Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 12

Capítulo 5: Fifth Score

Parte 4: Sota Kunugi

“Es un prodigio”

La gente me llamaba así antes de que supiera cómo hablar.

Mis padres son muy cariñosos, pero también son personas muy honradas. Puede que hayan sido bendecidos con un genio para un hijo, pero nunca dejan que eso se le suba a la cabeza.

Querían que creciera con una infancia lo más normal posible. Creo que es una gran actitud mental para tener.

Sin embargo, fue un gran error.

Trabajos escolares, lecciones, juegos…Siempre que algo tenía una respuesta correcta, siempre era el primero en encontrarla (Eso incluye a los adultos, no sólo a los niños de mi edad).

¿Qué crees que pasa cuando alguien así sale a la sociedad normal?

“¡Waaahhh….¡No quiero jugar más contigo!” “Tu hijo hace trampas, ¿no?”

No importa la situación, siempre salí ganando.

No es divertido para la otra persona cuando siempre gano por un margen abrumador. Eso era especialmente cierto para los niños.

Así que se me ocurrió una respuesta.

“Perderé de vez en cuando”

Pensé que era brillante, pero intentarlo sólo empeoró la situación. La gente se enojó y se lastimó cuando se enteraron de que yo quería perder.

Encontré la mejor solución en todo lo que intenté.

El problema es que los corazones humanos no tienen una respuesta correcta.

Por eso les pedí a mis padres algo muy especial para mi cumpleaños hace años, el primero que puedo recordar, de hecho.

“Quiero el dado más exacto de un par de dados en el mundo”

Mis padres buscaron en todos los sitios que se les ocurrieron para encontrar uno que me satisficiera.

Era de titanio con una precisión del 99,999999999 por ciento. Los bordes fueron redondeados para reducir la resistencia al viento y la fricción, casi hasta el punto de que era difícil verlos a simple vista.

En verdad, era un dado hecho para los dioses.

Lo llevaba a todas partes conmigo, siempre rodándola en la palma de mi mano y entre mis dedos.

Entonces, cada vez que no podía pensar en una respuesta, ese dado siempre me daba una.

Hice tantas cosas por consideración a los que me rodeaban, que fueron ellos los que idearon una forma de llegar a un acuerdo conmigo a pesar de todo lo que intenté.

“Es un prodigio”

Mis oponentes  dejaron de llorar una vez que entendieron eso.

“Bien. Tengo que ser un prodigio”

Era necesario derrotar a todos por un margen abrumador. Primero tenía que mostrarles que era un prodigio, y luego se lo diría. Mucha gente me odiaba por ello, pero está bien. Prefiero que me odien a que se molesten.

Desafortunadamente eso llevó a un problema diferente.

La gente empezó a hacer un esfuerzo para evitar jugar contra mí.

Eso no fue todo.

Entraría en torneos sólo para encontrar a alguien con quien jugar, pero cualquiera que fuera emparejado conmigo se rendiría antes de que empezáramos.

Las partidas no estaban ni siquiera cerca.

El rendimiento siempre disminuye cuando el espíritu de pelea de alguien está a punto de romperse.

Mi atención se alejó de la gente casi por necesidad.

Al menos las máquinas sin emociones podrían funcionar a pleno rendimiento cuando juegan contra mí.

En esa época, un deporte en el que los humanos jugaban contra máquinas empezó a hacer olas en todo el mundo.

“¿Madre? ¿Qué están haciendo?”

“Este es un juego de mesa llamado Shogi. Un Sensei profesional está jugando contra un ordenador”

El hecho de que el humano perdido estaba en todas las noticias.

Ese brazo robótico plateado brillante sobre el tablero de un jugador Shogi en un kimono elegante se convirtió en todo lo que podía pensar y aprendí las reglas de inmediato.

…Primero con una simple aplicación.

Entonces conseguí un ordenador de alto rendimiento e instalé el software de Shogi más potente del mercado en ese momento.

Una vez que sentí que lo tenía controlado, intenté jugar con otras personas por Internet. Excepto que una vez que empecé a venir desde atrás en el último juego para ganar contra jugadores de alto nivel, empecé a recibir mensajes en el chat.

“¿Estas usando un programa? Vete al infierno”

Un usuario de software. En otras palabras, alguien que se conectaría a Internet y dejaría que un programa de software jugara en su nombre. Me acusaron de hacer eso tantas veces que mi cuenta fue prohibida.

Así que parecía que los corazones de la gente podían romperse incluso sin ver mi cara.

La única opción que me quedaba era encontrar oponentes fuertes contra los que jugar en persona.

Mi ciudad natal de Nara no tiene muchas aulas de Shogi, así que mis padres me llevaron a la Asociación de Shogi de Kansai un día mientras iban de compras a Osaka.

Entré y vi a alguien sentado en una cabina en la esquina. Había un cartel que decía que cualquiera podía hacer una partida de instrucción con un miembro actual de la Sub Liga.

Llevaba un uniforme escolar negro con un cuello de pinza.

…Eso, y gafas que no le quedaban bien en absoluto. Era como si estuviera tratando de parecer adulto, pero no podía lograr la apariencia.

Su nombre estaba escrito en una etiqueta naranja, pero no estaba seguro de cómo leerlo.

Lo desafié y……Por primera vez en mi vida, fui completamente derrotado.

“No juegas mucho contra personas, ¿verdad?”

Dijo después de nuestra partida. Fue como si viera a través de mí.

“¡¿?! ¿Cómo lo sabes?”

“Bueno. Tu estilo encaja con algunas cosas que hace el software”

Enamorado, le conté de un tirón cómo aprendí a jugar Shogi j en la computadora y cómo todos me acusaron de usar programas de software en Internet.

“¿En serio? Entonces, la generación de novatos de software ya está aquí. Aun así, puedo decir que tienes mucho talento. ¿Por qué no te unes a la Liga Práctica?”

“Te llaman Prodigio” “No bromees”

“Pero…… ¡Creo que tienes mucho más talento que yo!”

“¿En serio? Yo solía ser un pusilánime, en realidad. Siempre había alguien más joven que yo con mucho más talento, y me endurecieron. Bueno, algo así”

“¡¿Hay gente incluso más talentosa que tú?!”

“Muchos más. Los profesionales son mucho más fuertes que yo”

“¡Uhm!”

“¿Sí?”

“¿Cómo se lee tu nombre?” “Yaichi. Soy Yaichi Kuzuryu”

Lo que hice cuando volví a Nara fue encontrar el aula más cercana a mi casa. Pertenecía a un profesional retirado, y le pedí que me tomara como discípulo.

Estuvo a punto de perder la cabeza la vez que jugamos la primera vez.

“Q-Que niño tan fuerte…¡Eres un prodigio!” “Sí. Lo escucho mucho”

Sin embargo, era demasiado débil para ser un profesional a mis ojos. Sólo me enteré después de convertirme en su discípulo que sólo alcanzó el 5- dan durante su carrera y se vio obligado a retirarse a los treinta años. Él podría haber sido el profesional más débil de la historia.

Debido a la falta de negocio y a una enfermedad crónica, el Maestro había estado considerando seriamente cerrar su aula para abrir una tienda de pepinillos, pero de repente se puso saludable después de que me convertí en su discípulo.

“¡Voy a vivir hasta que te vea convertirte en Meijin!

¿Queee? Ese día no está tan lejos.”

Aprobé el examen de ingreso a la Sub Liga sin una sola derrota.

Los métodos de mi Maestro no podrían haber sido más obvios.

“No te enseñaré nada. Ve a la asociación y aprende del mejor. Usa el software o cualquier cosa que consideres conveniente. Si es lo suficientemente bueno para ti, es lo suficientemente bueno para mí”

Nunca había usado un ordenador en su vida, pero de repente se actualizó a un smartphone para poder usar las aplicaciones de Shogi y ver las partidas en tiempo real.

“Tengo que aprender estas cosas antes de que te hagas profesional, Sota. De lo contrario, será aburrido si no puedo entender lo que está pasando”

Honestamente, no creí que pudiera comprender por qué el software hace lo que hace considerando su nivel de talento y su edad. Por otra parte, parecía feliz y enérgico, así que no había ningún daño en dejarle intentarlo.

“He estado jugando al Shogi toda mi vida, pero creo que nunca he disfrutado tanto de la investigación como ahora. Gracias, Sota”

Fue una sensación extraña.

Saber que mi talento hizo feliz a alguien. Esa fue la primera vez.

Localicé a Yaichi-san y jugué contra él el mismo día que me uní a la Sub Liga.

Pero ascendió casi de inmediato, reclamó su propio título e incluso tomó su propia discípula. De repente Yaichi-san estaba demasiado ocupado para pasar el tiempo jugando contra mí. Siendo así, no quería nada más que convertirme en profesional y enfrentarme a él en una partida de liga lo antes posible.

Jugué contra la persona más joven y talentosa que Yaichi había mencionado, Ginko Sora, pero honestamente no pensé que fuera tan buena.

“Heh. ¡No eres tan fuerte después de todo!”

Recuerdo que ella me miró fijamente después de que yo lo dijera. Tal vez Ginko-san, la persona más cercana a Yaichi-san, estaba celosa de mí.

Luego estaba él.

“¡Hola, Sota! Juguemos una partida”

El miembro más antiguo de la Sub Liga, y una especie de persona extraña.

Fue el primero que  se me acercó en la Sala de Jugadores, y siempre parecía seguirme por alguna razón.

“… ¿Tú otra vez? No me gusta jugar contra gente que no tiene talento”

“No seas así. ¿Por qué no compartes algo tuyo conmigo?”

“La vida no sería tan difícil si eso fuera posible”

“¿Oh? El chico de escuela primaria me da un sermón ─ Un chico que sigue en la Sub Liga sólo por un registro ganador ─ ¿Acerca de lo difícil que es la vida?”

“Haaaaaa… ¿Está bien un Shogi de 10 segundos?”

Mientras lo dominaba en la sumisión, noté algo extraño.

Esta persona perdió tantas veces, pero su rendimiento nunca bajó.

Tanta gente, miembros  de la  Sub Liga  y profesionales incluidos, perdieron el corazón después de perder con un estudiante de primaria como yo.

Algunos de ellos incluso renunciaron.

Sin embargo, esta persona seguía regresando por otra partida.

Más aún, lo hizo con una sonrisa.

“… Eres una persona extraña”

“¿En serio? Bueno, supongo que le parecería raro a un prodigio como tú. Un tipo sin talento como yo, que se niega a renunciar al Shogi y todo eso”

“No. No así…”

Conocer a Yaichi-san me enseñó cómo se siente la admiración. Me dio algo a lo que aspirar.

Pero esta persona era diferente.

“Bueno, ¿Entonces qué?”

“… Por favor, olvida lo que dije. Mira, te tengo en hisshi”

“¡¿Que?! Realmente eres un prodigio……”

“Sí, lo soy”

Exactamente. Soy un prodigio.

Esa es la razón por la que hay tantas cosas que nunca tendré.

Durante toda mi vida, esta persona se convirtió en mi primer──