Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 11

Capítulo 2: La Fiesta Del Té

Parte 3

Las damas de Ciudad Laberinto estaban aún más cautivadas por estas que las castellas normales.

“Oh, Dios mío, todas parecen bastante cautivadas por sus pasteles, Sir Pendragon.”

“Me alivia que sean del agrado de todas.”

Las jóvenes nobles probablemente comían comida gourmet todo el tiempo, así que fue un placer verlas disfrutar de mis pasteles con tanto entusiasmo. No pude evitar sentir un impulso en mi ego, incluso si sabía que era solo por mis habilidades al máximo.

De alguna manera, la esposa del virrey parecía incluso más orgullosa que yo, como si fuera la máxima autoridad en castellas.

Una vez que las cosas se calmaron un poco, fui a saludar a las personas en cada mesa.

La mayoría de ellos eran bastante amables y a menudo me preguntaban cómo me había hecho amigo de la esposa del virrey mientras elogiaban a mis castellas.

Hubo algunos comentarios agudos entre ellos, pero descubrí que la hostilidad solía provenir de los fanáticos del apuesto Sokell, un noble que había caído en desgracia cuando le revelé sus malas acciones.

Sin embargo, por lo que me dijeron más tarde las mujeres nobles más amistosas, estas eran en gran parte personas cuyas familias tenían vínculos económicos con Sokell, por lo que no había mucho romance tórrido en marcha.

Ofrecí algunos obsequios para intentar enmendarlo. Después de todo, no quería que me guardaran rencor.

Como la mayoría de las familias en cuestión eran de la nobleza de bajo rango, estaba seguro de que la esposa del virrey podría cuidarlas por mí, pero era mejor entablar amistad con las personas que aplastarlas.

“Sir Pendragon, parece que tiene predilección por ayudar a los menos afortunados, ¿eh?”

Las mujeres en una mesa trajeron el comedor de beneficencia, que recién había comenzado hoy.

“Sí, tengo la esperanza de reducir el número de personas que padecen hambre para que puedan ser de alguna ayuda para la fuerza laboral de la Ciudad Laberinto.”

“Vaya, ¿no fue simplemente por compasión?”

“Eso también, por supuesto, pero también quiero asegurarme de que todos los ciudadanos puedan ser útiles para el Reino Shiga.”

Esto salió un poco frío, pero me preocupaba que, si me veía demasiado compasivo, la gente podría intentar aprovecharse de mí.

“Eso me recuerda.” Dijo una de las mujeres nobles.

“¿No hubo algún tipo de incendio en el distrito de los plebeyos?”

“Oh, Dios, qué espantoso.”

“Sí, vi el humo negro de mi mansión.”

“Me dijeron que la causa fue la gente que criaba monstruos conocidos como ‘limos de aceite’ dentro de la ciudad.

¿Eh, en serio…? Espera, ni siquiera ha pasado un día. ¿Cómo se corrió la voz tan rápido?

 Tal vez solo investigaron porque pudieron ver el humo, pero, aun así.

“Es impresionante que se haya enterado tan pronto.”

“Bueno, mi esposo es un supervisor con el guardia, ya ve…”

Según esta mujer, el guardia recibió la noticia de que algunas personas intentaban criar limos de aceite ilegalmente dentro de la ciudad, por lo que habían planeado rastrearlos y arrestarlos en los próximos días.

Quizás esa investigación fue la razón por la que había visto al noble vestido de verde dirigirse al centro durante el comedor de beneficencia.

“Envié a uno de mis sirvientes a investigar y vio un limo ser derrotado por exploradores de insignia granate, solo para regenerarse y atacar de nuevo.”

“¡Vaya, qué aterrador! Supongo que los limos tienen ese rasgo.”

… ¿“Regenerado”?

 “No deben haber apuntado a los núcleos cuando los derrotaron.”

“¿Núcleos?”

“Sí, un núcleo es el punto débil de un limo. Si perforas el núcleo, se autodestruirá y se convertirá en un líquido ordinario.”

Compartí la información que Liza me había dicho en el laberinto de Ciudad Seiryuu.

Tal vez había algunos limos que en realidad podían regenerarse, pero los limos de aceite que vi en el estrato superior del laberinto de Celivera no tenían tal habilidad, por lo que mi corazonada sobre los núcleos probablemente era correcta.

“Quisiera que viniera aquí, Sir Satou.”

Mientras terminaba mis saludos a los nobles de la fiesta del té, la Princesa Meetia me indicó que me acercara a una mesa que estaba principalmente poblada por niños.

Además de la princesa misma, el resto del grupo que había rescatado en el laberinto también estaba allí, incluida la Señorita Mary-Ann de la familia del Baronet Dyukeli; el tercer hijo del Virrey, Gerits; y sus amigos.

También había algunos niños que nunca conocí formalmente, como la tercera y cuarta hijas del virrey, la Señorita Gohna y la Señorita Shina.

“¡Siéntate aquí!”

“Perfecto. Gracias.”

La Princesa Meetia palmeó un espacio libre junto a ella en el sofá, así que me senté. Esto puso a Gohna y Shina a mi lado en mi otro lado y a Gerits frente a mí.

Cuarta hija del virrey, Shina, una vez que había tenido las condiciones del estado de Enfermedad del Goblin: Crónica y Envenenamiento por Miasma: Crónico, pero ahora éste había cambiado a Envenenamiento por Miasma: Leve.

Esto probablemente fue gracias al Aliento de Purificación de la Princesa Meetia.

Según algunos de mis documentos, la enfermedad del goblin era una enfermedad del estilo de vida provocada por la deficiencia de vitaminas, por lo que sería mejor tratarla con un cambio en la dieta que con una panacea de mi Almacenamiento.

“Sir Pendragon, no hay palabras suficientes para expresarle mi gratitud por salvarnos el otro día.”

Con eso, el apuesto joven sentado junto a Gerits se puso de pie y me hizo una reverencia de noble de clase alta, lo que provocó que Gerits y los demás me agradecieran uno por uno.

Normalmente, siendo niños de familias nobles de clase alta, no tendrían que ser tan educados con un noble de rango inferior como yo. Un breve le agradecemos por salvarnos hubiera sido más que suficiente.

Es posible que sus padres los incitaran a hacerlo, pero decidí tomar esto como una señal de que simplemente se habían criado muy bien.

“Trajiste los pasteles hoy, ¿no?”

“Sí, es cierto.”

La Señorita Gohna, que se parecía mucho a su madre, pidió más pasteles a una de las sirvientas antes de dirigirme una mirada bastante altiva.

“Estaban bastante deliciosos…”

Una dama de honor se secó algunas migas de la comisura de los labios, pero apartó a la mujer con impaciencia y siguió hablando.

“… Así que tendré a tu chef, gracias.”

“¿Disculpe?”

“¡Dios mío, eres lento! ¡Estoy diciendo que mi familia contratará a su chef!”

¿Cuál es el problema de esta niña? 

“Lo siento mucho, pero me temo que no puedo cumplir con su solicitud.”

“¿Y por qué no?”

“Porque yo mismo horneé estas castellas.”

Lulu había hecho la mitad de ellos, pero no quería mencionar eso, no fuera a complicar más la situación.

“¿C-Cómo te atreves a mentir?”

“Lady Gohna.”

La dama de honor de Gohna se inclinó y le susurró al oído; escuché frases como “Chef Milagroso” y “Órdenes de su Madre”.

“… Pido disculpas por mi rudeza. Por favor, hazme el gran honor de olvidar lo que acabo de decir.”

Estaba un poco preocupado acerca de por qué Gohna se había puesto tan pálida, pero claramente era por lo que fuera que había dicho su dama de honor, así que simplemente asentí.

Su hermana mayor parecía comer poco, ya que solo había terminado la mitad de su plata.

Aun así, estaba concentrada en ello intensamente mientras levantaba su tenedor. Debe haber sido de su agrado. Sus modales me recordaron a un lindo animalito.

“Sir Pendragon, ¿trajo hoy esa famosa espada suya?” Gerits preguntó.

“No, la verdad…”

Iba a decir que parecía inapropiado llevar un arma a una fiesta de té, pero me tragué esas palabras cuando noté que él y sus amigos habían puesto sus espadas en una mesita junto al sofá.

“Awww. Esperaba verla, ya que la Princesa Meetia dijo que el mitril era tan bonito…” Mary-Ann parecía decepcionada, al igual que los chicos.

“Entonces, prometo traerla a la próxima fiesta del té.”

Hice una promesa vacía con la esperanza de animar a los niños decepcionados.

Sobre ese tema, los niños me convencieron de contarles historias de mi exploración del laberinto.

“¿Son los maestros de sección realmente tan grandes?”

“¡¿Y tú derrotaste a uno?!”

“¿Nivel treinta? Ni siquiera podría derrotar a su engendro.”

Me aferré a la verdad tanto como pude, pero omití ciertos detalles como el hecho de que ya había derrotado a varios maestros de sección.

“¡Algún día, quiero intentar vencer a un maestro de sección e incluso también a un maestro de piso, como un verdadero héroe!” Gerits dijo soñadoramente.

“No digas que ‘quieres’, Gerits. ¡Di que lo harás!”

“Vamos… no estamos hechos para eso…”

“¡Cállate, Luram! ¡No arruines nuestras esperanzas y sueños!”

Los sueños de los jóvenes para el futuro eran tan brillantes que apenas podía mirarlos.

Como estaban cerca de la parte posterior de la línea de herencia, probablemente querían hacerse un nombre como exploradores.

Dicho esto, no parecían haber hecho mucho entrenamiento físico, y solo uno de ellos tenía habilidades mágicas de las que hablar.

En ese momento, un chillido penetrante se elevó desde una mesa cerca de la entrada.

“¡Sir Jelil!”

“No estás usando tu brillante armadura hoy, ¿eh?”

“¿Ha perdido un poco de peso, buen señor?”

Era el Baronet Jelil, el explorador de insignia granate.

“Pido disculpas por mi retraso, Marquesa Ashinen.” Supongo que llamó a la esposa del virrey por su apellido.

“Está bastante bien. ¿Cómo va tu conquista del jefe de sección?”

“Gracias en gran parte a su apoyo, señora, pudimos vencerlo anoche.”

¿Eh? ¿No te vi preparándote para luchar contra esa cosa hace más de una semana?

 Pero yo parecía ser el único que tenía esas dudas.

“¿Ya? ¡Ese es el Rugido del Dragón Rojo para ti!”

“¡Pensar que pudiste vencerlo en menos de un mes!”

“Gracias a Dios que lo logró sin un rasguño en ese hermoso rostro.” Las mujeres nobles charlaron.

“Sir Jelil es algo, ¿no? Vayamos a felicitarlo, Sir Satou.”

La Princesa Meetia tiró de mi mano, llevándome hacia la multitud de mujeres jóvenes.

Afortunadamente, la esposa del virrey me llamó, separando a la multitud para que no sufriera ningún incidente.

“Oh, hola de nuevo. Maldita sea, es bastante impresionante que ya te hayan invitado a una de las famosas fiestas de té de la marquesa.”

El Sr. Jelil pareció recordarme y me hizo señas para que me sentara junto a él.

“Sir Jelil, ¿ha traído hoy su espada de mitril?”

“Es un placer verte de nuevo, Princesa Meetia. Por desgracia, parece que mi habilidad con la espada fue insuficiente, ya que se rompió en la batalla contra el jefe de sección.”

“¡¿Qué?! ¿Incluso con sus habilidades, Sir Jelil? Este jefe de sección debe haber tenido una armadura resistente, ¿no?”

“Sí, ni siquiera un robusto martillo de guerra de aleación de mitril pudo abollarlo.”

Eso tenía sentido para un monstruo escarabajo de alrededor del nivel 50.

Los monstruos de alto nivel a veces también tenían múltiples barreras mágicas a su alrededor, por lo que fácilmente podían ser más duros de lo que dejaban ver sus apariencias.

“Pero seguramente desafiarás a un maestro de piso a continuación, ¿no? ¿Estará lista tu nueva arma a tiempo?”

“Preguntaré a todos mis contactos, pero no es fácil llegar con una espada como…” Jelil se calló a mitad de la frase, mirándome.

No puedes quedarte con mi espada de hadas, ¿de acuerdo?

 No creí que hubiera escuchado mis pensamientos, pero sacudió la cabeza brevemente y se volvió hacia la esposa del virrey.

“Marquesa, ¿puedo rogarle su ayuda para conseguir una nueva espada?”

“Sí, pero por supuesto. Creo que Emma está en contacto con algunos comerciantes de armas en la antigua capital, así que le preguntaré si podría adquirir una espada de mitril o mágica.”

Se refería a Emma Ritton, la esposa del Conde Ritton, de quien había oído que era muy conocida entre los nobles de clase alta de la antigua capital.