Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 2

Capítulo 8: El Punto De Inflexión

Parte 1

Shirone Kingdom.

Roxy Migurdia miró por la ventana con las cejas tejidas. El color del cielo era extraño. Marrón, negro, púrpura y amarillo; un cambio de colores que uno no veía normalmente. Y sin embargo, ella había visto estos colores en alguna parte antes.

“¿Qué es, me pregunto?”

Los colores le eran familiares, pero nunca antes había visto el cielo así. Lo único que estaba claro era que esto no era un fenómeno natural.

La explicación más probable era la magia que, por la razón que fuera, se había salido de control. La escala de la misma era tal que podía verla girar incluso desde lejos.

Entonces se acordó. La forma en que brilló: ella había visto esto antes en la Universidad de la Magia. La luz parecía invocar magia.

“En esa dirección… Al este. ¿Reino de Asura? No me digas que es Rudeus.” Recordó al niño que una vez había tomado como alumno. Ese niño que, a la tierna edad de cinco años, produjo una tormenta mientras estaba completamente tranquilo. Ahora tendría diez años. A la mitad de su edad tenía el control total de su piscina sin fondo de maná, así que era posible que pudiera hacer algo así.

En su carta más reciente, escribió sobre sus dificultades para estudiar la magia de invocación. Tal vez de alguna manera había obtenido un libro sobre el tema, o tal vez había encontrado un maestro.

“¡Estás muy expuesta!”

Mientras pensaba, alguien la abrazó por detrás. Cuando le agarraron los pechos, sintió que algo duro la presionaba contra sus muslos.

“Hnnngh…”

Roxy estaba harta. No importaba cómo la manoseaba, el grosor de su túnica lo enmascaraba todo. Además, aunque le diera placer hacer esto, lo único que ella sentía era disgusto.

“¡Las llamas furiosas consumen mi cuerpo! ¡Quemad en su lugar!”

“¡Gyaah!”

La fuerza de las llamas que cubrían su cuerpo hizo que la persona que estaba detrás de ella volara. Todavía no podía lanzar hechizos sin cantarlos, pero había acortado mucho la duración de sus hechizos en estos últimos cinco años. Cuando se enteró de que Rudeus estaba enseñando a sus propios alumnos a lanzar hechizos sin cantar, decidió practicar el acortamiento de sus propios encantamientos. No había sido fácil. ¿Cuánto esperaba ese niño genio de sus alumnos? No todos fueron tan bendecidos con talento como él.

Roxy se dio la vuelta y miró al niño que se derrumbó en el suelo.

“Su Alteza, no puede ponerse detrás de una mujer y empezar a tocarle el pecho.”

“¡Roxy! ¿¡Intentabas matarme!? ¡Haré que te metan en la cárcel!”

El séptimo príncipe de Shirone Kingdom, Pax Shirone, era un niño con una mala actitud que acababa de cumplir quince años. Al principio su mal comportamiento era entrañable, pero últimamente había desarrollado un interés real en el sexo y se acercaba sexualmente a Roxy todas las tardes.

“Mis disculpas. No sabía que un ataque tan débil sería fatal. Debes tener la constitución de un insecto.”

“¡Grrr! ¡Falta de respeto criminal! ¡No voy a perdonar esto! ¡Si quieres mi perdón, entonces sube tus ropas y déjame ver tus bragas!”

“Yo paso”.

Ya había puesto sus manos sobre múltiples doncellas, dejando al rey preocupado por cómo manejar la situación. Ahora parecía que había puesto su atención en su cortés tutora particular.

¿Qué hay de una chica grosera como ella que le pareció atractiva? Roxy no lo entendía. Aún así, no importaba cuánto se le acercase, ella no tenía razón para obedecer sus órdenes. Según el contrato que hizo con el gobierno del país, no importaban las demandas egoístas que hiciera el príncipe, dependía de su discreción sobre cómo manejarlo.

No había muchos viviendo en este castillo que quisieran obedecer sus órdenes directamente. Además, era el séptimo príncipe. Se encontraba en la línea de sucesión, por lo que no tenía casi ninguna autoridad. De hecho, si observamos los privilegios que se les conceden, Roxy estaba en una posición mucho más alta como mago de la corte imperial.

El príncipe intentó un enfoque diferente.

“Roxy, ya lo sé. ¡Sé que tienes un amante!”

“Ya veo, y ¿cuándo conseguí hacer algo tan increíble como encontrar un amante?”, contestó ella a su repentino murmullo, inclinando la cabeza. ¿Un amante? En algún momento quiso uno, pero aún no había encontrado su pareja ideal. Incluso si lo hiciera, con la forma en que se veía como miembro de la raza Migurd, seguramente él no le correspondería. Ya se había dado por vencida.

El príncipe también era raro, por lo que probablemente quería probar su cuerpo, aunque sólo fuera una vez. Pero Roxy no tenía intención de ser tan fácilmente seducida.

“Eheheh, entré en tu habitación y encontré todas esas cartas que tenías amontonadas en la  parte de atrás de tu estante! No sé qué clase de campesino es, pero con mi poder podría aplastarlo. Si no quieres verle enfrentarse a una ejecución cruel, ¡más vale que te conviertas en mi mujer!”

Así que este era su otro método. Tomaría como rehén al amante de la persona que le interesaba, y luego exigiría que el objeto de su afecto se sometiera a él para mantener a salvo a su amante. Después de eso, la llevaba delante de su amante sólo para que se sintiera fortalecido al dominar a otra persona.

No tenía esa autoridad. Sin embargo, seguía siendo el príncipe de un país. Tenía algunas tropas propias con las que podía hacer lo que quisiera, y había un rumor de que ya había tomado como rehén a la amante de una doncella.

Qué mal gusto. Todo lo que hace es asustarme, pensó Roxy. Me alegro de no tener un amante. Todas esas cartas eran de Rudeus. Rudeus, que era un alumno respetado y no su amante.

“Siéntete libre de hacerlo”, le dijo ella.

“¿¡Qué!? Realmente lo haré, ¿sabes? ¡Si quieres disculparte, será mejor que lo hagas ahora! Si lo haces ahora, todo lo que tendrás que darme es tu cuerpo”.

El príncipe claramente no estaba pensando. Ni siquiera sabía la ubicación de Rudeus en primer lugar. Por su actitud, tampoco había leído el contenido de ninguna de esas cartas.

“Si realmente puedes tener éxito en hacer algo a Rudeus, entonces puedes hacer lo que quieras con mi cuerpo.”

“¿Por qué actúas con tanta confianza? ¡Deberías saber qué clase de poder tengo!”

Por supuesto que lo sabía. Sabía que el poco poder que le otorgaba como príncipe de la familia real apenas valía la pena resoplar.

“Rudeus está bajo la protección de la familia Boreas, una familia noble de élite en el Reino Asura.”

“¿Boreas…? ¡Como si los nobles pudieran resistir la autoridad de un miembro de la familia real!”

Ni siquiera sabía los nombres de las familias reales de élite del Reino de Asura. Esa comprensión provocó un suspiro de Roxy. ¿Los otros tutores le habían enseñado algo?

Como los cuatro grandes señores regionales, las familias Notos, Euros, Zepiroth y Boreas eran de gran renombre. Cuando el Reino Asura entró en batalla, ellos eran los que estaban en primera línea. Habían sido militares durante  generaciones  y generaciones.  Además, los miembros de esas familias nobles de élite podrían ocasionalmente viajar a Shirone en misiones diplomáticas. Esos nombres definitivamente valieron la pena ser recordados.

“El país de Asura es diez veces más grande que Shirone. Para tomar al hijo de una familia noble de élite sobre la base de sospechas infundadas y escoltarlo a la horca, tendrías que poseer una enorme cantidad de poder político y habilidades estratégicas. Eso es imposible para usted, Su Alteza.”

“¡Haré que lo asesinen! ¡Enviaré a mis guardias imperiales!”

¿Guardias imperiales? Roxy suspiró interiormente. Realmente no estaba pensando en esto en absoluto.

“No hay forma de que tus guardias puedan cruzar la frontera del país. Incluso si pudieran, y la probabilidad sería de una en un millón, la familia Boreas ha invitado al Rey Espada Ghislaine a su casa como invitado. ¿De verdad crees que podrían colarse en la ciudadela de Roa, en la mansión de los Boreas, pasar por el ojo vigilante de Ghislaine y asesinar a un mago maestro?”

“¡G-grrr!” El príncipe rechinó los dientes y pisoteó sus pies.

Roxy dejó que otro suspiro pasara por sus labios. Ah, no puedo creerlo. Ya tiene quince años y ni siquiera sabe distinguir entre lo que es posible y lo que no lo es.

 Roxy oyó que el alumno de Rudeus, Eris, había sido un animal salvaje incontenible hace tres años, pero que recientemente se había vuelto más refinada. Mientras tanto, su estudiante estaba en este lamentable estado.

Años atrás, ella lo había encontrado entrañable e incluso había reconocido su talento para la magia. Desafortunadamente, tan pronto como se dio cuenta de la clase de poder que tenía, su voluntad de mejorar desapareció y pasó la mayor parte de sus lecciones durmiendo. Ahora ella no veía ningún potencial en él.

“De todos modos, dejaré mi puesto de tutora pronto, así que no llegarás a tiempo aunque envíes asesinos en este mismo instante.”

Tan pronto como ella dijo eso, él levantó la voz conmocionado.

“¿¡Qué… qué!? ¡No he oído ni una palabra de esto!”

“No debes recordar entonces.”

El acuerdo desde el principio fue que ella trabajaría como su tutora hasta que alcanzara la madurez. En ese momento, había considerado la posibilidad de solicitar que se le permitiera quedarse más allá de su contrato. Sin embargo, había muchos en el palacio real que estaban resentidos por su presencia. Irse fue el curso de acción más sabio.

“También es una buena oportunidad”, agregó.

“¿Una buena oportunidad para qué?”

“Hay algo extraño en el cielo occidental. Ahora puedo ir a verlo con mis propios ojos”.

“¿Qué demonios…?”

No dijo que era porque quería ver la cara de Rudeus después de todo este tiempo. Sólo enfurecería al príncipe si lo hiciera.

“¡Todavía te necesito! Todavía estamos en medio de nuestras lecciones, ¿verdad?”

“Irrelevante. Duermes entre ellas de todos modos.”

“¡Esa es tu culpa por no haberme despertado entonces!”

“Oh, ¿en serio? Entonces, como mal profesor, debería despedirme rápidamente. Por favor, asegúrate de contratar a alguien que te despierte la próxima vez. No estoy interesada.”

Este príncipe es imposible para mí, pensó Roxy. No puedo dejar de compararlo con Rudeus. Todo lo que tenía que hacer era enseñar a Rudeus una cosa y él la tomaba, la estudiaba y aprendía diez o veinte cosas nuevas. Tal vez no pueda volver a ser maestra después de conocer a un estudiante así.

 Y así, Roxy dejó Shirone y emprendió su viaje. Fue abordada por el séptimo príncipe y sus guardias personales al salir, pero rápidamente los repelieron.

Después, el séptimo príncipe insistió obstinadamente en que debía ser detenida y llevada ante él para responder por el imperdonable acto de violencia que había cometido contra él. Sin embargo, el rey se negó a prestar atención a sus reclamos. En cambio, el príncipe fue reprendido y castigado severamente por no poder convencer a la maga de nivel Rey Agua Roxy Migurdia para que se quedara.