Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 3

Capítulo 2: Arrepentimiento Instantáneo: Suponga Que Pasa El Rato En El Trabajo En Su Día Libre Y Se Ve Obligado A Trabajar Gratis

Parte 3

Hubo un momento de silencio.

Lloyd parecía tan confiado que Threonine decidió suplicar su ayuda.

“¡L- Lloyd! ¡Me vendría bien una idea brillante aquí!”

Lloyd no esperaba tener que aportar brillantez. Quizás se había dejado llevar un poco.

Con todos los ojos puestos en él, lo mejor que se le ocurrió fue…

“Um, bueno… ¡cierto! ¡Tomaré el lugar de Allan para hablar sobre su matrimonio!”

El viejo cambio de ropa. Pero Lloyd medía sólo un metro sesenta y cinco, mientras que Allan medía dos metros y medio, así que… eso difícilmente funcionaría. Incluso el redondeo más generoso no podría compensar la discrepancia dimensional. Riho se vio obligado a intervenir.

“Uh… ¿un cambio? No seas ridículo, Lloyd. Si pones la cara de Allan en un póster, nueve de cada diez personas pensarían que es un bandido buscado, y el restante asumiría que está allí para protegerse del mal. Mientras tanto, eres simplemente lindo. ¡No va a funcionar!”

La evaluación despiadada de Riho de la apariencia de Allan fue tan contundente como su evaluación del potencial del plan, pero ¿la reacción de la multitud?

“Lloyd… ¿harías eso por el hotel?”

“¡Lloyd puede hacer cualquier cosa!”

“Estuve preocupado por un momento, ¡pero ahora sé que todo estará bien!” El consenso fue 100 por ciento positivo.

“Vaya, todo el mundo aquí ama a Lloyd…”, dijo Riho, nerviosa. Miró a Threonine, asumiendo que el padre de Allan se daría cuenta de la locura del plan. Pero claramente lo estaba considerando seriamente.

“Hmm… eso nunca se me habría ocurrido. ¡Estoy muy impresionado, Lloyd!”

“¡¿Por qué estás dentro?! Por supuesto que nunca se te habría ocurrido;¡no se parecen en nada!”

¿Cómo se había ganado Lloyd la fe ciega de todo el personal en un solo día? Incluso para Lloyd, esto era como si los hubiera drogado a todos. Riho se quedó con la mandíbula abierta por la incredulidad.

Ignorándola por completo, Threonine golpeó a Lloyd en el hombro, como si fuera el hijo que siempre había querido.

“¡Bien, Lloyd! ¡Preparémonos para conocer a esta novia! ¡Perdón por causar una escena, todos! ”

Esto pareció recordarle algo a Lloyd.

“Um… pero alguien tendrá que hacer mi otro trabajo por mí…”

“Oh, claro… Estoy seguro de que perder a Lloyd será un gran golpe, y esta reunión podría prolongarse todo el día…” Threonine acarició su barbilla, considerándolo.

“Mi secretario… No, demasiado débil. Y no es bueno con la gente… ”

“¿No lo soy? l-lo siento…” El secretario pareció herido por el último comentario, pero parecía muy consciente de sus limitaciones físicas. Dejó que sus brazos escuálidos colgaran lacios.

Esto hizo que el personal del hotel hablara entre ellos.

“Necesitamos a alguien con experiencia”.

“Alguien que pueda manejar cualquier cosa. Un experto en todo, o un mercenario…”

“Alguien que comprenda la situación”.

“¿Alguien conoce a un mercenario?”

Un momento después, todos los ojos se volvieron hacia Riho.

“¿Eh?” Su mandíbula cayó aún más.

“””¡Tú!”””

“¡¿Eh?!”

Con los ojos muy abiertos, completamente nerviosa, Riho encontró a Lloyd agarrando su mano.

“¡Por favor, Riho! ¡Eres la única a la que podemos pedirte!” Su expresión era suplicante.

El sudor en su frente no era por el calor de la sauna. Lloyd le sujetaba la mano con mucha fuerza.

“Uh, bueno… si eres tú quien pregunta…”

Y entonces se encontró vistiendo un uniforme de hotel.

……Pobrecilla.

Unas horas antes, Selen estaba sentada en un carruaje de Azami, camino a su destino.

Aburrida con la vista fuera de la ventana, se había quedado dormida… y antes de darse cuenta, el carruaje se detuvo frente al hotel Reiyoukaku. Era un edificio impresionante rodeado de montañas pastorales, lo que la dejó preguntándose una cosa.

“¿Por qué un hotel y no una casa?”

Lo miró fijamente hasta que le empezó a doler el cuello, y luego apareció un rostro familiar desde dentro: el padre de Selen.

Llevaba un traje sencillo y planchado, como cualquier dron de oficina, pero sus gemelos y otros accesorios eran de primera categoría. Cualquiera con ojo para esas cosas sabría instantáneamente que lo estaba haciendo muy bien por sí mismo.

Con la espalda recta, caminó rápidamente en su dirección, mirándola como si evaluara una mercancía.

“Gracias por venir, Selen”, dijo en un tono sereno.

“Veo que los rumores de que se quitó el cinturón son ciertos”.

“… Es un placer verte también, padre”.

El cinturón maldito había sido la razón por la que Selen se vio obligada a salir de casa para asistir a la academia militar, por lo que encontró la bienvenida de su padre intrínsecamente sospechosa y fue una tormenta furiosa por dentro.

“¿Por qué estamos en este hotel?” preguntó, manteniendo sus emociones bajo control por ahora.

Pero su padre ya había desviado su atención de ella y estaba mirando algo en su mano, tal vez un folleto de hotel. Había completado las comprobaciones necesarias, eso era todo lo que Selen obtendría de él. Se encontró alejándose más.

“No nos hemos visto en un tiempo”, respondió su padre.

“Pensé que al menos deberíamos cenar en un lugar decente”. Como si hubiera esperado la pregunta y preparado la respuesta con anticipación.

Selen se estaba alarmando cada vez más. Se quedó en silencio por un momento, y una vez que su corazón se detuvo, miró hacia el hotel de nuevo. La construcción señorial  y la decoración de buen gusto eran evidentes incluso a esta distancia. Ciertamente, parecía probable que las comidas fueran igualmente abundantes.

“Bueno, si ese es el caso…”, comenzó.

Entonces uno de los empleados del hotel la vio y se acercó.

“Bienvenida al Reiyoukaku, señorita Selen. Hemos preparado una habitación”.

“No es necesario”, dijo su padre, sin pestañear.

“Ella puede cambiarse en la habitación lateral”.

“Entendido. Le pediré a un botones que traiga el atuendo allí”.

Antes de darse cuenta, Selen se encontró dentro, pero no en una habitación de hotel. Esta  era claramente  una sala de espera o una antecámara de algún tipo. Había varios espejos grandes y un armario que ofrecía ropa suficiente para abastecer una boutique.

“Esto va un poco más allá de un estricto código de vestimenta…”, murmuró.

¿Quién se vistió de esta manera para salir a comer? Las preocupaciones de Selen solo iban en aumento.

Fue entonces cuando apareció el peluquero. Ella sentó suavemente a Selen, se pasó un peine por el cabello y aplicó aceites perfumados.

“Todo listo. Tienes un cabello hermoso, por lo que no requiere mucho trabajo. ¡Encantador!”

“Gracias”.

¿Alguien haría esto antes de una comida? Puede que Selen no fuera muy mundana, era vagamente consciente de ello, pero ¿era así como hacían las cosas en los hoteles? Su reflejo en el espejo parecía nervioso.

La estilista vistió a Selen con un vestido azul y unos pendientes con un brillo sutil antes de asentir con aprobación. Luego empacó sus cosas, sonrió y le dio a Selen una palmada en el hombro.

“¡Buena suerte con todo el asunto del matrimonio!”

“¿Eh?”

El estilista se fue. Hubo un silencio incómodo.

Unos minutos más tarde, su padre entró… vistiendo un esmoquin.

“Selen, ¿todo listo?”

“¡Hey! ¡Atrás! ¡¿Matrimonio?! ¡¿Dijo matrimonio?!” Su padre estaba tan tranquilo como alarmado.

“Sí”, dijo. Siguió hablando pero nunca la miró, enfocándose en su corbata en el espejo.

“Es un militar prometedor. Ha aparecido en los periódicos varias veces, por lo que claramente lo están preparando como la próxima cara del ejército. Su nombre-”

“¡No me importa quién sea! ¡Ya tengo a alguien! Lo conocí en la Academia Militar Azami, ¡y nuestro futuro está escrito en piedra!”

Realmente no lo fue.

Pero la furia de Selen cayó en saco roto. Su padre le dirigió una sola mirada, como si consultara un cuaderno.

“La pregunta es si tu permanecerás en el ejército. El propósito original de alistarse era permitirte quitarte el cinturón. Con eso logrado, quedarse allí no tiene sentido”.

La mirada  de su padre vagó rápidamente hacia  la decoración de la habitación. Selen se quedó en silencio mientras él hablaba, sin mirarla nunca.

“Si el trabajo militar te deja cicatrizada, ningún noble te aceptará jamás. Y no hay garantía de que el cinturón no se te pegue de nuevo repentinamente… Lo mejor es resolver el asunto rápidamente”.

Selen sintió como si hubiera visto esa mirada en sus ojos antes, el mismo día que la había enviado a ella y al cinturón.

No había cambiado nada.

Tenía los ojos de un sórdido comerciante que intenta pasar mercadería defectuosa.

Selen apretó los dientes.

Lo sabía mejor, pero aún esperaba… que fuera como antes.

“Puedes sentarte ahí si quieres. Si esto fracasa, no será nuestra única oportunidad. Considérelo una práctica”.

Sacó su reloj.

“Es hora”, anunció, como un guardia diciéndole a un preso que su entrevista ha terminado, y comenzó a dirigirse hacia la salida.

Cuando Selen no se movió, se detuvo en la puerta, sin siquiera darse la vuelta.

“Vamos”, instó, evitando el contacto visual tanto como sea posible. Tratándome así… realmente no puedo culparlo.

Sabía cómo habían terminado de esta manera. Todo ese tiempo que pasó escondida en su habitación, tratada como una historia de fantasmas: la Princesa del Cinturón Maldito.

Recordó lo desesperado que había estado una vez para liberarla.

“… No estoy obedeciendo al hombre que eres ahora. Estoy haciendo esto para pagarle al hombre que una vez luchó con uñas  y dientes para ayudarme”.

“Bien”, dijo, como si realmente no le importara.

Selen dejó escapar un largo suspiro. Resignada, se dirigió a la sala principal, con su hermoso vestido arrastrándose detrás de ella.

Si pasaba algo, siempre podía huir. En su cintura estaba el antiguo cinturón maldito, ahora un artefacto que podía controlar con su mente, ya fuera para atacar o defenderse. Lo tenía enrollado alrededor de su vestido como una cinta a juego. Pero primero, tenía que conocer a este pretendiente.

Independientemente de su verdadera naturaleza, con ese vestido azul, con esos aretes, el cabello recogido y un poco de lápiz labial, Selen era una maravilla. Independientemente de su verdadera naturaleza.

Ojalá Lloyd pudiera verme así…

Diciéndose a sí misma que solo estaba aquí para cenar, entró en el salón principal. Junto a la puerta había un cartel elegante, claramente escrito por un calígrafo experto. Leía…

Para las familias de Hemein y Lidocaine.

“—Me voy a encontrar con una novia potencial durante las vacaciones. Mwa-ha-ha”.

Selen se imaginó a Allan jactándose de ello en clase.

“Ya terminé aquí. Adiós.”

Selen dio un giro en U, con el vestido ensanchado y se dirigió hacia las puertas del hotel.

Su padre instantáneamente le cerró el paso. Ella quedó congelada, como si el espacio a su alrededor hubiera sido bloqueado, cortando su única ruta para escapar.

“Espera, Selen.”

“P-Padre… ¿c-cómo te moviste tan rápido?” tartamudeó, genuinamente sorprendida por esta demostración de habilidad física.

“No es de tu incumbencia”, respondió, mirando hacia abajo, como si esto fuera solo un trabajo para él.

“¿Pero por qué corriste?”

“¡Hay un gran problema aquí! ¡Una imposibilidad fisiológica!”

“Todo lo que tienes que hacer es sentarte”.

Momentos después, ella estaba en su asiento. Incluso una silla tan bonita se sentía incómoda ahora.

De mala gana, miró al otro lado de la mesa, pero el socio potencial aún no había llegado. El padre de Allan, Threonine, estaba sentado junto a una silla vacía, luciendo extremadamente nervioso.

Argh, tengo que salir de aquí… ¿Allan y yo, discutiendo un matrimonio?

¡Eso arruinaría mi vida entera! Y la gente podría usar esto como pretexto para separarnos de Lloyd y de mí. ¡Oh, olvidé que ordené todas esas bombas de botella! Podría ir a buscar… No, eso no está sucediendo. Y después de que los trajera aquí… ¡¿Y ahora qué?!

¿Cómo había convencido a alguien para que aceptara esa entrega urgente?

Selen se devanó la cabeza, pero todo lo que se le ocurrió fue…

Solo tendré que asegurarme de que Allan muera aquí. Para demostrar mi amor puro por Lloyd…

… exactamente el tipo de plan que no debería haber tenido. ¿Cómo pasó esto?

Anotó las posiciones precisas de su cuchillo y tenedor, estimando la distancia entre ella y la puerta por la que supuso que entraría Allan.

Aproximadamente seis yardas… Si usara el cinturón para balancearme desde ese candelabro, puedo despejarlo fácilmente de un solo salto y atascar este tenedor en su garganta…

Con la mente en la zona de una perfecta asesina, Selen mantuvo la mirada fija en la puerta.

Pronto pudo escuchar a alguien apresurarse afuera.

“¡O-Oh, parece que mi hijo finalmente está aquí!” Threonine dijo con rigidez.

Selen esperó su momento para saltar.

Dios me perdonará. Todo esto es por Lloyd por Lloyd por Lloyd… Ofreciendo una oración egoísta, vio aparecer una figura…

“¡Lo siento, llego tarde!”

De pie en la puerta había un chico de aspecto amable con un bonito traje: Lloyd, haciéndose pasar por Allan.

Selen se puso  de pie  y saltó sobre  la mesa. Sus  ojos  se volvieron corazones y empezó a babear.

“¡Gracias Dios!”

“¿Er? ¿Eh? Selen— ¡augh!”

Los padres intercambiaron miradas desconcertados. No tenían idea de lo que estaba pasando.

“Hmm… bueno, parece que ha hecho el truco, ¿supongo? Puedo ver por qué el personal estaba seguro de que esto funcionaría”, murmuró Threonine.