Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 2

Epílogo: Seis Meses Después

Fue seis meses después de que la región de Fittoa desapareciera. Roxy finalmente había llegado a la zona, sólo para ser recibido por las llanuras cubiertas de hierba. Ella miró con los ojos muy abiertos y se quedó boquiabierta.

Estaba parada en la carretera principal, una carretera asfaltada. Ningún otro país tenía una carretera tan magnífica tan lejos de su capital. El Reino de Asura lo había desarrollado y establecido, extendiéndose de un extremo del reino al otro.

Pero así era la carretera la última vez que la atravesó. Ahora se había ido, abruptamente cortado delante de ella. No había nada más hasta donde el ojo podía ver. Nada más que hierba, esparcida por todas partes.

“…”

Algo había pasado. Ella lo sabía. Pero no estaba segura de qué. Todo lo que sabía era que la región de Fittoa había desaparecido, Buena Village se había ido, y Rudeus, su amable familia que la había aceptado a pesar de su raza, y todos los demás, habían desaparecido.

Roxy se enteró de la historia varias veces durante su viaje aquí. Estaba segura de que no podía ser verdad, segura de que la gente sólo intentaba engañarla. En cualquier caso, decidió no creer lo que escuchó. Ella creía que Rudeus y su familia estaban definitivamente vivos. Estaban bien y no les había pasado nada. Apostó todo en ese pedazo de esperanza.

Al menos hasta ahora, cuando finalmente vio que la realidad se extendía ante ella. Las rodillas de Roxy se le aflojaron.

“Así que tú también perdiste a alguien, ¿eh?”, dijo el conductor de la carreta que cogió.

“Un aprendiz excepcional”, respondió ella.

“Un aprendiz, ¿eh? Siendo un aprendiz de mago, debe haber estado preparado para la posibilidad de perder la vida de todos modos, ¿sí?”

“Sólo tenía diez años.”

“Bueno….eso es demasiado pronto.” Le dio una palmadita en el hombro como para calmarla.

Durante un tiempo, Roxy no pudo hacer otra cosa que mirar a la tierra a sus pies. No quería pensar en nada, no podía. Ni siquiera estaba segura de lo que debía hacer desde aquí.

El conductor la miró en silencio antes de volver a hablar, sus palabras medidas.

“En realidad, hay un campo de refugiados de la región de Fittoa. ¿Quieres ir a ver? Bueno, sería difícil para un niño de diez años sobrevivir a lo que pasó, pero nunca se sabe”.

Volumen 02 – Childhood [Light Novel]

La cabeza de Roxy se sacudió.

“¡Yo iré!” Era Rudeus después de todo. Seguro que estaba bien. Sin duda usó su ingenio para sobrevivir. Seguramente estaba en perfecto estado de salud, viviendo en ese asentamiento.

Una vez más, se aferró firmemente a un trozo de esperanza.

***

El campo de refugiados constaba de numerosos edificios de madera y tenía aproximadamente el tamaño de una aldea. Un gran número de personas se agitaron. Eran todo menos despreocupados; tenían un humor oscuro y pesado sobre ellos.

Nunca pensé que vería algo así en el Reino Asura, pensó Roxy.

El Reino Asura que Roxy sabía que era el país más rico del mundo. La gente allí tenía la cara llena de optimismo, y había sonrisas por todas partes. La comida era abundante y los monstruos eran escasos. Era el lugar más fácil para vivir.

No había sonrisas que encontrar aquí.

El asentamiento no parecía carecer de comida. Esta era una zona bastante generosa. No se morirían de hambre, no mientras puedan arrancar la hierba y comérsela. Mientras no estuvieran en peligro de morir de hambre, deberían haber sonreído. Aunque hubiera ocurrido un desastre, las cosas no eran tan terribles como en el Continente Demoníaco. O eso pensaba, pero no podía evitar fruncir el ceño ante el espectáculo que tenía ante sí.

El campo de refugiados tenía un gremio temporal de aventureros. Fue allí, frente al tablón de anuncios que normalmente tenía varias peticiones clavadas, donde la melancolía habitaba con más fuerza.

Un hombre que había perdido su casa y su familia se quedó allí llorando.

“¡Qué demonios, qué demonios es esto! Seis meses enteros, me tomó seis meses enteros volver aquí, ¡maldita sea! Laura, Francis, ¿por qué están todos muertos?” Perdió a su familia, y no sólo a ellos, sino su casa, su tierra, las herramientas de su oficio, todo lo que tenía. Sus gritos desgarradores eran difíciles de escuchar, pero nadie podía evitar que se lamentara.

“¡Dios! ¿Todo esto es culpa tuya?” Un sacerdote arrojó al suelo las herramientas de su oficio, símbolo de la organización religiosa Millis.

“¡No creeré más! Ustedes no son dioses, ¡sólo nos ridiculizan y nos matan! ¡Son demonios crueles!” Con la cara llena de odio, miró al cielo y maldijo. Había otros creyentes de Millis presentes, pero ninguno de ellos rezaba a los dioses.

Un comerciante intentaba cortarse la garganta para ser detenido por la gente que lo rodeaba.

“¡No me detengas!”

“¡Hey, ya basta! ¿De qué sirve morir? ¡Las cosas buenas todavía pueden pasarte si estás vivo!”

“¿¡Si vivo!? ¿En serio crees eso? ¡Maldita sea, perdí algo más importante que… que mi propia vida! Por favor, sólo…. ¡déjame morir! ¡Maldita sea, maldita sea, maldita sea!” El hombre se puso en cuclillas y empezó a llorar, su cara contorsionada por la desesperación. Todo su cuerpo temblaba.

Este era un lugar horrible. Los rostros de todos estaban afligidos.

Roxy nunca antes había conocido un lugar tan dominado por la tristeza. Había visto morir a mucha gente, incluso había escapado de escenas de carnicería en numerosas ocasiones. Esta era la primera vez que veía un lugar de tanta angustia.

Esto podría ser un esfuerzo sin sentido, pensó ella.

Atraída por la pesada atmósfera, se sintió cerca de las lágrimas, pero siguió adelante y comenzó su búsqueda de información.

***

Pasó una hora.

Roxy aprendió lo esencial de lo que pasó. Después de que el cielo se volvió extraño, se produjo una calamidad de maná a gran escala sobre la región de Fittoa.

No fue una explosión exactamente, pero se extendió por todas partes. Todo en la región de Fittoa fue envuelto por ella y teletransportado al azar a lugares de todo el mundo. Los edificios y los árboles desaparecieron por completo, dispersando sólo a la gente que había estado allí. Algunos de ellos habían logrado regresar a la región, pero se dieron cuenta de que no quedaba nada de sus pueblos natales y perdieron toda esperanza.

“Verdaderamente terrible”, murmuró Roxy mientras miraba el tablón de anuncios. Había filas de nombres listados como fallecidos o desaparecidos. Al lado de ellos había mensajes para los miembros de la familia y peticiones tales como, Si usted ve a esta persona en sus viajes, por favor tráigala aquí.

 La parte más llamativa del tablón de anuncios fue una petición que fue fijada bajo el nombre del señor feudal de Fittoa, pidiendo información sobre los desaparecidos y fallecidos, un número sin precedentes de personas.

Como aventurera, Roxy había hecho su parte del trabajo. Nunca en su vida había visto un tablón de anuncios tan lleno de peticiones, ni uno que fuera tan desesperado y tan desgarrador. Estaba claro cuán extendido era realmente el daño de esta calamidad.

Quizás se había encontrado con alguien en la lista de los fallecidos y desaparecidos en el camino hacia aquí. Oyó rumores sobre gente que de repente reapareció. Por supuesto que no le había prestado atención en ese momento; siempre había chismes ociosos como ese. Si tan sólo pudiera recordar algo, podría ser de alguna ayuda para la gente de aquí.

“No…” Ella agitó la cabeza, deteniendo su hilo de pensamiento justo ahí. Había tomado la autopista más grande del Continente Central para llegar aquí. Cualquier información que ella tenía, alguien más probablemente ya la había reportado.

“…”

Roxy, en cambio, dirigió su mirada a la lista de los fallecidos y comenzó a revisar los nombres en orden. A pesar de la magnitud del desastre, la lista de fallecidos era relativamente corta, y no reconoció ninguno de los nombres.

En comparación, la lista de personas desaparecidas era tan larga que era doloroso mirarla. Tenía sentido, ya que todos habían sido transportados a otro lugar. Seguramente algunos de ellos habían sido atacados y asesinados por monstruos, sin dejar ningún resto para identificarlos. Había muchos lugares que podían matar a uno instantáneamente: las cimas de las montañas, en el aire o en el mar. Fue increíble que algunas de las muertes fueran confirmadas.

“Ahí está.”

Roxy frunció el ceño. Encontró los nombres de Rudeus y los otros en la columna de personas desaparecidas.

Rudeus Greyrat. Zenith Greyrat. Lilia Greyrat. Aisha Greyrat.

Ella sabía que Lilia se había convertido en una de las esposas de Paul; Rudeus lo había escrito en una de sus cartas. Los nombres de Paul y Norn tenían una línea trazada a través de ellos. Echó otro vistazo a la lista de fallecidos, por si acaso. No estaban allí; eso significaba que tenían que estar vivos. Por otra parte, también podría haber significado que no había información sobre ellos. Un momento de alivio de corta duración.

“Al menos puedo alegrarme de que no estén muertos por ahora.”

Sin darse cuenta, volvió a mirar el tablón de anuncios. La desesperación de los escritores era tan clara.

Roxy se preguntaba si a sus propios padres les iba bien en casa. Había pasado bastante tiempo desde que se peleó con ellos y dejó su aldea. Hasta hace poco, no había prestado mucha atención al flujo del tiempo, en parte porque era miembro de la raza Migurd. Los meses pasaron rápidamente. Tal vez al menos debería enviar una carta.

“Eso es…”

Encontró un mensaje en la pizarra. El escritor era Paul Greyrat.

Para Rudeus, 

Zenith, Lilia y Aisha han desaparecido. Norn está a salvo bajo mi custodia. No sé dónde estás ahora mismo, pero estoy seguro de que aunque estés solo, volverás aquí. Así que te buscaré al último.

 Por ahora, me dirijo al continente Millis. Ahí es donde Zenith nació y se crió. He enviado un mensaje a la ciudad natal de Lilia y a su casa también. Quiero que busques en la parte norte del Continente Central. Si encuentras alguno de ellos, ponte en contacto conmigo con la siguiente información.

 Zenith, Lilia, si alguno de ustedes ve esto, por favor contácteme también.

 Para cualquiera que pueda conocerme a mí o a mi familia, o a antiguos miembros del Colmillo del Lobo Negro, por favor ayúdenme a buscar. Estoy seguro de que los miembros del Colmillo del Lobo Negro pueden tener sentimientos encontrados hacia mí. No te pediré que lo escondas bajo la alfombra. Puedes gritarme todo lo que quieras. Si me pides que te lama las botas, lo haré. Todos mis bienes desaparecieron, así que no puedo pagarte, pero por favor. Ayúdame a buscar a mi familia.

 Información de contacto: 

Continente Millis, País Sagrado de la Capital Millis, Millishion, Gremio de Aventureros. Nombre del grupo: Escuadrón de búsqueda de residentes de Buena Village. Nombre del Clan: Asociación de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Región de Roa.

 De Paul Greyrat 

Paul estaba vivo. Sabiendo que eso le trajo alivio. Rudeus se había quejado de Paul en sus cartas, pero parecía que Paul era especialmente confiable en situaciones como ésta.

Roxy se detuvo a pensar. El mejor curso de acción sería ayudar con la búsqueda. Estaba en deuda con su familia después de todo. Incluso ahora pensaba cariñosamente en los dos años que pasó con ellos, por muchas razones. Estaba más que dispuesta a ayudar.

Muy bien, hagámoslo, decidió. En el momento en que se decidió, sus pensamientos empezaron a moverse. Pero, ¿a quién debo buscar y cómo?

 Colmillo del Lobo Negro era probablemente el nombre del grupo aventurero de Paul. Esas personas probablemente no estaban familiarizadas con Rudeus, o Lilia, para el caso. Pero como Paul había dejado a Rudeus por última vez, ella decidió buscarlo a él. Parecía que Paul pensaba que Rudeus volvería a Fittoa, pero ese chico era muy adaptable. Era igual de probable que se instalara en cualquier lugar al que hubiera sido teletransportado. Si ese fuera el caso, ella necesitaba contarle lo que había pasado y traerlo de vuelta.

Buscaré a Rudeus entonces. Ahora, ¿por dónde empezar?

 Paul había ido a la capital del país de Santo Millis. Eso significaba que probablemente dejó mensajes similares en el camino, específicamente en tres lugares: las fronteras del Reino Asura, el puerto oriental del Reino del Rey Dragón y el puerto occidental de la Tierra Santa de Millis.

En ese caso, debería buscar más allá de esos lugares. Esa sería la parte norte del Continente Central, el Continente Begaritt y el Continente Demoníaco. Uno de esos tres. Nunca había estado en Begaritt antes, pero escuchó que estaba lleno de laberintos y monstruos. Y aunque estaba familiarizada con la geografía del continente demoníaco, era peligroso viajar sola.

Si ella quería una ruta segura, entonces la región norte sería lo mejor. Pero eso fue exactamente por lo que tuvo que ir a uno de los otros dos. Podría encontrar un grupo y viajar a una de esas dos regiones.

Bien. Ahora que se había decidido, no tenía sentido quedarse aquí. Se dirigía al puerto este del Rey Dragón. Desde allí, buscaba un grupo que se dirigiera al continente Begaritt o al continente Demoníaco.

Una vez que se solucionó eso, Roxy se movió rápidamente. Terminó los preparativos para su viaje y salió del campo de refugiados.

Extrañamente, sólo moverse era suficiente para levantar el velo de la tristeza. No sólo eso, sino que su creencia de que Rudeus aún estaba vivo se fortalecía con cada paso.

Quiero sentarme en la mesa con todos ellos de nuevo, aunque sea una vez más, pensó mientras sus pies la llevaban hacia el sur.

Ese fue el comienzo del largo viaje de Roxy Migurdia.