Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 10

Interludio 4: La Aniquilación del Sirviente Vampiro

Parte 3

“¡Alarma! ¡Nos atacan!”

“¿Solo hay uno de ellos? ¡Les enseñaremos a no menospreciarnos!”

“¡¿Qué demonios?! ¡¿Qué es este tipo?!”

“Maldita sea, es demasiado rápido! ¡No puedo seguirle el ritmo!”

“Ey, esto tiene que ser una broma ¿verdad? ¿Cómo puede una persona dividirse en dos de esa forma? ¡Venga ya! Debo estar soñando, ¿no? Esto es solo una pesadilla ¿verdad?”

“¡Idiota! ¡Cálmate!”

“¡No! ¡No quiero morir!”

“¡Sacad a las mujeres y a los niños de aquí! ¡No tenemos ninguna posibilidad!”

“¡Padre! ¡Padre! ¡Esto no puede estar pasando!”

“¡Sigue moviéndote o vendrá a por ti!”

“¡Mierda! ¡Monstruo! ¡Tú, maldito monstruo!”

“¡Aaaargh!”

“¡Espera, para! ¡Por favor! Puedes matarme a mí—¡pero no le hagas daño a ella!”

“¡Huye! ¡Corre! ¡Por favor, déjanos ir!”

“Ja. Esta cosa no es humana ni demonio. Es algo que tiene la forma de una persona.”

“¡Canalla! ¡Aghh—¡”

“… Que Dios nos ayude.”

***

La masacre del clan de las reencarnaciones está completa.

Una parte de mí se siente aliviada de que todo fue más fácil de lo que esperaba, aunque también tengo sentimientos complicados sobre el hecho de que este alivio es mi mayor emoción cuando todo está dicho y hecho.

Desde que juré proteger a mi joven ama, he aceptado el hecho de que soy un vampiro. Ataqué a gente para beber su sangre noche tras noche sin dudarlo.

Pensé que seguía teniendo corazón a pesar de todo lo que había pasado, pero ahora mismo me siento muy calmado, incluso después de todo este derramamiento de sangre.

¿Es esa una señal de que me he acostumbrado a tales horrores? ¿De que mi determinación es así de fuerte? ¿O es que me he convertido en un monstruoso vampiro hasta en el fondo de mi alma?

No creo que haya ninguna manera de conocer la respuesta.

Por supuesto, siempre estuve dispuesto a cometer cualquier atrocidad necesaria para proteger a la joven señorita.

Pero en verdad, pensé que me sentiría más en conflicto una vez me hubieran puesto finalmente a prueba.

… Esto no está bien.

Si mi determinación es firme, entonces eso es ideal, por supuesto.

Pero no puedo permitir que mi corazón se petrifique por completo.

Acepté mi destino como vampiro para poder seguir sirviendo a la joven señorita, pero no puedo permitirme convertirme en un monstruo por dentro también.

Ya no podría ser capaz de mirar a la cara a mi señor y mi señora.

Los vampiros no tienen más elección que de vivir de manera diferente a los humanos.

Pero también debo esforzarme por llevar a la joven señorita por un camino que no rompa el corazón de sus padres. Si ella intentara extraviarse, tengo el deber de corregirla.

¿Pero cómo puedo amonestar a la joven señorita por tales cosas a menos que yo también camine por el sendero correcto?

… Quizás sea demasiado tarde.

Puede que ya esté demasiado alejado de la humanidad en cuerpo y alma.

Pero incluso si ese fuera el caso, debo encontrar una manera de vivir honorablemente.

Mis manos ya están manchadas de sangre.

¿Llorarían mi señor y mi señora si vieran cómo soy ahora?

Prometí vivir como vampiro.

Vivir al lado de mi ama, incluso si tengo que ir empapado de sangre.

Decidí abandonar mi humanidad, pero no mis principios.

No es una tarea fácil mantenerse en un camino que no ofrece respuestas correctas.

Incluso así, al menos debo continuar caminando con mi cabeza alta y dar ejemplo a la joven señorita.

“W-wahhh!”

Y por eso no debo mostrar ninguna vacilación.

Ante mí hay dos niños: un niño pequeño protegiendo a una niña.

Sin duda, él sabe que no tiene ninguna oportunidad contra mí, y aun así intenta escudarla tras su pequeña espalda—un acto que no puedo evitar admirar.

“… Meros niños.”

Intento mantener mi voz lo más fría posible.

Eso solo es suficiente como para hacer que la niña se ponga tan pálida que parezca a punto de desmayarse, y el cuerpo del niño tiembla.

Dos mujeres yacen amontonadas ante ellos.

Probablemente, las madres de los niños.

Trataron de proteger a sus hijos hasta el mismo final.

“Hmph. He perdido interés.”

Mirándolos, actúo como si la visión del sacrificio de sus madres me hubiera convencido para detener mi mano.

Aunque en realidad, ya he asesinado a muchos otros padres junto a sus hijos.

Pero debo dejar que estos dos escapen con vida, ya que ellos son las reencarnaciones.

Sin decir una palabra más, me aparto de los niños, llamo al fenesist y al fenegrad y me muevo para salir de este lugar.

“¡Espera!”

Pero entonces, ocurre algo inesperado.

El chico me llama para que me detenga.

“¡¿Quién eres tú?!”

Por un momento, no entiendo lo que me está preguntando.

Pero entonces me doy cuenta de que él desea saber mi nombre.

“Merazophis.”

Por respeto a la valentía del niño al exigir conocer la identidad de su enemigo, le miro por encima de mi hombro y le doy mi nombre real, sin esconder nada.

Luego me alejo de ellos para siempre.

Lady Ariel dijo que quería que esos niños vivieran libremente.

Pero para ellos, seguramente no habrá libertad.

Tan solo una vida regida por la venganza.

Si hubiera cualquier otro camino, será uno en el que se apoyen el uno al otro.

Pude priorizar algo más que la venganza solo porque tenía a la joven señorita.

Por lo que espero que estos dos encuentren un camino similar de ahora en adelante.

Pero a juzgar por la mirada del niño, dudo que ese sea el caso.

Lo más probable es que ese chico se enfrente contra mí algún día.

Y cuando eso pase, lo enfrentaré como su enemigo.

Pero no tengo intención de perder deliberadamente.

Porque yo mismo tengo una razón para vivir, mi propia causa.

Por eso, incluso estoy dispuesto a rebajarme a las mismas profundidades que el hombre que es mi más odiado enemigo.

Si ese chico desea elegir el camino de la venganza conmigo como su objetivo, es mejor que se ande con cuidado.

No soy tan fuerte como ese Potimas.

Pero estoy seguro de que mi fuerte convicción supera con creces la suya.

Incluso aunque su venganza sea justificada, no aceptaré el destino de un villano.

Si deseas matarme, entonces deberás superarme en fuerza.

Me opondré a ti con todo lo que tengo.

Incluso si eres una reencarnación con los mismos poderes que mi joven ama, no perderé tan fácilmente.

Señor.

Señora.

Quizás ya esté viviendo de un modo que ustedes desaprobarían.

Aun así, debo continuar viviendo—como vampiro, como yo mismo, no importa lo ensangrentadas que estén mis manos.

Y haré todo esto mientras protejo a la joven señorita y pago mi gran deuda de gratitud con Lady Ariel y Lady Blanca.