaba. El que siempre los estaba mirando.

No estaba solo. Crockta sonrió. Por lo tanto, su misión había terminado. Fue una pelea larga. Sus hombros cansados ​​se hundieron. Crockta susurró con un suspiro.

“Fue muy difícil.”

‘Él’ respondió: ‘Lo sé.’

Crockta completó la misión final.

***

La boca gigante de Beelzebub se tragó a Crockta y al dios gris. Luego hubo un rayo de luz brillante. Todo se resquebrajó. Lo primero que desapareció fue Beelzebub. Su cuerpo se partió. El dios gris que estaba allí también fue cortado por la mitad.

Lo último que se hundió. Cruzó la esfera blanca que flotaba en el cielo. La gran espada de Crockta, God Slayer, la aniquiló. Cuando la esfera colapsó repentinamente, la luz blanca comenzó a emerger. Llenó el mundo.

La luz blanca envolvió el mundo. Pintó el mundo entero de Elder Lord. En poco tiempo, desapareció como si no existiera desde el principio. Entonces una o dos personas empezaron a levantarse de su asiento. Los mortales que perdieron la vida contra el dios gris, así como los dioses con la divinidad dañada, se levantaron de su lugar.

La gran magia. Contenía el poder de recrear el universo. Su verdadero propósito era la regeneración. El poder, que colapsó antes de destruir el mundo, restauró todo el daño que creó.

Todos los héroes y dioses que se levantaron para salvar el mundo se levantaron. Miraron un lugar. Era donde estaba Crockta. Frente a él estaba el dios gris, que se sentó y lloró.

Todo se acabó. Crockta ganó.

“Dios gris.”

El dios gris, que se había desesperado después de ver el fin del universo y luego llevó al mundo al borde de la destrucción, miró a Crockta con ojos llorosos.

“Nunca olvides lo que acabas de ver.”

Crockta se dio la vuelta. Era hora. La misión final había terminado. Era hora de irse.

“Has salvado el mundo.”

“Lo salvamos juntos.”

El dios de la guerra, que luchó con él hasta el final, pasó un brazo alrededor del hombro de Crockta. Crockta estrechó la mano de la diosa de la magia. El dios de la luz y la diosa de la misericordia se inclinaron. Tartatod levantó el pulgar. Todos los dioses le rindieron tributo.

Chocó los puños con Hoyt. Kumarak le dio un golpe en el hombro. Zankus estaba hombro con hombro con él. Anya le dio un beso en la mejilla. Tashaquil le estrechó la mano. Wallachwi se rió. Todos los orcos le rindieron homenaje.

Driden le golpeó el hombro. Adandator lo miró con la cabeza despeinada. Gushantimur y Antuak sonrieron. Los héroes humanos, elfos, enanos valientes y gnomos inteligentes lo saludaron. Todas las especies le rindieron homenaje.

Finalmente se paró ante Tiyo y Anor.

“Ahora es el momento de irme.”

“¿A dónde vas dot? ¡Decidimos viajar juntos por el continente!” Exclamó Tiyo.

El poder de cambio de percepción del dios gris había desaparecido. Ahora sabían vagamente que era la maldición de los dioses. Los malditos por las estrellas eran viajeros de otra dimensión, invitados por el dios gris.

“El dios gris me llamó aquí. No pertenezco a esta dimensión.”

Tiyo tenía lágrimas en los ojos. Era la primera vez que se veía así. Crockta se rió y dijo: “Lo siento, no pude mantener la promesa.”

“Un orco que no puede cumplir sus promesas…”

“Un hombre no llora.”

Crockta le tocó el hombro. Luego miró a Anor, que también tenía los ojos llorosos, pero trató de sonreír.

“Te despediré con una sonrisa.”

“Gracias.”

“Gracias. Crockta me salvaste. Nunca te olvidare.”

“Yo también nunca te olvidaré.”

Crockta abrazó tanto a Tiyo como a Anor. El gnomo y el elfo oscuro fueron empujados hacia el ancho pecho del orco.

“Entonces.” Crockta apretó los dientes. Cuanto más breve sea la despedida, mejor. “Adiós.”

Crockta miró a todos a su alrededor mientras su cuerpo se convertía gradualmente en partículas blancas. Vio a todos los rostros mirándolo. Le sonrió al lloroso Tiyo, a la enérgica sonrisa de Anor, a los colegas que lucharon junto a él y a los aliados que solían ser enemigos.

‘¡Oye, aprendiz!’

Ellos estaban ahí. Ellos nunca murieron.

‘No, ahora eres el gran guerrero Crockta.’

Sonrieron y extendieron sus puños hacia Crockta.

‘Buen trabajo. Bul’tar!’

En un corto período de tiempo, el campo de visión de Crockta se volvió blanco. Fue una despedida. Justo antes de regresar a la Tierra, el grito de Tiyo sonó en sus oídos,

“¡Te veré de nuevo, Crocktaaaaaaaaaa!”

***

Crockta puso fin al incidente de Elder Lord. Su identidad era ‘Mystery’ el mayor ranker, pero no estaba exactamente claro quién era realmente.

Se logró la misión final. Las personas relacionadas con Elder Lord regresaron.