Wortenia Senki (NL)

Volumen 6

Capítulo 2: En Busca de un Nuevo Poder

Parte 1

“Vamos, puedes hacerlo mejor que eso! Tus oscilaciones son débiles! Pon más fuerza en ello! Balancéate como si supieras que vas a atravesar al enemigo incluso si están usando armadura!” Veinte niños blandieron sus espadas en la práctica, el sudor caía de sus cuerpos mientras los rayos del sol caían sobre ellos.

Habían desayunado y ahora tenían dos horas de entrenamiento. Otro grupo de niños estaba entrenando a poca distancia. Cada grupo de niños fue instruido por un miembro del grupo Crimson León carmesí.

“Nuestro muchacho puede ser suave con ustedes, pero eso no significa que puedan relajarse! Después de todo, él no es el que va a morir cuando llegue el momento de la guerra! Ese serás tú! Imagina que alguien que odias está justo frente a ti! Te lo estás imaginando?! En ese caso, córtalos, mátalos! Pon todo lo que tienes en ello!”

Gritos y gritos de batalla resonaron a través de la llanura. Esto era de hecho la visión de los soldados siendo entrenados. Los gritos de batalla eran importantes en el combate real, ya que tanto se despertaba a sí mismo como agitaba al enemigo. E incluso durante el entrenamiento, sirvió para despertar las emociones de los niños. Tan pronto como comenzaron a mostrar fatiga, el volumen de los gritos de los instructores se levantó de inmediato.

Los mercenarios que entrenaban a los niños lo sabían todo de primera mano. Tan pronto como los gritos de batalla de los niños se debilitaban, les gritaban.

“Mike! Cómo van?” Ryoma llamó a uno de los mercenarios.

“Ah, eres tú, muchacho. Haciendo las rondas?” Al escuchar la voz de Ryoma, Mike dejó que el ceño fruncido se relajara.

“Muy bien, todos, tómense un descanso! No intentes refrescarte con el sudor, límpiate y alinea una vez que hayas terminado!”

Ante esas palabras, los niños se animaron alegremente.

“Vamos, por el doble!”

Los niños comprendieron que este hombre amigable sólo frunció el ceño y les gritó porque este entrenamiento tendría implicaciones en sus vidas. Uno no podría funcionar como maestro si sus estudiantes se burlaran de ellos.

Y aunque los mercenarios no veían el castigo físico como una solución óptima, a veces era necesario. Si eso realmente les llevaría a su supervivencia, no les importaría ser temidos y odiados por estos niños. Los golpeaban y los ponían en su lugar si la situación lo requería.

Bueno, sería un gran escándalo si esto fuera Japón… Ryoma rompió una amarga sonrisa mientras ese pensamiento pasaba por su mente.

“Oh, parece que el entrenamiento de cada escuadrón va sin problemas… deberíamos empezar el entrenamiento de combate completo mañana, verdad? Me lo he estado preguntando.”

Fue hace aproximadamente un mes desde que Ryoma dividió a los niños en escuadrones de cinco, y los organizó en pelotones de cuatro escuadrones cada uno. Por supuesto, cada pelotón estaba dirigido por un miembro experimentado de los Leones Carmesí.

En otras palabras, hizo que los mercenarios enseñaran a grupos de veinte, con los que no estaban asignados a ningún pelotón patrullando y ayudando con ejercicios de entrenamiento. Ryoma hizo todo esto para asegurarse de que los niños adquirieran experiencia real en el campo de batalla lo más rápido posible. Concluyó que descartar el entrenamiento de sus habilidades individuales en favor de la construcción de su trabajo en equipo aumentaría sus posibilidades de supervivencia.

Vio a Helena como un ejemplo vivo de esto. Al dejar de lado la dignidad y el orgullo de los que se jactaban los caballeros, se elevó al rango de la Diosa de la Guerra de Marfil de Rhoadseria. En otras palabras, se centró en la batalla segura en números en lugar de la fuerza individual de cada soldado.

Ryoma decidió, entonces, que dejando de lado el entrenamiento individual para empezar les permitiría aprender más rápido. Por supuesto, tendrían que centrarse en sus habilidades individuales en el futuro, pero si iban a criarlos para convertirse en un ejército inmediato, decidió que sería mejor centrarse en un aspecto.

Fueron divididos en grupos de cinco, y todos comieron y durmieron en el mismo lugar. Vivir así durante un mes formó un sentido de comunión entre los niños. Y ese sentimiento de camaradería los llenó con el deseo de mantenerse seguros unos a otros. Los resultados fueron exactamente lo que Ryoma esperaba que fueran. La única pregunta que quedaba era qué tanto del entrenamiento básico de combate realmente se hundió en este corto mes.

“Bueno… Probablemente también deberías preguntar al viejo Boltz y a la Jefa, pero si me preguntas, lo están haciendo bien. Están poniendo sus voces en ello, y también parecen llevarse bien como grupo… Todo lo que queda es verlos hacer todo eso sin que se den la vuelta para mirarnos “.

Los niños todavía tenían cierta sospecha y miedo hacia Ryoma y los mercenarios, pero al menos ya no eran apáticos. Con gusto comieron su comida y lavaron su ropa. Dormían dentro de las carpas que el grupo de Ryoma había erigido, y aunque no era tan suave como una cama de verdad, era mucho mejor a cómo fueron tratados cuando eran esclavos.

Pero lo más importante de todo, sus expresiones se volvieron más brillantes, probablemente debido al hecho de que ya no tenían que temer el látigo. O, al menos, sabían que no serían golpeados por razones irracionales.

Como prueba, los niños no parecían estar mirando a Mike con terror. Incluso mientras les gritaba con una expresión severa en su rostro, los niños se dieron cuenta de que los trataba como a iguales. Esto era algo que Ryoma instruyó firmemente a los mercenarios León Carmesí a hacer antes de que comenzara el entrenamiento. Y por suerte, los miembros del León Carmesí eran todos de origen plebeyo, así que entendían fácilmente las intenciones de Ryoma.

La mayoría de los aventureros y mercenarios eran de nacimiento común. Todos pensaron, en un momento u otro, que si la suerte no hubiera estado de su lado, bien podrían haber terminado esclavos. Si Ryoma le hubiera dicho a algún caballero o alguien de noble pedigrí que tratara a los niños con respeto, se burlaría de él por tratar a los esclavos amablemente y sería ignorado.

“Eso es bueno, todo el mundo parece estar pasando… Miré alrededor de los otros escuadrones, y todos parecen estar trabajando en sus oscilaciones de espada.”

“Sí, los estamos entrenando de esa manera. Su forma está mejorando, dado que sólo ha sido un mes…”

Los niños estaban agarrando espadas destinadas a adultos, proporcionadas al grupo de Ryoma por la Compañía Mystel. Después de las negociaciones que tuvieron hace unos días, Ryoma se conectó con la Compañía Mystel con la recomendación del Conde Salzberg. El conde Salzberg sabía de su reunión con Simone, pero aparentemente Ryoma pudo convencerlo con éxito de que no había nada.

Todo va de acuerdo al plan por ahora. Ryoma asintió con satisfacción ante el informe de Mike.

Había pasado sólo un mes. Se les dio comidas adecuadas, tiempo suficiente para dormir y entrenamiento moderado. Gracias a eso, los cuerpos adolescentes de los niños ganaron masa muscular a un ritmo constante. Por supuesto, un mes de entrenamiento no fue suficiente para provocar ningún tipo de cambio dramático.

Pero poco a poco, muy gradualmente, los niños fueron madurando. Cuando el comerciante de esclavos se los entregó a Ryoma, todos estaban demacrados por la desnutrición. Pero el esclavista no mintió cuando dijo que escogió esclavos sanos.

“Pero realmente, darles caramelos redondos como recompensas por buen comportamiento realmente funciona… Todos practican con una luz diferente en sus ojos. Hacerlos entrenar mientras cuelgan premios sobre sus cabezas. Ese es el tipo de idea solo se te ocurre a tí, muchacho! Los niños están trabajando con un tipo de fervor completamente diferente, sabes?”.

“Eso es bueno… Bueno, supongo que los plebeyos tampoco pueden probar los dulces con demasiada frecuencia. Pensé que eso sería efectivo”.

“Sí… quiero decir, son esclavos. Incluso si les dieras dinero, no tendrían idea de cómo gastarlo. Creo que era una buena idea.” Mike concluyó sus palabras y lanzó una mirada amable detrás de él.

Allí, los niños se limpiaban el sudor y se alineaban.

“Bueno, si me disculpa…” Se puso de pie y agarró un pequeño saco que colgaba de su cinturón.

“Lo siento, Mike”, Ryoma de repente lo detuvo.

“Déjame hacerlo hoy”.

“Huh…” Mike parecía sorprendido por la orden de Ryoma.

“Bueno, está bien…”

“Gracias, Mike”. Dijo Ryoma, tomando la bolsa de la mano de Mike.

Entonces se acercó al primer niño de pie en la fila.

“Tu nombre es… Coile, verdad?” Ryoma se arrodilló y miró al niño a la altura de los ojos.

“Te vi entrenar. Agarras tu espada demasiado fuerte. Intenta sostenerla un poco más suavemente”.

Refiriéndose al niño por su nombre, Ryoma dejó caer tres gominolas en la mano del niño y suavemente le revolvió el pelo. El muchacho, Coile, consideró el hecho de que Ryoma conocía su nombre con sorpresa.

“E-Erm… yo…” Coile estaba tan sorprendido que no podía expresar adecuadamente su gratitud en palabras.

“Pero sé que te esforzaste mucho,” Ryoma le sonrió suavemente.

“Así que hoy es especial. Ve a la sombra y toma tus dulces.”

El niño bajó la cabeza profundamente en agradecimiento y salió corriendo. Sanado por la vista del niño corriendo felizmente, Ryoma le indicó al próximo niño que se acercara a él. Al final de cada día de entrenamiento, el instructor les daría una gomita a los miembros de su escuadrón. Si el instructor pensó que realmente habían hecho su mejor esfuerzo ese día, les daría dos gomitas.

Mientras no se aflojaran, fueron recompensados: este sistema convirtió las gomitas en la única zanahoria más dulce imaginable. No requería que tiraran de los pies del otro para tener éxito, y se aseguraban de que siempre estuvieran motivados.

En esta Tierra, donde el azúcar era difícil de conseguir, una gomita era algo que la mayoría de los plebeyos no conseguía probar a menudo. Ryoma los compraba continuamente de Epirus y los entregaba a los niños.

Y los efectos fueron dramáticos, por decir lo menos. En Japón, una gomita o dos no provocaría tanta alegría en un niño, pero era un estimulante mucho más fuerte en este mundo duro. Se podría llamar a esto una idea revolucionaria.

Y sin embargo, el corazón de Ryoma fue vencido con un tinte de culpa. No importaba cómo tratabas de sostenerlo – él estaba usando caramelos para forzar a los niños a un entrenamiento duro y riguroso. Y sin embargo, Ryoma sabía que traer los valores de su propio mundo al panorama era inútil.

Tengo que recordar que este ya no es ese mundo…

Y así, todavía abrumado por una conciencia culpable, Ryoma le dio a cada niño dulces, refiriéndose a ellos por su nombre y dándoles unas palabras alentadoras. Una vez que el último niño de la columna huyó, Mike abrió una sonrisa irónica.

“Bueno, maldición… no puedo igualarte, muchacho. esto hará que su moral sea aún más alta.”

Nadie llamaría a un esclavo por su nombre. Después de todo, el dueño de un esclavo sólo los veía como herramientas. Pero Ryoma se refería a ellos por su nombre, y probablemente hizo lo mismo con los niños de los otros escuadrones. Memorizó los nombres de más de trescientas personas. Este fue un esfuerzo difícil de asumir. Era así cuando nos unimos a él también… Este hombre es realmente algo más…

Él era un señor que era difícil de encontrar en este mundo. Y por eso servir bajo su mando era la elección correcta. Pero a pesar de la emoción surgiendo en Mike, Ryoma interpretó sus palabras de manera diferente.

“Hmm? Bueno, sí, cuestan bastante… Estaríamos en problemas si no funciona. Mike, sigue trabajando duro para entrenarlos mañana, también”.

Mike inclinó profundamente su cabeza ante las palabras de Ryoma – la forma más alta de honor que podía mostrar hacia su rey.

“Puedes contar conmigo, muchacho!”

Aceptando la respuesta entusiasta de Mike, Ryoma se alejó. Todos los escuadrones están bien por ahora… Todo depende de cómo vaya el entrenamiento de mañana… El problema es… Ryoma se sintió aliviado con los resultados de su revisión de los niños, pero todavía había algo de ansiedad en su corazón.

Voy a empezar a aprender la taumaturgia yo mismo mañana… He escuchado sobre los riesgos, pero tendré que aceptarlo, de todos modos.No puedo quitarle demasiado tiempo a Laura y Sara, después de todo…

La taumaturgia era un campo que aún era desconocido para Ryoma, pero no podría seguir adelante sino aprendía a usarlo. Obtener este nuevo poder fue absolutamente necesario si debía sobrevivir en la Península de Wortenia.