Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 12

Capítulo 4: Poción Veria

Parte 1

Aquí Satou. Con la llegada de mejores tecnologías, se convirtió en estándar lanzar juegos en múltiples plataformas. Pero antes de eso, era muy difícil reducir el tamaño de los juegos de computadoras a las consolas portátiles.

“¡Lord Kuro!”

“Lamento aparecer en medio de la noche, Lelillil.”

Después de regresar a nuestra casa, me puse mi disfraz de Kuro y usé el hechizo de Magia Espacial Regresar para ir a Mansión Ivy.

Quería investigar si era posible adaptar la receta de la poción vería que había aprendido en la casa del Baronet Dyukeli para poder hacerla con las mesas de transmutación de los humanos.

La joven hada de la casa, Lelillil, vino a saludarme, así que le dije que usaría el laboratorio en el sótano.

“¡Lo prepararé de inmediato!”

Lelillil se alejó rápidamente. Parecía estar de un humor enérgico. Cuando Lelillil se fue, apareció otra chica en su lugar.

“¡Lord Kuro! ¡Estás de vuelta!”

La señorita Eluterina, la noble rubia, lucía una expresión de evidente deleite en sus hermosos rasgos.

Se había quedado en la Mansión Ivy desde que la rescaté de los saqueadores.

Como pertenecía a una familia noble, cualquier rumor de que los saqueadores habían puesto en peligro su pureza la deshonraría a ella y a su familia; estaba esperando que las cosas pasaran antes de liberarla a ella y a sus compañeras nobles de la mansión.

Cierto. 

“Tengo una pregunta para ti.”

No quería que se quedara quieta y me hablara, así que nos sentamos en el área de recepción del estudio. Como era nieta del Marqués Kelten, le pregunté sobre los rumores que había escuchado en la casa del barón el día anterior.

“¡Lord Kuro! ¡Mi abuelo nunca cometería tal traición!”

“¿Estás segura de eso?”

“El abuelo adora a la familia real, ya que descienden directamente del gran Rey Ancestral Yamato.”

Así que no solo es leal… ¿los adora? 

No suena como el tipo de persona con la que me gustaría entablar una amistad. 

“¿Es posible que se viera obligado a obedecer a algunos villanos porque te habían tomado como rehén?”

“… De ningún modo.” La voz de Eluterina era débil.

“El abuelo se pondría del lado de la familia real incluso por encima de sus propios hijos o nietos.”

“Eso es bastante extremo.”

“Así es la forma de vida de la familia Kelten.”

La mujer noble rubia era de una rama de esta familia, pero todavía parecía enorgullecerse de su naturaleza.

“Como resultado, nuestra familia se ha ganado una gran cantidad de confianza por parte de la familia real y hemos comandado el ejército del rey durante generaciones.”

Eluterina era una buena jueza de carácter. Debe haber algo más que un sesgo personal en juego para que ella lo declare con tanta confianza.

“Si estás preocupada por ellos, ¿te gustaría volver a la capital real?”

“N-No, gracias. Alguien como yo no sería de mucha utilidad.”

Ella negó con la cabeza, pero parecía preocupada.

“¿Por qué no vas…?”

Iba a sugerirle que revisara a su familia, pero un golpe en la puerta me interrumpió.

“¿Lord Kuro? Es Tifaleeza.”

“Adelante.”

Tifaleeza entró en la habitación, su cabello plateado balanceándose apenas por encima de sus hombros, enmarcando su hermoso rostro y ojos penetrantes.

La luz de la habitación parecía fluir a través de sus suaves rizos.

Aunque no estaba al nivel de Lulu, su belleza seguía siendo increíblemente cautivadora.

“Aquí están los libros de contabilidad de los puestos de comida y otros trabajos secundarios.”

Me entregó un registro con los números del trabajo de las chicas rescatadas que actualmente vivían en casas de vecindad en el centro de la ciudad.

Había polvo en su cabello. Debía de haber atravesado el pasaje subterráneo secreto que conectaba las viviendas del centro con un lugar cerca de la Mansión Ivy.

El pasaje se hizo con Trampa y se reforzó con Pozo y Arcilla Dura, por lo que no me sorprendió que la gente se ensuciara un poco al pasar por él.

Si mi nuevo hechizo de Objeto de Piedra resultara útil, tal vez podría reforzarlo con piedra. Mientras pensaba en todo esto, cepillé la suciedad del cabello de Tifaleeza.

“¿L-Lord Kuro?”

Ella se puso roja y se retorció. Tal vez no le gustó que le tocaran el cabello tan de repente.

“Mis disculpas.”

Con eso, rápidamente hojeé los libros.

“Hmm. Estamos en números rojos.”

Los puestos de comida fueron bastante rentables, pero gracias a muchos gastos del hogar, el total era negativo.

Incluso las ganancias de la Señorita Hermana Mayor y su grupo de exploradoras fueron más bajas que las del grupo de caza de ranas.

“Sí. Así que la hermana mayor y las demás propusieron una expedición al área de las mantis.”

“Pon fin a eso. Podrían resultar heridas o algo peor.”

Podrían tener una armadura decente, pero sus niveles no eran muy altos, por lo que, sin duda, tendrían un momento difícil contra las mantis soldado o mantis de guerra.

“Pero no hay muchos trabajos de jornaleros que contraten a mujeres, y el salario de los trabajos del otro lado son bastante bajos…”

Puede que tengamos que idear algún tipo de producto comercial para que las chicas lo vendan.

“Lord Kuro, ¿quizás podríamos vender las herramientas mágicas fabricadas en la Ciudad Laberinto a personas en la capital real, además de vender accesorios de esta última a exploradores en la primera?”

Esta era la sugerencia de Eluterina.

“Comercio, ¿eh? ¿Alguna de ustedes tiene experiencia en esa área?”

“Sí, Neru y tres de las otras chicas que manejan los puestos.”

Ella explicó que dos de las chicas tenían padres que eran comerciantes, y una de ellas había sido vendedora.