Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 11

Capítulo 9: Batalla En La Ciudad Laberinto

Parte 3

Las razas de los otros solo habían indicado a Demonio, y no tenían nombres.

Contemplé todo esto en menos de un segundo, luego comencé a buscar en mi mapa al culpable incluso mientras me preparaba para la batalla.

Ningún sospechoso probable me llamó la atención. El noble vestido de verde estaba cerca, pero parecía estar en el estómago del limo gigante.

No vi a nadie más, así que decidí preguntar.

“Entonces, ¿cuándo dejaste de ser un humano y te convertiste en un demonio?”

“Hace solo unos minutos.”

 Ludaman convirtió su brazo derecho en un hacha.

Eso es bastante impresionante.

“¿Quién te dio el cuerno?”

“Solo te diré si me ganas.”

Ludaman se burló con desprecio.

Claramente, no tenía intención de responder a mis preguntas.

“Te matare y despacio por todos los problemas que me causaste.” Se humedeció los labios. “Te aplastare los brazos y las piernas para que ya no te puedas mover, y luego matar a los niños y asolar aquellas mujeres, una por una.”

Bien, está muerto.

 Las burlas de Ludaman hicieron que pensamientos peligrosos pasaran por mi mente.

“… ¿Puedo darte un consejo?”

“¿Hunh? Si rogaras por tu vida, adelante.”

 “Probablemente deberías mantener la mascarilla cerrada.”

De repente, el hechizo Dinamitar Sangriento de Mia atravesó el rostro de Ludaman.

“¡GUUUUUH!”

 Supongo que los demonios todavía sienten dolor.

“¡Te matare! ¡Te matare, Pendragon!”

“¿Estás seguro de eso?”

El general Erthal y el capitán parecían haberse recuperado.

Me volví para buscar a Dozon, pero él y la sacerdotisa no estaban a la vista.

“¡Maestro!”

 Arisa me contactó con el hechizo Teléfono.

“El limo se está moviendo. No va a ninguna parte, pero está usando sus tentáculos para agarrar a las personas moribundas y atraerlas.”

Usé “Pensamientos Paralelos” para seguir hablando con Ludaman mientras miraba el limo semitransparente.

En su interior se veían los contornos de varias docenas de personas.

Al comprobar la información detallada de mi mapa, descubrí que la mayoría de ellos todavía estaban vivos.

Curiosamente, cuando sus barras de salud casi se agotan, recuperan una cierta cantidad. Esa debe ser la habilidad “Regeneración de Vida” del limo en acción.

En cuanto a la razón, la habilidad inherente específica de la raza Producción de Miasma en el AR del limo lo dejó todo muy claro, junto con los rostros agonizantes de las personas adentro.

Probablemente estaba usando su dolor para producir más miasma.

“¡Mírame bastaaardoooo!”

 El hacha negra brillante se balanceó hacia mí, pero la detuve con mi espada de hadas.

Experimentalmente, intenté producir “Hoja Hechizada” solo en el área de la hoja que estaba haciendo contacto con el hacha para protegerla.

Manipular la magia era difícil, pero costaba menos poder que la “Hoja Hechizada” normal. Aunque no mucho.

“¡GRAAAH!”

 Ludaman siguió el ataque con una patada voladora, así que salté a un lado. Luego, el resto de mi grupo entró en la refriega.

“¿Talón de Aquilessssssss?”

“¡Cortar, sir!”

Como de costumbre, Tama y Pochi saltaron para cortar las piernas de Ludaman.

Al mismo tiempo, Liza le clavó la lanza en el muslo mientras trataba de apartarlos a patadas.

“¡Mantengan la atención!”

La pequeña cola de demonio que había crecido en el trasero de Ludaman se dividió en dos, tratando de perforar las cabezas de Pochi y Tama.

Rápidamente  usé  Mano  Mágica  para  detenerlas,  pero  resultó  que  solo  estaba  siendo sobreprotector.

“¿Evasión de emergenciaaaaaa?”

Tama empujó a Pochi hacia abajo, el impacto movió a ambas fuera del camino de las colas.

En cambio, los picos se clavaron en el suelo, enviando rocas y tierra por todas partes. Mientras tanto, Liza siguió atacando a Ludaman con su lanza.

Esquivó sus embestidas con un salto corto y luego me lanzó una patada por encima de la cabeza en el aire.

Perfecto. 

Dejé que la patada me golpeara de frente, enviándome a volar hacia el limo gigante.

“““¡Maestro!”””

El llanto de angustia de mis amigas me dolía, pero lo había hecho a propósito.

“¿Estás bien?”

 Arisa me contactó vía Teléfono.

“Sí, por supuesto.”

“¿Okaaay?”

“Gracias al cielo, sir.” 

También pude escuchar las voces de Tama y Pochi.

Justo cuando estaba a punto de disculparme por preocuparlas, me estrellé contra el limo gigante.

Obviamente, no quería que mi ropa se disolviera, así que activé “Armadura de Poder Mágico” para protegerme del limo corrosivo.

“Cambia al hechizo avanzado de Magia espacial Charla Táctica, ya que pensé que sería más conveniente durante la batalla.”

“Buena idea.” 

Alabando el rápido ingenio de Arisa, miré mi radar.

Allí, vi el marcador de Liza corriendo hacia mí a toda velocidad, solo para detenerse y regresar con las demás.

Supongo que realmente les preocupé.

“Maestro, solicitando instrucciones de batalla.”

Examiné las otras luces del radar.

El general Erthal y compañía parecían regresar al campo de batalla, como para reemplazarme.

“Dejemos que el general y el capitán tomen las líneas del frente y los respalden cuando sea necesario.”

“Entendido.” 

El Ludaman demonizado era de un nivel superior al de mis chicas. No había forma de que quisiera que estuvieran peleando de cerca con él mientras yo no estuviera cerca.

“Volveré tan pronto como rescate a las personas dentro de este limo.”

“Puedo ayudar.”

“Mia, apoya a Liza y a las demás, por favor.”

 Habiéndome detenido justo en el centro del limo, marqué en mi mapa a todas las personas que necesitaban ser rescatadas.

Había más de las que esperaba; todas las que todavía estaban completamente intactas estaban vivas.

Pero si me tomaba demasiado tiempo cortando el limo para salvarlos, probablemente habría más bajas en poco tiempo.

Confirmando las posiciones de los marcadores en la vista tridimensional de mi mapa, puse “Hoja Hechizada” en los extremos de cada una de las yemas de mis dedos.

Cortar. 

Delgadas líneas rojas iluminaron el limo desde el interior, y en el siguiente instante, se redujo a un charco de líquido rosado en el suelo.

“¡El núcleo del limo ha sido destruido! ¡Rápido, saquen a los heridos!”

Les grité a los exploradores y empleados del gremio que estaban mirando desde escondites seguros.

Por alguna razón, este limo en realidad no tenía un núcleo, pero había sido destruido con la misma facilidad, por lo que probablemente eso no importaba.

¿No es eso…?

En la esquina de mi visión, vi la mitad superior del noble vestido de verde.

Miré a mi alrededor, pero su mitad inferior no estaba a la vista. El limo debe haberlo derretido.

Despreciaba a este hombre, y era muy probable que fuera él quien había convertido a Ludaman y sus secuaces en demonios, pero aun así no me atrevía a darle la espalda a alguien cercano a la muerte.

Caminando hacia lo que quedaba de su cuerpo, vertí una poción intermedia sobre la herida abierta, usando Magia Curativa intermedia de mi menú mágico al mismo tiempo.

Por supuesto, incluso eso no restauraría milagrosamente su mitad inferior.

“Pendra…”

Abriendo un poco los ojos, el noble vestido de verde comenzó a hablar, pero se derrumbó en mis brazos antes de que pudiera terminar.

Debe haberse desmayado de verdad. Supongo que es cierto el viejo dicho de que la mala hierba crece rápido, ya que este malvado bastardo se las arregló para sobrevivir a una herida mortal.

Pero podría interrogarlo más tarde. Por ahora, empujé al noble vestido de verde a las manos de un empleado del gremio que llegó corriendo.

“¡Maestro, ayúdanos!” 

Tan pronto como escuché la voz de Arisa, corrí hacia ella y el resto de mi grupo. El demonio intermedio plateado les estaba dando muchos problemas.

Incluso mientras miraba, envió a las chicas bestias deslizándose por el suelo.

El demonio plateado comenzó a cargar tras ellas, así que Nana intervino para proteger a las chicas.

Pero los ocho brazos del demonio intermedio plateado la sacaron de su postura y una hoja se dirigió hacia su cara.

¡Mantente alerta! 

Lancé una bomba de destello directamente a la cara del demonio intermedio. Era la que me había dado el Sr. Dozon en la clase de exploradores novatos.

En el instante en que el destello llenó nuestro entorno con luz, utilicé “Warp” para acercarme lo suficiente como para alejar el brazo del demonio de una patada, luego me teletransporté de regreso a mi posición original antes de que la luz se desvaneciera.

El brazo del demonio salió volando y derribó una de las paredes del edificio del gremio, pero llamaríamos a eso un sacrificio necesario.

Evitar que Nana sufriera lesiones graves era mucho más importante que cualquier edificio. “¡Demonio!”

“KILLKWYEEEELKKILLLL.”

 Usé la habilidad “Burla” con mi grito, atrayendo al demonio plateado para que me atacara. Todo su cuerpo estaba prácticamente hecho de espadas.

Bloqueé el aluvión de ataques de sus siete brazos restantes con mi espada de hada, mirando para asegurarme de que mis compañeras pudieran beber pociones y recuperar su salud.

Aun así, los ataques de esta cosa fueron mucho más agudos de lo que cabría esperar para el nivel 40.

Comprendí por qué Liza y los demás tenían problemas.

“¡Sir Satou, aléjate del demonio!”

Mientras esquivaba los ataques, interiormente un poco impresionado, escuché a la Señorita Sebelkeya gritar detrás de mí.

Agarré uno de los brazos en forma de lanza del demonio plateado y usé la fuerza centrífuga para girarlo y lanzar al demonio hacia la maestra del gremio.

“…… ¡¡ Inferno Kaen Jigoku!!”

 Cuando su voz sonó, la maestra del gremio desató una masa arremolinada de llamas carmesí.

Usando Mano Mágica, agarré al demonio intermedio plateado y lo sostuve en el aire para que no pudiera huir una vez que aterrizara.

Mientras pateaba en el aire como un personaje de dibujos animados, el infierno se estrelló contra él, enviando calor y llamas por los aires.

El calor que emanaba era tan violento que amenazaba con quemar a cualquiera que estuviera cerca.

“¿Eso la mató?”

Las palabras innecesarias de la maestra del gremio invocaron un: No, sigue con vida.

Retorciéndose en las llamas, al demonio plateado todavía le quedaba más de la mitad de su salud.

El uso de las llamas como la cubierta, utilicé “Warp” para acercarme a su agrietado núcleo lanzándole una piedra infusa con “Hoja Hechizada”.

“¡Gracias, maestra del gremio!”

Confirmando que el demonio se había convertido en humo negro en medio de las llamas, grité gracias a la maestra del gremio mientras sostenía su bastón en la distancia.

Gracias a ella, pude evitar la problemática reputación de haber derrotado a un demonio intermedio sin ayuda.

“Aquí estas, Maestro.”

“¿Estás herida?”

Liza y el resto del grupo llegaron corriendo, su curación había terminado.

“Lamento haber tardado tanto en ayudar.”

“No, si tan solo hubiéramos sido más fuertes…”

Arisa interrumpió mi bucle de disculpa y el de Liza.

“¡Guarda todo eso para más tarde! Tenemos que ayudar al general con ese otro demonio intermedio, ¡y rápido!”

“No te preocupes por eso. Solo ayuda por allí, por favor.” Señalé a algunos exploradores que estaban luchando contra algunos demonios menores.

Los refuerzos llegarían pronto, pero temía que se quedaran sin fuerzas antes de que eso sucediera.

“¡Okey-dokey! Pero ¿qué pasa con el general?”

“Yo me encargare de eso.”

Mientras hablaba, mis ojos estaban puestos en Ludaman, que jugaba con el general como un gato lo haría con un ratón.

“Me encargare desde aquí. Bebe esta poción, por favor.”

Bloqueando el brazo del hacha de Ludaman con mi espada de hadas, llamé al general Erthal, que jadeaba pesadamente.

“G-Gracias, Sir Pendragon.”

“¿Crees que te vas a escapar?” 

Mientras el general Erthal se retiraba, Ludaman intentó saltar sobre mi cabeza y acabar con él. Afortunadamente, un pilar de piedra se levantó del suelo para detenerlo.

Esa fue probablemente la magia de la Señorita Sebelkeya detrás de mí.

Ludaman destruyó furiosamente el pilar, pero esta vez una bola de fuego gigante voló hacia él con un rugido.

“¡Tsk! ¡Ya tuve suficiente de tu intromisión, vieja bruja!”

 Ludaman creó una barrera negra frente a él, bloqueando el poderoso hechizo de fuego.

Dado que fue lanzado por un poderoso mago de nivel 52, las llamas atravesaron la barrera en unos momentos, chamuscando su caparazón parecido a un insecto hasta que el vapor salió de las articulaciones.

“¿Realmente deberías quitarme los ojos de encima?”

 Mientras observaba, Ludaman intentó atacar el área donde estaba parada la maestra del gremio, así que lo ataqué desde un costado.