Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 13

Capítulo 1: Cruzando La Frontera

Parte 1

Varios minutos después, Rio despertó a Alfred y lo llevó a donde estaban Rui y Charles junto a Christina. Celia todavía estaba tratando la herida de Orphia solo para asegurarse de que estuviera sana, pero Sara y Alma montaban guardia cerca de Alfred por si algo pasaba. Mientras tanto, Vanessa también había recuperado la conciencia y estaba vigilando a los subordinados de Charles, junto con Kouta y Rei.

Afortunadamente, nadie que cruzó espadas con Rio había perdido la vida. Sin embargo, había un número considerable de personas que habían sido enviadas a volar por sus artes espirituales del viento y aterrizaron con fuerza, lo que resultó en lesiones graves. Esas personas habían sido inmovilizadas y los hechiceros podían tratar a los heridos de gravedad.

“Lo has hecho ahora…” Christina miró a Charles con amargura.

“¿Qué estás diciendo? Esas deberían ser mis palabras. Sabía que no debería haberte permitido asistir a ese banquete. Te las arreglaste para ir a mis espaldas y unir fuerzas con tal monstruo,” Charles se burló débilmente. Su espíritu de lucha se había roto por completo, pero parecía haber recuperado un poco la compostura y podía mantener una conversación adecuada de nuevo. Lanzó una mirada de detestación a Rio.

“Retira tus palabras y discúlpate. Sir Amakawa no es un monstruo,” ordenó Christina con el ceño fruncido.

“¡Ha! ¡Hahaha!” Charles se río salvajemente, luego bajó la voz a un murmullo irritado.

“Si tan solo… Si tan solo ese monstruo no estuviera aquí…”

¿No se ha dado cuenta de que fue Celia quien me conectó a la princesa Christina?

Rio restó importancia al resentimiento de Charles con una expresión en blanco e hizo una suposición basada en sus palabras. Por qué Reiss no le había explicado eso a Charles, no tenía idea…

Christina parecía estar pensando lo mismo, mostrando un atisbo de duda por un momento.

“Todavía estamos dentro de las fronteras del Reino de Beltrum en este momento. Si bien hemos capturado al objetivo, no sería una buena idea quedarse mientras estamos rodeados por el ejército enemigo. Cuanto más rápido crucemos la frontera, mejor, pero ¿qué te gustaría hacer?” Rio le preguntó a Christina.

Miró entre Charles, sus subordinados cercanos y las tropas que esperaban en la colina. Depende de Christina decidir cómo lidiar con ellos y qué acción tomar a continuación.

Christina pensó por un momento, pero rápidamente tomó una decisión.

“Llevaremos a Charles y Alfred con nosotros como prisioneros. Investigaremos los detalles más tarde”.

“¿Oh? Entonces, ¿qué me pasará?” Preguntó Rui, encogiéndose de hombros en broma.

“No podemos tomar al héroe como un prisionero. Si deseas seguirnos por tu propia voluntad, eso sería otro asunto, pero…” Christina se calló, cediendo el derecho a elegir a Rui. Tomar cautivo a un héroe podría verse como un ataque político, por lo que tuvo que adoptar una postura que mostrara a fondo su falta de hostilidad.

“Ya veo…” Rui miró la espalda de Kouta con algo de tristeza mientras expresaba su intención.

“Entonces regresaré a la capital.”

Kouta evitó la mirada de Rui manteniendo su rostro hacia adelante, sin volverse ni una vez mientras observaba sus alrededores.

“¿Estás seguro…?” Confirmó Christina, también mirando la espalda de Kouta.

“Si. Tengo una amante esperando mi regreso,” Rui asintió, respondiendo claramente.

“Ngh…” La espalda de Kouta se sacudió levemente. Rio y los demás no podían ver su expresión desde su posición, pero Rei suspiraba exasperado junto a Kouta.

“Kouta,” llamó Rui. Él no respondió.

Rui continuó hablando a su espalda.

“Sabía por qué dejaste el castillo. Lo sabía, pero traté de traerte de vuelta mientras esquivaba el tema, pero… Realmente es cierto que actué preocupado por ti y Saiki. Por eso vine a por ti. Quería ver tu cara y confirmar si estarías bien fuera del castillo. Si serías capaz de vivir bien en este mundo a partir de ahora”.

“…”

“Si me dices que estarás bien, te creeré. No intentaré obligarte a volver nunca más. Creo que podemos volver a encontrarnos algún día y esperar. Eres un amigo importante para mí, después de todo”, Rui siguió hablando a pesar del silencio de Kouta, cuando…

“¡Yo…!” Kouta levantó la voz, manteniendo su temblorosa espalda frente a ellos. Sus amargas palabras no estaban en el idioma de este mundo, sino en japonés.

“Yo… siempre me sentí inferior a ti. Te transferiste a nuestra escuela desde el extranjero, fuiste bendecido con apariencia y cerebro, e inmediatamente se convertiste en el favorito de la escuela. Te uniste al mismo club que Akane y yo y antes de darme cuenta, eras más cercano de mi amiga de la infancia que yo… estaba celoso de ti. No podría ganar contra ti en la escuela, los deportes o la apariencia. Akane seguía elogiando lo increíble que eres; cada vez, me llenaba de tantos celos que casi te odiaba”.

“Kouta…”

“Pero eras una buena persona, me trataste como a un amigo cercano, no podía odiarte. Incluso cuando llegamos a este mundo sin poder entender el idioma, pasaste horas todos los días estudiando gramática y vocabulario para ayudarnos… Actuando como si fuéramos los que lo pasamos mal cuando tú lo pasaste más duro de todos nosotros. Por eso…” Kouta se mordió el labio.

Todos miraron su espalda en silencio. Si bien podían entender las palabras de Rui debido al efecto de traducción automática de sus Divine Arms, la mayoría de ellos no tenía idea de lo que estaba diciendo Kouta. Solo Rui y Rei, que eran japoneses, y Rio, que tenía los recuerdos de Amakawa Haruto dentro de él, podían entender las palabras de Kouta.

Sin embargo, estaba claro incluso para aquellos que no podían entender las palabras de Kouta que estaba desahogando sus emociones reprimidas.

“Por eso era natural que Akane se enamorara de ti. Entonces tú también te enamoraste de ella. Pero no quería aceptar eso… Me iba a volver loco de envidia si me quedaba contigo y Akane por más tiempo. Me odiaba por sentirme así, era patético. Por eso me escapé de ustedes dos. Eso es todo…” Kouta se refirió a la verdad y apretó los puños con fuerza.

“Lo siento…” Rui se disculpó con una mirada angustiada.

“No lo hagas… Debe haber sido difícil para ti también. Akane es lenta en la asimilación, después de todo. Ella nunca se dio cuenta de mis sentimientos. Pero lo hiciste, y eso te dejó atrapado entre la espada y la pared. Soy yo quien debería arrepentirse. Lo siento, por irme sin decir una palabra, era natural que estuvieras preocupado”.

Kouta devolvió la disculpa, su rostro se torció mientras contenía sus amargas emociones. Fue en este punto que se volvió por primera vez, de cara a Rui. “Estaré bien. Haré todo lo posible por vivir bien fuera del castillo. Así que no hay necesidad de preocuparse. No te preocupes por mí. Un día, cuando ya no me sienta inferior a ustedes, iré a verlos… Gracias por pensar en mí como un amigo cercano todo este tiempo. Tú también eres un amigo precioso para mí, Rui”.

“Si. Siempre seremos amigos”. Rui miró hacia abajo, asintiendo con la cabeza.

“Cuida de Akane. Dile que estaré bien”.

“…Muy bien.”

Con ese intercambio final, Kouta le dio la espalda a Rui una vez más.

“Saiki, cuídate también”, le dijo Rui a Rei.

“Si. Bueno, simplemente estaré a la deriva”, respondió Rei encogiéndose de hombros.

“Bien… Por cierto, quería preguntar: ¿te teñiste el cabello?” Rui miró su cabello y preguntó.

“Oh, esto es…” Kouta intercambió miradas con Rei, luego se apagó. Rio les había pedido que mantuvieran en secreto los detalles de los artefactos que cambiaron el color de su cabello, si era posible.

Rio interrumpió.

“No es de conocimiento común, pero hay una manera de cambiarlo”, explicó.

“Ya veo. Entonces, no es de extrañar que los equipos de búsqueda estuvieran luchando tanto”.

Rui sonrió comprendiendo.

“Aparte de eso, Haruto. Gracias. Puede que no sepas por qué digo esto, pero pude dejar de dudar gracias a mi derrota. Por eso pude enfrentar a Kouta correctamente. Kouta también se volvió para mirarme,” dijo Rui alegremente, inclinando la cabeza profundamente hacia Rio.

“No hice nada.” Rio negó con la cabeza con una suave sonrisa.

Rui se volvió para dirigirse a Christina y los demás, que habían estado esperando.

“Mis disculpas, la conversación se prolongó por mi culpa. Estás cruzando la frontera antes de desviarte hacia Rodania, ¿verdad? Te acompañaré a la colina. Habrá menos posibilidades de que los soldados empiecen a pelear si yo estoy allí”, sugirió mientras miraba a los 5.000 soldados que esperaban en la colina.

“Eso sería muy apreciado”. Christina asintió a Rui.

“¿Orphia está bien?”

Orphia todavía estaba sentada en el suelo mientras Celia lanzaba su magia curativa sobre ella.

“Sí, estoy bien ahora. Muchas gracias, Cecilia,” Orphia agradeció a Celia, usando su alias, luego se puso de pie con firmeza.

Sin embargo, Celia todavía parecía preocupada.

“¿Estás segura de que estás bien?”

Normalmente, Orphia debería haber necesitado mucho más descanso. Pero no podrían quedarse por aquí mucho más tiempo.

“La llevaré hasta que lleguemos a la frontera”, ofreció Rio, acercándose a Orphia.

“¿Eh…?” Los ojos de Orphia se agrandaron en estado de shock.

“Es por si acaso. Solo descansa un poco más”.

Orphia estaba nerviosa, lo que era raro en ella.

“P-Pero… ¿Eso está realmente bien?”

“¿Podrías por favor, Haruto?” Preguntó Celia.

“Claro, déjamelo a mí,” Rio asintió con firmeza. Caminó hacia Vanessa con la espada de Alfred en la mano.

“Vanessa, esta es la espada de Alfred. Normalmente sería más apropiado entregárselo a Su Alteza, pero su peso será una carga mientras nos estamos moviendo. ¿Puedo pedirle que lo guarde?”

Vanessa miró fijamente la espada de Alfred y la agarró con fuerza.

“Sí, puedo hacerlo. Gracias.”

Mientras tanto, Sara y Alma se habían acercado a Orphia y se hablaban en voz baja.

“Ya que se ofreció, deberías dejar que te lleve”.

“En efecto. O quizás te arrepientas más tarde”.

Orphia solía burlarse de ellas dos, por lo que estaban encantadas con esta oportunidad de venganza.

“B-Basta, ustedes dos”, objetó Orphia con la cara roja.

“¿Pasa algo aquí?” Rio regresó e interrogó a las chicas.

“No nada. Orphia solo quiere que la cargues”.

“Por favor, cuida de Orphia”.

Sara y Alma mostraron una impresionante demostración de coordinación para preparar a Orphia.

“Urgh… E-Entonces… Si quieres, Haruto…” Orphia se sonrojó tímidamente, inclinando la cabeza hacia Rio.

“Entiendo. Entonces, si me disculpas”.

Rio tomó a Orphia con facilidad, acomodándola cómodamente en sus brazos. Cuando pensara en ello, esta sería su primera experiencia siendo llevada por él. Sabía que Rio tenía activadas mejoras de fuerza para hacer que cargarla fuera simple, pero en realidad que él la levantara tan fácilmente era un poco embarazoso.

“…” Orphia agachó la cara para ocultar lo rojo que estaba.

“Vámonos, entonces”, le dijo Rio a Christina. Dejaron a los caballeros y hechiceros desarmados y amarrados a poca distancia y se dirigieron hacia la colina hacia la frontera de Galarc.