Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 12

Capítulo 5: Fifth Score

Parte 3: Promesa

División 3-dan. Partida 17.

En lo que respecta a Hiuma Kagamizu, esta partida podría muy bien determinar el resto de su vida. Si ganaba ahora, se convertiría en un profesional en el acto.

“Buenos días, Kagamizu-san”

“Buenos días, Sota”

Esta partida tuvo inmensas implicaciones para Sota también.

Como el jugador de menor rango con alguna posibilidad de ascender esta temporada, no podía permitirse terminar con el mismo número de estrellas de victoria que los que estaban por encima de él. Necesitaba derrotar a Hiuma y arrastrarlo a él también.

En una gran partida con el resto de sus vidas literalmente en la balanza, leves rastros de alivio pasaron por las caras de los dos jugadores mientras se sentaban uno frente al otro para empezar.

“Hoy llevas una corbata”

“Sí. Puede que hable con la prensa más  tarde. ¿Parece extraño?”

“No, en absoluto. Es la más bonita que te he visto usar”

Los dos hicieron conversación  mientras  alineaban las piezas.

Lejos de las paredes familiares que conocían, dos jugadores de la Sub Liga de Kansai se instalaron en Kanto.

Era un escenario que nunca tendría lugar en circunstancias normales.

Sin embargo, ya sea un giro del destino o un titiritero entre bastidores, una batalla entre el 3-dan con más antigüedad y el 3-dan más joven de la historia estaba a punto de desarrollarse en el último día de la división 3-dan en Sendagaya, más o menos el patio trasero de los medios de comunicación.

── Debo considerarme afortunado.

A Hiuma no podría importarle menos nada más allá de la partida que tuvo lugar antes de él. Si había algo que valiera la pena saber, podría mirar lo que pasó después de que ascendiera a 4-dan.

“¿Comenzamos? Es mi turno”

“Sí. Estoy listo cuando tú lo estés”

Los dos comenzaron su partida como lo hicieron innumerables veces en la Sala de Jugadores de la Asociación de Kansai.

Hiuma hizo el primer movimiento para abrir el Camino de Kakus.

Sota entonces avanzó el Fu frente a su Hisha.

Era un camino que estos dos habían tomado muchas veces antes. Muchos de sus partidas se habían abierto de esta manera que ninguno de los dos podía ponerle un número.

“……….”

Cerrando los ojos para recoger sus pensamientos, Hiuma puso una mano en su corbata ── E hizo un movimiento decisivo. Su formación se hizo tan clara como el día.

Sota lo miró fijamente desde el otro lado del tablero y susurró…

“Yagura……”

Eso era lo último que había anticipado.

Sota había derrotado al yagura de Hiuma tantas veces durante sus sesiones de práctica que conocía las secuencias como la palma de su mano.

“…Sin mencionar que el software había completado cualquier ventaja que alguna vez tuvo el Yagura en la ofensiva…Lo que significaba que los jugadores que habían sido competentes en ella habían cambiado a estrategias de Intercambios de Kakus o Aigakari en su lugar.

Sea como fuere, Hiuma había decidido apostar el resto de su vida por la estrategia más arraigada en su ser, sin importar cómo…Era anticuado.

“………..El Shogi es muy extraño, ¿Verdad?”

“¿Eh?”

“Para que una estrategia tan común como el yagura desapareciera así, recuerdo que cuando estaba entrenando, me dijeron que nunca sacara el Fu delante de mí Hisha porque el que juega cerca del chaleco tiene la ventaja”

Dijo Hiuma mientras avanzaba el Fu delante de su propio Hisha.

“Pero antes de eso, llevar este Fu hasta la quinta fila solía ser la forma en que se decidían las partidas. Ahora estamos aquí, donde todos juegan Yagura de esa manera”

“…… No sé nada de eso”

Respondió Sota, jugando a una velocidad vertiginosa con todo su tiempo de espera intacto. Era casi como si sintiera que usarlo sería un desperdicio durante la etapa abierta estándar de la partida.

Mientras tanto, Hiuma usaba su tiempo para poner su corazón y su alma en cada movimiento a pesar de abrirse con una yagura ofensiva.

Hay un dicho: Remar por la maleza.

Esto se debe a que forjar un camino a través de la maleza y los matorrales en las laderas de las montañas indómitas se asemeja mucho a remar en un barco.

No había mejores palabras para describir a Hiuma en ese momento.

De un lado a otro, de un lado a otro, su cuerpo se balanceaba.

Gotas de sudor rodaban por sus mejillas. Limpiándolas con el dorso de sus manos, Hiuma puso todo su peso detrás de cada pieza mientras se movía a través de la frontera inexplorada del tablero.

“¡Khg …..! ¡Haah! ¡Haaaah! ¡Haaaah!……¡¡Ngh!!”

Le faltaba el tiempo o la energía para estabilizar su respiración irregular mientras su mente leía tan profundamente en el tablero que su frente casi choca con ella antes de volver a balancearse.

La diferencia en el tiempo de espera se hizo trascendental a mitad del juego.

“Te lo dije, ¿no?……”

Sota, que tenía tiempo de espera, parecía a la vez irritado y preocupado al ver cómo el tiempo que le quedaba a Hiuma se evaporaba ante sus ojos.

En su opinión, Hiuma estaba sucumbiendo a la presión de la partida en cuestión.

Cada uno de los movimientos del hombre era una elección obvia. Cualquiera con una cantidad decente de conocimiento del Shogi diría: Esta formación requiere este movimiento.

“*Coff* ¡Haah! ¡Haaaah!……”

── ¿Por qué te duele tanto hacer movimientos tan básicos?

Sota ya estaba llegando a hacer su siguiente movimiento en el instante en que Hiuma pensó, casi como si el joven muchacho supiera lo que se avecinaba.

Sin embargo, Hiuma pasando tanto tiempo en cada movimiento era sospechoso, así que Sota se sentó en el cojín para pensar a fondo en las formaciones.

Eso fue cuando… “Perdóname”

Hiuma dejó su asiento.

Sota se preguntaba si Hiuma iba a tomar un descanso para ir al baño, pero se quedó atónito al ver lo que su oponente estaba haciendo en realidad en la esquina trasera de la arena.

Sentadillas. “¡Hff! ¡Hff! ¡Hff!”

Una, dos, tres veces Hiuma dobló sus rodillas con vigor, tomando respiraciones profundas rítmicas como si bombeara oxígeno a cada extremidad de su cuerpo.

Sus ojos, sin embargo, todavía estaban fijos en el tablero.

Este no fue el comportamiento de un hombre bajo una inmensa presión. Hiuma fue simplemente absorbido en la partida. No le importaban las extrañas miradas que recibía de los espectadores. Por supuesto, no iba a dejar que la opinión del joven o una calificación de software influyera en su estrategia.

Sota miró a Hiuma por unos momentos antes de bajar la mirada para estudiar el tablero una vez más.

Sólo para hacer un descubrimiento impactante. “¿¡…… !? ¡¿Estoy atrasado?!”

Incluyendo el tiempo de espera, no había hecho un solo mal movimiento hasta este punto.

Pero mirando el tablero otra vez no había vías para atacar.

“Que ……¡¿Pero por qué?! ¡Seguí exactamente el último estándar! ¡Sé que lo hice! ¿Tenía razón Ginko-san cuando dijo: ¿No tienes una idea del panorama general?

Lejos del tablero, Hiuma no pudo oír ni una palabra de lo que dijo el chico.

Sota estaba empezando a entrar en pánico.

Ginko Sora, Shoji Karako y ahora Hiuma Kagamizu

¿Era posible que tuviera algún tipo de defecto fatal a la hora de enfrentarse a jugadores con estilos de juego más antiguos…..?

“No saber lo que es tener miedo ── ha distorsionado tu capacidad de ver el panorama general”

Las palabras de Ginko resuenan en su mente como una sirena de advertencia.

Las pocas manchas negras de la derrota en su corazón comenzaron a enconarse, filtrándose más y más profundamente en su alma.

“¡No! ¡Eso no puede estar bien! ¡Soy el defensor, así que todo lo que tengo que hacer para ganar es detener su ataque!”

Sacudiendo la cabeza lo suficientemente fuerte para disipar esos pensamientos, Sota eligió mover una pieza a la posición de contener el avance de Hiuma. Ahora, ninguno de los dos poseía una ruta de ataque ventajosa.

Hiuma no perdió tiempo en volver a su asiento.

“¿Un calentamiento durante la partida de tu vida? Seguro que tienes confianza”

“Tal vez”

Hiuma empezó a leer de nuevo, pero eso no impidió que Sota hablara.

“Hoy estas actuando muy  extraño,  Kagamizu-san. Es como si no estuvieras tratando de ganar en absoluto. ¿Por qué eligió usar un yagura en primer lugar?”

“…….”

Hiuma siguió balanceándose silenciosamente durante unos momentos antes de…

── Diciendo sin rodeos: “Hice una promesa”

“¿Promesa? ¿A quién? ¿Sobre qué?”

A las preguntas que le llegaban de todas partes, Hiuma respondía como si tartamudease en una confesión.

“Nunca podría prometerle a nadie que ascendería. Ya he roto esa promesa tantas veces……”

Traicionó las expectativas de su Maestro. Hirió a la mujer que lo amaba.

Hizo que sus padres se preocuparan sin cesar.

Hiuma  cometió  tantos  errores  que  nunca  pudo retractarse durante toda su vida.

Así que no podía prometer ganar, y mucho menos convertirse en un profesional.

“Pero……….Incluso puedo prometerme a mí mismo jugar a mi manera”

Hiuma  respondió  en voz baja  antes  de enviar  su Hisha directamente a territorio enemigo.

“¡¿…… ?!”

El niño prodigio con los ojos claros de una joven doncella miro el tablero.

“Ahora,  después  de  tanto  tiempo…  ¿envías  tu Hisha? ¡¿Has perdido la cabeza?!”

Sota miró fijamente a Hiuma, fuera de sí, pero sus ojos nunca se encontraron. Los de Hiuma se centraban en el Ou de Sota y nada más.

¡Fue un ataque descarado que fue en contra de la teoría de la Sub Liga de dejar pasar la primera oportunidad!

El hombre que había dejado escapar oportunidades continuamente a través de sus dedos había tomado la decisión de romper completamente con su antiguo yo.

“¡Esto es lo que soy! ¡El yo que será un profesional!!”

Rugió Hiuma, sujetado firmemente alrededor de su corbata.

Desde allí, Hiuma lanzó un asalto total. Sus piezas entraron en el territorio de Sota como agua a través de una presa que había cedido a la presión.

Se fue su lento y pensativo paso. El hombre de espaldas a la pared se dedicó por completo a este ataque y estaba ganando terreno.

Cada segundo de tiempo de espera se había invertido en la puesta en marcha de esta ofensiva.

La formación del defensor, que parecía tan sólida como una pared de hierro, fue aplastada en un instante. Hiuma entrenó la mayor parte de su ataque en la grieta leve sin perder el ritmo.

── ¡Me están invadiendo!!

Tanto en el tablero como en términos de pura intensidad, Sota se vio abrumado por Hiuma.

La emoción que sintió por primera vez en su partida contra Ginko amenazó una vez más con quitarle la compostura.

Era el miedo.

Ese miedo instintivo llevó a Sota a atacar y a enfrentarse a su oponente de frente, pero ya era demasiado tarde. Estaba completamente consciente, pero aun así no tenía otra opción.

Tenía que escapar del miedo.

── Esta cadena de eventos…¡¡Es como lo que pasó contra Ginko-san!!

Después de seguir al pie de la letra las normas establecidas por un ordenador, Sota jugaba ahora con miedo.

──  Esa  secuencia  en  la  que  estaba  pensando

¿Dónde estaba?

Hiuma se repitió casi como si pudiera leer la mente de Sota.

“Jugaré a mi manera. Por eso estoy aquí”

Luego, arrebatando violentamente un Hisha del soporte de piezas y preguntó:

“¿Y tú, Sota?”

Alcanzando el tablero como si estuviera a punto de apuñalar a su oponente a través del pecho, Hiuma desplegó su Hisha en territorio enemigo.

“Y-Yo…….Uhm……….”

Ahora era su turno, pero todo lo que Sota podía hacer era mirarse las rodillas con la mano sin pensar.

Siguió golpeando la pieza en su mano contra el soporte mientras se sacudía.