Wortenia Senki (NL)

Volumen 6

Capítulo 1: Negociaciones

Parte 2

 

 

La posesión de una mina ilegal en el territorio de otro noble constituye una grave violación de la ley. Eso era cierto incluso cuando era un noble de rango inferior como Ryoma. El Conde Salzberg sólo tenía una cosa en mente: tener a Ryoma entrando en la península de Wortenia lo más rápido posible. Y prestaría su ayuda hasta cierto punto si eso significara hacer que eso sucediera más rápido.

Hasta ahora todo bien… mi gente hace un buen trabajo. Conteniendo una mueca de desprecio por cómo el conde Salzberg llegó a la conclusión equivocada, Ryoma detalló su petición mientras fingía angustia.

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“Sí… estoy en un aprieto…”

“Con respecto a los esclavos?”, preguntó el conde Salzberg. Ryoma agitó la cabeza sin palabras. Se tomó su tiempo desde que se los compró al esclavista. Los niños habían completado su entrenamiento de resistencia y estaban a punto de comenzar el entrenamiento básico de combate. Ryoma no tenía intención de vender a los niños en este momento.

“Entonces, qué podría ser?”, preguntó Lady Yulia al ver la negación de Ryoma.

“Su Majestad ordenó a la Casa Salzberg que le proporcionara ayuda, si la necesita. Siéntase libre de declarar lo que necesite. Estoy seguro de que podremos serte de ayuda. No es así, querido?”

Esas palabras hicieron temblar de miedo a Ryoma. Lo dijo casualmente, pero las palabras de Lady Yulia implicaban un hecho. Le ordenaron que me ayudara, eh…? Así que les dijeron que me vigilaran… Esa perra podrida… No iba a dejarme fuera de la vista, y ordenó a Salzberg que lo hiciera… Lo que sea. Eso me da algo de flexibilidad a su manera…

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Lupis desconfió de Ryoma y no lo dejó desatendido. De hecho, hizo que el conde Salzberg observara sus movimientos. Ryoma no era tan crédulo como para creer que sólo les dijo que le prestaran a Ryoma su ayuda.

“Ya veo…”

Tal vez su lujosa bienvenida el otro día fue influenciada por las órdenes de la Reina, también. Pero aún así, los dos no eran perros falderos de Lupis. Afirmaron ser fieles por un lado, mientras malversaban recursos de la mirada de la casa real por el otro.

Sí, harían cualquier cosa si eso los beneficiara… eso significa que hay espacio para negociar… Podría venderles los derechos del depósito a cambio de que falsifiquen mis informes a Lupis… Todo depende de mi actuación, aunque… Si termino despertando sus sospechas, todo habrá terminado.

Tendría que esperar el momento perfecto para nombrar sus condiciones…

“Sí, en efecto. Así que siéntete libre de consultarnos, Señor Mikoshiba… Así que, si no se trata de los esclavos, qué es lo que necesitas?” Salzberg lo miró con ojos cuestionables.

Parecía muy interesado en lo que Ryoma intentaba hacer. Supongo que realmente quiere que me vaya lo antes posible… realmente no le gusto, eh.

El conde Salzberg estaba fingiendo amabilidad, pero Ryoma sabía sus verdaderas intenciones y sólo podía verlo como cómico.

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“En realidad, quería consultarte sobre una veta de sal en la península… creo que lo sabes, Conde Salzberg…”

En el momento en que Ryoma dijo esas palabras, la temperatura en la habitación físicamente bajó varios grados.

“Qué estás diciendo? Cómo lo sabes? Lo has investigado tú mismo?”

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La sonrisa desapareció de la cara del conde Salzberg, y él habló con una voz reprimida que parecía resonar desde el fondo de la tierra.

Estaba mirando dagas en Ryoma. Su mirada estaba llena de sospecha, envidia y sangre. El Conde Salzberg no intentó fingir que no sabía qué decía Ryoma, es probable que él sabía que no podía hablar de esto.

Cómo sabe él sobre la vena? La compañía Mystel debe mantener un control apretado en el lugar… Entendió algo durante la cena después de todo? Debería matarlo? No, incluso si termino matándolo, tendré que confirmar algunas cosas primero… Inexplicable sed de sangre surgió en el corazón del Conde Salzberg. Sintió como si un insecto hambriento se estuviera volviendo loco en su jardín. Pero a pesar de esto, su intelecto suprimió esa ira. En el peor de los casos, simplemente tendría que matar a Ryoma. Eran Barón y Conde – ambos eran nobles, pero sus rangos diferían.

Y sobre todo, estaban en la finca del Conde Salzberg – lejos de la mirada de la capital. Podía inventar cualquier excusa para matar a Ryoma. Pero antes de tomar esa decisión, necesitaba obtener información de Ryoma primero.

Y como si manipulase el juicio y las emociones del Conde como un titiritero, Ryoma presentó el as que había preparado de antemano a los Salzberg.

“Bueno, verá… recientemente me encontré con esto…”

“Qué?! Entrégame eso!!”

Ryoma extendió una carta. Estaba hecha de papel ordinario y tinta comprada en una tienda de la ciudad, y fue garabateada al azar, lo que hizo imposible discernir la escritura a mano. Se parecía mucho a una carta común. El Conde Salzberg rápidamente pasó la carta antes de entregársela a Lady Yulia y quedarse callado.

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Quién escribió esta basura innecesaria…?

El contenido de la carta era bastante simple. Era una carta incriminatoria, hablando de cómo la casa Salzberg poseía una veta de halite ilegal. Uno podría simplemente desdeñarlo como una calumnia, pero el problema era que la nota detallaba la ubicación exacta de la vena. El conde Salzberg calmó su corazón furioso y reflexionó cuidadosamente sobre las palabras de Ryoma.

Maldita sea… Qué idiota le informó de esto? Era la chica de Christof…? Sí, debe ser. Es una pequeña astuta, así que probablemente sabe lo que estamos haciendo…

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Pocas personas se opondrían al Conde Salzberg y a la Lady Yulia en Epirus. Entre los pocos que lo habían está la Compañía Christof, que tenía la posición de cabeza de sindicato robado de ellos. Actualmente estaba dirigido por Simone Christof – y el conde Salzberg la vio como su rival más potencialmente peligroso.

El conde Salzberg, como el gobernador, respaldó la compañía Mystel. Y gracias a eso, la economía de Epirus se movía con la compañía Mystel en su centro. En este momento, se encontraba en su punto álgido. En comparación, la compañía Christof estaba en su punto más bajo. La presión del conde Salzberg los hizo perder muchos clientes, reduciendo la escala de su negocio.

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Pero la Compañía Christof había servido como jefe del sindicato, y esa larga historia les dio un respiro. El conde Salzberg sabía que no había que menospreciarlos.

Han pasado tres años desde que Mystel se convirtió en el jefe de la Unión. En unos pocos años más, podríamos exprimir la vida de la niña de Christof, pero… No, eso es en realidad exactamente por qué…

Hasta ahora la Compañía Christof sólo podía luchar para sobrevivir a la presión del Conde, pero ahora hicieron un intento de contraataque. Esa parecía la opción más probable.

Así que si el que le filtró esa información fue la chica Christof… la pregunta es por qué acudió a mí? Y qué intentaba lograr con esto?. El hecho de que Simone Christof fuera capaz de averiguar sobre la vena halita era comprensible. Pudo haber notado que algo andaba mal con los ingresos de la Casa Salzberg y la cantidad de sus transacciones y lo investigó. Era posible dado el sentido de los negocios de la chica. Parecía joven, pero era capaz de mantener ese negocio en ruinas juntos Esto demostró lo bueno que era su sentido del negocio. Pero el verdadero problema era con lo que hizo con esa información.

Si ella sabía sobre la vena, por qué no hizo algo al respecto? Por qué acudir a él?

La mejor manera de utilizar la información sería informar a la familia real del hecho de que el conde Salzberg poseía una veta ilegal de halita en la península de Wortenia. Ahora mismo la península pertenecía a Ryoma, pero las cosas eran diferentes hace unos meses.

Aunque no hicieron nada en términos de gobernar realmente la tierra, la familia real poseía los derechos sobre Wortenia antes de que fuera concedida a Ryoma. La Casa Salzberg había estado malversando la sal durante más de cinco años. Ninguna excusa aliviaría el hecho de que estaban malversando recursos del territorio que pertenecía a la familia real.

Si esa información se hiciera pública, el conde Salzberg y toda su familia estarían acabados. El delito de malversación de recursos de la familia real tendría como resultado la ejecución de todo su clan y asociados. Entonces, por qué darle esa información a este noble advenedizo? El Conde Salzberg no pudo ver el significado detrás de esa elección.

Pero está bien… todo está bien… no hay necesidad de entrar en pánico… puedo escuchar lo que este chico tiene que decir…

Estamos en medio de mi territorio, después de todo…

La mirada del conde Salzberg se hizo más aguda y más viciosa, brillando fríamente. Estaba a punto de descubrir los colmillos que había mantenido ocultos hasta ahora. Los mismos colmillos que una vez usó para morder a su propio padre muerto…

Desde que el Reino de Rhoadseria fue establecido, la Casa Salzberg tenía dominio sobre las tierras que bordeaban el Reino de Xarooda. Se vio obligado a casi quebrar debido a que tuvo que aumentar repetidamente su financiación militar.

Tuvieron que aumentar el número de soldados. Adquirir nuevo equipo para armar a esos soldados. Construir fortalezas. Una vez que uno comenzó a contar los gastos parecía no haber fin a la cantidad de dinero que tenían que malgastar para defender la frontera.

Y sin embargo, la familia real no hizo nada.

Dejaron los asuntos de la administración del territorio de la Casa Salzberg a la discreción de los Condes. Y esa era una forma implícita de decir que aunque no interferirían en sus asuntos, tampoco lo ayudarían financieramente.

Sin embargo, como se trataba de una cuestión de defensa nacional, la casa real no podía permitirse el lujo de no aumentar el ejército. Pero al mismo tiempo, aumentar el ejército no significaba que la Casa Salzberg pudiera descuidar los asuntos internos de la tierra.

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Sus impuestos ya eran mucho más severos que otros territorios». No les interesaba mimar a sus plebeyos, pero presionarlos tanto para que estallara una rebelión abierta no era prudente. Una rebelión podría ser sofocada usando el poder militar, pero la frustración simplemente se acumularía y eventualmente estallaría de nuevo. Y así, para evitar eso, les otorgaron a los plebeyos un trato preferencial que sirvió como una especie de dispositivo de ventilación.

Los ex jefes de la casa, Salzberg, abordaron ese problema reduciendo su propia conveniencia personal. Economizó una y otra vez, viviendo más comidas frugales, reduciendo la ropa y la gestión de su finca… reducen los costos donde sea posible. Y, por supuesto, fue difícil expresar lo difícil que fue.

Casa Salzberg luchó por mantener su apariencia como una casa noble hasta el día en que Thomas Salzberg se convirtió en conde. Vivían una vida de tal pobreza indigente que uno podía confundirlos con plebeyos. No celebraban cenas lujosas, y su finca no estaba amueblada por famosos artesanos de la capital.

Ellos cortaron su carne viva en el nombre del Reino de Rhoadseria. Pero a pesar de dar todo lo que tenían para proteger al país, la única emoción con la que otros consideraban a la Casa Salzberg era el desprecio. Muchos de los nobles que vivían en la capital se burlaban de la Casa Salzberg, llamándolos pueblerinos. Los únicos que les mostraron simpatía fueron los otros miembros de las diez casas del norte.

Y a pesar de esto, la Casa Salzberg había soportado esa vergüenza durante generaciones por lealtad a Rhoadseria. Durante años se apretaron los dientes en frustración, tolerando la vergüenza. Pero esos intentos finalmente fracasarían.

El actual gobernador, Thomas Salzberg, era diferente de sus predecesores. Era un hombre que no dudaría en usar cualquier cosa si satisficiera sus deseos. Quizás era una cuestión de su misma naturaleza como ser humano. O quizás algún incidente en su juventud distorsionó su corazón. Sea lo que sea, el resultado final fue el mismo.

Thomas Salzberg se enteró de la existencia de una vena halita en las tierras de la península de Wortenia – que en ese momento pertenecía a la casa real rhoadseriana y ahora pertenecía a Ryoma – hace unos cinco años. Existía en una cordillera al noreste de Epirus, a un día a pie.

La península de Wortenia originalmente no tenía residentes, ya que era una tierra poblada por peligrosos monstruos y salvajes semihumanos. Pero eso no significaba que nadie viviera allí. Puede que no hubiera residentes en la península, pero ciertamente había gente allí. Había criminales, exiliados y otros indeseables enviados a esa tierra, así como personas empleadas en cierta profesión.

Aventureros y mercenarios. El tipo de gente que hacía del combate su instrumento del oficio.

Para ellos, Wortenia era un campo de batalla para perfeccionar sus habilidades en combate verdadero y un lugar que les permitía ganar dinero. Después de todo, era un caldo de cultivo para monstruos poderosos cuyos colmillos y pieles se vendían por una bonita suma. Mientras tuvieras la habilidad, esta tierra te ofrecía la oportunidad de arriesgar tu vida para hacer una pequeña fortuna rápidamente.

En verdad, la veta de halite fue descubierta en un rincón de esta tierra por coincidencia. Un grupo de aventureros entró en Wortenia, con el corazón lleno de ambición y esperanza, y llegaron al depósito. Pero eso no significaba que pudieran usar la vena por su cuenta. La sal era una necesidad para la vida, no había duda de eso, pero no hizo mucho beneficio a menos que fuera extraída en grandes cantidades.

Los aventureros lo sabían, y no veían tanta posibilidad de ganar dinero. Pero cuando trajeron su botín de la península al gremio, accidentalmente dejaron escapar que descubrieron una vena.

Normalmente, ese informe no atraería mucha atención, pero el conde Salzberg se enteró.

Era difícil decir si era algo bueno o no que él aprendió de ello. Pero para la Casa Salzberg, que había sido atormentada por la necesidad de aumentar la financiación militar una vez más, todo el asunto era una bendición. Al menos, esta era una oportunidad de oro para un joven Thomas Salzberg.

En ese momento, Tomás era sólo el legítimo primer hijo y heredero de la familia. Imploró desesperadamente a su padre, el entonces Conde, que siguiera adelante con esta idea, alegando que era la última oportunidad de su familia para revertir sus problemas financieros.

Acababan de enterarse de que había un tesoro enterrado al alcance de su brazo, después de todo. Nadie podría contenerse ante semejante oportunidad. Por supuesto, si la vena hubiera sido más profunda en la península, Thomas habría dudado. Sólo los aventureros y mercenarios de más alto rango se enfrentarían a las zonas más profundas de Wortenia, e incluso a ellos no se les garantizó que regresaran vivos de esa zona de peligro.

Despachar a cualquier minero en lo profundo de la península no lograría nada, excepto el proporcionar comida adicional a los monstruos que se alojan allí. Y cuanto más larga sea la distancia que tendrían que recorrer, mayor será la posibilidad de que sean detectados por ojos no deseados.

Pero la vena estaba a unos pocos pasos de Epirus. Todavía estaba en esa tierra maldita de nadie arrastrándose con monstruos, pero era sólo la entrada misma de ella. El riesgo de ser atacado era mucho menor.

Pero el padre de Thomas, el antiguo Conde Salzberg, ignoró su propuesta. No, no sólo lo ignoró – lo miró con total desdén. Desde la perspectiva de su padre, esto era obvio. Estaba orgulloso de haber defendido la frontera con Xarooda durante muchos años. Su lealtad a la familia real era inquebrantable.

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La vena puede haber estado tan cerca como lo estaba, pero la península de Wortenia era sin duda el territorio de la familia real. Aventureros y mercenarios iban y venían libremente, pero eso era algo que la familia real ignoraba como un inconveniente menor.

Pero si una familia noble respetable entrara en el territorio sin invitación, no lo tolerarían tácitamente. El deseo de Thomas de usar la veta halita para reorganizar sus finanzas era efectivamente igual que robar recursos de la familia real.

El padre de Thomas sabía perfectamente lo mal que estaba la posición financiera de la Casa Salzberg, y se dio cuenta de que el plan de Thomas estaba destinado a cambiar su posición. Pero su lealtad y orgullo hacia la casa real lo llevó a rechazar firme y cruelmente la propuesta de su hijo. Le dijo a su hijo del orgullo y la devoción que la Casa Salzberg albergó durante generaciones.

Creía que su hijo caminaría por el mismo camino.

Pero esas palabras no hicieron nada para conmover el corazón de Thomas. A sus ojos, la casa real de Rhoadseria fue la razón detrás de su infancia y vida frugal e indigente. No veía ningún valor en albergar orgullo o lealtad hacia ellos.

El territorio de la Casa Salzberg era una zona fronteriza distante de la capital, y la familia real sabía poco de lo que pasaba allí. Eran indiferentes al punto de la negligencia. Enviarían refuerzos si Xarooda intentara una invasión completa, por supuesto, pero manejar pequeñas escaramuzas cayó enteramente en la Casa Salzberg y los nobles circundantes.

Su padre consideraba esto como una fuente de orgullo – prueba de que la capital confiaba en él, pero Thomas lo veía de manera diferente. En sus ojos era una demanda absurda que no valía el precio de ninguna manera. Era una situación que les trajo nada más que pérdidas.

A Thomas le importaban poco cosas intangibles como la confianza y el orgullo – lo único que le importaba eran las ganancias tangibles. Es decir, dinero, recursos y privilegios. Y así, sus conversaciones con su padre tuvieron lugar en líneas totalmente paralelas. Por así decirlo, ninguno de ellos estaba dispuesto a transigir sobre sus respectivos principios.

Beneficio contra orgullo. Los dos podían coexistir mientras no chocaran, pero en ese momento uno tenía que ser elegido sobre el otro.

Y el resultado final de eso fue el acto de parricidio de Thomas Salzberg. Ese fue su único método de ver sus aspiraciones llegar a buen término.

El crimen de matar a los padres era tan severo en esta Tierra como lo era en el mundo de Ryoma. No, dado que esta Tierra todavía funcionaba en un sistema de herencia patriarcal, era quizás más grave de los pecado que en Rearth.

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No dejaré que nadie se interponga en mi camino… susurró el Conde Salzberg en su corazón.

No podía dejar ir la vida que llevaba ahora. No cuando tuvo que matar a su propio padre para obtenerla…

“Tú… Qué estás buscando?”, dijo lentamente el conde Salzberg después de un largo y deslumbrante silencio.

No tenía intención de mantener la fachada de la dignidad noble. El tono del Conde Salzberg fue uno que habló con Ryoma como si fuera una especie de ser humano inferior. Había descartado por completo la máscara de la amistad y toda noción de sospecha y precaución.

Podía imaginar quién filtró la información sobre la vena a Ryoma, pero no tenía idea de por qué Simone Christof hizo eso en lugar de actuar en ella misma. La información fue más que suficiente para establecer el Conde Salzberg por su cuenta, pero en su lugar se lo entregó a otra persona. Y ese alguien vino no a la casa real – sino a él.

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