Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 12

Capítulo 4: Poción Veria

Parte 3

El alquimista de la Mansión Ivy exclamó sorprendido.

“““¡Es increíble, Lord Kuro!”””

Los médicos y Lelillil me elogiaron al unísono.

“Las etapas de formulación son similares al ungüento de veria.”

Los médicos estuvieron de acuerdo en que esta receta sería factible.

Por cierto, el ungüento de vería se usa para desinfectar heridas y detener el sangrado, popularmente usado por todos, desde los más pobres hasta los exploradores más experimentados.

Nunca había oído hablar de él hasta ahora, ya que no se mencionaba en la clase de exploradores novatos.

“La etapa de transmutación es demasiado difícil para mí en mi nivel de habilidad actual.” Después de algunos intentos, la alquimista me llamó.

Efectivamente, la mayoría de sus intentos fueron fracasos y los que tuvieron éxito fueron de la más baja calidad posible.

“Lord Kuro…”

Pensé que se iba a rendir, pero en cambio apretó los puños.

“¡Por favor, dame un poco más de tiempo! Lo dominaré en un mes… no, ¡medio mes!”

“Perfecto. Tenemos mucha veria, así que practica todo lo que necesites.”

Le di a la alquimista una bolsa mágica que contenía muchos núcleos de grado 3 o superior para que los usara para la transmutación. También le di algunas pociones mágicas de recuperación diluidas.

“En cuanto al resto de ustedes, por favor hagan lo suficiente de ungüento de veria para Sumina y las otras exploradoras.”

“““¡Sí, Lord Kuro!”””

Los médicos parecían tener tiempo libre. Era mejor ponerlas a trabajar.

Dado que sus nombres podrían haberse difundido como las creadoras de pociones demoníacas, hice que Tifaleeza les diera nuevos nombres solo para estar seguro.

Como eventualmente volverían a sus nombres reales, les di nombres en orden alfabético: Ann, Beth, Chris, Debbie y Emily.

“Cierto. ¿Conoces una poción llamada Incienso de Monstruo?” Mi pregunta casual hizo que las chicas se pusieran rígidas.

“Yo… la conozco.”

“No tienes que hablar de eso si no quieres.”

“No, no. ¡Lo hare! ¡Este pecado es nuestro y tenemos que expiarlo!”

Según la chica alquimista, los saqueadores habían usado este artículo para causar estragos en cadena.

La receta se había difundido en el inframundo de la Ciudad Laberinto, difundida por cohortes de Túnica Amarilla… el mismo demonio de piel amarilla que había enseñado a los saqueadores cómo cultivar ingredientes para pociones demoníacas.

Esos saqueadores y demonios nunca estaban tramando nada bueno.

“Te obligaron a hacerlo. No diré que lo olvides, pero no dejes que te siga pesando. Toda la culpa es de los saqueadores, no de ustedes.”

Consolé a las chicas, que estaban conteniendo dolorosamente las lágrimas, dejando la Mansión Ivy solo después de que se habían calmado.

Mi poción de vería revisada probablemente tendría un gran impacto en la Ciudad Laberinto, así que estaba planeando esperar el momento adecuado para lanzarla.

Hice que Tifaleeza usara “Orden de Nombres” para darme el nombre falso Tsarayuya, una imitación de Trazayuya el Sabio, para cuando publiqué la receta.

“¡Para el trabajo voluntario de hoy, estamos limpiando los acueductos!”

“““¡Sí, señora!”””

Todos los niños agitaron sus implementos de limpieza y vitorearon con entusiasmo en respuesta al grito de guerra de Arisa.

Dado que obtuvimos permiso para limpiar los acueductos, decidimos comenzar de inmediato.

Sería peligroso que solo los niños y los ancianos que vinieron al comedor de beneficencia hicieran la limpieza por su cuenta, así que contraté a las chicas de los vecindarios del centro como respaldo.

Se lo acababa de mencionar a Neru esta mañana, pero hubo una participación mayor de la que esperaba.

A pesar de la baja paga de una moneda de cobre por persona, todos parecían ansiosos por ayudar.

“Esta es una herramienta extraña, joven maestro.”

La pelirroja Neru miraba con curiosidad una de las herramientas para recolectar basura que había construido apresuradamente.

“¿Estarán bien los puestos sin usted, señorita Neru?”

“Solo ‘Neru’ está bien, señor. Las otras chicas también están ahí. ¡No habrá problemas! ¡Pensé que vendría a ayudar aquí, ya que puedo usar Magia Cotidiana y todo!”

Mi título había pasado de “joven maestro” a “señor”, pero decidí no comentar.

“Qué conveniente, ¿eh?”

“Yo también quiero recoger cosas.”

“¡Espera tu turno!”

Tanto los ancianos como los niños parecían estar impresionados con los recolectores de basura. Parecía que se estaban divirtiendo cuando se dispusieron a limpiar la basura de los acueductos.

Tendría que hacer más recolectores de basura para el día siguiente, ya que fueron más útiles de lo que esperaba.

“¡Señor, quiero decir, joven maestro! Esta herramienta es de una tierra extranjera, ¿no?”

“¿Lo es?”

“Sí, yo no… Erm, nunca he visto una.”

Las chicas de las casas de vecindad se acercaron a mí, luchando por mantener un lenguaje cortés mientras hablaban.

“Si tiras de esta cuerda, ¡las cositas del extremo se cierran! ¡Eso es tan genial!”

“Erm, discúlpeme, joven maestro. ¿Estaría bien si hiciéramos algo similar a estos recolectores de basura y los vendiéramos?”

Mientras Neru seguía mirando al recolector de basura con admiración, otra chica, con una expresión seria, se me acercó con una propuesta.

“Claro, está bien. Si pueden encontrar algunas ramas huecas como esta, deberían ser bastante fáciles de hacer.”

Sin embargo, debido a que el mango de este recolector de basura se hizo delgado pero resistente con Pelas de Árbol Espiritual, tendrían que usar diferentes componentes.

“¡Eso debería estar bien! Conozco a un comerciante de madera que vende bambú fino.” Si las chicas tuvieran un producto nuevo para vender, sin duda sería algo bueno.

Incluso podrían subir de nivel en el proceso de desarrollo del producto y adquirir algunas habilidades relacionadas con la creación.

Con solo unos pocos incidentes menores, la limpieza del acueducto avanzaba sin problemas.

“Esto es bastante basura.”

“¿Qué haremos con esto? ¿Quemarlo?”

“Hay un vertedero fuera de la ciudad, así que nos han dicho que lo tiremos allí.”

Un funcionario del gobierno me lo había dicho cuando fui a pedir permiso el día anterior. Usamos una táctica de ondas humanas para sacar la basura de la ciudad.

“Qué pozo tan profundo.”

A unos cien metros de la puerta sur, el agujero tenía casi diez metros de diámetro y diez de profundidad.

“El virrey contrata usuarios de Magia de Tierra para rehacer este agujero una vez al año.”

“Wow eso es interesante.”

Este conocimiento provino de uno de los ancianos que había ayudado a transportar la basura.

“¿Nadie intenta hurgar en la basura?”

“No señor. Hay limos en el fondo.”

Efectivamente, pude ver algunos limos grises retorciéndose en el fondo del pozo.

Había que usar limos para deshacerse de los desperdicios de comida, sobras, etc., explicó el anciano, o el pozo se desbordaría de inmediato.

Tenía la impresión de que todo el  mundo tiraba sus desechos en los  acueductos, pero aparentemente ese no era el caso.

Una vez que terminamos de tirar la basura, distribuimos las recompensas a cierta distancia del vertedero.

“¡Woah! ¡Estas gotas de aceite de pescado son deliciosas!”

Distribuí las golosinas a las chicas del vecindario, así como a los voluntarios.

“Sí, pero le falta algo. Tengo tanta hambre que podría comerme un caballo.”

“También tenemos galletas.”

Una niña hambrienta expresó sus quejas con una frase pasada de moda, así que les ofrecí a las damas algunas galletas y carne seca.

“Neru, la limpieza del acueducto va a ser un proyecto de varias semanas. ¿Puedo contratarlos a todos para que sigan ayudándonos?”

“Claro, pero… ¿está seguro, señor?”