Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 1

Capítulo 4: Maestro

Parte 1

El tiempo avanzaba y cumplí tres años.

Por fin había aprendido los nombres de mis padres. Mi padre era Paul Greyrat. Mi madre era Zenith Greyrat. Mi nombre era Rudeus Greyrat, el primogénito de la familia Greyrat.

Mis padres no se referían entre sí por sus nombres de pila y me llamaban “Rudy” para abreviar, así que me llevó algún tiempo aprender cuáles eran todos los nombres reales y formales.

***

“Vaya, a Rudy le encanta ese libro. ¿Cierto?”

Zenith decía con una sonrisa mientras yo daba vueltas con Un Libro de Texto de Magia en la mano, como siempre lo hacía.

Mis padres no parecían preocupados por la forma en que siempre llevaba el libro. Incluso cuando estaba comiendo, lo mantenía escondido bajo mi brazo. Sin embargo, me esforzaba por no leerlo nunca delante de ellos, no porque quisiera mantener en secreto mis talentos, sino simplemente porque no estaba seguro de cuál era la visión de este mundo sobre la magia. En mi viejo mundo, por ejemplo, la caza de brujas había sido una cosa, bueno muy fea, porque quemaron vivos a los magos sospechosos por herejía.

Por supuesto, considerando que mi libro de texto de magia era algo así como una guía práctica, la magia probablemente no era considerada herejía en este mundo, pero eso no significaba que la gente todavía no la viera con malos ojos. Tal vez la magia era algo que sólo hacías cuando eras grande. Como mínimo, los magos se arriesgaban a desmayarse si lo usaban demasiado, por lo que la gente podría pensar que usar mágia podría frenar el crecimiento de un niño.

Con todo eso en mente, decidí mantener mi aptitud mágica en secreto para mi familia. Así que, tenía que practicar lanzando hechizos por la ventana, así que había una posibilidad de que me descubrieran de todos modos. Sin embargo, no tenía muchas opciones. No si quisiera probar lo rápido que podía lanzar mis hechizos.

Nuestra sirvienta (que aparentemente se llamaba Lilia) ocasionalmente me miraba severamente, pero mis padres seguían siendo tan indiferentes como siempre, así que yo estaba bastante seguro de que estaba a salvo. Si la gente tratara de detenerme, no me opondría, pero no quería malgastar mi infancia mientras la tuviera. Necesitaba desplegar mis talentos ahora, antes de que se endurecieran y se volvieran demasiado rígidos. Ahora era el momento de aprovechar al máximo las cosas.

***

Entonces, una tarde, mi entrenamiento secreto de magia llegó a su fin.

Mis reservas mágicas habían crecido una cantidad decente, así que empecé a hacer el encantamiento para un hechizo de nivel intermedio con bastante despreocupación. El Cañón de Agua: Tamaño 1, Velocidad 0. Pensaba que, como siempre, el agua se acumularía en mi cubo. Tal vez se desbordaría, pero seguramente no demasiado.

Así que lancé el hechizo… Y lancé una impresionante cantidad de agua que creó un enorme agujero en la pared. Me quedé allí de pie, estupefacto, mirando como el agua goteaba de los bordes de madera de ese agujero. Estaba demasiado desconcertado para pensar qué hacer. Dado el tamaño del agujero, la gente sabría que había sido hecho por medios mágicos.

Ya no podía hacer nada para cambiar eso ahora. Siempre me había dado por vencido rápidamente.

Paul fue el primero en entrar corriendo en la habitación.

“¿Qué pasó?” Gritó. “¡Woou!”

Su mandíbula cayó al observar el agujero en la pared.

“¿Qué demonios? ¡Espera… Rudy! ¿Estás bien?”

Paul era un buen tipo. Era obvio que yo era el que había hecho esto, pero todo lo que le importaba era que yo estuviera bien. Se pusó en guardia, revisando cuidadosamente los alrededores.

“¿Fue un monstruo?” Murmuró en voz baja. “No, no por esta zona…”

“Oh, Dios mío.” Dijo Zenith al entrar en la habitación. Siempre era mucho más tranquila que mi padre. Primero miró la pared destrozada, luego el estanque de agua en el suelo. “¿Eh?”

Su mirada se dirigió a mi libro de texto mágico y se fijó en la página que tenía abierta.

Mi madre miró una y otra vez entre el libro y yo y luego se agachó frente a mí. Me miró a los ojos, su boca se convertió en una cálida sonrisa.

Sin embargo, la sonrisa no llegó a sus ojos. Era bastante aterrador.

Yo quería apartar la mirada, pero intenté con todas mis fuerzas mantener la mirada fija en la de Zenith. Si algo aprendí de mi época de parásito desempleado, era que ponerse petulante y desafiante cuando uno hacía algo malo sólo empeoraba la situación. Así que no iba a quitarle los ojos de encima, pasara lo que pasara. Ahora mismo, necesitaba mostrar sinceridad. Y la manera más sencilla de hacerlo era establecer contacto visual, al menos asi parecerías sincero, sin importar cómo te sintieras.

“Rudy. ¿Hablaste en voz alta algunas de las palabras de ese libro?”

Preguntó Zenith.

“Lo siento.”

Le contesté con un pequeño asentimiento. Una disculpa directa era mejor cuando habías hecho algo mal. Yo era el único que podía haber hecho esto, así que mentir sobre ello sólo dañaría la confianza de mis padres en mí.

En mi antigua vida, conté mentiras ocasionales tras mentiras ocasionales hasta que nadie confió en mí nunca más. No iba a cometer ese error otra vez.

“¿Perdón?” Preguntó Paul. “Ese fue un hechizo de nivel intermed…”

“Oh, cariño. ¿Has oído eso?” Le interrumpío Zenith, prácticamente temblando. “¡Sabía que nuestro hijo era un genio!”

Cerro sus manos formando puños diminutos y saltó de un lado a otro en éxtasis.

Bueno, seguro que estaba de buen humor. ¿Supongo que eso significa que la disculpa fue aceptada?

Zenith estaba claramente entusiasmada por este suceso, pero Paul todavía parecía perdido.

“Espera, espera.” Dijo mirándome. “Ni siquiera te hemos enseñado a leer o…”

“¡Tendremos que contratar a un tutor para él de inmediato! Oh, va a crecer para ser un mago increíble. ¡Lo sé!”

La reacción de Zenith a mi habilidad para usar magia era una de un regocijo que apenas podía contener. Evidentemente, mis temores de que los niños no debían usar magia eran infundados.

Mientras tanto, Lilia había empezado a limpiar de forma casual y sin palabras. O ya sabía que podía usar magia o tenía sus sospechas. Como esta habilidad no parecía ser tan mala, parecía que no le había importado tanto. O tal vez sólo quería ver a mis padres felices.

“Cariño, vayamos a Roa mañana y pongamos un trabajo para un tutor.” Dijo Zenith. “¡Tenemos que asegurarnos de que Rudy pueda perfeccionar su talento!”

Zenith estaba encantada, divagando una y otra vez sobre cómo su hijo era un genio al haber demostrado de repente su habilidad para la magia. No podía decir si estaba siendo una madre orgullosa o si el poder usar un hechizo de nivel Intermedio era considerado tan impresionante. Tenía que ser la primera. ¿No? No me había visto practicando mi magia, así que el que ella dijera que ‘sabía’ que yo era un genio significaba que ya lo había decidido por sí misma, sin ningún fundamento.

No, eso no era exactamente cierto. Claramente tenía algún tipo de intuición. Yo hablaba mucho conmigo mismo. Incluso cuando estaba leyendo, yo murmuraba en voz alta palabras o frases que me gustaban. Desde que había llegado a este mundo, yo había estado subvocalizando cosas mientras leía. Al principio era todo en japonés, pero después de aprender la lengua local, inconscientemente empecé a usarla en su lugar. Cuando Zenith me oía pronunciar palabras, se ponía a explicarme lo que significaban. Así fue como aprendí muchos de los nombres propios de este mundo, pero eso no viene al caso aquí.

Nadie había dicho nada mientras yo me enseñaba a mí mismo el idioma de este mundo. Nadie me había enseñado las palabras que estaba leyendo, tampoco. Desde el punto de vista de mis padres, veían a su hijo leer cuando no se le había enseñado, además de hablar en voz alta sobre el contenido de los libros. Por supuesto que pensarían que era un genio.

Quiero decir, que si fuera mi hijo, eso es lo que yo pensaría.

Así era en mi vida pasada, después de que nació mi hermano menor. Fue más rápido para crecer, más rápido para recoger cosas en comparación conmigo o con mis hermanos mayores, incluyendo hablar y caminar. Mis padres eran el tipo de gente despreocupada que se atrevía a decir.

“Oh, me pregunto si es un genio.”

Incluso cuando no era nada tan impresionante.

Tenía que tener en cuenta que, si bien yo podría haber sido un desempleado que había abandonado la escuela preparatoria, también tenía la edad mental de una persona de unos treinta y tantos años. ¡Podía hacer esto!

“¡Cariño, tenemos que conseguirle un tutor en casa!” Dijo Zenith. “¡Estoy segura de que podremos encontrar un gran instructor de magia en Roa!”

Aparentemente, los padres eran los mismos sin importar dónde estuvieras. Cada vez que un niño mostraba una pizca de talento especial, era casi seguro que recibiera la educación especial adecuada para sus dones. En mi antigua vida, mis padres elogiaban a mi hermano menor por ser un genio y le daban un montón de cosas que aprender.

Paul estaba menos entusiasmado con la sugerencia de Zenith de encontrarme un tutor de magia privado.

“Espera, vamos. ¿No prometiste que, si teníamos un niño, lo criaríamos para que fuera un caballero?”

Entonces. ¿Una chica sería maga, pero un chico sería un caballero? Ellos debían haber aceptado eso antes de que yo naciera.

“¡Pero ya puede usar magia intermedia a su edad!” Le refutó Zenith. “Con el entrenamiento adecuado. ¡Sería un mago increíble!”

“¡Pero una promesa es una promesa!”

“¡No me hables de promesas! ¡Siempre rompes tus promesas!”

“¡No estamos hablando de mí ahora mismo!”

Así que mis padres se metieron en una pequeña discusión, mientras Lilia seguía tranquilamente cumpliendo con sus obligaciones. La discusión se alargó un poco, hasta que, al terminar de limpiar, Lilia dijo con un suspiro.

“¿Y si estudia magia por la mañana y practica la esgrima por la tarde?”

Esa sugerencia puso fin a la discusión y mis tontos padres decidieron los estudios de su hijo sin tomarse la molestia de tener en cuenta mis sentimientos.

Bueno, no era gran cosa. Prometí darlo todo en esta nueva vida, después de todo.

***

Se decidió que se contrataría a un tutor para mí.

Me dí cuenta de que el puesto de instructor personal de un joven noble era muy bien remunerado. Paul era uno de los pocos caballeros de la zona, lo que lo convertía en un noble de bajo rango, así que me preguntaba si podía ofrecer un salario competitivo. Sin embargo, estábamos en la frontera del reino y en la frontera escaseaba el talento de alto nivel (especialmente para algo como un mago). Si presentábamos una solicitud a un gremio de magos o de aventureros. ¿Respondería alguien?

Mis padres también parecían preocupados por esa perspectiva, pero aparentemente encontraron a alguien rápidamente, porque mis clases iban a comenzar al día siguiente.

Y como no había ninguna posada en nuestra aldea, mi maestro viviría con nosotros.

Mis padres estaban bastante seguros de que mi profesor sería un aventurero jubilado. Los jóvenes no vendrían hasta aquí y no había escasez de trabajo para los magos reales en la capital. Tal como yo lo entendía, en este mundo, sólo los magos de nivel avanzado enseñaban las artes arcanas. Por lo tanto, quienquiera que tuviéramos sería un aventurero de nivel Intermedio o Avanzado, posiblemente más alto.

En mi mente, me imaginaba a un tipo de mediana edad o a un anciano con muchos años de estudio diligente a sus espaldas, con una larga barba que era necesaria para tales magos.

“Soy Roxy. Es un placer conocerte.”

Mis expectativas estaban fuera de lugar. La persona que apareció fue una chica joven, tal vez de secundaria.

Estaba vestida con una túnica de hechicero de color marrón, su cabello azul peinado en trenzas, su postura formal y correcta. Su piel blanca parecía no haber sido tocada por el sol y sus ojos estaban algo adormilados. Su expresión no irradiaba exactamente sociabilidad y a pesar de su falta de gafas, parecía el tipo de chica a la que le gustaba esconderse en una biblioteca con su nariz en un libro.

En una mano, llevaba una maleta y en la otra, un bastón digno de un mago. Mi familia vino a saludarla. Mi madre me llevaba en brazos.

“…”

“…”

Mis padres la examinarón, se quedaron sin palabras. No me extrañaba, de verdad. Esto no podía ser lo que esperaban. Cuando se contrataba a alguien para que fuera un tutor privado, uno se imaginaba que iba a conseguir a alguien un poco más entrado en años. Y en vez de eso, aquí estaba esta pequeña cosita.

Con todos los videojuegos que había jugado, la idea de una loli maga no era terriblemente inusual para mí.

Menor de edad. Ojos despreciativos. Socialmente incómoda. Esa de ahí era la trifecta.

Ella era perfecta.

Quería que fuera mi novia.

“Oh, uh. ¿Eres-Eres la tutora privada?”

Preguntó finalmente Zenith.

“¿No eres un poco, eh…?”

Paul se preguntaba.

Mis padres estaban dudosos con sus palabras, así que decidí ser directo y terminar la frase de mi padre.

“Eres pequeña.”

“Hey, tú si que sabes hablar.”

Me respondió Roxy. Parecía muy susceptible con el tema. Y eso que yo no estaba hablando de sus pechos.

Roxy suspiró.

“¿Dónde está mi alumno?”

Preguntó, mirando a su alrededor.

“Oh, aquí está nuestro chico.”

Contestó Zenith, haciéndome rebotar ligeramente en sus brazos.

Le hice un guiño descarado a Roxy. Sus ojos se abrieron de par en par y volvió a suspirar.

“Ugh. Esto pasa a veces.” Murmuró en voz baja. “El chico muestra signos de crecer un poco rápido y a los malditos padres se les mete en la cabeza que tiene un talento especial.”

¡Hey! ¡He escuchado eso, Roxy!

Quería decir que estaba totalmente de acuerdo con ella, pero aún así.

“¿Dijiste algo?”

Preguntó Paul.

“Oh, nada.” Contestó ella. “No estoy segura de que su hijo pueda entender los principios de la magia.”

“Oh, no te preocupes.” Dijo Zenith, rebosante de orgullo maternal. “¡Nuestro pequeño Rudy es brillante!”

Una vez más, Roxy suspiró.

“Muy bien, entonces. Supongo que tendré que hacer lo que pueda.”

Sonaba como si ya hubiera decidido que era inútil.

Y así, ese fue el primer día en que tomaría clases con Roxy por la mañana y practicaría esgrima con Paul por la tarde.

***

“Bien, entonces este libro de texto mágico… En realidad, antes de que lleguemos a eso. ¿Qué tal si vemos cuánta magia puedes usar, Rudy?”

Roxy me había llevado al patio para nuestra primera lección. Me di cuenta de que la magia era algo que se practicaba típicamente fuera. Diablos, ya había aprendido de primera mano lo que podía pasar cuando te dejas llevar por la magia dentro de la casa. La gente no quería ir por ahí haciendo agujeros en las paredes o algo así.

“Primero, te lo demostraré. Que las vastas y benditas aguas confluyan donde tú quieras y que brote una sola corriente pura. ¡Bola de Agua!”

Mientras Roxy cantaba su encantamiento, se formó en la palma de su mano un orbe de agua del tamaño de una pelota de baloncesto. Luego, la lanzó a gran velocidad a uno de los árboles de nuestro jardín.

La Bola de Agua partió el árbol por la mitad como si fuera una simple ramita y empapó la cerca detrás de ella. Si tuviera que adivinar, debió haber sido un tamaño 3, velocidad 4.

“¿Y bien?” Preguntó Roxy. “¿Qué te parece?”

“Mi madre siempre ha amado ese árbol y pasa mucho tiempo cuidándolo, así que creo que se va a enfadar mucho.”

“¿Eh? ¿¡En serio!?”

“Sin duda alguna.”

Una vez, cuando Paul estaba moviendo su espada, accidentalmente había cortado una de las ramas del árbol, Zenith nunca se había enfadado tanto como ese día.

“Oh, eso… No es bueno.” Tartamudeó Roxy, corriendo hacia el árbol en medio del pánico. “Tengo que hacer algo al respecto.”

Con un gruñido, volvió a colocar el tronco caído en su sitio. Luego, enrojecida en la cara y tensa por el esfuerzo, comenzó su cántico.

“Nngh… Que este poder divino sea como un alimento satisfactorio, dándole a alguien que ha perdido su fuerza la fuerza para levantarse de nuevo ¡Curación!”

Lentamente y con seguridad, el tronco del árbol volvía a su posición original. Muy bien. Crédito a quien se lo merecía. Eso era bastante asombroso.

“¡Fiuu!” Roxy dio un respiro de alivio.

“¿¡Señorita, también puede usar la magia curativa!?”

“¿Mmm? Oh, sí. Cualquier cosa a través de hechizos de nivel intermedio.”

“¡Oh, wow! ¡Eso es asombroso!”

“¡Oh, para nada! Con el entrenamiento adecuado, cualquiera podría hacer esto.”

El tono de Roxy era algo brusco, pero las comisuras de su boca se suavizaban y su nariz se movía con orgullo.

Sí, vaya que ella estaba feliz. Todo lo que se necesité fue un poco de adulación. Sip, era fácil de complacer.

“Muy bien, Rudy. Inténtalo tú.”

“¡Está bien!”

Extendí mi mano y mierda. Había pasado casi un año desde que había realizado Bola de Agua usando el encantamiento y no podía recordar cómo era. Roxy acababa de decirlo. Hmm. Veamos….

“Um. ¿Cómo era?”

“Que las vastas y benditas aguas confluyan donde tú quieras y emitan una sola corriente pura de ellas.”

Dijo Roxy con naturalidad. Aparentemente pensaba que esto estaba dentro de mis capacidades.

Lo había dicho con tanta naturalidad, sin embargo, no podía recordarlo después de escucharlo una sola vez. “Que las vastas y benditas aguas…”

Comencé, antes de dejar de recordar el resto, así que corté el encantamiento. Hice una bola de agua un poco más pequeña y un poco más lenta de la que Roxy habia hecho. Después de todo, si la superaba, podría ponerse un poco malhumorada.

Hey, no me juzgues. Me gusta ser amable con las jovencitas.

La Bola de Agua del tamaño de una pelota de baloncesto golpeó su objetivo con un chasquido y el árbol crujió y se quebró al caer. Roxy se quedó mirando fijamente este suceso, su expresión estaba completamente endurecida.

“Cortaste tu encantamiento. ¿No?”

Preguntó ella.

“Sí.”

Uh-oh. ¿Estaba en problemas?

Cierto: El libro de texto mágico no decía nada sobre lanzar hechizos sin encantamientos. Lo había hecho como si no fuera gran cosa, pero ¿Tal vez esto era algún tabú cultural? ¿O tal vez estaba enojada porque yo había logrado algo que debía haber requerido mucho más entrenamiento? Con suerte, ella me amonestaría por ser descuidado con mis cánticos o algo así.

“¿Sueles tu acortar así tus encantamientos?”

Preguntó ella.

No estaba seguro de cómo responder a eso y después de algunas vacilaciones, decidí ser honesto.

“Por lo general, eh… No los uso en absoluto.”

Después de todo, yo iba a estudiar con ella, así que eventualmente ella se daría cuenta.

“¿¡Para nada!?”

Los ojos de Roxy estaban muy abiertos de asombro e incredulidad mientras me miraba. Pero rápidamente recuperó la compostura.

“Ah, sí, ahora lo entiendo. Eso tiene sentido. ¿Te sientes cansado ahora mismo, entonces?”

“Un poco, pero estoy bien.”

“Ya veo. Bueno, el tamaño y la fuerza de tu Bola de Agua estaban bien.”

“Gracias.”

Finalmente, Roxy sonreía de verdad. Y luego murmuró para sí misma.

“Tal vez valga la pena entrenar a este chico.”

De nuevo, aún puedo oírte.

“De acuerdo, pasemos al siguiente hechizo.”

Dijo Roxy emocionada, hojeando un poco más el libro de magia.

“¡Aaaaahhh!”

Detrás de nosotros, un grito partía el aire. Zenith, que había salido a ver cómo iban las cosas. Dejó caer la bandeja llena de bebidas que había estado cargando y se llevó ambas manos a la boca mientras miraba el árbol destrozado y derribado. La tristeza llenaba su rostro.

Un momento después, esa tristeza era reemplazada por una furia violenta. Ella se acercó a Roxy, poniéndose frente a su cara.

“¡Señorita Roxy, de verdad! ¿Podrías por favor no usar mis árboles para experimentar?”

“¡Hey! ¡Rudy es el que lo hizo!”

“¡Si Rudy lo hizo, fue porque tú se lo permitiste!”

El blanco de los ojos de Roxy crecía, su cuerpo se tensó como si un trueno acabara de estallar. Luego colgó la cabeza. Eso era lo que pasaba por tratar de culpar a un niño de tres años.

“No, usted tiene toda la razón.”

Murmuró.

“¡Por favor jovencita asegúrate de que esto no vuelva a pasar!”

“No sucederá, señora. Lo siento mucho.”

Zenith se acercó al árbol y lo devolvió a su antigua apariencia con su magia de sanación antes de regresar a la casa.

“Bueno, vaya  que lo estropeé todo muy rápido.”

Dijo Roxy.

“Señorita…”

“Heh. Supongo que me despedirán mañana.”

Se sentó en el suelo, dibujando pequeños círculos en la tierra.

Wow. Realmente no podía soportar ni el más mínimo castigo. ¿Verdad? Me paré a su lado y le di una palmadita en el hombro, pero no le dije nada.

“¿Rudy?”

No estaba seguro de qué hacer después de darle una palmadita en el hombro. No había entablado una conversación con nadie en casi veinte años, así que no podía encontrar las palabras para consolarla. Honestamente, no sabía qué era lo correcto para decir en este tipo de situaciones.

No. Sólo necesitaba calmarme y pensar. ¿Qué diría el protagonista de un simulador de citas para consolar a alguien en un momento como éste?

Cierto. Estaba bastante seguro de que sería algo así.

“No falló hace un momento, señorita.”

“¿Rudy…?”

“Sólo ha ganado un poco más de experiencia, eso es todo.”

Roxy estaba desconcertada.

“Sí, tienes… Tienes razón. Gracias.”

“Uh… huh. Así que. ¿Podría por favor continuar con nuestra lección?”

Y así, desde el primer día, formé un pequeño vínculo con Roxy.

NOVA: Revisado y Corregido.