Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 12

Capítulo 4: Héroes Sin Nombre

Parte 1

Un pajarito estaba silbando, cantando. El sol de la mañana entraba a raudales por la ventana, marcando la llegada de otro día más.

Pero incluso cuando los rayos brillantes iluminaron la habitación, Lefiya no respondió de ninguna manera. Ella estaba perdida en la oscuridad. No supo qué había delante o detrás, qué camino conducía a la izquierda o a la derecha, arriba o abajo. No sabía adónde debía ir. No había ningún rayo de luz que le indicara el camino. Estaba tensa como la piel debajo de una costra fresca, la sangre estaba lista para salir de la herida de nuevo en cualquier momento. El cuchillo de la desesperación desgarró el corazón de Lefiya una y otra vez.

¿Estás realmente bien así?

¿Estás realmente bien que deje que termine sin hacer nada?

El amanecer cayó sobre ella mientras estaba sentada allí, arrugada en el suelo, con los ojos vacíos y fijos en el suelo, su corazón marchito.

—Lefiya, voy a entrar; Gritó alguien desde detrás de la puerta. La que entró en la habitación fue Loki. La diosa patrona caminó directamente hacia Lefiya y se detuvo allí.

—Lefiya… tengo algo que decirte.

Arrodillándose para poder hablar cara a cara con Lefiya, Loki comenzó a hablar.

—Entiendo lo que estás sintiendo ahora mismo. Y voy a decir algo que te resultará difícil de escuchar. Pero… necesitamos que te levantes; Ella le explicó a la elfo, que se había quedado incapacitada, incapaz de mirar hacia arriba con sus ojos que no reflejaban nada. Loki ocultó su culpa como una figura paterna, actuando como una diosa. No había agua de misericordia para apagar un alma marchita. En cambio, Loki ofreció una llamarada para incendiar el alma reseca de Lefiya.

—Se trata de esa criatura enmascarada… la que mató al seguidor de Dionysus.

Hubo un giro. Aunque apática como una  muñeca de trapo, la mano de la joven tembló, formando un puño.

***

—¿Loki estará bien…?; Tiona logró susurrar.

Aiz, Tiona, Tione y Elfie estaban fuera de la habitación de Lefiya. Ya había pasado media hora desde que Loki había entrado.

—Lefiya es esencial para enfrentarse a ese infierno; Les había dicho Loki.

Algunos habían protestado diciendo que era cruel. Pero todos reconocieron que su diosa patrona tenía razón. Todos deseaban la recuperación de Lefiya, de Mil Elfos.

No había nada que pudieran hacer salvo esperar frente a la puerta. Estaban irritados por la sensación de impotencia, pero no les quedaba más que rezar a su diosa.

—¡!

En ese momento, una voz sonó dentro de la habitación—un verdadero grito. Como si alguien estuviera haciendo funcionar desesperadamente una garganta que hubiera olvidado cómo moverse. Como si una tubería estropeada tuviera un torrente de agua corriendo a través de ella.

Mientras estaban congelados, los gritos se repitieron una y otra vez. No pudieron distinguir las palabras, pero Aiz pudo detectar la rabia. Sin duda fue una respuesta a lo que debió decir la diosa. Finalmente, la voz se apagó. Los reunidos afuera se olvidaron de respirar mientras miraban la puerta.

—¡¡!!

—¡Lefiya!

Cuando la puerta se abrió con un crujido, ellos vieron aparecer primero a Loki y luego a Lefiya. Tiona y los demás se reunieron frente a la chica que salió con los ojos pegados al suelo, el pelo largo suelto en lugar de atado como de costumbre.

—¡Lefiya! ¡Lefiyaaaa!; Gritó una llorosa Elfie.

—Cálmate, Elfie; Dijo Tione, deteniéndola suavemente.

—Lefiya… ¿estás bien?; Preguntó Tiona, luciendo preocupada.

Lefiya respondió sin levantar la vista —… Sí… lo siento… por preocuparlos.

Ella respondió claramente—aunque estaba extremadamente ronca, nada en absoluto como su voz habitual. Debe haber sido porque había estado sufriendo durante mucho tiempo. Asomando por detrás de su cabello, sus ojos estaban rojos. Su rostro estaba pálido y demacrado.

Pero había determinación en sus ojos—una resolución lo suficientemente fuerte como para ponerla de pie cuando ya no se había recuperado, una convicción trágicamente heroica.

Todos cerraron la boca y le abrieron un camino.

—Lefiya…

Los ojos de Aiz se llenaron de dolor. Ellas podían adivinar cómo Loki había logrado que Lefiya volviera a levantarse. Su aliento y llamamientos no la habían alcanzado, lo que significaba que lo único que quedaba era la venganza: hablar sobre el ser que se había robado a Filvis y había prendido fuego al alma marchita de Lefiya.

Una oscura inquietud cruzó por la mente de Aiz cuando miró a su diosa protectora, que permaneció en silencio.

¿Quedará atrapada por la idea de venganza?

¿Se volverá… como yo?

¿Será quemada por ese infierno negro?

No había ni rastro de la dulce niña en la elfo de pie ante los ojos de Aiz. Aiz comenzó a acercarse a Lefiya, quien pasó justo frente a ella.

——-

Pero en ese momento, Lefiya miró hacia arriba y Aiz vio sus ojos. Estaba cautivada por los ojos azules que la miraban. Hasta la última palabra en los pensamientos de Aiz se evaporó de inmediato. La chica elfo pasó junto a ella.

—… ¿Está realmente bien dejarla ir?; Preguntó Tiona, incapaz de ocultar la preocupación en su voz.

Aiz no respondió. Solo miró a la elfo desde atrás mientras se alejaba—observándola mientras seguía avanzando.

***

—Pensar que sería el último hechizo de los grandes espíritus…; Murmuró el mago, amargado, en la cámara iluminada por antorchas de piedra mágica. La ubicación estaba en el centro de la ciudad. El trigésimo piso de la torre blanca, Babel.

Ouranos había dispuesto el espacio con  la mesa redonda gigante donde normalmente se sostenía el Denatus para que se abriera para su uso. En la sala estaban Finn, Fels, Shakti, Tsubaki y otros, los representantes de cada organización. Las llamadas facciones de la justicia se habían reunido para planificar su estrategia. El objetivo era nada menos que proteger a Orario del complot que amenazaba con destruir la ciudad.

—El hechizo envolvente… ¿Tienen la intención de crear una resonancia entre los seis semi- espíritus, hacer circular la energía mágica y destruir todo cuando se desate…?; Shakti se calló después de escuchar la explicación de Finn.

—Demonios, eso es muy serio; Murmuró Tsubaki para sí misma.

Justo como habían adivinado los Xenos que excavaban en Knossos, un hechizo a escala gigante activado por un conjuro superlargo había comenzado a tomar forma bajo tierra. Si el hechizo se completara, Orario sería destruido.

Mientras todos sus dioses y diosas patrones estaban ocupados corriendo ocupándose de otras cosas en preparación, sus seguidores compartían información y discutían su próximo curso de acción.

—¿Estás tratando de decir la activación del altar… y la razón de la transformación de Knossos en un reino espiritual… no fue solo para aniquilarnos, sino para obtener suficiente magia para sostener a los semi-espíritus?; Preguntó Fels.

Ellos estaban insinuando la tragedia que había ocurrido, la aniquilación total de la Familia Dionysus. Hubo un estremecimiento y una pizca de admiración en la voz pesada de Fels.

—¿Cuánto tiempo ha estado pasando este plan ante nuestras narices…?; Se preguntó Shakti.

—Enyo, ¿eh? Es cierto que esto está más allá de los límites de la comprensión mortal. Pero…

puede ser que todos los dioses y diosas tengan inherentemente este lado; Dijo Tsubaki.

Fueron sinceros acerca de su reacción a Enyo, pero estaba teñida de un temor más general por las obras de la deusdea, que existía en un plano superior. Mientras todos estaban parados alrededor de la mesa, un momento de silencio se instaló en la habitación.

—Pero ahora mismo, tenemos que derrotar a una de esas deidades; La voz de Finn disipó el silencio. —Si no lo hacemos, nuestra gente y lugares nos serán robados y el mundo enfrentará una desesperación sin precedentes. Sea quien sea el enemigo, no hay salida para nosotros— salvo la victoria. ¿Quién está conmigo?; Preguntó, el héroe solitario impertérrito y tranquilo, animándolos. Ya no había camino para la retirada. No quedaba futuro para quienes no lucharan.

Endureciendo su resolución, los aventureros asintieron.

—Como se mencionó anteriormente, el enemigo tiene seis núcleos, los puntos de partida desde los cuales están llevando a cabo la destrucción de la ciudad. Tenemos que aplastarlos a los seis.

—Finn, estás haciendo que parezca que planeas atacar las seis cámaras del décimo piso a la vez; Dijo Tsubaki.

—Sí, eso es correcto.

—Eso es atrevido. ¿Pero no son esos semi-espíritus más fuertes incluso que los jefes de piso?

—Ya no hay más tiempo para pensar en eso. Si no hacemos todo lo que está en nuestro poder para ganar esto, no lo haremos.

Los labios de Tsubaki se torcieron en una sonrisa cuando Finn confirmó su sospecha.

—Espera un minuto. ¿No se volvería inactivo el hechizo si logramos cortar a uno de los seis espíritus que realizan el conjuro?; Preguntó Shakti.

—No, incluso si derribamos uno, otro puede continuar el conjuro donde lo dejó. Nos daría algo de tiempo, pero el hechizo seguirá funcionando a menos que derrotemos a todos. Ouranos y los otros confirmaron eso; Respondió Fels.

Shakti y los demás hicieron una mueca ante la explicación.

—Shakti, ¿qué pasa con la ruta a través de Knossos?

—En este momento, la tripulación de Ilta está operando a toda velocidad para cavar el agujero. Irónicamente, cuanto más se acerca el final del hechizo, más débiles se vuelven los ataques de la carne verde y mejor nuestro progreso. Me imagino que está extrayendo más poder para impulsar el ritual.

—¿Luego?; Preguntó Finn.

—Sí, tendremos el camino hacia el décimo piso abierto a tiempo para el segundo asalto; Respondió Shakti.

—Los Xenos están progresando en el Calabozo. Y varias otras familias fuertes también han recibido misiones; Agregó Fels.

El Gremio no se contuvo en el período previo al choque final. Esto imbuyó una sensación de crisis inminente y exaltación desesperada a la acumulación. Orario se estaba uniendo para enfrentarse a un poderoso enemigo, una aventura como la que pocos habían visto antes.

Finn asintió con satisfacción y luego procedió con la discusión a gran escala del plan.

—En primer lugar, la operación comenzará con las Familias Ganesha, Hefesto y Loki invadiendo Knossos desde la superficie y dentro del Calabozo. Nos dividiremos en cinco escuadrones diferentes.

Había un mapa extendido sobre la mesa. Se colocaron piezas de ajedrez sobre el mapa.

—Yo comandaré la fuerza principal y el primer escuadrón. A partir de ahí, Riveria y Aiz tomarán

la segunda escuadra, Gareth la tercera, Tiona y Tione la cuarta, y Bete la quinta…

Mientras recitaba los nombres de los aventureros de primer nivel, él dividió las piezas. Él los colocó en cada cámara en el décimo piso de Knossos, donde un semi-espíritu yacía esperando, comenzando en el norte y moviéndose en el sentido de las agujas del reloj—el primero en el norte, el segundo en el noreste y así sucesivamente hasta que se colocaron las cinco piezas.

—Los aventureros de segundo nivel y los inferiores se distribuirán entre los escuadrones. Y también tendremos las otras facciones divididas entre estos escuadrones.

—Ya veo. ¿Dividir las fuerzas de la Familia Loki en cinco partes iguales para hacer un conjunto de cuerpos de élite y luego hacernos llenar los huecos?; Preguntó Tsubaki, con una mirada de comprensión en sus ojos.

—Si. Tsubaki, estarás con Gareth en el tercer escuadrón. Shakti, estarás conmigo en la primera. Los otros aventureros de primer nivel de la Familia Ganesha y todas las demás fuerzas notables se dividirán entre los otros escuadrones.

Finn continuó. —Paluza—Ilta Faana estará en el segundo. Amid de la Familia Dian Cecht estará en el cuarto. Aki y Lefiya de nuestra familia estarán en el quinto…