Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 11

Epílogo: Nominación

Parte 1

Aquí Satou. Es divertido y relajante programar por mí mismo como un pasatiempo, pero también es divertido trabajar con un grupo de otros creadores, intercambiando ideas para hacer un producto terminado juntos.

“¿Quieres nominarme para los Ocho Espadachines de Shiga?”

“Claro que sí. No sería inmediato, pero puedo presentarles a su líder, Sir Juleburg.” Habían pasado unos días desde el ataque del demonio Ludaman.

El general Erthal me había convocado a su oficina en el cuartel del laberinto del ejército una mañana para discutir esta propuesta.

“Tu nivel aún no es lo suficientemente alto, pero luchaste contra un demonio intermedio. Incluso ese testarudo Sir Juleburg no se lo tomará a la ligera. Si no puede unirse a los Ocho Espadachines de inmediato, seguramente al menos será admitido en la Orden de los Caballeros Sagrados.”

Entendí que sus intenciones eran 100 por ciento buenas, pero para ser honesto, esto era un inconveniente.

“No sé si se podría decir que ‘luché’ contra un demonio intermedio. Realmente no conecté ningún golpe, básicamente me escapé de él.”

“Eso es solo porque tu nivel aún es bajo. Nada que un pequeño entrenamiento no pueda arreglar.”

El general Erthal era tan obstinado como siempre.

“Además, has sobrevivido a encuentros con no menos de tres demonios intermedios, ¿no es así?”

“Me escapo rápido, eso es todo.”

Incluso había ganado un título extraño llamado Rey Fugitivo, probablemente debido a todo lo que hui del Ludaman revivido.

“Sir Pendragon, ser hábil en la evasión es algo de lo que estar orgulloso. Solo sobreviviendo a las batallas puedes acumular experiencia y luchar de nuevo.”

Estuve absolutamente de acuerdo con la declaración del general Erthal, especialmente en un mundo basado en niveles donde realmente podrías fortalecerte acumulando experiencia como un juego de rol.

En cualquier caso, no parecía que ninguna de mis excusas fuera a funcionar con el general. Me sentí mal, pero tendría que rechazarlo directamente.

“Lo siento muchísimo, excelencia. Realmente aprecio la oferta, pero me temo que debo rechazar cualquier promoción. El único señor al que sirvo es el Barón Muno. A decir verdad, solo vine a la Ciudad Laberinto para entrenar con mis compañeras de armas para que podamos ayudar mejor con el resurgimiento de la baronía.”

Eso no era exactamente cierto, pero parecía una razón suficientemente buena para rechazarlo, así que decidí intentarlo.

“Ya veo… Debe ser un señor verdaderamente notable para ser digno de tal lealtad de tu parte.”

“Sí, bastante.”

Sonreí y asentí.

El Barón Muno realmente era un buen tipo, especialmente porque no discriminaba a los demi- humanos y cosas por el estilo.

“Muy bien. Entonces no te presionaré más. Pero si cambia de opinión, vuelva en cualquier momento. Con mucho gusto te promoveré.”

“Muchas gracias. Me aseguraré de hacerlo.”

El general Erthal finalmente aceptó mi rechazo a su oferta.

“¡Oye, excelenciaaaa! ¡Hice un poco de vino de hadas como regalo para Sir Pendragon!”

Como si hubiera estado esperando que la tensión en la habitación se calmara, el oficial hombre zorro entró conduciendo una carreta.

El whisky de melón dulce resultó ser whisky vertido en las mitades de un melón más pequeño.

“¿No es muy temprano para comenzar a beber?” Gruñó el general.

Esta situación era la típica era cuando el capitán golpeaba a su subordinado en la cabeza, pero hoy estaba ausente dirigiendo los esfuerzos de reparación.

“Aw, esto no es suficiente para emborracharse, ¿verdad?”

“Supongo que no.”

El general Erthal asintió.

¿Estás realmente de acuerdo con eso? 

“Estos son melones de alta calidad. ¿Son del Marquesado Eluette?”

“No sé sobre la calidad, pero sí, tienes toda la razón acerca de dónde son.”

Uno de los nobles que conocí en la fiesta de té me había dado un manojo de limones, diciendo que la familia de su esposa se los había enviado.

Estaba planeando hacer sorbete de melón o algo para agradecerle.

“Vamos, come, Sir Pendragon. La forma más sabrosa de comerlo es machacar el melón en el interior para que el jugo se mezcle con el whisky…”

El oficial hombre zorro me entregó un cuenco y una cuchara.

Supongo que también podría hacerlo.

“Maldita sea, eso es bueno.”

“¿Ciertooo?”

Estaba tan sorprendido que solté un murmullo de asombro sin pensar. El jugo de melón y el whisky se combinaron sorprendentemente bien.

A medida que seguía comiendo, la proporción de jugo y alcohol cambiaba junto con el sabor, lo cual fue muy divertido.

“Apuesto a que esto también funcionaría bien con brandy.”

“También tenemos sake de Shigan…”

Ahora, este era un sabor al que podría volverme adicto.

Una brisa seca entraba por la ventana de la oficina del general Erthal, en lo alto del edificio.

La brisa y el melón me refrescaron mientras charlaba con mis compañeros de bebida.

De alguna manera, me recordó cuando iba a visitar a mi abuelo durante las vacaciones Bon y bebía umeshu con mi familia.

Tendría que intentar hacer un umeshu casero para traer aquí alguna vez. Ah, y también campanillas de viento.

“Parece que no podemos entrar con un carruaje aquí, joven maestro. ¿Vamos a la zona de aparcamiento?”

Una vez que terminó la fiesta de bebida en el cuartel del ejército del laberinto, fui al gremio del oeste en un carruaje conducido por nuestra nueva sirvienta Annie.

Por supuesto, ya estaba sobrio, y usé Magia Diaria para borrar el olor del licor.

Estaba  seguro  de  que  Annie  y  las  demás  no  querrían  tratar  con  un  empleador  que  se emborrachara temprano en la mañana.

“No, simplemente saldré de aquí. Quiero mirar un poco a mi alrededor.”

“Perfecto. Entonces iré y le esperaré en el área de estacionamiento del gremio.”

Después de separarme de Annie, miré alrededor del trabajo de reparación que se estaba haciendo en la plaza del gremio mientras caminaba por el camino hacia el edificio del gremio.

Además del general Erthal, la maestra del gremio y la esposa del virrey también habían solicitado hablar conmigo hoy.

“¡Ah, eh, señor!”

Las dos mujeres del grupo Alas Amorosas me hicieron señas.

“¿Se dirigen ustedes dos al laberinto?”

“¡Sí, tal cual!”

“No hay suficientes portadores con todo este trabajo de construcción, así que nos unimos a la expedición de los exploradores insignias granates.”

“¡Podremos pagar gran parte de nuestra deuda después de esta expedición!”

Parecía que todavía estaban pagando la multa del “alboroto en cadena” que habían causado cuando las conocí.

Como regalo de despedida, les di varias pociones curativas diluidas a cada una.

“Whoa, ¿está seguro, señor?”

“¡Mil gracias!”

Una vez que hube despedido a la feliz pareja, miré a los trabajadores alrededor de la plaza.

Podía escuchar al capitán gritando roncamente mientras los gólems del ejército del laberinto transportaban materiales.

Había algunos niños muy pequeños en el sitio de construcción, pero solo estaban haciendo trabajos ocasionales adecuados para su edad, no trabajos pesados.

Según lo que había escuchado en el comedor de beneficencia, todos los trabajadores de la construcción estaban recibiendo desayuno y almuerzo.

Probablemente esa era la razón por la que los trabajadores migrantes de los pueblos y aldeas cercanas también habían venido a trabajar, no solo los residentes de la Ciudad Laberinto.

Estaba usando esta afluencia de personas como una oportunidad para liberar a más mujeres que estaba protegiendo en la Mansión Ivy, enviándolas a vivir en las viviendas que el grupo de exploradores había alquilado.

“No te quedes ahí parado distraído, joven maestro. Es peligroso.”

“¡Disculpe! ¡Pasando!”

Algunas señoritas de aspecto familiar pasaron corriendo cargando una caja.

Probablemente la estaban llevando al área cerca del gremio donde se alineaban los carritos de comida.

Al poco tiempo, el aroma de la comida frita llenó el aire.

“¡La línea de croquetas empieza aquí!”

“Este es el final de la línea de los pinchos fritos.”

“¡Patatas fritas aquí, bien calientes y crujientes!”

Cada una de las tres líneas tenía un niño parado en la parte de atrás con un cartel que ilustraba el plato correspondiente.

El artista maestro detrás de estos  carteles de CROQUETAS BAILARINAS, PINCHOS GANADORES y PATATAS FRITAS VOLADORAS no era otra que Tama.

La última obra maestra que había producido en ese momento, HAMBURGUESA SOLEADA, estaba enmarcada y colgada en la cafetería del orfanato.

Aparentemente, algunos de los niños se habían acostumbrado a rezarle.

“¡Ah, es el Sr. Vizconde!”

Una de las niñas al lado de los carteles me señaló y gritó.

“Parece que todos están trabajando duro.”

Le di unas palmaditas en la cabeza y luego entregué caramelos a todos los niños del orfanato que trabajaban como portadores de carteles, diciéndoles que lo mantuvieran como nuestro pequeño secreto.

“¡Oh, hola, señor! Lulu, tu maestro está aquí.”

La pelirroja Neru, que trabajaba como vendedora ambulante con un traje de sirvienta, llamó a Lulu mientras freía las croquetas detrás del puesto.

Había una pequeña historia detrás de que Neru y Lulu trabajaran juntas.

Algunas de las chicas que habían estado cautivas en el laberinto estaban demasiado traumatizadas para volver a entrar, y como la mayoría de ellas no tenían forma de ganarse la vida sin venderse, les había dado algunos carritos de comida y recetas de croquetas y como gracias por ayudar a “Kuro” a resolver el problema.

Lulu estaba trabajando con ellas para demostrar las técnicas de cocina.

“¡Bienvenido, Maestro!”

Lulu me dedicó una sonrisa deslumbrante.

Era tan linda que, si este fuera un manga shojo, las flores a su alrededor probablemente se derramarían en el siguiente panel.

Lamentablemente, no pude verla charlando con Tifaleeza, que estaba tomando el dinero y devolviendo el cambio desde una caja registradora.

La Srta. Hermana Mayor y la noble rubia no parecían estar trabajando en el carrito de comida hoy.

“Disculpa por interrumpir. Estaba de paso, así que pensé en ver cómo iban las cosas.”

“¡Aquí, señor, para usted!”

“Gracias, Señorita Neru.”

“¡Puedes llamarme Neru!”

Acepté el pequeño paquete de comida que me entregó y luego me dirigí al gremio.

“Huele bien. ¿Tienes algunas brochetas?”

“Sí, sírvase usted mismo.”

Dejé el paquete de comida frita de Neru y Lulu en el escritorio de la maestra del gremio.

“También patatas fritas.”

Sebelkeya se asomó al interior y asintió sabiamente.

A diferencia de Mia, generalmente comía carne, pero parecía que le gustaban especialmente las patatas fritas.

Dado  que  estas  fueron  freídas  con  aceite  de  canola  enredada  que  el  Sr.  Dozon  había mencionado en la clase de exploradores novatos, estaban relativamente saludables.

“Ushana, vamos a beber un poco de cerveza. Es el maridaje perfecto para brochetas de carne.”

“No beba hasta que termine su trabajo, maestra del gremio.”

La secretaria Ushana sonrió cortésmente cuando negó la solicitud de la maestra del gremio.

“Entonces, ¿de qué necesitabas hablar conmigo?”

“Ah bien. Pero la comida frita pierde su sabor cuando se enfría. Comamos y hablemos.” La maestra del gremio mordió las brochetas mientras hablaba.

“En primer lugar, sobre ese negocio de cultivo. Hemos aprendido que se necesita un círculo mágico especial para hacerlo correctamente.”

“¿Eso significa que se ha levantado la orden de mordaza?”

“No, técnicamente aún puedes cultivarlos sin uno, pero no es tan efectivo. El orden de la mordaza sigue en pie.”

Como tal, los saqueadores de alto rango que habían sobrevivido al incidente el otro día iban a ser ejecutados públicamente como estaba planeado; los otros serían reducidos a esclavos criminales, tendrían limitado su poder de expresión y serían enviados para ayudar con la recuperación de las Tierras Azules: un territorio monstruoso donde el porcentaje de esclavos perdidos era excepcionalmente alto.

Puede parecer duro, pero no sentí mucha lástima por ellos. Estaban recibiendo sus merecidos, considerando sus fechorías.

“En cuanto al tema principal…”