Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 2

Capítulo 1: La Violencia De La Señorita

Parte 3

Supongo que parecía que yo no tenía otra opción.

“Muy bien, entonces te devolveré el detalle.”

“¿¡Qué!?”

Yo no esperé su respuesta, sólo la abofeteé. ¡Smack! No era un sonido muy agradable.

Bueno, probablemente fue débil porque no estoy acostumbrado a abofetear a la gente. Eso está muy bien. Al menos ella sintió el dolor, me tranquilicé. “¿Ahora entiendes tú…?”

Cómo se siente ser abofeteada, era lo que yo estaba tratando de decir, pero por el rabillo del ojo, vi su cabello erguido mientras ella retiraba el puño. Era exactamente la misma pose de una estatua de Nio, uno de los guardianes divinos e iracundos de Buda.

Justo cuando yo pensaba eso, su puño hizo contacto. Su pierna se agarró a la mía en el momento en que empecé a tropezar. Entonces su mano se estrelló contra mi pecho, forzándome a tirarme al suelo.

Segundos más tarde ella estaba encaramada encima de mí. Para cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, ella tenía mis brazos inmovilizados bajo sus rodillas.

¿H…huh? ¿No puedo moverme? Yo entré en pánico.

“¡Hey, espera!”

El sonido de mi consternación fue ahogado por sus aullidos.

“¿¡Contra quién crees que acabas de levantar la mano!? ¡Haré que te arrepientas de eso!”

Su puño cayó sobre mí como un martillo.

“¡Ay, ay, eso duele! Espera, qué, no. ¡Detente!”

Yo recibí cinco puñetazos antes de que pudiera usar mi magia para escapar. Aunque mis piernas amenazaban con doblarse debajo de mí, me forcé a ponerme en pie y la rodeé para contraatacar. La golpeé en la cara con una ola de magia de viento.

“…No te saldrás con la tuya.” Mi ataque la había lanzado, pero no la detuvo ni por un momento. Ella vino volando hacia mí con la mirada del diablo en su cara.

Me di cuenta de mi error en el momento en que vi su expresión. Tropezando, corrí. Ella no era la clase de señorita a la que yo estaba acostumbrado tratar. Ella no era del tipo caprichoso y egoísta que tomaba decisiones basándose en sus sentimientos en el momento

¡Ella era más como una delincuente protagonista de un manga!

Tal vez podría haberla golpeado con mi magia, pero dudaba que eso hiciera que me escuchara. Ella esperaría su momento para recuperarse y luego volvería para vengarse. Podría golpearla con magia cada vez, pero su determinación nunca flaquearía.

A diferencia de la protagonista de un manga, ella también parecía del tipo que lucha sucio.

Podía arrojarme un jarrón desde lo alto de la escalera o atacarme desde las sombras con una espada de madera. Ella haría cualquier cosa para asegurarse de devolver el daño recibido multiplicado por diez. Si se presentaba la oportunidad, ella no se guardaría nada.

Esto no era una broma. No podía usar magia curativa porque no podía detenerme a cantar el hechizo. Pero mientras siguiéramos con esto, no había forma de que ella escuchara lo que yo tenía que decir. Iba a tener que usar la fuerza bruta para que me escuchara.

Sin embargo, esa era la única decisión que no podía tomar ahora mismo.

Ya está, ahora todos nosotros estamos atrapados.

***

Agotada por la persecución, la Señorita finalmente se rindió y regresó a su habitación.

Ella no pudo encontrarme, pero estuvo cerca.

Me sentí entumecido cuando esa demonia pelirroja me persiguió. Nunca imaginé tener la experiencia de ser el protagonista de una película de terror de esta manera. Completamente exhausto, regresé a Philip, que me esperaba con una sonrisa amarga en la cara.

“Entonces. ¿Cómo te fue?”

“No fue nada.”

Respondí, al borde de las lágrimas.

Cuando ella me estaba golpeando, pensé que podría matarme. Cuando me escapé, yo estaba a punto de llorar.

Hacía tanto tiempo que no me sentía así. Aún así, yo ya había pasado por esto antes. No es que yo llevara el trauma conmigo o algo así.

“Bueno. ¿Vas a rendirte entonces?”

“No, no lo haré.”

¿Cómo podría hacerlo? No había logrado nada. Si me echaba atrás ahora, significaba que me habían dado un puñetazo por nada.

“Quiero su cooperación para hacer lo que hablamos antes.”

Incliné mi cabeza ante él, aguda y baja. Yo iba a enseñarle a esa bestia lo que realmente era el verdadero miedo.

“Muy bien. Thomas, haz los preparativos.”

Justo a tiempo, el mayordomo se despidió. Philip dijo.

“Realmente tienes ideas interesantes.”

“¿Eso crees?”

“Sí lo creo. Tú eres el único profesor que ha venido a mí con un plan tan ambicioso.”

“Yo creo que será efectivo.”

Aún así, yo estaba un poco nervioso. ¿Mi pequeño truco realmente funcionaría en alguien con su personalidad?

Philip se encogió de hombros y dijo.

“Depende de lo duro que trabajes.”

Naturalmente.

Y así, nosotros empezamos a trabajar en nuestro plan.

***

Entré en la habitación que me dieron. Estaba exquisitamente amueblada. Tenía una cama grande y otros muebles muy decorados, hermosas cortinas y una librería nueva. Todo lo que necesitaba era un aire acondicionado y una computadora y sería un paraíso para los encerrados. Era una bonita habitación.

Esta tenía que ser una habitación de huéspedes, en lugar de un cuarto de sirvientes, que me fue dado porque yo llevaba el nombre de Greyrat. Por alguna razón, la mayoría de sus doncellas eran de raza tipo bestia. Yo escuché que en este país ellos discriminaban a los demonios, pero parecía que la gente de raza tipo bestia era un asunto diferente.

“Ah, Paul, bastardo. Este es el infierno donde tú me enviaste.”

Me hundí en la cama y puse mi cabeza palpitante en mis manos. Probablemente un efecto persistente de los puñetazos. Murmuré un canto para curar mis heridas.

“Al menos es mejor que lo que pasó en mi vida anterior.”

Claro, la parte en la que me golpearon y me echaron de la casa fue la misma. Pero esta vez las cosas serían diferentes. Yo no me quedaría afuera en el frío. Había un mundo de diferencia entre mi presente y mi pasado.

Paul se aseguraría de eso. El ya me había preparado un trabajo, así como un lugar para dormir. Incluso me dio algo de dinero para gastos. Eso fue más que suficiente.

Si mi antigua familia hubiera hecho eso por mí, tal vez podría haber cambiado mi vida. Si me hubieran encontrado un trabajo, un lugar para vivir y me hubieran vigilado para asegurarse de que no me escapara….

No, eso nunca habría pasado. Yo tenía treinta y cuatro años y no tenía antecedentes laborales. Ellos me abandonaron porque no había nada que pudieran hacer conmigo.

De todos modos, yo dudaba de que hubiera cambiado aunque lo hubieran hecho por mí.

Probablemente yo ni siquiera habría intentado conseguir trabajo. Si me hubieran quitado mi computadora, mi único amor, probablemente habría contemplado el suicidio.

Las cosas eran diferentes ahora porque yo era diferente. Porque yo decidí que esta vez trabajaría y ganaría dinero. Puede que yo haya sido forzado a esta situación, pero el momento era perfecto. Tal vez había malinterpretado a Paul.

“Pero no tuvo que enviarme aquí para lidiar con eso.”

¿Qué demonios era esa criatura llena de rabia? En mis cuarenta años de vida yo nunca había visto algo así antes. Aterrador, no era la palabra correcta para explicar esto. La palabra exacta era violento. Era como una olla a presión explotando. Lo suficientemente malo como para darte estrés postraumático. Puede que yo me haya mojado un poco los pantalones.

Mientras que la mayoría de las espadas japonesas tenían un lado filoso, ella era como una espada de doble filo. Como una botella de veneno que se había derramado por todas partes.

Ahora yo entiendo por qué la echaron de la escuela.

La forma en que ella me golpeó con sus puños demostraba que tenía experiencia en esto. Esos eran puños que estaban acostumbrados a golpear a la gente. Puños que habían golpeado a la gente sin importar si se resistían o no.

Sólo tenía nueve años y sin embargo, era muy hábil para derrotar y dejar a sus oponentes impotentes.

¿Podría yo realmente enseñar a alguien así?

Yo hablé con Philip sobre nuestro plan.

Primero, nosotros la secuestraríamos y le daríamos una muestra de lo que se sentía al no poder hacer nada. Sería entonces cuando yo entraría a ayudarla. De esta manera, ella aprendería a respetarme y a asistir a mis lecciones obedientemente. Un plan simple, pero yo sabía cómo debía avanzar. Mientras obtuviera la reacción correcta de ella, todo saldría bien.

…Pero ¿Lo haría realmente? Ella era mucho más violenta de lo que jamás hubiera imaginado. Ella gritaba y exclamaba hasta que su oponente mordiera el anzuelo y luego los golpeaba hasta convertirlos en una sangrienta pulpa. Su beligerancia dejaba claro lo fuerte que era su deseo de ganar.

¿Era posible que, incluso después de ser secuestrada, no se viera afectada en absoluto? Y que cuando yo fuera a ayudarla, no se sorprendería y diría: “Te tomó mucho tiempo, basura”.

Era posible. Con ella, era definitivamente posible.

Era probable que ella reaccionara de una manera que yo no podía predecir. Así que yo necesitaba prepararme mentalmente para eso. El fracaso no era una opción.

Yo pensé en ello. Traté de idear un plan que definitivamente me permitiera tener éxito.

Sin embargo, cuanto más lo pensaba, más confusos se volvían mis pensamientos.

“Por favor, Dios, deja que este plan funcione.”

Al final, recé. Yo no creía en Dios y sin embargo, como cualquier otro japonés, me dirigía a la oración cada vez que tenía problemas.

Por favor, de alguna manera, de alguna manera, haz que esto funcione, yo recé.

Fue entonces cuando me di cuenta de que había dejado mis bragas en Villa Buena y lloré. No había ningún Dios (alias Roxy) aquí.

***

NOMBRE: “Señorita”

OCUPACIÓN: Nieta del señor feudal de Fittoa.

PERSONALIDAD: Feroz

NO HACE: Escuchar lo que dice la gente

LECTURA/ESCRITURA: Puede escribir su propio nombre

ARITMÉTICO: Puede sumar números de un solo dígito

MAGIA: Ni idea

ESGRIMA: Estilo Dios de la Espada – Nivel Principiante

ETIQUETA: Puede hacer el saludo al estilo Boreas

LA GENTE QUE LE GUSTA: Abuelo, Ghislaine

Nova : Revisado y Corregido.