Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 10

Interludio 4: La Aniquilación del Sirviente Vampiro

Parte 2

Y así, ahora me encuentro camino a la frontera, a horcajadas sobre un tipo de montura llamado fenesist.

Es uno de los wyrms de tierra que una vez tiró de nuestro carruaje cuando estaba viajando al territorio demonio con Lady Ariel y compañía.

En aquel momento, era un wyrm menor llamado fenerush, pero desde entonces evolucionó a fenesist.

Si bien su constitución no ha cambiado, sus estadísticas base aumentaron, e incluso aprendió Magia de Tierra para ayudarme a mí, su jinete. Aunque, por supuesto, sus estadísticas siguen siendo un poco más bajas que las mías, por lo que sigue siendo mejor que desmontara para luchar solo.

Aun así, espero ver como crecerá en el futuro.

Los monstruos normalmente tienen pocas habilidades pero tienen estadísticas altas para compensar.

Si sigue subiendo de nivel y evoluciona, sus estadísticas podrían sobrepasar las mías propias algún día.

La criatura gigante galopando junto a mi montura y a mí es el otro fenerush evolucionado.

Éste se convirtió en un fenegrad, una evoluciona que favorece la fuerza bruta sobre la capacidad de sostener al jinete, a diferencia del fenesist.

El arma principal del fenegrad es su tamaño.

Es tan fuerte como parece, y como ha pasado de caminar de cuatro patas a dos, ha liberado sus brazos para usarlos como arma.

Adicionalmente, es mucho más rápido que lo que sugiere su apariencia pesada.

El fenegrad no puede usar Magia de Tierra como el fenesist, pero tiene la ventaja de su fuerza física bruta.

Ambos son camaradas insustituibles que nos han ayudado a lo largo de nuestro viaje.

La velocidad de estos wyrms de tierra hizo que fuera fácil alcanzar al grupo de elfos, y ahora ya estamos cerca de la frontera.

Una vez que llegue, todo lo que tengo que hacer es lo que me han indicado.

Recuerdo las palabras de Lady Ariel.

“Me gustaría que esas reencarnaciones quedaran bajo nuestra custodia, pero no podemos hacer eso. El problema es principalmente la ubicación. Los seres humanos que viven en las zonas fronterizas forman comunidades muy unidas con sus amigos y familiares. Ellos no entregarán a un par de sus hijos aunque se lo pidamos. De hecho, ellos podrían matarte tan solo por sugerirlo. Las personas que viven ahí hacen las normas. Son tan extremas que cualquier forastero es prácticamente visto como un enemigo. Intentar negociar con ellos no cambiará nada, me temo. Probablemente lo mejor sea asumir que no hay forma pacífica de conseguir esas reencarnaciones. Es probable que por eso Potimas tampoco les haya puesto una mano encima.”

Por lo que escucho, la gente que vive cerca de las zonas fronterizas son algo así como bandidos.

Aparentemente, esta no es una descripción inexacta, ya que se dedican a esto con el orgullo de estar protegiendo su tierra de los invasores demonio en el proceso.

Los demonios y los humanos se ven muy parecidos, pro lo que básicamente matan a cualquiera que no hayan visto antes para estar seguros.

Han estado haciendo esto durante generaciones, lo que naturalmente ha cultivado una cultura que valora mucho a la familia, desprecia a los forasteros y, en general, es solitaria.

Confían en que su familia esté de su lado y matan a los forasteros porque bien podrían ser demonios.

Esto parece un tipo de lógica extravagante, pero este estilo de vida es tolerado en las zonas fronterizas.

“Lo que me lleva a los puntos principales. Quiero que masacres al clan de las reencarnaciones por dos razones. Una, eso significará que los elfos podrán pasar a salvo. Y dos, alejará a las reencarnaciones de esa zona. Como dije, las tribus de la frontera tienen un fuerte sentido de la familia. Y no permiten que sus familiares se vayan. Para la mayor parte de la gente que nace en la frontera, eso significa vivir toda su vida allí. Pero eso también significaría que esas dos reencarnaciones morirían tan pronto como estallara la guerra.”

Lady Ariel va a iniciar una guerra con los humanos. Ese es un hecho inmutable.

Y cuando lo haga, el ejército demonio obviamente tendrá que cruzar la frontera.

Y naturalmente, arrasarán a los humanos que viven ahí.

El resultado probable, imagino que es evidente.

“Dado que no hay forma de que podamos tener a las reencarnaciones bajo custodia, destruiremos su colonia y dejaremos solo a esos dos vivos, para que puedan huir y vivir libremente. Si los capturáramos a la fuerza, obviamente no estarían encantados, ¿sabes? Entonces, en lugar de crearnos problemas innecesarios, creo que es mejor dejarles libres y que hagan lo que quieran. Sé que parece algo drástico, pero es el único modo de despejar el camino para los elfos y al mismo tiempo dejar a las reencarnaciones huir en lugar de involucrarlas en nuestra posterior guerra. Es matar dos pájaros de un tiro… aunque supongo que es una expresión un tanto equivocada en este caso.”

Lady Ariel sonrió burlonamente.

Para mí, parecía estar lamentando que esta elección tan violenta fuera la única manera de avanzar.

Estoy segura de que Lady Ariel también habría preferido evitar recurrir a esto.

Pero en estas circunstancias, no nos quedaba otra opción.

“Además de eso, si la Srta. Oka se encontrara con esas dos reencarnaciones, tan solo complicaría aún más las cosas. Es mejor tomar cartas en el asunto y sacar a esos dos de su camino.”

Desafortunadamente, he sacado la pajita corta para esta tarea en particular.

Habría sido cruel darle a Ira una tarea que podría hacer que sus compañeras reencarnaciones le guardaran resentimiento.

Este deber requería de alguien se fuera de inmediato y tuviera la fuerza como para aniquilar a toda una tribu de humanos de las tierras fronterizas.

Un ejército entero nunca habría llegado a la frontera antes que los elfos.

Como yo puedo viajar solo, soy muy adecuado para este papel.

Y mi conocimiento interno de las circunstancias también es un factor.

La única pregunta es si soy lo suficientemente fuerte como para masacrar a todo este clan.

“Siempre te menosprecias, Merazophis. Tal vez no seas consciente de ello, ya que estás rodeado de monstruos como nosotras, pero para un humano ordinario, eres increíblemente fuerte, ¿sabes?”

Esas fueron las palabras de Lady Ariel.

Es eso… ¿cierto?

Para ser honesto, yo no me siento de ese modo.

Desde que me inscribí en el ejército y me entrené con otros individuos, me he dado cuenta de que soy más fuerte de lo que pensaba.

Pero aun así, no habría afirmado el ser tan poderoso como mis compañeros.

Simplemente no tengo el talento.

Indudablemente, no he escatimado en esfuerzos para hacerme lo suficientemente fuerte como para proteger a la joven señorita.

Mi entrenamiento con Lady Blanca en nuestro viaje sin duda fue excéntrico, pero lo he continuado con la esperanza de hacerme más fuerte.

Y también he realizado una formación adicional por mi cuenta.

Sin embargo, la diferencia de fuerza entre la joven señorita y yo solo ha seguido creciendo.

No creo que haya entrenado menos que mi joven ama.

Tal vez solo sea que los niños y los adultos crecemos a ritmos diferentes, pero más aún, siento que la joven señorita nació con un talento natural que simplemente a mí me falta.

La joven señorita es especial. Ella es una reencarnación, un Vampiro Progenitor y la hija de mis estimados señor y señora.

En comparación, siempre he sido un humilde sirviente.

Sabía que carecía de talento natural mucho antes de convertirme en vampiro.

Ciertamente, podía realizar tareas como cualquier otro hombre, pero cuando se trataba de ir más allá, siempre me quedaba corto.

Incluso desde que era joven, he estudiado con ambición muchos campos y materias diferentes.

Mi duro trabajo amplió la capacidad de mis habilidades, pero nunca pude compararme con ningún especialista de estos campos.

No llegué al nivel de las sirvientas cuando se trataba de tareas domésticas, apenas podía asistir a mi señor con asuntos de política, y fallé al ahuyentar ni a un solo bandido con mi fuerza como supuesto guardaespaldas.

Podía hacer muchas tareas diferentes, pero no importaba cuánto lo intentara, nunca podía pasar cierto umbral.

Así es como he sido siempre.

Incluso ahora que soy un vampiro, con estadísticas muy mejoradas, mi naturaleza intrínseca no ha cambiado.

Quizás sea por eso por lo que incluso cuando Lady Ariel me dice que soy capaz, me cuesta creerle.

“Llegaremos a nuestro destino mañana. Descansemos aquí esta noche.”

Paro al fenesist y al fenegrad y preparo nuestro campamento.

“Estoy seguro de que mañana será una batalla difícil. Cuento con vosotros.”

Doy palmaditas a los dos wyrms de tierra en la cabeza y les doy de comer.

Lady Blanca me ha dado una bolsa especial donde puedo almacenar una gran cantidad de artículo en un espacio paralelo, por lo que puedo viajar sin un equipaje pesado.

Es un objeto mágico hecho con el hilo de Lady Blanca.

Ella me lo entregó con bastante naturalidad, pero Lady Ariel se mordió las mejillas cuando lo vio, por lo que solo puedo asumir que vale más de lo que podría imaginar.

Como siempre, Lady Blanca está más allá de la comprensión.

Tal vez se sienta agradecida conmigo por ayudar a cuidarla cuando perdió sus poderes, pero ella ha hecho mucho más por mí.

Desearía poder serle también de ayuda, sobre todo para poder esforzarme en pagar esta deuda imposible, pero hay pocos casos en los que alguien como Lady Blanca necesitaría ayuda de alguien como yo.

Dado que esta es una de esas raras oportunidades, debo completar esta tarea lo mejor que pueda.

Pero aun así, temo no ser lo suficientemente fuerte.

Ni por asomo.

No importa cuánto esfuerzo le ponga, siguen dejándome atrás.

“Tal vez algún día vosotros dos me superéis también.”

Murmuré al fenesist y al fenegrad.

Los wyrms de tierra me miran confundidos, luego se miran entre ellos.

Esa acción me hace sonreír.

Incluso si me superaran algún día estoy seguro de que estas inteligentes criaturas continuarían sirviéndome, aunque fuera un amo indigno.

No puedo predecir el futuro. Todo lo que puedo hacer es vivir y luchar en el momento presente lo mejor que pueda.

Ese es el único camino a seguir para alguien tan poco talentoso como yo.

Ningún esfuerzo puede compensar el talento natural, pero debo continuar intentándolo o perderé mi derecho a estar aquí por completo.

Es posible que ya no le sirva a la joven señorita por mi débil fuerza.

Pero al menos debo asegurarme de que nunca le entorpeceré.

“Lady Ariel cree que puedo hacerlo. Debo estar a la altura de sus expectativas.”

Fortaleciendo mi decisión, concentro todo mi valor en la batalla que está por venir.