Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 11

Capítulo 9: Batalla En La Ciudad Laberinto

Parte 1

Aquí Satou. Ojalá los villanos esperaran para causar problemas hasta que termine la hora de comer. Cualquiera que cause un caos masivo cuando la gente está disfrutando de una comida deliciosa merece un castigo de la mayor severidad.

“¿Meow?”

“¿Qué pasa, Tama?”

Al escuchar el tono incierto de Pochi, me volví para ver a Tama mirando a su alrededor con las orejas planas y la columna estirada.

Conozco este patrón. 

Una sensación de pavor se apoderó de mí cuando expandí las pantallas de mi radar y mapa.

“¿Oh ho? ¿Qué está pasando allí fuera del gremio?”

“Los empleados están corriendo afuera. ¿Hay fuego o qué?” Escuché al oficial hombre zorro y al Sr. Dozon comentando cerca. Rápidamente, hojeé la información en mi mapa.

¿En serio? 

El grupo de puntos rojos que indicaba a los saqueadores encerrados en la mazmorra había comenzado a ser absorbidos por un nuevo punto rojo mucho más grande… no, un área roja, que se dirigía a la superficie.

Según los detalles de mi mapa, era un monstruo de tipo limo llamado Esfera Opresiva.

“¡Liza!”

Cerré mi mapa y me levanté.

Liza rápidamente ahogó la brocheta de carne que sostenía y agarró la Lanza Mágica apoyada contra la pared detrás de ella.

“¡Meow!”

“Esh una emershecia, shir.”

Sintiendo el peligro inminente de la postura de Liza, Tama y Pochi rápidamente devoraron toda la carne en sus platos, se pusieron de pie de un salto y agarraron sus cascos del suelo.

Casi se habrían visto geniales si sus mejillas no estuvieran rellenas como ardillas.

“¿Qué está pasando?”

“Maldita sea, estoy sintiendo algo poderosos por allá…”

“¿Eh? ¿Qué es?”

Los exploradores más experimentados parecieron comprender la situación de inmediato, mientras que los más nuevos estaban confundidos.

De hecho, algunos de los novatos seguían comiendo su comida sin darse cuenta.

“¡Waaaah!”

“¡¿Q-Que es esooooo?!”

Mientras los espectadores gritaban, un líquido rosado salió de la entrada del gremio.

No, espera. Eso es lo que vi en mi mapa… 

“Maestro, es un limo gigante, le informo.”

El rostro de Nana estaba impasible como de costumbre mientras se ajustaba la correa de su casco.

El limo rosa se estrelló contra la plaza en oleadas, deteniéndose en una forma grande y redonda.

Mi pantalla AR mostró información detallada junto al limo gigante.

Estaba en guardia debido a su tamaño gigante, pero en realidad era solo un limo de nivel 40 más o menos.

Tenía habilidades y una habilidad de raza única como: “Regeneración de vida”, “Absorber”, “Amplificar” y “Producción de Miasma”.

Ese último fue probablemente el punto más importante. Y si activaría mi luz espiritual una vez que la derrotase, probablemente también podría purificar el miasma causado por la habilidad en cuestión.

El asunto más urgente probablemente era averiguar quién había dejado suelto a este limo rosado gigante para causar estragos en el gremio.

Y antes de que pudiera buscar mi mapa, los culpables aparecieron por su propia cuenta.

“¡Maestro, mira! ¡Algo salió!”

“¿Sombras negrassssss?”

“Son como personas con una armadura extraña, sir.”

Las sombras negras que señalaban las chicas bestia emergieron de detrás del limo gigante. Según mi AR, eran demonios menores e intermedios.

Los demonios miraron a los humanos que huían y se rieron con malicia. Había dos demonios intermedios y hasta diez menores.

Mi mapa decía que había otro demonio menor patrullando cerca del edificio del gremio oeste, pero allí no había humanos en peligro, así que decidí que podía esperar hasta más tarde.

“¿E-Esos son demonios?” Arisa jadeó.

“¿Cómo puede haber tantos demonios si un señor demonio no ha sido revivido?” Dozon negó con la cabeza incrédulo.

“Kinkuri, ¿puedes ver?”

“Sólo dame un minuto…”

Junto a Dozon, el capitán le pidió al oficial hombre zorro que echará un vistazo.

“… Geh, realmente son demonios. Y ni siquiera puedo ver la información de dos de ellos. Los grandes en el medio, creo que son intermedios.”

Ante eso, los exploradores novatos palidecieron y empezaron a huir junto con el personal del bar.

“Parece que esta será mi última batalla.”

El general Erthal dio un paso adelante con su espada de mitril en la mano.

“Maestra del gremio, te compraré algo de tiempo para un canto. Tan pronto como termine, quema a esos demonios y al limo gigante, y a mí con ellos.”

Hablando sin mirar atrás, el general Erthal parecía un héroe legendario rudo.

Entre el general de nivel 41, el capitán de nivel 37, la maestra de gremio que usa magia de nivel 52 y la señorita Sebelkeya de nivel 43, no pensé que estuviéramos en una situación tan desesperada, pero no quería arruinar el humor.

Si las cosas se salieran de control, podría intervenir en su lugar. Hay que ver, hablando de poner a trabajar a una anciana.

La maestra del gremio refunfuñó mientras bebía una poción que instantáneamente curó su embriaguez.

“Sin embargo, no tengo ninguna intención de quemarte con ellos. Solo retrásalos de alguna manera y sal de allí.”

“Te daré la señal.” Agregó Sebelkeya.

“Ven conmigo, Bahman.”

“Por supuesto señor.”

El capitán siguió al general.

“Como quisiera no estar aquí…”

El hombre zorro se cubrió la cabeza de forma preventiva, pero el habitual puño castigador no llegó.

“Kinkuri, ve al cuartel del ejército del laberinto y consigue refuerzos.”

“Perfecto. No mueran, ustedes dos…”

El oficial hombre zorro saludó y salió corriendo a una velocidad considerable.

“……  Protección de Hierro Koutetsu Shugo.”

 Sebelkeya terminó un cántico.

Con un efecto visual misterioso como una armadura envuelta alrededor de su ropa, el atuendo del general Erthal de repente tomó el poder de defensa de una armadura completa.

Por supuesto, también le lancé Encantamiento: Protección Física al mismo tiempo que su hechizo.

Sebelkeya pareció confundida por un segundo, pero luego me miró y pareció entender. No quería llamar la atención aclarando lo que había hecho, así que fingí no darme cuenta.

“¡Eh! Así que esta es la magia apoyo de la seguidora de un antiguo héroe… Ya vera, maestra del gremio. Hare que su apoyo valga la pena.”

Dándose palmaditas en los brazos, el señor Dozon levantó un martillo gigante y corrió tras el general Erthal.

Si lo que dijo era cierto, entonces la Señorita Sebelkeya estuvo en el grupo del anterior héroe. Tendría que preguntárselo en algún momento mientras tomaba unas copas.

“Lady Ravna, ¿podría llevar a la Princesa Meetia a un lugar seguro e informar a su excelencia el virrey de esta situación?”

“¡Entendido!”

“Espera, Ravna…”

La caballera de rostro severo levantó a la pequeña princesa bajo un brazo y salió corriendo del bar.

Las dos Alas Amorosas todavía estaban por ahí, así que les pedí que comenzaran a evacuar a los residentes cercanos.

“Entonces ¿nos ponemos en marcha?”

Hubo un breve destello de sorpresa en los rostros de mis compañeras cuando las llamé.

¿Pensaron que las iba a dejar aquí a pesar de que estaban listas para la batalla?

“¡Bien, así me gusta!”

Arisa se recuperó y exclamó con su entusiasmo habitual, y las otras chicas dieron un coro de vítores en respuesta.

“¡Por supuesto, Maestro!”

“¿Ganareeeeeee?”

“¡Pochi también trabajará duro, sir!”

“Si, Maestro.”

“Mm. Entendido.”

“Intentaré dispararles desde la distancia.”

Los niveles de nuestros enemigos oscilaron entre 30 y 40 como máximo.

Los demonios intermedios tenían niveles más altos que mis chicas, pero ninguno de ellos tenía habilidades o magia particularmente amenazantes, excepto un demonio menor dentro del edificio, por lo que probablemente estarían bien con mi apoyo.

“Satou, espera.”

Pero por alguna razón, la maestra del gremio me detuvo.

“¿Qué es?”

Si no nos apresuramos a ayudarlos, el general Erthal y los demás podrían resultar heridos.

“Los demonios intermedios no son como los menores. No podemos perder a jóvenes prometedores como tú aquí. Ve a reunirte con el virrey para hacer un plan de regreso y déjanos esto a los adultos.”

La maestra del gremio estaba inusualmente seria.

A juzgar por su expresión sombría, probablemente pensó que iban a perder ante estos demonios y el limo gigante, al igual que lo hizo el general Erthal.

“Estaremos bien… no te preocupes.” Sonreí para tranquilizarme.

Intermedio o no, aún podría derrotarlo con un solo golpe si apuntaba a su núcleo; la única diferencia real era el nivel ligeramente superior.

“Satou, el orgullo solo te llevará a…”

“Déjalo ir, Zona.”

La Señorita Sebelkeya interrumpió a la maestra del gremio, indicándonos que siguiéramos adelante.

La maestra del gremio se volvió para discutir con ella, pero no tuve tiempo de verlas discutiendo, así que mi grupo y yo salimos del bar.

Por alguna razón, hubo incendios por todo el suelo que conducían a la plaza del gremio.

“Maestro, ¡aquí vienen!”

Seguí la mirada de Liza hacia arriba para ver innumerables bolas de fuego dirigiéndose hacia nosotros.

Aterrizaron a cierta distancia de nosotros, prendieron fuego al suelo como bombas de napalm de una película y produjeron humo negro mientras seguían ardiendo.

Todo el humo dificultaba la visión, pero cuando miré a mi alrededor, vi exploradores luchando contra demonios menores y sus secuaces por toda la plaza.

Parecía haber muchos luchadores valientes en la Ciudad Laberinto; vi a varios adictos a la batalla ensangrentados sonriendo ferozmente mientras luchaban.

Algunos exploradores se habían derrumbado con heridas mortales, así que usé Mano Mágica para rociar pociones sobre cualquiera que estuviera a mi alcance.

“Maestro, ¿realmente debería estar haciendo algo tan llamativo?”

“Sí, está bien.”

Arisa parecía preocupada de que estuviera mostrando demasiado mis misteriosas habilidades, ya que normalmente odiaba destacarme.

Pero a menos que alguien estuviera mirando desde arriba como un dios, la mayoría de la gente probablemente simplemente asumiría que alguien les dio una poción o alguien usó Magia Curativa en ellos.

“¡Woooo! ¡Todavía puedo luchar!”

“Derribemos a estos demonios!”

Algunas de los luchadores más débiles entre ellos volvieron rápidamente a la refriega, sin prestar atención a su propia falta de fuerza, pero los ignoré y miré alrededor del área.

El general Erthal y la vanguardia ya se habían enfrentado al demonio intermedio principal. Mirándolo ahora, el demonio intermedio era en realidad muy grande.

El general Erthal era un tipo considerablemente alto, pero esta criatura era varias veces su tamaño.

Mi pantalla AR mostró que el demonio, que tenía un exoesqueleto negro parecido a un insecto, estaba en el nivel 44.

“Maestro, ¿ahíííííííí?”

Tama señaló a un demonio menor parecido a un lagarto que acechaba detrás del limo gigante, su garganta alargada brillaba en rojo.

Probablemente de ahí venía el fuego parecido al napalm.

Estaba siendo custodiado por el otro demonio intermedio, una criatura plateada de ocho patas, por lo que los exploradores no podían acercarse lo suficiente para luchar contra él.

E incluso mientras miraba, el demonio menor abrió la boca para disparar de nuevo.

“¡Waaah, estamos en peligro, sir!”

Pochi se agitó presa del pánico.

¿Crees que dejaría que eso sucediera? 

Saqué un guijarro de Almacenamiento y lo arrojé directamente a la garganta roja brillante del demonio menor.

El guijarro voló tan rápido que casi rompió la barrera del sonido, atravesando el cuello del demonio.

El impacto provocó una reacción bastante interesante: la garganta del demonio menor se rompió y un líquido parecido al napalm brotó, prendiendo fuego a los otros demonios a su alrededor.

“Maestro, aquí viene otro.”

Ante la advertencia de Liza, me volví para ver a un demonio menor cargando hacia nosotros.

“DERIDERIDELYEEEEN.” 

La demonio, que tenía la mitad inferior de una araña y la mitad superior de una mantis religiosa humanoide, dejó escapar un extraño grito.

Sus cuatro brazos de mantis tenían forma de espadas y guadañas.

“¿Tendón de Aquilesssss?”

“¡Toma esto, sir!”

Tama y Pochi se movieron hacia la criatura, cortando sus piernas pivotantes.

“¡Ven, ‘Hoja Hechizada’!”

Liza aplicó “Hoja Hechizada” a su lanza mágica y cargó directamente hacia el demonio. No muy lejos de ella estaba Nana, con su escudo preparado.

El demonio se detuvo en su lugar, golpeando al grupo con sus cuatro brazos.

“¡Toma un pequeño Deracinador!”

La barrera de Arisa bloqueó los brazos del demonio, dándole a Tama y Pochi una abertura para cortar sus patas delanteras.

Los pechos grises oscuro del demonio se dividieron en ocho picos, disparándose hacia Liza y Nana.

“¡Las arañas tejedoras de orbes no son sexys, lo critico!”

El extraño grito de Nana estaba cargado de su habilidad “Burlarse”, por lo que todos los picos se volvieron hacia ella.

Con el poder adicional de Escudo Flexible y “Fortalecimiento corporal”, Nana pudo derribar fácilmente los picos, que en su lugar se clavaron profundamente en el suelo de adoquines.

“¡Ataque de Lanza de Triple Hélice!”