Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 11

Capítulo 2: Second Score

Parte 2: Fantasma Del Shogi

“Él vivirá con nosotros a partir de hoy”

“¿Eh?”

La adolescente que estaba en la puerta para saludarnos se congeló con la mandíbula abierta.

Era bonita, increíblemente hermosa.

¿Puedo vivir con una chica bonita como ella?

Pasé de feliz, a nervioso…

“Yaichi Kuzuryu vino desde Fukui.  Ahora  es  mi discípulo residente”

Dijo el Maestro, arrugándome el cabello con su gran mano mientras yo giraba nerviosamente mis pulgares.

Discípulo residente. Escuchar esas palabras me hizo tan feliz que no sabía qué hacer conmigo mismo.

La chica me dio una sonrisa amable y se inclinó hasta mi altura.

“Hola, Yaichi-kun. Me llamo Keika Kiyotaki. Soy la hija de este viejo”

“¡G-Gusto en conocerte! ¡Soy Yaichi Kuzuryu! ¡¡Gracias por recibirme!!”

Me solté, mi cara estaba roja y brillante cuando miré a Keika-san.

¿Q-Qué otra cosa se suponía que debía hacer…?

Quiero decir que pude ver justo debajo de su camisa…..¡El escote!!

“¡Qué bueno que te presentes!……. A diferencia de otra”

“¿Qué?”

“Oh, ¿Papá? Tenemos que hablar, así que, ¿podrías unirte a mí en la sala de estar?”

La sonrisa de Keika-san seguía ahí, pero la voz que usaba con el Maestro era aterradora. De la clase con la que no se puede discutir.

“¿Uhm? C-Claro…En un minuto. Antes de eso, los padres de Yaichi fueron tan amables de darnos un saco de delicioso arroz”

“Ahora. Ahora mismo.”

“O-Okay…”

El maestro era claramente impotente aquí, pero no debe haber querido que su discípulo recién tomado lo viera en un estado tan patético, así que se mantuvo firme y orgulloso. Al borde de las lágrimas, sin embargo.

“Yaichi. Sube y juega hasta que te llame” “¡Sí, Maestro!”

Siguiendo las instrucciones del Maestro, subí trotando las escaleras. Estaba tan mareado cuando llegamos aquí, pero de repente me sentí como un pez fuera del agua sin el Maestro a mi lado.

Había dos habitaciones en el segundo piso.

Ambas puertas estaban abiertas, así que decidí entrar en la que está justo delante de mí. Había una cama, un escritorio para estudiar, una estantería y una cómoda también.

¡Huele como esa chica!

Respiré profundamente de ese maravilloso olor que tienen las chicas.

Cuando de repente vi una pila en la alfombra que parecía que se había caído accidentalmente allí.

“¿? ¿Qué es esto?”

¿Algo  que  olvidó?  Porque  si  lo  hiciera,  ¡Podría agradecerme que se lo trajera!

Convencido, lo recogí y—— No podía creer lo que veía.

“¡¿Eh?! ¿Q-Queeeeeeeeeeeeeee?!” Un sujetador ¡Uno enorme!

—— ¡Los edificios de Osaka son grandes, pero los sujetadores son aún más grandes.……..!

Totalmente impresionado y débil en las rodillas, una ola de miedo me superó al mismo tiempo.

Desde un punto de vista objetivo, sólo era un mocoso cachondo que se colaba en la habitación de una chica para encontrar su ropa interior. Incluso a los seis años de edad, entendí eso.

¡Me echarán si no me comporto! Esa chica tampoco estaba feliz de verme.

“No diré que he entrado aquí……”

Lo del sujetador también es un secreto, y nadie puede obligarme a decirlo. Lo guardaré en mis recuerdos, especialmente el sostén. Me juré a mí mismo que fui a la otra habitación.

A diferencia de la habitación de Keika-san, no parecía que nadie viviera aquí.

“…… ¿Quizás esté vacío?”

Unos pocos pasos en la habitación vacía y —— Allí estaba ella.

“¿Huuuh?……”

Una niña pequeña, tal vez de unos cuatro años, estaba parada allí mirándome.

Incluso en la luz tenue, su piel estaba muy pálida y su cabello brillaba como plata. Tenía algo agarrado en sus manos como si fuera la cosa más valiosa del mundo.

“¿…… ?”

Me froté los ojos tres, cuatro veces. No podía creer lo que estaban viendo. El hecho de que no tuviera ninguna presencia era parte de ello, pero…

Era tan blanca, casi translúcida, como si la luz la atravesara…

“Ah ¿Huh? ¿Una persona?……”

No pensé que algo tan puro pudiera ser otro humano como yo.

Quiero decir.…….. Ella era demasiado bonita

Por eso le pregunté.

“Uhm, ¿Eres un fantasma?……”

Si estuviera en la misma posición ahora, habría usado una palabra más ligera como hada o espíritu, pero fue todo lo que pude hacer a los seis años para inventar la palabra fantasma.

“….. ”

Esta chica blanca y pura me miraba sin decir una palabra.

“Uhm, soy Yaichi Kuzuryu. ¡Seré un discípulo residente en esta casa a partir de hoy! Ah, ¿sabes lo que es ser un discípulo residente? ¡Básicamente viviré aquí para practicar Shogi!”

El corazón se acelera, y en unas pocas respiraciones cortas encontré una explicación y…

La chica se tiró al suelo y abrió la cosa que estaba sosteniendo.

“…… ¿Un tablero de Shogi plegable?”

En el momento en que lo vi, cada pequeña inquietud que sentía desapareció sin dejar rastro.

“¡¿Así que también juegas Shogi?! ¡Vamos, juguemos!”

Me siento en mis tobillos frente a ella y empiezo a alinear las piezas magnéticas.

Hicimos piedra, papel o tijera para decidir quién iba primero. Aparentemente, el fantasma no era muy bueno en eso porque yo conseguí el primer movimiento.

“¡Está bien, estoy listo cuando tú lo estés!”

Incliné la cabeza. La chica blanca tenía la cabeza abajo, sólo mirando el tablero.

“Ahooooraaaa ¡Comencemos………..!”

La formación que empecé a crear era la especialidad del Maestro, el yagura.

Era la formación más bella del mundo, tan bella como la literatura del Shogi. Había decidido que haría un yagura para mi primera partida en esta casa.

Cuando vio eso, la chica hizo sus movimientos sin perder tiempo. Fue como jugar contra un espejo.

“¿Doble Yagura?”

Quitando los ojos del tablero, miré a mi oponente. La cabeza de la chica estaba abajo, pero sus ojos miraban hacia arriba…hacia a mí.

Ese fue el momento en que sentí una conexión con el fantasma.

—— ¡Esto es divertido!

Emocionado, avancé en mi formación. Pero, esa emoción se desvaneció igual de rápido.

A diferencia de un simio como yo que solo sabe hacer el yagura, el yagura de esta chica era verdadero.

Había llegado el momento de contraatacar, cada una de las piezas se rompió misteriosamente en silencio cuando se movió.

Se acabó casi tan pronto como llegó a mis defensas. Avanzando sobre mi Ou con la precisión y exactitud de una máquina, fui destruido en un abrir y cerrar de ojos.

“………… He perdido………”

Fuerte. Demasiado fuerte.

Me desplomé y miré fijamente el Jaque Mate, no había ninguna duda en mi mente.

Era imposible que una niña como esta jugara un Shogi tan perfecto. Es más, acabábamos de tener una intensa batalla, pero su cara estaba tan tranquila como una brisa de otoño, como si nada hubiera pasado.

“¡¡Wow, realmente eres un fantasma del Shogi!!” Le dije a la niña.

“Los jugadores profesionales tienen fantasmas reales que pueden jugar al Shogi viviendo en sus casas……”

¡Santo cielo! ¡Los profesionales son increíbles! Estaba por las nubes. ¡Acabo de jugar Shogi con un fantasma!

Para mí, esto era como Hikaru no Go.

Es un viejo manga sobre un joven que no sabía nada sobre el Go y que fue enseñado a jugar por el espíritu de un antiguo jugador de Go que vivía dentro de su tablero de Go y se volvió muy bueno en ello.

Mi hermano tenía toda la serie, y la leí suficientes veces como para desgastar las páginas.

Y ahora, me iba a hacer más fuerte jugando Shogi con este fantasma como lo hizo Hikaru justo cuando esta historia se estaba desarrollando en mi cabeza.

“Uhm”

“¿Uhm?”

“Mano”

La pequeña fantasma del otro lado del tablero extendió su mano.

“¿…… ?”

Despacio, muy despacio, la alcancé y la toqué.

“Está caliente……”

Sorprendentemente caliente. Acabábamos de conocernos, pero ya había reconocido que su cuerpo se calienta cada vez que se toma una partida en serio.

Encajamos nuestro dedos, casi como si nos aseguráramos de que el otro fuera real.

Muy caliente.

“Entonces……….. ¿No eres…… un fantasma?”

“Ginko”

¿Gin? ¿Como la pieza de Shogi?

“Los fantasmas no existen. Estúpido Yaichi”

Una chica tan bonita, pero con la boca tan sucia.

Cuando  estaba  a  punto  de  responder,  la  voz  de Keika-san resonó desde abajo.

“¡Yaiiichi-kun! Ya puedes bajar”

Volví al primer piso para encontrar al Maestro y a Keika-san sentados uno al lado del otro.

“Siento lo de antes. Este fósil barbudo no me dijo nada, así que fue un pequeño shock, pero bienvenido a nuestra casa!”

Keika-san se presentó plenamente esta vez.

“Tengo 16 años y es mi primer año de secundaria. Eso significa que soy exactamente 10 años mayor que tú, Yaichi-kun. Me ocupo de las cosas de la casa y ayudo en el aula de Shogi de vez en cuando. Pero, soy un pusilánime, así que ve al fósil barbudo o a la chica de al lado cuando quieras jugar, ¿Sí?”

Con eso, Keika-san me dice quién es la chica que está sentada a mi lado como si realmente perteneciera allí.

Ginko Sora.

Ese era su nombre. “Ginko…… Sora……”

Reflexioné sobre esas palabras en mi boca y se apoderaron de mi corazón como si estuviera lanzando un hechizo de algún tipo.

Cabello plateado y ojos ligeramente nublados de color ceniza.

Mi pecho se apretó por alguna razón.

“Te digo que eso fue una gran confusión. Pensar que Ginko era un fantasma, ¡Ah! Admito que tiene un aura de otro mundo, pero tiene piernas, ¿Ves?”

El maestro se reía, pero tenía marcas rojas en la frente que sólo podían provenir de haberla presionado contra la estera de tatami durante un tiempo. Supe inmediatamente quién estaba realmente a cargo en esta casa.

—— Mejor me quedo con el lado bueno de Keika- san

Y luego uno más.

Había otra persona en esta casa que no podía cruzar sin importar lo que pasara.

“No fue por sólo dos semanas, pero Ginko se convirtió en mi primera discípula. Así que, eso te hace ser su Otoutodeshi, Yaichi. Ginko es tu Anedeshi”

“¿Anedeshi?”

“…… … Otoutodeshi?”

No era un fantasma que vivía en la casa del jugador profesional.

Era algo mucho, mucho más aterrador que un fantasma. Conocí a la persona que un día llamaría Anedeshi.